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-Comida para vampiro- *los cachorros saben mejor* por serenituegt

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Capitulo: 13 najung-e boja

Yami lo había pensado toda la noche. Estaba a punto de amanecer, y solo le quedaba enfrentar su nuevo camino. El cual esperaba que fuera más confortante...

Más la espera lo estaba a atormentando. Tenía que decirle a Yugi, que no se casaría y que sería solo de él. Por qué irónicamente, su corazón, su alma le pertenecían a ese pequeño de grandes ojos.

¡¿Como un encuentro inesperado?!  Podría haber cambiado tanto su vida...

Esa noche en la que salió a buscar a Mokuba... Se convirtió en un mundo nuevo para él, y cambiando su pensar, como su ser, Yami se miró al espejo y supo que ya no era el mismo...

Su sed incontrolable, su apetito sexual, y su ira iracunda. Habían sido controladas, por el ser, más bello del planeta tierra...

El vampiro había sido domado, cosa que muchos otros, habían intentado desde su niñez...  ¡Pues el que controlaba al vampiro controlaba el mundo!.

Mas con el alma en un hilo, Yami no podía soportar hasta el amanecer. Así que se levando de su cómodo asiento, y muy apresuradamente, se dirigió a la habitación, del licántropo. Sin saber que el lobo, estaba en las catacumbas, en búsqueda de su mejor amigo...

 

 

Yugi respiraba agitadamente, ya que Mokuba lo había obligado a esconderse. Milimétricamente cerca de los verdugos de Joey.

El pequeño estaba seguro que en cualquier momento lo descubrirían, pues su respiración, no era la única desbocada. Sus latidos también estaban exuberantes. Y aun él... con los sentidos caninos, tan ausentes. Podría escuchar, el tamboriteo desde muy lejos...

Pero por más que trataba de tranquilizarse, eso era inútil. No lograba estabilizarse, y sin que él lo notara. Lentamente su temperatura aumentaba... ¿Acaso la situación? ¡Lo estaba volviendo, presa del pánico!...

En realidad no se podía definir a ciencia cierta. Pues Joey corría peligro y estos dos pequeños tenían que salvarlo...  pero para lograr esto, tenían que esperar el momento indicado. Así que los dos pequeños, observaban con cuidado...

 

-“¡Que espantoso olor es ese!”...  –indico un vampiro de cabello rojo. Mientras que Bakura lo miraba indiferente-

-Ahora entiendo, por qué el amo Kaiba. No quiere venir a este lugar... Los perros son nauseabundos...

El vampiro de cabello rojo, sujeto a Joey entre sus brazos, y lo recargo contra su propio cuerpo. Mientras sujetaba su brazo, para que Bakura, extrajera la sangre...

Sin perder tiempo Bakura tomo la muñeca del licántropo rubio, y con su propia uña, agrietó la vena. Para así dejar correr la sangre, no obstante, antes de que se desperdiciara el líquido. El vampiro saco una copa de vino, la cual más tarde, le entregarían a su señor...

Pero el vampiro de cabello rojo, al oler la sangre. Sintió como su garganta, comenzaba a arder. Y por su mente paso una mezquina idea... 

-Me pregunto si al amo, le molestara... ¡Que yo uno de sus fieles sirvientes!, se extasié, con la carne de este perro.

El peli-rojo sujeto el rostro de Joey  y acaricio suave mente. Pero este acto imperdonable, paso de largo ante los ojos del albino...

-¡A mí no me importa lo que hagas con el perro!... Solo recuerda que tenemos que mantenerlo con vida. –el albino tomo con firmeza la copa, y se dirigió a la salida. Más de repente el joven se detuvo. Pues sus poderes le mostraban  una visión... la cual era más que importante...

El cuerpo del joven vampiro se contrajo y su ser se quedó inerte, en cuestión de segundos. Pero el peli-rojo noto que su compañero, había entrado en transe y sin mucho meollo, soltó al rubio, dejándolo caer con fuerza. Para así acercarse al otro susodicho.

-Bakura te encuentras bien –el peli-rojo, tomo de los hombros a Bakura y lo zangoloteó. Pues el vampiro sabia del don de este albino, pero jamás lo había presenciado-

Así que asustado, tomo en brazos al blanquillo, haciendo que este tirara la copa de sangre. Más sin importarle salió rápidamente del lugar. Dándole una oportunidad a Mokuba y a Yugi... 

