Capitulo: 18 mascotas
Yugi trataba de acostumbrarse a su nueva vida... Mokuba lo mimada y lo amaba, de hecho lo trataba como a una muñeca.
Más en el fondo de su corazón, anhelaba regresar con su amado Yami. ¡Aunque aún estaba enojado, y un poco resentido!...
-Bueno días –decía Mokuba con una sonrisa- ¿Cómo has dormido?...
Mokuba trataba de hacerse el simpático, pero Yugi solo rodo los ojos y trono la boca -¡Por que no mejor me dejas ir! –exclamo el violeta enojado, y con los brazos cruzados-
El azabache frunció el ceño –¡Por qué te comportas así!... Yo te he tratado a cuerpo de rey y tú sigues siendo rebelde y agresivo.
Yugi que se encontraba en una cama, con muchos colchones y sabanas de ceda, junto con almohadones de pluma de ganso. Se levando y miro fijamente al moreno –Tú dices tratarme como a un rey... pero a los reyes no se les encadena a la pared.
El lobo hacia hincapié al grillete que llevaba puesto, en su tobillo con una larguísima cadena, pegada al muro...
El vampiro sonrió burlonamente – ¡Tú crees!... que si no te hubiera salvado. Yami no te tendría en una mazmorra del palacio, en condiciones pecaminosas.
Yugi rechino los dientes y desafiantemente grito -¡No!... Yami me ama... El me lo dijo...
Mokuba fastidiado dio media vuelta y se acercó a una mesa de café, para tomar una manzana del frutero. Una vez que la tuvo volteo con lentitud.
-Yami te mintió... El solo quería tu sangre, como tu cuerpo. Y todo mundo sabe que lo que Yami quiere, Yami obtiene...
El pequeño violeta rápidamente se deprimió, pues el moreno había clavado la espina de la duda, en su corazón. Pues era cierto que el no conocía a la perfección al carmesí...
El peli-negro observo como los ánimos de Yugi se hundían en las tinieblas de la duda y desconfianza. Y esto lo tenía feliz, ya que, le lavaría el cerebro al violeta, hasta que odiase al carmesí...
-¡Sabes! para que no pienses en eso... Esta noche iremos a una fiesta, que dará mi amado...
Yugi mirando al piso suspiro y regreso a la cama; y con una actitud menos agresiva hablo con el azabache –Es adecuado dar una fiesta, cuando esta una guerra por estallar –Yugi conforme pasaban los días, se había enterado de muchas cosas. Como la guerra entre vampiros, por la sucesión del trono y etc-
El moreno ladeo la cabeza y arrogante mente musito –El instante más difícil de una guerra, es cuando los dos bandos esperan. Pues la tranquilidad que se respira, es la que te puede volver loco...
El lobo miraba incrédulo al otro pequeño y pensó ¿Cómo es posible, que existan seres tan fríos en la tierra?...
-Bueno, bueno... dejemos la guerra de lado... mejor pensemos en que te pondrás. –el oji-metal dio unos aplausos al aire y barios sirvientes entraron con finas telas- Creo que te va bien el negro, ¿pero?... Creo que será mejor un azul rey –el vampiro se burlaba una vez más del lobo, con eso de rey. Pues el moreno, solo estaba jugando con el afligido cachorro-
Pero sin que Mokuba lo oyese susurro al viento –Yami...
Kaiba junto a sus allegados, rápidamente se instalaron, en un lujoso palacio de la civilización egipcia...
Joey miraba el lugar asombroso, pues la gran diferencia arquitectónica era sin lugar a duda exagerada... de hecho todo el lugar era muy diferente. Ya que en este sitio, no se encontraba nieve, apesare ser invierno, tampoco se observaban bosques inmensos, y mucho menos vientos helados...
Kaiba observaba al rubio a distancia, y su rostro, decía que no tenía nada bueno en mente. –Te gusta este lugar –pregunto, mientras sujetaba con agresividad, las caderas del perro-
El lobo lloriqueo por el brusco agarre. Sin embargo fijo su vista y atención al castaño. Los dos se miraban con deseo, mas nadie decía nada...
-Este lugar es diferente –exclamo el pequeño, que ponía sus brazos entre ambos para agrandar la distancia-
No obstante los ojo hiel, seguían con su acoso –Debes acostumbrarte, pues si todo sale a la perfección. Este sitio se convertirá en muestra morada permanente...
