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No es tan malo tener cola y orejas de gato por NASU

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Notas del capitulo:

Crei que lo habia actualiazado aqui O.O rayos.

-Mañana debo regresar a la ciudad- repitió, porque el otro parecía no haberlo escuchado- Aunque técnicamente es hoy…- agrego con ironía.

 

-Mmmh…- apenas emitió con desdén, le estaba costando concentrarse en lo que le decía con el dolor de espalda que tenía.

Pero en sus pensamientos nació el miedo, que lo dijera de esa forma parecía como si…

 

-Me gustaría quedarme más tiempo aquí, contigo- dijo juguetón.

 

-Es algo repentino – continuo - pero te lo digo para que vayas preparando tus cosas- le empezó a acariciar uno de sus mechones de cabello.

-¿Vendrás conmigo?- agrego con algo de tensión.

-Que molesto…- dijo en un puchero; pero al fin levantando la vista, los primeros rayos del sol alumbraban de frente a Naruto, haciendo que sus cabellos rubios resaltaran más. Un detalle que le gusto era que el otro se encontraba destapado con el cuerpo completamente a su vista y solo tenía los boxers puestos, se quedó embelesado con la imagen.

No tenia porque tener dudas, había decidido confiar en él. Aquel miedo se desvaneció.

 

- P-perfecto. Tengo asuntos que atender con mis padres…iré contigo- agrego el moreno.

 

El rubio soltó un suspiro y lo beso en el cuello. Sasuke se tensó, pero no se quejó.

-Tenia que preguntarte, no quería que sonara como si te estuviera arrastrando u obligando- el rubio le empezó a acariciar en la oreja gatuna encima de su cabeza.

 

Se hizo un momento de silencio.

 

-Así que tus padres están en esta ciudad- rompió el silencio.

-Si…- contesto dubitativo.

-Creí que tendría problemas buscándolos-

El moreno se sorprendió ante el comentario.

-No tendrás que buscar mucho…, son los dueños de la corporación Uchiha- contesto con total normalidad después de un rato.

 

El rubio se quedó un momento en silencio. Sasuke era un… Uchiha. Se quedó algo sorprendido, pero la similitud con ellos era demasiado clara, era un miembro principal de la empresa que quería hacer negocios con él.

Sasuke se quedó mirando el rostro del otro, tenía una expresión que no supo descifrar.

- ¿Que sea un Uchiha en un problema…? - dijo con tono desafiante, pero temiendo la repuesta.

-No, para nada- respondió saliendo de sus pensamientos- te quedaras conmigo, eso no cambiara aunque tenga que enfrentarme a la calamidad de los Uchiha-

Las dudas de felino desaparecieron de inmediato.

te quedaras conmigo”-repitió su cabeza.

 

 

-Ahora a limpiarte, quiero hacer una última cosa contigo antes de regresar-

-Dije que yo lo hare- contesto tapándose hasta la cabeza con la manta.

-No creo que sepas como hacerlo, además te debe de doler el solo moverte. Será más rápido si lo hago yo-

-No- contesto tajante, hundiéndose más en la cama.

-Gato mimado- contesto divertido levantándolo en sus brazos.

-Suelta…- intento zafarse, pero le dolía demasiado la espalda, así que termino por rendirse casi al instante.

-Te dormiste con mi semen dentro, te dolerá el estomago si no lo sacamos-

Sasuke se puso como un tomate, pero se callo y oculto su rostro.

-Fui descuidado, me deje llevar, la próxima usare un condón-

-Ya cállate- se quejó el otro.

El rubio sonrió divertido.

-Lo suponía, pesas más que una chica-

 

Al moreno no le gustó nada la comparación, saco sus garras y las clavo en el brazo que lo cargaba.

-Lo siento- se disculpó con dolor.

 

A Sasuke le divirtió la reacción, en un reflejo enrollo su cola en el torso desnudo del otro.

Y así entraron en baño.

 

 

 

. . .

 

 

 

 

- ¿Porque tienes esa cara…? - pregunto el rubio mientras desayunaban. Había preparado un omelet, tostadas y un café.

Sasuke pareció no escuchar la pregunta, estaba con una expresión en blanco que cambiaba a una infinita vergüenza y luego regresaba; como un ciclo.

“Que cara quieres que pongas después de lo que acababa de pasar”- se respondió así mismo.

-Entonces… que vamos a hacer hoy- contesto el moreno desviando la pregunta.

-Tenía planeado ir a esquiar, es lo que siempre hago antes de regresar. Aunque debe de haber algo de gente por esta temporada, ya nos la arreglaremos-

-Ok…- contesto aliviado por cambiar el tema.

-Pero me parece que con ese dolor te costara moverte bien- dijo señalando su espalda- te daré unos masajes, y… prometo ser más gentil la próxima vez- dijo sonriendo pero con una gran seriedad.

 

-Usoratonkachi- se quejó desviando la mirada.

“Próxima vez…” repitió su subconsciente, su traicionera cola empezó a moverse.

 

-Y… Sasuke no tienes de que avergonzarte, ya nos hemos visto de pies a cabeza- le sonrió de lado.

- ¡Cállate! - respondió levantándose de la mesa para llevar sus platos a lavar. -

Naruto no podía estar más divertido por todas las reacciones que le daba.

 

 

 

Al cabo de un rato Naruto coloco una colchoneta en el suelo e hizo que el otro se recostara boca abajo.

-Mantente lo más relajado posible- le dijo mientras se colocaba a su costado. no te quites la camiseta-

El moreno asintió, mientras sentía como el otro levantaba lentamente la camiseta hasta la altura de su pecho. No pudo evitar el escalofrió al sentir la colchoneta fría contra su piel descubierta.

Entones Naruto empezó a frotar con sus pulgares a los costados de la columna mientras que con el resto de la mano se paseaba por la cintura, con el vaivén del masaje. Sasuke empezó a sentir menos dolor, estaba disfrutando el masaje hasta que sintió un líquido chorreando en su espalda.

-Que…-

-Es una crema para que se relajen los músculos- le explico.

El moreno intento relajarse, pero ahora las manos se pasaban con más libertad y facilidad que antes; pasando por su cintura y subiendo por su espalda hasta casi los omoplatos; y agregando, ahora hacia más presión moviendo casi todo su cuerpo.

-Un poco más…- susurro el rubio, paso de estar a su costado a estar encima de él, ejerciendo más presión.

-Oye… esto- intento hablar, pero su cuerpo estaba disfrutando mucho.

 

 

-Terminamos- anuncio Naruto levantándose.

 

Sasuke se quedó en blanco mientras sentía que el otro se alejaba. En que estaba pensando. Se tomó un rato para enfriar su cabeza y… su cuerpo.

<Solo era un masaje, solo era un masaje, solo era un…>- se repitió mientras se calmaba.

Aunque no pudo evitar desear más. Más de sus manos en su cuerpo, más del calor que transmitían, sus instintos no querían ayudar. Aun así, a todo eso lo acompañaba una gran paz; esperaba no tener que regresar jamás a la vida que tenía antes.

 

 

 

 

 

. . .

 

 

 

 

Demasiadas personas.

 

Había demasiadas personas.

 

 

-Está un poco más lleno de lo que esperaba- comento Naruto mientras sacaba el equipo para esquiar.

- ¿Que prefieres una tabla de snowboard o los esquíes tradicionales? Personalmente prefiero el snowboard- hablo mostrándole las dos opciones.

