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De regreso a casa por Eowyn Fitzgerald

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Tras dos largas discusiones y despedirse de la familia Kent, finalmente Lex y Bruce pudieron subirse al auto y dirigirse a Gotham. El plan oficial era pasar Navidad junto a la familia Wayne al completo y en esas fechas también debía ser la propuesta, no es que lo hubieran discutido pero ambos sabían que iba a pasar. Lex lo supo cuando su novio le pidió pasar las fiestas con su familia, y Bruce supo que Lex aceptaría cuando no declinó su oferta.

No estaban perdidamente enamorados como en antaño antes de la mudanza del pelirrojo a Smallville, tampoco había un gran deseo desenfrenado, pero se gustaban, y eran adecuados. Ya saben, una pareja adecuada con los mismos gustos, los mismos pasatiempos, el mismo compromiso, el mismo entendimiento, los mismos objetivos de vida, la misma preocupación por la familia, el mismo deseo de enterrar el pasado, el mismo estrato económico y social... Y la lista sigue, y sigue. Aún había algo de expectación sobre avivar el pasado, no era muy fuerte pero un avance era que tenían suficiente química.

Era verdad que Bruce en el pasado hubiera sido capaz de encapsular una estrella para Lex de lo enamorado que estaba, pero tras perderlo se forzó a olvidarlo, aún lo quería y lo deseaba, pero no como antes y esas mariposas ya habían muerto. La última persona con la que había sentido mariposas fue Talia la madre de Damian y ella había muerto muchos años antes, la última persona con la que había sentido que el deseo quemaba su piel fue con Selina y ella lo abandonó por aburrimiento, solo con Lex ambas cosas llegaron a ser posibles y aún tenía esperanza en ello. Una parte de él aún quería un amor loco por el que valiera la pena arrojarse de un tren en movimiento, pero de no conseguirlo igual la estabilidad era una cosa buena y fácil de apreciar.

—Vaya recibimiento ¿No crees? —preguntó Bruce para romper el hielo tras diez largos minutos de silencio incómodo—

—Lo siento —contestó aun mirando hacia la ventana—, realmente no estaba en mis planes encontrarme con Clark.

—No te disculpes —le tomó de la mano y le dió una leve caricia con el pulgar—, de igual forma tarde o temprano esto tenía que suceder, al menos ahora es un peso menos que llevar.

—Ahora toca enfrentar a tu familia...

—Eso no será tan complicado, Dick, Jason y Tim son fáciles de manejar y como Dick esta casado y Jay y Tim están en la universidad no vivirán con nosotros como para que su opinión sea muy importante que digamos, el problema es Damian, pero ya dejamos en claro que ni siquiera me quiere a mi, solo puede querer a Dick. Por otro lado mis padres piensan sobre ti lo mismo que yo.

—¿Que me veo bien en ropa interior?

—Que gracioso, me refiero a que eres perfecto para mi. Aunque tú comentario es bueno, realmente te ves bien en ropa interior... Y te ves aún mejor cuando no la llevas.

—Eres un... no importa. Mis padres y mi hermana también piensan que eres bueno para mí.

—Por lo tanto nuestro objetivo a ganar es Damian.

—Entonces me tengo que ganar al nieto del gánster que ayude a Gordon a meter a prisión e hijo del gran amor de tu vida... Que bonito, Damián jamás va a quererme.

—No lo tomes personal, ya te lo dije, Damian no quiere a nadie. Deberías ver el problema desde otro ángulo, ganarte su respeto será más sencillo y realmente necesito que me ayudes con él.

—¿Cómo lo veo entonces?

—Solo como un niño omega muy difícil y violento que necesita una mamá que lo guíe antes de que cometa actos delictivos.

—Creí que Tim era quien le enseñaba a Demian, ya sabes, porque es su hermano mayor y es el único otro Omega en tu familia.

—Lo intentamos, pero resulta que Tim odia tanto a Demian como para abandonarlo a su suerte.

—Suena como que necesitas ayuda urgente... Y creo que también usas la palabra odio con mucha libertad, puede que no se lleven bien pero...