Joey bajo la cabeza y suspiro... –“Supongo que si a su futura esposa le gusta, yo no tengo nada que decir”
El castaño trago duro, y entretanto soltó al lobo, comenzando a moverse por el lugar. –Mi matrimonio con esa mujer es de conveniencia –Kaiba busco la miraba de Joey- ¡Pero quiero que te quede claro perro!... Que yo no la amo, ni la deseo...
El rubio al escuchar esto, se asombró y quería sonreír. Su cuerpo sintió mariposa, y un frio inesperado recorrió sus manos, dejando así unas piernas temblorosas. Ya que nuestro cachorro estaba nervioso...
Con tranquilidad Seto se acercó al rubio, y paso una mano por su rostro, tocando su dorado cabello. –Yo Te a... -dijo el castaño, pero antes de terminar, se arrepintió y solo suspiro-
Miro el suelo y volvió a cruzar miradas con el licántropo –En tu habitación encontraras bellas prendas. Quiero que escojas la que más te guste, ya que esta noche serás mi acompañante...
Joey embelesado por las manos del castaño, se ruborizo y desvió la mirada –Como usted diga mi Amo... –hizo una pequeña reverencia y dejo solo al vampiro. Con un dolor en el pecho-
-Yo te amo –dijo más que en susurro. Pero sin nadie que lo escuchase, esta frase no valía nada-
Lagrimas escapaban de los ojos miel... Joey no entendía por que se sentía tan melancólico. Por lo regular él no era tan sensible, pero estando cerca de ese gran hijo de p... las cosas cambiaban...
-¡Dios! –dijo mirando al techo y recargándose en un pilar- ¡Por qué lo amo tanto!... Él es un miserable insensible, y solo me hace sufrir. –Joey continuo así... Entre suspiro y suspiro-
No muy lejos unos ojos se jactaban, por la dulzura del perro. El cual no se percató que era espiado. – ¡Que es lo que te sucede! –escucho Joey, eh inmediato busco al emisor –
El cachorro asustado miro que era Yami quien le hablaba, pero al instante protesto – ¡Oye tú!... Deberías estar descansando –el rubio llego a centímetros del carmesí y haciendo puchero rechisto-
-Si te pasa algo Yugi me matara, por no haber cuidado bien de ti –Yami sonrió cálidamente y solo acaricio el cabello del cachorro-
-También me hubiera enamorado de ti. Si te hubiera conocido primero... –Yami miraba a Joey de una manera tan romántica, que si Yugi o Kaiba viesen eso, estallarían en celos –
Por su parte Joey no sintió nada, solo sentía el afecto de un nuevo amigo –Vamos sube a mi espalda –dijo Joey poniendo se en posición, para cargar al otro. Lo cual causo una risa escandalosa, por parte el vampiro-
-¡Te estar riendo de mí! –dijo Joey con una falsa, molestia-
-Lo lamento cachorro... Pero todo tú... es nuevo para mí, pues nadie osaría a decirle a un vampiro de alto linaje, que trepe a una espalda.
Joey era así, y Yami no entendía por qué cada vez, le gustaba más el rubio. –Revoltoso... por qué mejor de regañarme, no me ayudas a llegar, a la boticaria del pueblo.
El cerebro de Joey asimilo la información... boticario... pueblo... –Ir al pueblo –recito hipnotizado-
-Si revoltoso ir al pueblo –Joey miro con asombro al carmesí- Tú crees que Kaiba me deje ir... –mascullo exaltado-
-Él no tiene que enterarse –manifestó, con una sonrisa arrogante-
-El lugar queda lejos –pregunto el licántropo con duda-
-¡Sí! esta relativa mente cerca... Además piensa que si voy solo, puedo desmayarme en cualquier lugar... y apuesto que eso no le gustaría a Yugi –Joey se sabía chantajeado por el carmesí. Pero también tenía curiosidad por ese susodicho pueblo-
-Está bien vamos... ¡Pero solo porque a Yugi no le gustaría, que fueras solo!...
Los dos susodichos se pusieron en marcha, y rápidamente se encontraban en las calle de una ciudad egipcia. Joey miraba todo para no olvidar ningún detalle, pues quería recordar todo, para contarle a Yugi, una vez que estuviera a su lado...
Yami que venía al frente diviso la curiosidad de su acompañante y le causo gracia –Si quieres cuando todo esto termine, podremos dar un paseo por este lugar –El vampiro y el lobo, traían capuchas negras y grandes capas, pues siendo quienes eran, necesitaban pasar desapercibidos-
-¡Es en ese lugar! –señalo una pequeña tienda con frascos de animales en conserva-
Joey asintió con la cabeza y siguió al grande... una ves hay, descubrieron que un hombre encapuchado, esperaba algo.