El moreno no le prestó atención, estaba algo inquieto por el ambiente ruidoso. Miro con cautela alrededor, no estaba acostumbrado a tantas personas. Pero por suerte en ese tipo de clima podría ocultar sus orejas y cola bajo los abrigos pomposos sin llamar la atención. Estaba tenso, nunca había salido afuera con la apariencia que tenía ahora.

 

-Yo…- empezó a titubear, tener tanta gente a su alrededor era más agobiante de lo que esperaba.

-¿Que pasa? -

 

-Yo…- empezó a mirar a todos lados, jalando su gorra.

 

-No estás acostumbrado a las masas- entendió el rubio- relájate, nadie le prestara atención a dos tipos más en el lugar.

-Esta es la primera vez que veo tantas personas- confeso mirando preocupado a los alrededores.

-No hay…demasiadas personas- hablo extrañado.

-Ya te dije que no salía mucho- respondió algo molesto.

Naruto se quedó viéndolo un buen rato sin decir nada, analizando la situación. Luego lo miro a directo a los ojos.

-Si no te sientes a gusto podemos irnos a un lugar apartado, no quiero que te sientas mal; vinimos a pasarla bien, olvídate de los demás y solo mírame a mi.- la acaricio la cabeza que empezó a mirar hacia abajo, con temor

- Sasuke, ...algún día espero que confíes en mi tanto como para contarme tu historia. Quiero saber todo acerca de ti, tu comida favorita, tu canción favorita. Lo que te gusta y te disgusta, quiero saberlo todo. Y quiero que confíes en mí como yo lo hago contigo. Pero por ahora está bien, iremos a tu ritmo, busquemos un lugar apartado -

Sasuke levanto la vista y lo miro. Por un instante llego a su cabeza la idea de que los cabellos de Naruto eran como los rayos del sol, que alumbraban el ambiente gris que veía ahora –no pudo apartar la mirada hipnotizado. Sonrió ligeramente, lo suficiente para que el otro lo notara.

-Solo ignóralos, como hiciste conmigo al principio- dijo divertido- y vamos al teleférico para deslizarnos de una vez-

-Naruto…-

-¿Si?-

-No se esquiar- confeso.

 

Hubo un momento de silencio incómodo.

 

-Lo siento fue mi error, debí preguntarte antes- sonrió apenado- pero no hay problema, tendrás un maestro profesional solo para ti.- dijo con confianza.

 

 

Entonces empezaron las lecciones, al inicio le costó acostumbrarse a tener, literalmente el snowboard pegado a sus pies, como una parte más de su cuerpo. El resultado fueron varias en caídas en la nieve y otras encima de su nuevo maestro.

 

-Me estoy acostumbrado a esto- hablo Naruto debajo del otro.

-Idiota- contesto parándose rápidamente.

 

Aunque era molesto para el moreno terminar cayendo casi siempre, no le pareció tan malo terminar accidentalmente tumbando al otro. –y ese otro pensaba lo mismo-. Hasta que casi tan rápido como empezó a practicar le agarro el truco y empezó a hacerlo como todo un experto gracias a su equilibrio natural como parte felino.

 

-Tienes habilidad para aprender rápido- lo elogio.

-Por supuesto. - acepto con orgullo.

-Bueno, ahora te parece si vemos quien es más rápido -

Le respondió con una sonrisa desafiante.

 

Luego de alistar sus equipos subieron al teleférico que los llevaría a la cima. La vista era hermosa, pero extrañamente ambos se quedaron inmersos en sí mismos, estaban concentrados en la pequeña competencia; ambos se lo tomaron muy en serio. Se colocaron en el borde donde empezaba la caída empinada.

 

-Tres, dos, uno… ¡ya!- marcaron la salida.

 

La sensación de la caída era adrenalina pura. A los pocos minutos ya estaban a una gran velocidad. Naruto buscaba rampas en la nieve para ir más rápido, mientras Sasuke prefería agarrar velocidad saltando los desniveles en la nieve. Cada uno buscaba adelantarse a su manera, pero su velocidad era demasiado pareja.

Entonces llegaron a la meta final, en un empate.

-Eso estuvo increíble- hablo con gran euforia el rubio.

-Estaba seguro que iba a ganar- hablo agitado, aun sentía como su cuerpo temblaba por adrenalina.

-Teme- se rio el otro.

 

 

-Eso fue genial- escucharon una voz acercándose a ellos. Era un niño de unos doce años. - ¿Son profesionales? - pregunto con un gran brillo en sus ojos.

Naruto vio al pequeño y solo entonces se quitó los visores de su rostro.

-Solo es un hobby- le contesto con una gran sonrisa. El niño se quedó viéndolo con admiración, entonces giro su vista hacia el moreno.

Sasuke opto por quitarse también los visores, pero se mantuvo con una expresión muy seria; el chico lo miro con cautela, pero mantuvo su expresión de alegría. Pero entonces empezó a escuchar muchos más murmullos cerca de ellos.

-Son increíbles, van a participar en la competencia- se acercó un grupo de tres chicas, mirándolos detenidamente. Al moreno no le gustó nada llamar la atención.

-No, solo hemos venido a pasar el rato- contesto el rubio.

-Ah, qué pena. - dijo otra chica del grupo- entonces podrían…-se quedó roja con las palabras en la boca.

-P-podrían enseñarnos, no somos muy buenas- hablo la tercera.

-A mí también- dijo el niño.

Otro grupo, esta vez de chicos se acercaron.

-¿Les parece una pequeña competencia?-

Poco a poco los fueron rodeando. Naruto lograba contestar a todo tranquilo mostrando una gran sonrisa. Mientras Sasuke ajeno a todo, empezaba a alejarse, no le gustaba estar rodeado. Sentía que su presencia sobraba –como otras tantas veces-.

 

-¡Hey! espera. Sasuke- escucho el moreno a sus espaldas, pero no paro hasta que le obstruyo el paso- Que pasa…-

-Quiero tomarme un respiro, tú puedes quedarte a seguir hablando- sentir la mirada clavada en ellos no le gustó nada, quería irse lo más pronto posible.

Naruto lo miro pensativo.

-Nos retiramos un momento, si nos disculpan- hablo tan cortésmente que ninguno de los presentes se atrevió a decir algo más.

Luego ambos se retiraron a un lugar apartado.

- ¿Estas bien…?- hablo primero Naruto.

-No pasa nada, puedes regresar. -

-De que hablas, vinimos a…-

-Está bien, te estas divirtiendo… yo lo encuentro algo molesto así que…-

 

El rubio no espero a que terminara, lo tomo de la muñeca y lo llevo de regreso hacia el grupo. Cuando estuvieron frente al grupo el moreno se soltó del agarre.

 

-Lo siento chicos, hoy vine a pasar el día solamente con él. - hablo Naruto- así que no creo que pueda hacer nada con ustedes-

Se hizo un segundo de silencio.

-O-Ok- hablo uno del grupo de chicos, que se retiraron rápido algo incomodos.

 

-Entiendo- hablo en niño alejándose con una sonrisa.

-No hay problema- hablo una de las chicas, muy feliz.

-Diviértanse- hablo otra que los miraba igual de feliz.

 

Las tres chicas los miraban algo extraño, no quitaban los ojos de ellos. Hasta que las tres a la par levantaron los pulgares arriba, y luego se fueron corriendo, igual de felices.