—Lex, mi familia no es como la tuya, en casa tenemos problemas mucho más profundos y feos. Cuando me casé con Talia y adoptamos a Tim, Jason comenzó a sentirse desplazado y huyó de casa, no volvió hasta hace poco y no deja de llamar remplazo a Tim, Dick no deja de discutir con Jason, Tim no quiere escuchar a Dick, cuando comencé a salir con Selina, Damian empezó a dar problemas y a separarse de todos, incluso llegó a odiarme, ahora Tim se pelea con Damian y él se pelea con Jason, que causa más peleas con Dick porque mi hijo mayor un Alpha se convirtió en una especie de mamá gallina por Damian. Y claro no olvidemos que Tim está pasando por un drama ahora que asegura estar enamorado de un amigo suyo que jamás le hará caso. Te lo dije... Va a ser complicado gracias a que nunca fui un muy buen padre, ni adoptivo, ni biológico.

—Y yo te dije que estoy dispuesto a aguantarlo contigo —se volvió y besó la mejilla del mayor—. Creo que vale la pena, y también pienso que aún estás a tiempo de solucionar las cosas.

—Espero que tengas razón.

—Soy Lex Luthor, siempre tengo la razón —tras eso el silencio volvió  a formarse y Lex tuvo que pensar mucho antes de aceptar que estaba siendo ridículo y finalmente sacar el tema de Jack—. Por cierto, un amigo mío nos invitó a una de sus funciones en el club de la comedia.

—¿Qué amigo?

—Jack, seguramente ya habrás escuchado de él, lo llaman Joker y por lo que he escuchado ya es muy reconocido en el medio.

—Si, creo haber escuchado acerca de un tal Joker, lo llaman el príncipe payaso en la empresa. Y creo que sigo siendo el único en toda la ciudad que no ha ido a verlo.

—Si, es muy famoso y como alguien que ha podido estar en su show puedo asegurar que es realmente muy divertido. Es un gran amigo y me gustaría presentarlos.

—Bien, iremos la próxima vez —otro silencio hasta que Bruce notó al imbécil de Slade en la parte delantera del coche—. Lex, tengo una pregunta... ¿Dónde se encuentra Mercy? Según tengo entendido Slade es el jefe de seguridad de tu empresa, no tu guardaespaldas.

—Slade toma el lugar de Mercy en su días libres.

El viaje hasta la mansión Wayne no duró mucho, prontamente se encontraron frente a la puerta de entrada donde ya los esperaban Alfred y tres de los chicos. Dick quien por alguna razón no venía con su esposo Wally, Tim que se veía cansado por jugar videojuegos probablemente, y Damian que se estaba esforzando en poner buena cara pues si su padre se debía casar prefería a Luthor antes que la odiosa de Kyle.

—¿Dónde está Jason? ¿Y Wally? —preguntó Bruce en el instante que bajó del lujoso auto, tenía el ceño fruncido y se veía ligeramente molesto— creí haber aclarado que los quería a todos aquí.

—No sé muy bien que contestar —tomó la palabra Dick—, Jason llamó hace una hora y media diciendo que ya estaba en camino. Y Wally va a pasar tiempo con los Allen antes de venir, prometió llegar mañana.

Al momento en que Dick terminó de hablar un motor de motocicleta se escuchó y en poco tiempo ante ellos aparecieron dos jóvenes Uno de dieciséis y el otro de dieciocho. Uno era Roy Harper, un omega pelirrojo, dulce y con sonrisa brillante que Oliver recogió de las calles después de un fallido intento de robo, mientras que su acompañante no podía ser otro sino Jason, eran amigos o al menos era lo que siempre decían... Una cosa difícil de creer.

Y era tan difícil que Oliver y Bruce estaban haciendo acuerdos a sus espaldas sobre un posible compromiso entre los chicos. Si, ambos eran de la idea de que los matrimonios arreglados eran absurdos y retrógradas, pero los chicos no les dejaban muchas alternativas con su comportamiento... Además los millonarios estaban seguros que llegado el momento ninguno protestaría demasiado.

Por todo lo anterior no era una sorpresa que Roy estuviera allí trayendo a Jason, no, la sorpresa fue cuando Todd bajó de la moto y se retiró el casco; tenía la cara muy lastimada, comenzando por un labio roto, los ojos hinchados, una serie de moretones y la nariz rota. Al instante Alfred se acercó corriendo y se llevó a Jason dentro para curarlo.