 

Yami llego a la puerta de la habitación, estaba a punto de tocar, pero un aroma llamo su atención... El aroma era de su lobito, pero el aroma provenía del estudio.

Así que Yami sintió curiosidad y se dirigió a ese sitio, en vez de entrar a la habitación...  

-“¡Que haces!” –escucho el carmesí y velos mente busco la voz escuchada-

El carmesí diviso a un castaño de ojos azules, y simplemente frunció el ceño, mientras torcía la boca –A ti no te importa –contesto con su frialdad común. Y Kaiba estaba a punto de no prestar atención, pero una embriagante esencia lo hechizo-

Con síguelo el castaño también se aproximó al estudio, y al notar esto Yami, rechino los diente. -¡Y tú que buscas! -señalo, con tono ofensivo-

Mas la misma cortesía que mostro el carmesí, mostro el castaño. – ¡A ti no te importa!...

Los dos vampiros entraron a la habitación, mirándose retadoramente. Pero sin la intensión de enfrentarse, ya que la esencia que olían, era tan embriagante, que los dos tenían los sentidos aturdidos.

Yami busco con la mirada al pequeño Yugi, aunque velos mente, se dio cuenta de que el lobito, no estaba en la habitación. Un poco extrañado comenzó a merodear por toda la habitación, hasta llegar a la ventana...

-¡Quiero hablar sobre mi padre! –dijo a la ligera, pero sin dejar de ver por la ventana. Lo cual tomo desprevenido al moreno-

-“Quieres hablar de tu padre, o de tu hermano”...

El carmesí volteo su rostro, con algo de sosiego -¡Qué hay de mi consanguíneo!

Kaiba sonrió y cruzo los brazos –Parece que su ejército está listo y esperando a las afueras de Luxor... El muy maldito piensa interrumpir la ceremonia de transición.

-“¿Y qué cavilan los sucesores?”... por qué deja decir, que si yo fuera un favorecido nombrado, estaría dispuesto a una guerra.

-jaja... eso malditos malcriados, no moverán un dedo. Ellos solo destazaran gente, por los próximos mil años...

-Pero tu Seto Kaiba... Te sientes con el deber de cuidar de la humanidad...  Dime porque... –Yami cambio de posición y se dirigió con una mirada feroz, a centímetros del moreno-

Pero la apestosa personalidad de Kaiba se ungía en su mirada, y solo contesto –Eso a ti no te importa...

La tensión se podía sentir, uno al otro se miraban tratando de adivinar, que pensaba su acompañante. Aunque sus pensamientos fueron nublados. Al mirar que el libreo se movía...  

Seto y Yami fijaron su vista, y lo primero que observaron. Fue a un peli-rojo cargando a un albino...

-¡Amos! -dijo con júbilo, el joven- A Bakura le sucede algo; de repente colapso y no se movió...

Los dos vampiros se acercaron y miraron al albino –Bakura estará bien, solo dale unos minutos más, y saldrá de su transe... –dijo Yami-...

Ya que Seto se mantuvo callado, mirando al pasadizo secreto... en forma de esperar algo...

-¡Y el perro! -pregunto Kaiba con escrúpulo, mientras el peli-rojo acostaba a Bakura en un diván-

-Lo dejamos en su celda mi amo...

El castaño olfateo al viento y volvió a buscar  la mirada del peli-rojo –Percibo la esencia de sangre. ¿Cumplieron con su misión?

El susodicho cambio su rostro por uno desolado, pues con las prisas, paso el detalle de la copa. -¡Amo nosotros!... –el chico comenzó a dar rodeos y eso era lo único, que no tenías que hacer frente al hiel-

Así que sin pestañar Seto ya tenía tomado el cuello del peli-rojo –Este tipo de acciones son imperdonables –los ojos de Kaiba ardían de coraje, pero este coraje no tenía sentido, pensaba Yami. Que miraba al moreno desde cerca-

Pero el halito de idea floto, por la mente del carmesí. Y sin concretar nada, corrió por el pasadizo secreto. Pues Yami pensaba solo en una cosa. Y el no creía en las coincidencia...

 

Joey trataba de abrir los ojos, pero estando tan cerca del umbral. El pobre cachorro solo podía escuchar, una gota de agua chocar, contra el piso... el bello rubio sabía que iba a morir, ya que con lentitud sus pulmones dejaban de funcionar. De hecho los pulmones le pesaban tanto que comenzó a toser sangre...