-Creo que se lo tomaron bien- hablo el rubio algo confundido.

 

La conciencia del Sasuke regreso, se había quedado en blanco cuando Naruto dijo la primera frase.

-P-por qué dijiste eso.- se plantó en frente de rubio, para que viera su expresión de molestia- van a pensar…-

No termino de hablar, Naruto le acaricio la cabeza tiernamente.

-A quién le importa. No nos debería de preocupar, además sea lo que sea que piensen no estarán tan lejos de la verdad. Cierto…- le sonrió.- Yo vine aquí solo para estar contigo-

 

-Cómo puedes…hablar…- desvió la mirada, intentando controlar el calor de sus mejillas.

-Ya te lo dije, olvídate de todo. Solo fíjate a , así no tendrás de que preocuparte-

 

Después de tomar un gran respiro, volvió a mirarlo al rostro. Se preguntó cómo era posible que tan solo con sus palabras lograra olvidar todo lo demás, no tenía que decírselo para hacerlo, hacía tiempo que lo miraba solo a él.

 

Continuaron el resto de la mañana y parte de la tarde deslizándose en la nieve, esta vez en un lugar apartado, donde nadie les tomara especial atención. Era un tiempo para solamente alejarse de todo y deslizarse en la nieve, sin pensar en nada más que la siguiente rampa para saltar o los obstáculos para esquivar; ese momento era solo para ellos.

 

 

 

 . . .

 

 

 

 

-Esas fueron las ultimas maletas…- hablo en rubio mientras las colocaba dentro de la camioneta negra.

Después de regresar de esquiar se pusieron a organizarse para emprender el viaje de regreso a la ciudad, almorzaron algo ligero y se pusieron a subir todo en el auto negro.

 

-Naruto…- hablo el moreno.

-Si…-

-Cuando regresemos a la ciudad yo… me quedare en algún departamento cerca de tu casa, tengo una cuenta personal…-

-No quiero…- replico como un niño.

-¿Ah?…- contesto en reflejo.

-No quiero, te quedaras conmigo…-

-No soy una mascota que…-

-Ya sé que no lo eres, pero qué sentido tiene todo esto si al final no te quedas conmigo- le hablo muy serio - pero si no quieres estar conmigo, está bien… te puedo ayudar a mudarte a un departamento y luego….-

-¡No!- respondió de inmediato

Naruto le sonrió en respuesta.

-Pero soy un extraño…, te llenaran de preguntas y…- volvió a replicar algo incómodo.

-Ya me encargare de todo, no tendrás de que preocuparte- volvió a insistir-. Ya quiero regresar y presentarte con mis padrinos.-

-¡¿Qué?¡- dijo alarmado.

-Ya dije, sin preocupaciones. Son personas a quienes les confiaría mi vida, además de mis amigos claro-

-Pero…-

-Confía en mí, si…-

En ese momento no pudo apartar la mirada de los ojos azules que lo miraban tan intensamente. Después de un rato bajo la mirada, pero asintió ligeramente con la cabeza. Sentía verdadero miedo, pero pensó que mientras lo tuviera a él a su lado, podría atreverse.

 

-Mi casa es grande, podrás hacer lo que gustes… Pero hay ciertas reglas…- continúo hablando despreocupado.

Ahora era el moreno quien ligeramente sonrió en respuesta.

-Y… tengo una propuesta que te puede gustar. Pero te la diré después- le sonrió juguetón Naruto.

 

 

. . .

 

 

 

-Son casi dos horas de viaje, quieres que coloque algún tipo de música en especial o…- rompió en el silencio de casi diez minutos después de partir. Manejar en tanto silencio para Naruto le era abrumador, y su copiloto no cooperaba.

 

-Ahora no…-

-Es que este silencio es horrible…- se quejó como un niño.

-Solo quédate en silencio un poco más…-

-¿Qué…, por qué?-

Lo miro frio, y fue suficiente para que el rubio se quedara callado.

 

Pasaron unos minutos.

 

-Solo quiero que escuches, no me interrumpas hasta que haya terminado- hablo al fin Sasuke.

Naruto asintió con la cabeza.

-Bien, lo primero que tengo que aclarar es sobre estas fases de… cambio. Durante invierno no puedo controlar esta apariencia, el resto del tiempo soy como un humano normal, oculto perfectamente las orejas y la cola. Pero los días veinticuatro y veinticinco de diciembre, son cuando cambio totalmente a un gato, luego mi estado se vuelve inestable por un día más. Eso es lo normal, pero si me encuentro en un ambiente extremadamente frio me convierto totalmente, sin importar si es invierno o no, y también en situaciones de peligro.- hizo una pausa.

El rubio se quedó algo pensativo, el invierno ya estaba por terminar, apenas se sentía frio. Podría ver la forma humana dentro de poco, aunque estaba seguro que no haría un gran cambio.

-Mis padres…-

-Sasuke…-

-Te dije que no hablaras- respondió frio y molesto.

-No tienes que contarme esto ahora, tenemos tiempo…-

-Tú dijiste que confiara…, quiero hablar ahora-

Naruto le sonrió de lado.

-Perdona, no volveré a interrumpir. -dijo.

Después de otro silencio volvió a continuar.

-Mis padres me mantuvieron aislado del mundo desde que tengo memoria. A los tres años el cuarto más apartado de la mansión se convirtió en mi nueva habitación. Mi madre no me dio explicaciones, y solo me ignoro desde entonces, al igual que mi padre.- la expresión de Sasuke se volvió sombría- Aun en mi estado humano tengo los instintos de un gato, claro no son tan fuertes como ahora…, y es por eso que mi padre les ordenaban a los sirvientes que mantuvieran mis uñas más cortas de lo normal, revisaban constantemente mi dentadura para ver si los caninos habían crecido más- su voz empezó a tornarse más amarga- no tenía permitido salir de la mansión; y si por algún motivo actuaba diferente era encerrado en una almacén, por largas horas.

Se hizo un momento de silencio.

-Como esperaban que un niño de esa edad entendiera que jugar no le estaba permitido- sonrió con amargura- En los inviernos, era totalmente aislado en mi habitación; mis padres simplemente no querían que paseara con esta apariencia. - soltó un suspiro cansado. - Lo único que lograra que soportara todo era mi hermano. No importaba las veces que le riñeran, siempre venía a verme, y me cuidaba. Para cuando termino la preparatoria lo mandaron al extranjero, y al año siguiente me empezaron a enviar a la cabaña entre las montañas cada invierno, a veces incluso más tiempo. Ya casi no veía a mis padres y eso no me pareció tan malo, pero era la misma historia con los sirvientes que estaban a mi cuidado, algunos me miraban con pena, otros con miedo, y a otros les era repulsiva mi apariencia, al borde de hostigarme. -

 

Hizo otra pausa.

-Entonces me empecé a hartar de todo. Mi hermano había regresado, se convirtió en la mano derecha de la empresa, y gracias a eso mi padre lo mantuvo ocupado y alejado de mí. Este invierno simplemente me aburrí de la rutina, evadí a los guardias y me adentre en el bosque; para cuando me di cuenta estaba perdido y así fue como llegue contigo-

Sasuke giro la vista para mirar al otro. Tenía una expresión bastante seria, casi al borde del enojo. Naruto sin darse cuenta había tensado todo su cuerpo, apretando incluso el volante. Después de calmarse, estaciono en carro al lado de la carretera.