—¿Qué sucedió? —preguntó Dick a Roy mientras el grupo comenzaba a seguir a Alfred y a Jason dentro de la casa—

—Fuimos al taller de Jax para ver cómo estaban quedando las viejas motos que le pedimos reparar, entonces Jason encontró una billetera morada con muchas lentejuelas y un cráneo, obviamente no era de Jax así que buscó por el taller hasta que encontró a un Omega abrazando un Camaro violeta e intentó regresarla... Le tocó el hombro para llamar su atención y se asustó...

—¿Y eso que tiene que ver con que haya llegado casi muerto?

—Pues que el tipo tomó una palanca de no sé donde y comenzó a golpear a Jason repetidas veces, no fue hasta que Jax y yo intervenimos que lo dejó en paz.

Justo cuando terminó su historia ya habían llegado al lado de Jason en la sala de estar.

—Era la criatura más hermosa que he visto en mi vida —comentó Jason antes de soltar un quejido por las curaciones de Alfred —, y no solo su cara... Estaba buenísimo, increíblemente sexy. Totalmente demente y probablemente era medio psicópata pero muy sexy.

Roy no pudo más que soltar un bufido molesto.

—Le pidió su número telefónico y una cita como trato para no llamar a la policía.

—Y de todas formas me rechazó.

Lex se sintió un tanto nervioso, por la descripción seguramente se trataba de Jack, ese demente era el único que podía causar esa clase de reacción en los alfas y también era el único que llevaba una palanca para protegerse, aunque no lo culpaba de eso último tomando en cuenta la cantidad de veces al día que era abordado por la calle.

—Pero igual lo dejaste ir sin ninguna consecuencia...

—Tengo un plan, Gotham es grande pero no tanto... Ya pagará las consecuencias o se enfrentara a una demanda o ir a prisión, nadie tiene tanto orgullo ni es tan tonto como para meterse en un lío tan grande.

De hecho Lex no tardaría ni diez minutos en demostrar lo contrario con la larga lista de antecedentes penales de Jack. Pero había demasiados alfas y hombres beta en el mundo que se sentían humillados ante el rechazo tajante. Aunque todo ésto no era más que retórico pues no había forma de que en ese instante declarará conocer al presunto culpable.

Tras el incidente Jack tomó su coche y aceleró con dirección a Metrópolis, tenía la intención de conseguir un regalo lo suficientemente grande para su pequeña hija Lucy... Vaya que odiaba no pasar cada minuto al lado de esa adorable niña de cuatro años, pero casarse con Harley hubiera sido un terrible error y era algo que ahora la chica Alfa también comprendía, en especial desde su matrimonio con Pamela. Era verdad que todo eso no era un impedimento, ante la corté el seguía teniendo más derecho sobre Lucy, pero su hija merecía una familia de verdad y una vida estable, no vivir con una persona mal de la cabeza que requería tomar medicamentos y visitar al psiquiatra continuamente por culpa de los estúpidos traumas de su pasado.

Claro que estaba lo más activo que podía en la vida de Lucy, tanto como sus buenos ratos se lo permitían, y Harley y Pamela siempre estaban felices de recibirlo. Cada Navidad la pasaban todos juntos por Lucy, y por ello antes del gran día debía tomar doble ración de sus medicamentos y comprar el regalo perfecto, ya había hecho una de esas cosas y ahora se encontraba frente a un gran ventanal donde vendían una pista de carreras amarilla fosforescente, era increíble y sabía que Lucy tenía gustos muy particulares como los coches de juguete con tutús rosas.

—¡Tío Jack! —se volvió hacía su lado izquierdo topándose con la gran sorpresa de la familia Kent, y quien le habló fue el ya no tan pequeño Conner—

Claro que se llevaba bien con ellos, cuando era un niño vivió una temporada con Lex y Clark, ellos también eran parte de sus familia y Clark, Conner y Jon eran los únicos tres alfas en todo el maldito mundo que no lo veían con hambre, todo porque Clark no podía dejar de verlo como ese niño pequeño que lloraba pidiendo ayuda cuando despertaba por pesadillas, y Conner y Jon lo veían como un tío muy cercano.