-Este es todo él mata-lobo que tengo –anunciaba un viejecita chaparrita y con muchas arrugar... El tipo gruño y lo tomo de mala manera. Dejando una cuantas monedas en el aparador-
Yami y Joey se mantuvieron al margen, pero cuando el tipo paso cerca de Yami. Los dos cruzaron miradas y el vampiro solo se preguntó ¿Quién es?... Y para que quiere mata-lobo, si los lobos en el mercado negro son muy codiciados.
La viejita miro a los recién llegados – ¿Puedo ayudarlos en algo?...
El vampiro exploro el lugar y susurro – ¿Tiene sangre de lobo? –la anciana se sorprendió, pero de inmediato articulo-
-Es muy cara, y antes de traerla tendrá que poner 100 monedas de oro en el mostrador –Yami desamorro una bolsa de su cintura, y rego en el mostrador, monedas de oro. La viejita al ver esto escandalizo y salió corriendo a la parte trasera de la tienda...
Joey que estaba detrás no alcanzo a escuchar bien, lo que Yami pedía. Pero al ver la viejita corría por tantas monedas, supo que se trataba de algo muy importante.
-¿Qué fue lo que le pediste? –Yami se recargo en el mostrador-
-Bueno le pedí medicina, para mis heridas. Tengo que recuperarme lo antes posible. –Yami le estaba escondiendo esto a Joey, pues sin pedírselo el lobo entregaría su sangre. Mas el vampiro consideraba un pecado beber de otro lobo, que no fuera Yugi-
La anciana regreso con un frasco, relativamente pequeño. Era tan pequeño que se podía usar como presea en el cuello.
-En este frasco hay 20 gotas... Estoy casi segura, que son las ultimas 20 gotas de todo Egipto –la mujer entrego el frasco y los dos susodichos salieron del lugar-
-¿Yami que contiene ese frasco? –el rubio se sentía atraído por el frasco, era como si en el fondo de su corazón supiera que era, más a ciencia cierta era difícil de saber-
-¡Esto! –contesto el carmesí señalándolo el frasquillo- Esto es lo que me dará fuerzas para salvar a mi amado Yugi...
...El tiempo corría y las cosas se venían encima... El solsticio del sol rojo se aproximaba... Y todas las razas de vampiros peleaban por poner en el santuario a su elegido...
La noche llego y Joey estaba metido en el cuarto del carmesí. Yami analiza un mapa de la zona, mientras el lobo se revolcaba en la cama juguetonamente.
-¿Ya te sientes mejor ¿–parlo dulcemente el pequeño. Mas sin apartar la vista del mapa, el vampiro le contesto-
-Ya me siento mejor... no debes preocuparte más por mí. –el lobo fue hasta el sangre y miro el mapa-
-¡Puedo preguntar algo! –expreso el cachorro-
-¡Que es lo que quieres saber! –Yami seguía metido en sus estrategias, pero seguía escuchando al rubio-
-Tengo algo de curiosidad, sobre... –el licántropo tartamudeo, y esto llamo la atención del vampiro-
-¡De que curiosidad presumes! –hablo el vampiro que acóralo al lobo, y colocaba su frente, sobre la frente del otro. Para así mirarse retadoramente... a lo cual Joey no respondió, pues sabía que el vampiro jugaba-
-¡¿Por qué es tan importante la sucesión del rey?!... ¿Por qué no mejor le deja a sus hijo, su título?... “Y por qué todos los vampiros pelean”.
El sangre sonrió –Eres un perro curioso... Pero supongo que tienes razones y un por qué...
Yami se alejó del lobo y comenzó a servirse una copa de licor. –Todo empieza y termina con el primer vampiro que existió... Las leyendas cuentan que este ser no podía salir a la luz del día, como lo hacemos nosotros...
Joey estaba prestando mucha atención, y para estar más cómodo decidió trepar a la cama... como un niño pequeño, al cual le contaran una historia antes de dormir...
Pero antes de poder seguir con la anécdota, una voz furiosa se escuchó cerca de ellos –Que mierda esta sucediendo –exclamo Kaiba que lucía una túnica de un azul turquesa, con una fajilla negra y toques brillantes, dejando ver un pecho músculos, como cuadrado.
Joey como Yami voltearon la vista, mientras pegaban un brinco – ¡Eres un perro de por quería! Prefiere divertir a otros, en vez de tu amo...