 

-Por qué…- su voz se vio interrumpida por el movimiento casi brusco del otro al abrazarlo.

-Prometo estar a tu lado. No hay forma que me separe o me separen de ti... - hablo el rubio enterrando su cabeza en el cuello del otro –No puedo imaginarme haber llevado algo así…-

 

-Idiota, yo ya no siento nada de…- hablo distante.

 

-Debió ser difícil- insistió- pero ahora estás conmigo, no dejare que nada malo pase. Ahora eres parte de mi vida y estoy agradecido por ello…- se aferró más a él- Te enojas fácilmente, te desquitas clavándome tus garras, eres vengativo, y a veces infantil…-

-Oye- le contesto molesto.

-Pero también eres inteligente, hábil, tienes un cuerpo hermoso, con orejas y todo-

-C-cállate- volvió a reclamar, esta vez intentando calmarse él mismo.

Naruto dejo el abrazo, pero sostuvo el rostro del otro entre sus manos.

-Todo eso lo acepto, es parte de ti. Y es así como me gustas-

Naruto lo miraba, verdaderamente como era, no lo veía con esa mirada de pena que tanto odiaba, sus sinceros ojos azules lo miraban a él.

 

-Te dije que ya no importa…-

 

-Entonces… porque… estas llorando-

 

Hubo un silencio.

 

-¿Eh…?- solo entonces se dio cuenta que se estaba cayendo un líquido en sus mejillas.- ¿Por qué? - no entendía.

-Está bien…- le sonrió dulcemente, limpiando las lágrimas con la yema de sus dedos. En un reflejo Sasuke tomó las manos que tocaban su rostro y enterró más su rostro en ellas, y el llanto se hizo más fuerte.

-Está bien…- volvió a repetir, esta vez besando su frente.

-Yo, yo no…- intento decir con voz temblorosa.

-Shh…Esta bien- lo arrullo atrayéndolo a su cuerpo y luego empezó a acariciarle la cabeza.

Sasuke se enterró su rostro en la chaqueta del otro, no quería que lo viera, pero no pudo evitar aferrarse hasta casi hacerse daño a esa chaqueta, se sentía tan seguro en ese momento que empezó a olvidarse de la existencia de todo y se relajó cada vez más.

 

Después de unos minutos Naruto sintió que la respiración del otro se volvía lenta, hasta que se quedó dormido. El rubio lo miro detenidamente, su rostro no podía estar más relajado, quería tenerlo para siempre entre sus brazos. Con cuidado lo acomodo en el asiento, lo abrigo y le dio un beso en la mejilla.

 

Entonces continúo el viaje. Ahora si agradecía el silencio, había tantas cosas en que pensar. Ese llanto…, parecía que había aguantado años en silencio. Ahora entendía por qué pese a su edad, había veces en las que tenía la expresión de un niño de cinco años y otras se comportaba como uno. Miraba todo con curiosidad, había cosas que desconocía, como la Navidad.  No pudo disfrutar de ser niño, jugar, hacer amigos, tener padres. De solo pensarlo, sentía que podría perder el control.

 

¿Qué clase de padres le hacen eso a su hijo?

 

 

. . .

 

 

 

-Sasuke, estamos por llegar- empezó a despertarlo.

-Mmmh…- apenas emitió el sonido.

-Quisiera proponerte algo…-

-Habla…-

-Puedo decirle a mis padrinos sobre tu… peculiaridad-

- ¡¿Que…?! - despertó por completo, mirándolo con pánico.

-No quiero que te contengas, o te ocultes; quiero que por lo menos en mi casa seas libre de hacer lo que tú quieras-

-Pero-

-Te dije que confió en esas personas…-

 

Sasuke aguardo en silencio mientras lo pensaba, al cabo de unos largos minutos asintió con la cabeza.

-Solo les contare lo necesario, sobre los cambios, nada más- le sonrió agradecido.

 

 

. . .

 

 

Al bajar de la camioneta Sasuke se quedo algo confundido con el ambiente que lo rodeaba. Ya estaba oscuro, por lo que era un poco complicado entender las dimensiones; pero en simples palabras el lugar era enorme.

Primero su vista de llenaba por la “casa” que estaba a su delante. La arquitectura era algo sencilla y acogedora, era de 3 pisos y, sin embargo, el edificio era grande. Pero lo más increíble era que, no había ninguna otra estructura cerca, no había casas a los alrededores, solo un bosque que los rodeaba.

Al volver hacia atrás, no vio el inicio de la pista que los guio a la entrada. Notaba algunas luces a lo lejos, eso lo hacía sentir como si estuviera en la cabaña de la montaña, que igualmente estaba alejado de todo.

 

-Ah, mañana te daré un tour, jajaja- comento el rubio al ver al otro concentrado viendo los alrededores.

-¡Ero-sennin, Tsunade-bacchan!. ¡Ya llegue!- grito al entrar a la casa, por dentro las dimensiones de la casa parecían hacerse más grandes.

 

-Que ruidoso, sabes que te escuchamos no tienes que gritar- se escuchó una voz femenina que se acercaba por el pasadizo derecho.

Inconscientemente Sasuke tenso su cuerpo, poniéndose en guardia.

-Es increíble como tu voz altera todo…- un hombre mayor la acompañaba. Pero se quedó con las palabras en la boca al ver un acompañante al lado de su ahijado

-También me alegra regresar- les sonrió cálidamente el rubio.

-Y… con quien tengo el honor…- pregunto Tsunade curiosa mirando al chico de cabellos negros cubierto por una gorra de nieve a fines del invierno.

-Ah…si. - Naruto se aclaró la garganta - Él es Sasuke, y se va a quedar conmigo a partir de ahora. Sasuke ellos son mis padrinos Jiraiya y Tsunade.

Sus padrinos respondieron con miradas algo confusas, pero más que todo interesados por el invitado.

-Bueno para explicar en parte la situación. Ero-sennin, me dijiste que debía de buscar una mano derecha para la empresa, pienso que él es la mejor opción. Hace poco me ayudo con el problema que tuvimos desde hace meses-

-Interesante…- opino el hombre mayor- Pero es curioso que lo hayas encontrado estando en tus vacaciones aisladas jajaja. Y por lo que veo, ¿es algo joven?, ¿está en la universidad? -

-Si... Pero desde la universidad podrá hacer prácticas en la empresa y en unos años estará trabajando conmigo. Y por ciertas razones se quedará a vivir conmigo-

 

Sasuke se quedó un momento en blanco. Esta era la propuesta que le había dicho. En ese momento no sabía cómo tomarse la idea, todavía había muchas cosas que solucionar antes de poder si quiera pensar en eso.

 

-Que opines tan bien y firmemente sobre este joven no me deja dudas…- concluyo Jiraiya mirando al chico.

-Pues bienvenido- respondió Tsunade con una gran sonrisa. -Parece que hay más en la historia, pero por ahora es suficiente. -

-Para mí igual. Un gusto tenerte aquí Sasuke- hablo Jiraiya.

 

En ese instante Sasuke sintió que un ambiente cálido lo rodeaba, era – en ciertos sentidos- parecido al ambiente que sentía cuando estaba con Naruto. Se relajó un poco.

 

-Mucho gusto. Gracias por recibirme- respondió con una gran educación.

-Interesante, me gusta el acento que tienes al hablar- le contesto Tsunade acercándose más a él. – Y tu aspecto no está mal-

De inmediato el rubio jalo un poco a Sasuke hacia donde estaba él.