—¿Qué haces aquí Jacky? —cuestionó Clark con una sonrisa amistosa de hermano mayor— no es buena idea que te pases solo por la ciudad, alguien podría intentar atacarte.

—Sé cuidarme bastante bien, y vengo por el regalo de Lucy.

—¿Dos días antes de Navidad?

—Me encanta la adrenalina de los últimos días y pelear con un montón de mamás y papás agresivos.

—Nunca cambiarás...

—No es como que me preocupe mucho ¿Ustedes no estaban en Hawaii con Martha y Jonathan?

—Acabamos de regresar, y mis padres decidieron quedarse a descansar en el departamento.

—¿También estás de compras de último momento?

—No, vine a recoger el anillo de Lois, el primero que le conseguí era demasiado pequeño para su dedo.

—Espera... ¿Le compraste un anillo nuevo? ¿Y el anillo familiar de la casa de EL?

—Es anillo es con el que me propuse oficialmente a Lex y aunque me lo haya devuelto siempre será de Lex.

—Es algo extraño... Es un anillo familiar y debe quedarse en la línea familiar.

—No voy a discutir esto contigo, ya lo hice con Lois y con Lex, y ese anillo le pertenece al cabeza dura de Luthor.

—Como quieras, por cierto, creo que necesito un abogado nuevo...

—¿A quién heriste?

—Ese no es el punto. Mi abogada me abandonó la semana pasada y necesito uno nuevo antes de que me vuelvan a demandar, no quiero volver a prisión y menos al psiquiátrico.

—Entonces pórtate bien.

—Que fácil lo dices, pero es algo muy difícil cuándo tienes mis problemas.

—Deberías Hablarlo con Lex, seguro que puede ayudarte con ese tema...

—No pareces muy animado grandote, ¿Qué pasó? ¿Ya no venden tus donas favoritas?

—Es sobre Lex...

—Claro que lo es, siempre es sobre Lex cuando pones cara de perrito atropellado y también cuando pareces niño en Navidad. Aún no entiendo cómo es que puedes casarte con alguien más cuando es obvio que ni siquiera intentas superar a Lexy.

—Me cansé de rogarle que volviera a casa e intentar apelar a sentimientos que claramente no tiene, tengo que continuar con mi vida especialmente ahora que... Que va a casarse con Bruce.

—Así que es por eso que pareces tan triste —no quiso pero igual dejó salir una carcajada—, lo siento. ¿Qué esperabas que sucediera después de proponerte a Lois? ¿Qué Lexy fuera a la boda con intenciones oponerse? Es orgulloso y lo que hiciste no lo hizo muy feliz tampoco.

—Aun lo amo.

—Y él a ti, pero no significa nada en realidad sino pueden arreglar lo que los separó desde el principio. Ambos me ponen en una mala posición como amigo, debo consolarte pero también debo apoyar a Lex en su decisión de continuar.

—Ninguno te hará elegir, sino lo hicimos con nuestros hijos menos con lo demás.

Mientras tanto a unos cuantos pasos los chicos Kent observaban las pistas de carreras en la vitrina, bueno Jon lo hacía. Conner solo fingía, el hijo mayor de los Kent no perdió ni un instante el hilo de la otra conversación...

Ya debería estar cansado de formarse planes para juntar a sus padres, especialmente por el incidente del pastel explosivo en la fiesta de cumpleaños número nueve de Jon, pero simplemente no podía evitar meterse... Durante toda su infancia los vio siendo tan perfectos juntos, era mágico. Si bien ya era un adulto y técnicamente ya no vivía con ninguno aún le dolía verlos separados, además que quería que Jon los conociera como solían ser, no como el dibujo mal hecho que eran ahora.

Necesitaba mucha ayuda y con urgencia... Talvez podría sacarle información de que pasaba en la casa Wayne a su amigo Tim, aunque últimamente el Omega se había estado comportando raro con él, seguramente porque sabía que pronto serían como hermanastros si sus padres se cazaban... Igual hablaría con el susodicho de regreso a la universidad tras las fiestas.

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