-¡Joey!... –grito fuerte mente el pequeño violeta. Que se aproximaba al rubio- “¡Joey!” –volvió a gritar. Pero en esta ocasión el lobito ya estaba cerca de su amado amigo-

Yugi coloco la cabeza del rubio en sus piernas, mientras lagrimas frotaban de sus ojos violeta. En realidad Yugi no sabía qué hacer, y ver así a su amigo le rompía el corazón...  

-¡Joey no te mueras!... –berrio el violeta, mientras besaba los labios del susodicho-

Mokuba miraba la escena y su pecho le dolía, tenía un nudo en la garganta, y no sabía cómo calmar su conciencia.

Joey volvió a escupir sangre, y Yugi se asustó. Pero al ver esto Mokuba, sabía que el lobo se estaba ahogando...

-“Yugi hay que poner de lado a Joey” –los dos pequeños voltearon a Joey y este continuo tosiendo sangre-

-¡Que pasa!... –pregunto asustado el violeta-

 -Párese que Joey tiene una arteria rota... Mi hermano debió morderlo tan fuerte que la reventó.... y de seguro pensó que se recuperaría solo... pero parece ser que necesita algunas puntadas.... Hay que darnos prisa y encontrar a alguien que lo pueda hacer... sino Joey morirá...

Yugi miro con seguridad al azabache... para así ponerse de pie y darse prisa... – ¿Tienes un plan? ¡No es así!... dijo el lobito, mirando seriamente al vampiro...

-Claro que tengo un plan... Solo confía en mí...

Los dos pequeños cargaron al lobo rubio y comenzaron a caminar, por los pasillos de aquellas catacumbas...

 

Mientras Mokuba se apresuraba Yami corría desesperado, el lugar olía a Yugi, pero también olía al perro rubio... Yami solo pedía tiempo, rogaba que yugi no encontrara al licántropo, y se hiciera malas ideas... Él estaba dispuesto a confesar su crimen... Y estaba dispuesto a todo, menos a vivir, sin el amor de su lobito...

 

Kaiba continuaba destrozando el cuello del peli-rojo... En realidad lo estaba gozando, su sangre de depredador estaba más que caliente... Seto se estaba conteniendo desde hace mucho,  y por más que trataba de controlarse, y regresar en sí, era imposible... Seto sabía de antemano que solo había una cosa, que lo calmaría, en esos momentos... Y eso era el perro dorado...

Como mondadientes el vampiro rompió el cuello del peli-rojo. La muerte de un vampiro no le importaba en nada al hiel...

Pero eso sí... se sentí más relajado y más tranquilo... miro al albino y noto que salía de su transe...

El lindo albino miro a su alrededor y con un gesto inocente, sonrió a su amo... Kaiba continuo como si nada y solo se acercó al peli-blanco...

-Dime que has visto... –el castaño se posó a milímetros del albino, y dio un beso en los labios. Pero con el tiempo el beso se volvió más pasional y más intenso... ambos comenzaron a excitarse, hasta que Bakura necesito aire...

Kaiba no creía lo que sus poderes le mostraban... la visión de Bakura era más que retorcida... ¡pero como era posible!...

Bakura miro a su amo confundido, y tocando sus labios el albino dijo, con una linda voz –Amo... Y eso no es todo... Si usted no hace nada, los dos lobos pueden escapar...

El castaño salió de en sí, y miro al blanquito... –Eso no pasara, mientras ese perro este....

Era obvio que Seto había abandonado la habitación. Sabía por adelantado el futuro, así que una emboscada sería muy fácil... más no había tiempo, de preparar nada. El solo iría tras esos lobos...

 

 

Mokuba y Yugi les llevaban mucha ventaja... Pues habían dejado atrás las catacumbas de piedra volcánica, y ahora andaban en pasillos de adobe...

-“¿En dónde estamos?” –Yugi inspeccionaba con la mirada el lugar, que de cierta forma sele hacia familiar-

-Estamos en un lugar secreto... Al final de este pasillo se encuentra un portal, que nos tele trasportara lejos...

Yugi paro en seco y Mokuba lo miro con riña. –¡Que te ocurre, porqué te detienes de esta manera!...

Con su rostro preocupado, Yugi  comenzó a tartamudear –Bueno yo.... este....

CONTINUARA>>>


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