-No le gusta mucho tener a personas tan cerca- se excusó Naruto.

-Mmmh...- respondieron al unísono los padrinos.

Naruto se dio cuenta del tipo de mirada que le dirijan. Se aclaró la garganta.

-Hay algo más…- continuo el rubio- Sasuke…- lo miro y este entendió. Con cierta lentitud empezó a quitarse la gorra que tapaba sus orejas.

 

Cuando sus orejas estuvieron expuestas y ligeramente saco su cola de sus ropas. Intento mostrarse lo más sereno posible, en su vida había hecho algo parecido con personas que acababa de conocer. Pero como espero, tener al lado suyo a Naruto hizo que todo fuera más fácil. Levanto la mirada con firmeza y vio la expresión de la pareja en frente de él.

Como el rubio, en su mirada no había más que curiosidad y asombro del tipo cuando miras algo peculiar y te deja maravillado.

-Tiene… ciertos rasgos diferentes. Pero eso solo lo hace más único...-hablo el rubio

Tsunade y Jiraiya les sonrieron cálidamente en afirmación.

-Espero que te guste quedarte aquí. -hablo primero Tsunade- Cualquier duda que tengas puedes preguntarnos a nosotros, estaremos felices de hablar contigo-

-Si este idiota te causa algún problema no dudes en avisar, ten por seguro que nosotros lo arreglaremos-

 

Lo que dijeron no pudo causarle más que gracia. Sin poder evitarlo esbozo una ligera sonrisa.

-Lo tendré en mente- respondió mirándolos con una expresión relajada.

Extrañamente el rubio se sintió algo receloso de la reacción del otro hacia sus padrinos.

-Bueno, él se quedará de mi lado. Todavía tengo un día libre, pero al día siguiente ya tengo que ir a empresa, se acordó una junta de improviso- dijo con desgano. - Parece que mis vacaciones son un lejano recuerdo-

-No seas dramático, como si hicieras todo el trabajo tu solo- le contesto Tsunade- Bueno es tarde, tienen que a descansar- se alejó con su esposo por el mismo pasillo en el que aparecieron.

 

-Buenas noches- dijo el rubio.

-Buenas noches- contestaron sus padrinos.

 

 

 

 

. . .

 

 

 

 

- ¿Porque dijiste “de mi lado”? - pregunto mientras seguía al rubio por la casa.

-Al ser algo grande la casa, la dividimos en dos partes. -empezó a explicar- El ala derecha es de mis padrinos y el ala izquierda es mía. Solo es una formalidad, no es como si no tuviéramos el permiso de ir por ahí.

Sasuke asintió distraído, se quedó observando la habitación a la que habían entrado en el tercer piso. Era más grande que la habitación en la cabaña y estaba más implementada; tenía un escritorio donde había una acumulación de libros, un baño grande, una habitación adjunta que era solo su closet.  

-Mañana preparare la habitación de al frente, por esta noche dormirás conmigo, si no te importa- agrego juguetón, en ese momento el moreno recién puso su atención en Naruto.

 

-Ok…- contesto casi indiferente.

El rubio le sonrió.

-Tu ropa todavía está en las cajas del equipaje, mañana lo ordenaremos en tu nueva habitación. Así que por ahora te prestare una ropa para dormir, ya después podemos…- Naruto se dio cuenta que el moreno estaba algo inquieto.

-¿Te molesta algo…?- le pregunto

El otro se quedó en silencio mirándolo.

-Si no lo dices no lo entenderé- le respondió juguetonamente

-Aunque tenga una habitación propia…-

- ¿Si? …-

-Puedo ¿quedarme a dormir contigo...?. Me refiero, no solo hoy…- dijo nervioso y avergonzado.

 

Naruto le respondió acariciándole la cabeza con una gran sonrisa.

-Siempre adelantándote - respondió al cabo de un rato - iba a proponerte lo mismo al cabo de un tiempo. Mis padrinos todavía no saben la relación que tenemos, pero como me lo pides así…- se acercó a su rostro - me encargare de que se enteren en poco tiempo-

- I-idiota- contesto apartándole la mano, pero su traicionera cola empezó a moverse feliz.

-Jeje- se rio

 

-Ten – Naruto le alcanzó un conjunto de pijama – durmamos temprano, mañana aprovecharemos el ultimo día que me queda de vacaciones -

-Ok- dijo curioso por el comentario.

Sasuke sentía un cosquilleo agradable por todo su cuerpo, por primera vez sentía una autentica libertad.

 

- Sasuke…- dijo el rubio, terminándose de cambiar.

- Que - respondió apurándose para cambiarse.

-Me gustas, y mucho-

-…- el moreno se quedó en blanco, pero su cuerpo reacciono con vergüenza. Estuvo a punto de reclamarle, cuanto su espalda sintió el cuerpo del otro.

 

-I-idiota…- dijo aferrándose a los brazos que lo rodeaban.

-Solo un rato más- le respondió hundiendo su rostro en sus cabellos.

Sasuke no respondió, se quedó en silencio sintiendo cada centímetro del cuerpo que lo rodeaba. Se sentía tan protegido entre sus brazos, deseaba nunca separarse de él. Entonces sintió que el abrazo se hizo fuerte, y lo levanto del suelo

 

-Que estás…- le reclamo de inmediato- ¡bájame...¡- lucho inútilmente.

-Vamos a dormir- le contesto juguetón mientras caían en la cama.

-Usoratonkachi- hablo molesto.

-Ya, ya- se disculpó acariciándole la cabeza.

Entonces chasqueo los dedos y las luces de la habitación se apagaron.

-Esta posición es muy cómoda- dijo abrazándolo más hacia su cuerpo.

Sasuke no supo cómo, pero ya estaban cubiertos por las mantas. Al cabo de un rato se empezó a relajar, para solo concentrarse en el calor y aroma que lo cubrían por completo. Al cabo de unos minutos noto que el otro ya estaba dormido, el viaje debió haberlo cansado.

 

El Uchiha se soltó del abrazo y giro su cuerpo para verlo de frente. Verlo dormir le daba una sensación cálida. Después de haber ordenado todo lo que había pasado, lo rápido que sucedieron las cosas, ahora podía decirlo sin miedo, lo amaba, y quería atesorar estos sentimientos toda su vida.

 

Su cola se envolvió en la pierna del otro, y luego cayo dormido.

 

 

 

. . .

 

 

 

 

-Entonces ¿cuál es el plan? - pregunto Sasuke.

Se habían levantado temprano y habían desayunado los dos solos, ya que los padrinos todavía estaban durmiendo. Y ahora los dos se encontraban en los límites de la casa, donde iniciaba el bosque que los rodeaba.

-Este bosque no es tan grande como el de las montañas, pero es igual de salvaje- le sonrió.

 

-Y…- le hablo sin entender.

-Bueno, para empezar. Ya viste que estamos prácticamente aislados gracias a la naturaleza que nos rodea, y créeme que tenemos una seguridad de primera, nada puede entrar ni salir sin que lo sepamos. El lugar solo parece rustico, porque nos gusta de esa forma, nada exagerado y privado -

El Uchiha escuchaba con atención, pero seguía sin entender cuál era la idea.

-Paciencia, ya llego al punto- aclaro al ver la expresión del otro.

-Entonces, este bosque lo usaba bastante para escapar de la rutina, hacer ejercicio, observar la naturaleza, en fin, “libertad” es la palabra –

Sasuke se quedó mirando con más atención el bosque que estaba frente de él. Si, se veía muy tentador.

- Sasuke – el otro se acercó a él – puedes actuar como quieras, corre, trepa los arboles, suelta tus instintos, no tienes por qué ocultarlos ni contenerlos –

El Uzumaki lo tomo de la mano y lo jalo al interior de la arboleda. De inmediato su olfato se llenó por completo de nuevos olores; el olor de la tierra húmeda, arboles, las hojas, las flores y de animales, podía escuchar el agua fluyendo.

Ya de por si tener sus orejas y cola expuestas era emocionante, pero ahora sentía algo despertar.

- Mas que un gato en sí, tienes instintos felinos en general, como el de un guepardo o pantera; bueno eso pienso. Hay un pequeño pozo no muy lejos de aquí, que se formó naturalmente, veamos quien llega primero – anuncio Naruto y empezó a correr.

El felino se quedó observando cómo se alejaba a gran velocidad, se veía realmente cómodo en este ambiente. De pronto vio todo en cámara lenta, podía escuchar su respiración empezando a agitarse, su corazón latiendo rápido, su vista se agudizo más, sus sentidos se volvieron más sensibles. Sentía la adrenalina despertando en él.

Sonrió.

 

Se quito los zapatos que sentía que lo estorbaban de sentir la tierra, soltó un suspiro y empezó a correr.

Para ese momento el otro le llevaba bastante ventaja, pero en un par de minutos ya estaba a su lado.

-Te veo allá – le sonrió y lo adelanto fácilmente.

Sentir el aire entrando y saliendo de sus pulmones, el paisaje nuevo y verde, lleno de vida. Las sensaciones que le producía sacar por fin sus instintos, era simplemente la gloria.

 

- ¡ Sasuke, espera… por ahí…! –

 

Escucho con claridad al otro, pero no quería parar y tampoco pensaba caer en su juego y perder. Así que lo ignoro, ya podía sentir el olor del agua corriendo, iba a ganar. Logro descifrar por sus sentidos agudos dos posibles rutas, escogió la más corta y acelero.

Le costaba pensar con algo de claridad con toda la nueva información que recibía de su alrededor. Por lo que no pudo frenar cuando vio que el camino terminaba en una saliente algo alta que daba hacia el pequeño pozo. En unos segundos termino en al aire, para caer directo en el agua.

 

Agradecía que el invierno se había acabado, y el agua no estaba tan helada. Gracias a sus instintos pudo mantenerse a flote, aunque no supiera nadar. De pronto escucho una escandalosa risa encima de su cabeza, de inmediato vio al otro cayendo no muy lejos de donde él estaba.

 

“Idiota” – se burló en sus adentros, pero era la primera vez que lo escuchaba reír de forma.

 

Espero a que saliera a la superficie, pero pasaban los minutos y nada. El agua era algo profunda, pero pudo haberse golpeado con alguna roca. Se acerco donde el rubio se había sumergido, pero de inmediato sintió que algo lo jalo hacia abajo.

De inmediato empezó a pelear, sin embargo, sintió unas manos en su rostro. Abrió los ojos debajo del agua y vio al otro frente a él sonriéndole. Le hizo una mueca de disgusto, el otro lo tomo de la mano y salieron juntos a la superficie del agua.

 

-Vamos- Naruto le sonrió emocionado, tomo una bocanada de aire y se volvió a hundir.

 

El Uchiha volvió a ser arrastrado hacia abajo, pero esta vez, cuando su vista se acostumbró al fondo de agua pudo ver otro mundo de tonos azules y verdes, recién pudo notar lo cristalina que era el agua.

Naturalmente se sentía incomodo en el agua, pero al estar con Naruto y ver tantas cosas nuevas, pudo superar la incomodidad. Sin duda alguna era hermoso, veía como los rayos del sol atravesaban el agua, iluminándola; piedras de diferentes colores y formas en el fondo, algunos peces nadando, y diferentes plantas acuáticas.

 

 

 

-Y… ¿qué tal?- pregunto el otro cuando volvieron a la superficie a respirar.

 

-Es… increíble – contesto sin dudar.

El rubio se quedó cautivado por las nuevas expresiones que hacía.

- Sabia que te gustaría – le sonrió, acercándose a él.

-No sabía que podía haber tantos colores debajo del agua – el moreno seguía absorto en sus pensamientos.

- Esto no es nada comparado con el mar, ahí veras mucho más, corales, peces, moluscos… –

- El mar… - repitió emocionado, con un brillo especial en los ojos.

-Si, en mis próximas vacaciones podemos ir – lo tomo de las manos, noto que estaban algo frías y tenía unos ligeros temblores.

 

-Creo que ya estuvimos bastante tiempo en el agua, mejor vamos a secarnos -

- Ok – acepto todavía emocionado.

 

 

Cuando salieron del agua es recién cuando el moreno sintió la ropa pesada colgando de su cuerpo. Se sentía graciosamente torpe; ambos se empezaron a quitar todo hasta quedar en ropa interior, y así se echaron en las rocas calientes uno al lado del otro, casi rozándose.

 

- Ah…, esto lo mejor – hablo el rubio, se acomodó para mirar al cielo - Antes de empezar a trabajar, venia aquí a distraerme cada vez que podía –

-Y ahora…-

-Ahora ya no tengo tanto tiempo- confeso con drama. 

El felino se quedo observando un momento su perfil, para luego mirar también al cielo. Ambos se quedaron un momento en silencio, escuchando la naturaleza que los rodeaba.

 

El sonido del timbre de un celular los saco de su burbuja.

-Tengo que revisarlo – Naruto se levantó, y fue hacia su ropa que se estaba secando.

Sasuke lo miro de reojo, sin muchas ganas de moverse.

 

-En serio te lanzaste con el celular en el bolsillo– se burló el Uchiha.

- Era la emoción del momento, pero si me quite las zapatillas – se excusó el otro. – Además es resistente al agua -

- Tonto – se rio.

Después de un momento viendo su celular, sonrió.

-Es Ero-senin, dice que habrá barbacoa para el almuerzo -

-Suena delicioso – comento el otro relajado.

-Si…, él hace la mejor carne asada a la parrilla – se jacto, mientras se volvía a sentar al lado del otro.

 

 

- Oye, eso que le mencionaste a tus padrinos – hablo el moreno.

- Que cosa –

- Sobre que hare mis prácticas en tu empresa, y luego seré tu mano derecha –

-Ah. Perdón si fue repentino, si tienes otros planes, está bien, yo te apoyare. Solo trate de darte una opción, y una casi explicación a mis…

-No, no es eso – aclaro, y luego tomo aire – yo no recibí una educación como tal, lo que se, lo aprendí de mi hermano, y los pocos libros que apenas accedieron a que leyera –

- Así que, nunca fuiste a la escuela –

- Ya sabes la historia – dijo sarcástico.

- Pero se puede arreglar, eres muy inteligente. Y con que tomes un par de exámenes podríamos certificarte una educación para que puedas ir a la universidad. - hizo una pausa - Claro, si es lo que quieres –

El felino sonrió sin mirarlo.

- Ser tu mano derecha no suena tan mal –

 

 

 

 

 

. . .

 

 

 

-Pensamos que ya no llegarían – comento divertida Tsunade, mientras arreglaba la mesa en el patio para servir la jugosa carne que su esposo cocinaba.

-Nos tomó tiempo secarnos –

- ¿Secarse? – pregunto su padrino.

- Luego les cuento – se rio.

- Ahora que los miro, sus cabezas están chorreando agua – rápidamente la Tsunade fue a traerles un par de toallas.

 

-Pero la ropa esta seca, solo nos faltó un poco – se excusó el rubio, pero ya estaba de regreso con las toallas.

-Nada de eso, seria problemático si se enfermaran, soy tu madrina y medico personal, hazme caso –

- Me sigues tratando como un niño – le reclamo con un casi puchero.

-No te trataría como un niño, si no te comportaras como uno – le jalo una oreja – Sécate – le paso la toalla mientras se acercaba al moreno.

- No se preocupe – trato de pedirle la toalla, pero la mujer se acercó firme y empezó a secarle los cabellos con suavidad, sobre todo en sus orejas felinas.

Sasuke se quedó quieto, mientras procesaba la cercanía.

 

 

-Listo – anuncio Tsunade – Ahora sí, vamos a comer -

 

 

-Antes de empezar, hay algo que quería decirles a los dos – interrumpió el rubio dirigiéndose a sus padrinos.

-Adelante –

- Sasuke no solo es mi futura mano derecha. Él es mi pareja… -soltó al fin.

Todos se quedaron sorprendidos viéndolo.  El Uzumaki al no ver reacción, continuo.

-¿No me explique bien?. Es mi pareja, amante, novio…-

-Ya calla, suficiente – el felino se apresuró en taparle la boca, estaba totalmente rojo.

Naruto aparto con cuidado las manos de su novio, y puso una expresión seria para sus padrinos.

 

Ellos lo vieron, y sonrieron a la vez.

-No esperaba que soltaras la bomba ahora, antes de comer – sonrió Tsunade.

- Era obvio – concluyo Jiraiya.

El rubio parpadeo rápido procesando las palabras.

- Bueno, que esperabas – aclaro su madrina – siendo tú, traer a una persona a vivir contigo, eso solo se hace con una pareja o familia, y sería raro que fuera por trabajo –

-Si fuera por trabajo hubieras traído a vivir a Shikamaru contigo hace mucho tiempo – se burló su esposo – tu no eres ese tipo de persona. Y tampoco seria por amistad, ya que fácilmente podrías haberle alquilado un departamento, como un CEO –

-Lo trajiste a vivir aquí, con tu familia. Era obvi….-

-Ok, ok. Entendí Sherlocks – hablo al fin el rubio algo avergonzado.

 

- Solo esperábamos que nos lo dijeras más tarde, jajaja- se rio Tsunade – pero ahora significa que puedo tratarte como familia – se dirigió hacia Sasuke.

 

- Bueno, esta ocasión es para darle la bienvenida a nuestro nuevo miembro en la empresa y en la familia. Bienvenido Sasuke – hablo Jiraiya.

 

El moreno relajo su expresión y asintió ligeramente. Se quedó viéndolos en silencio mientras empezaban a comer. Era una escena tan bizarra para él, que simplemente quería disfrutar.

 

 

 

 

 

 

. . .

 

 

 

 

 

Después del perfecto día que habían tenido ambos, tocaba empezar el trabajo para Naruto y estudiar para Sasuke.

El felino tenía dominado el estudio, avanzaba con rapidez, no tenia problemas. Sin embargo, sentía un poco de lejanía por parte del rubio. Salía temprano y regresaba tarde, sino tenía trabajo, dormía hasta la mañana siguiente.

En medio de ese apretado horario todavía tenían amenas conversaciones, y para cuando llego el primer fin de semana por fin pudieron relajarse juntos.

 

 

- Siempre… ¿es así de ocupado? -  pregunto Sasuke

-Ah, si – titubeo – pronto se acabara, ya no estaré tan ocupado.

- ¿Se acabará? ¿Tu trabajo? –

- No, no eso no – volvió a titubear – el próximo fin se semana lo sabrás – le sonrió.

Rápidamente el Uzumaki cambio de tema.

 

 

Sasuke empezó a sentir nerviosismo. Naruto hasta ahora, nunca le había ocultado nada, o al menos siempre lo sintió así. Sentía que algo se apagaba o se enfriaba. Los pensamientos de ansiedad que había tenido dominados desde que salió de esa casa, volvieron.

Sabía que ahora su tiempo juntos sería menor, pero empezaba a sentir que el otro se estaba alejando de él. O eso era lo que pensaba, en estos momentos no podía pensar con claridad, no podía confiar de sí mismo. Qué tal si todo era producto de su trastornada mente o… que tal si era verdad.

 

Y si él ya se había cansado de tenerlo cerca.

 

 

 

 

. . .

 

 

 

 

 

 

Sasuke no podía esperar a que el fin de semana viniera, era miércoles y ya no podía controlar sus caóticos pensamientos.

Se las había arreglado antes, porque no tenía nada que perder. Sin embargo, ahora no quería apartarse de Naruto, quería quedarse con él como fuera. Si había hecho algo mal, podía arreglarlo, cambiaria. Ya no estaba en su forma felina, ya no volvería hasta el próximo invierno. No debería de haber problemas. Al menos eso quería creer.

 

 

 

. . .

 

 

 

-Naruto…- el moreno entro en el estudio.

- Ah! – el rubio dio un pequeño salto y cerro rápido su laptop – Sasuke, lo siento. Se me acumulo el trabajo, dentro de un par de horas iré a la cama, ve y desca…- se tuvo que detener al empezar a ver las lágrimas saliendo de su pareja.

 

- Sasuke…- se levantó rápido y fue a su lado, levanto con cuidado su rostro para que lo viera.

-Hey, ¿que pasa…? – empezó a limpiarle las lágrimas.

 

- Yo… yo no quiero irme –

-No lo harás –

-No quiero que me odies –

-Jamás lo haría –

- Perdóname, no estoy seguro que hice, pero…-

-Shh, tranquilo. No hiciste nada, no hay nada que perdonar -

El Uchiha aparto las manos con fuerza.

-Entonces porque – lo miro enojado – porque no me explicas, estas ocultándome algo… y lo haces porque tiene que ver conmigo…-

 

Naruto se dio cuenta de muchas cosas. Creyó ingenuamente que con sacarlo de las garras de donde estaba, él podría recuperarse. Pero estaba equivocado, era ahora cuando más necesitaba estar en compañía, quería darle su espacio y eso empeoro todo.

Lo tomo de las manos y acerco su rostro.

 

- Ahora no puedo decirte nada –

El moreno empezó a pelear por zafarse de las manos que se aferraban a él. Las orejas y cola volvieron a aparecer.

 

-Mírame – le pidió – mírame, yo jamás te engañaría, no haría algo para dañarte –

-Entonces…que-----

 

- Me dijiste que confiabas en mí. Mantén ese voto de confianza conmigo, quedan pocos días, es una clase… de sorpresa…que…-

-Sor-pre-sa  –  repito molesto – Todo esto por una sorpresa, te mantenías ocupado por una simple cosa… – el agarre de las manos cambio, ahora era el felino quien clavaba sus uñas filosas para que no escapara.

El rubio soporto el dolor y siguió con el agarre sin alejarse.

 

 

-Lo siento, soy un verdadero idiota – siguió con la cercanía.

-Sin duda. Un idiota. El CEO de los idiotas –

- No volveré a suponer nada, te preguntare. Así que prepárate recibirás mucha atención de mi parte, que podrías aburrirte –

-Soy muy exigente, no creo que tú aguantes –

Las miradas cambiaron a una desafiantes, se miraron un rato en silencio. Y luego empezaron a reírse.

 

Ambos se relajaron y se quedaron viéndose un rato en silencio.

-Dame un segundo – pidió el rubio. Se alejo del otro para apagar su laptop.

-No que demorarías un par de horas más – pregunto curioso el otro, con su cola moviéndose.

-Puedo hacerlo después. Verte otra vez con la apariencia felina es muy sexi – se acercó para susurrarle al oído gatuno.

Sasuke se erizo, y quiso empujarlo lejos. Pero la fuerza del otro lo detuvo, Naruto con facilidad lo cargo y lo llevo a su habitación. Cuando lo recostó en la cama vio una expresión seria y algo perdida.

- ¿Que pasa? – pregunto – no hare nada si no quieres –

El moreno se aferró a las mangas de la camisa del otro.

-Solo, no te alejes – se encogió en sí mismo.

- Jamás lo haría – empezó a acariciarle el rostro para tranquilizarle.

Luego de un rato el felino hablo.

-Es la primera vez que me pasa esto – su expresión se tornó genuinamente preocupada – Nunca había regresado a esta forma cuando no es invierno –

 El Uzumaki lo acurruco en sus brazos, mientras apoyaba su cabeza a la de él.

 

-Qué pasa si me vuelvo inestable. Jamás seré normal – oculto su cara.

 

El rubio se dedicó a darle caricias a las manos pálidas y frías. Se paseaba por la palma, frotaba unos dedos, subía por ellos y luego bajaba, recorría la muñeca de la mano, presionaba en algunas zonas.

-Eres perfecto tal como eres, ya te dije que amo tu forma felina –

-Yo la odio, esta forma solo trajo desgracias – hablo más calmado.

-Esta forma te trajo a mi –

El moreno se sentó en la cama dispuesto a pelear, pero la expresión relajada del otro lo tranquilizo.

-Ya no están… – hablo.

Se toco la cabeza y fue entonces que noto que tenía su forma humana.

- ¿Cómo? –

 

-Talvez se deba a tus emociones – reflexiono el otro – cuando te daba los masajes la otra forma se desvaneció –

 

- Pero esto nunca…, mis emociones nunca…- se sentía realmente confundido.

Empezó a agitarse, sentía que no respiraba. Y otra vez las orejas y cola volvieron.

Naruto lo volvió a abrazar.

 

-Shhh...shhh…- lo arrullo

Sasuke respondió aferrándose a él. Sentir al otro a su lado lo calmo instantáneamente. Se avergonzaba que las palabras de ese idiota tenían tanta influencia en él. Todavía estaba preocupado, pero el miedo se había ido.

 

Naruto lo apachurro más hacia él, y volvieron a tumbarse en la cama.

 

-Vamos a dormir por hoy -

 

El Uchiha se recostó al lado de su pareja, por ahora solo quería sentirlo con cada fibra de su ser. Se sintió mucho más relajado cuando sintió la mano del rubio en su cabeza, acariciándolo con los dedos, revolviendo lentamente su cabello.

Su parte felina empezó a ronronear. Algo que jamás pensó que le sucedería, pero poco le importaba ahora. Se centro en los deliciosos toques que le daban en la cabeza. Sintió algo en su interior hacia “click”, y su cuerpo empezó a cambiar a su forma humana.

Jamás creyó que su cambio de forma se debiera a sus sentimientos, y lo más importante ¿por qué ahora?.

 

 

. . .

 

 

 

 

 

Llego el sábado. Naruto no había llegado a dormir, pero apareció a primera hora de la mañana.

-¿Estas listo? – el rubio se encontraba con ropa casual parado en la entrada.

Sasuke lo miro desde dentro de la casa sin mucho ánimo.

-Me llamaste a las seis de la mañana para que me vistiera– regaño con una mueca – esta sorpresa no empieza bien, espero que valga algo –

El Uzumaki sonrió incómodo.

-No seas gruñón, te saldrán arrugas – bromeo avanzando hacia el coche.

 

 

- Iremos algo lejos, por eso salimos temprano – Naruto encendió su auto y  empezó a salir de su propiedad.

El moreno lo miro todavía con una mueca, no le gustaba despertar temprano. Pero a medida que iban avanzando su enojo iba disminuyendo; ver a la cuidad despertando con el frio de la mañana resulto ser entretenido. El silencio se convertía en los sonidos de carros en movimiento, poco a poco aparecían más personas en las calles. Observaba todo curioso desde su asiento del copiloto.

Sasuke nunca había ido a la cuidad, pero tampoco estaba con muchas ganas de conocerla; prefería los campos abiertos y la naturaleza. Sin embargo, verlo todo en la seguridad del auto y estando con Naruto; hizo el momento mas grato de lo que pensó.

 

Sus sospechas empezaron a crecer cuando el Uzumaki siguió avanzando por las calles, sin detenerse.

-¿No iremos al centro de la ciudad? – pregunto curioso.

-Iremos a un lugar a las afueras de la cuidad, al otro extremo – le contesto con una sonrisa – ya estamos por llegar.

 

El Uchiha se acomodo en su asiento y observo el paisaje. Le fue interesante ver como poco a poco los apiñados edificios se iban separando y aparecía más vegetación. El rubio empezó a girar el auto entre lo que parecían muros altos hechos de enredaderas, se intercalaba en girar entre la derecha y la izquierda; se sentía en un laberinto. Hasta que apareció un claro que daba hacia un parque lleno de árboles, algunos juegos de niños y bancas.

-Llegamos – anuncio Naruto – déjame estacionar y entraremos.

 

Sasuke bajo del auto y se quedó concentrando viendo el parque desde afuera. Todo lo nuevo le causaba una natural curiosidad, así que apenas su pareja se desocupo, lo jalo dentro del parque.

Naruto le siguió el paso controlándose de no saltar hacia él por lo lindo que se veía observando todo con inocente curiosidad.

-Este parque lo conocí gracias a mis padrinos. Empezaron a traerme aquí después del accidente de mis padres, cuando era niño – explico.

- ¿Es algún parque especial? –

- No hay mucha gente que venga a este parque, no es muy conocido. Pero gracias a eso se mantiene muy bien – observo el paisaje mientras seguían avanzando. La entrada era mas larga de lo que parecía por fuera.

-La verdad no tiene algo especial a comparación de otros parques -continúo explicando - pero es un lugar donde hice buenos recuerdos. Un lugar, lo volvemos especial; no es al contrario – sonrió.

Sasuke se acerco a su pareja y agarro su mano. Siguieron avanzando por el sendero de árboles; el moreno agradecía que en el lugar había muy poca gente; se sentía más cómodo que esa vez al esquiar.

 

Llegaron hasta lo que parecía un mirador, que mostraba la cuidad entera. Sasuke se apresuró al borde de la estructura del mirador y en ese momento se sintió en la cima. Un viento frio apareció que le refresco el rostro. El rubio se acerco por detrás y lo abrazo, el moreno se crispo, pero no lo alejo.

 

-Este es el regalo que querías mostrarme – después de unos minutos se acostumbró bien a la cercanía, que se metió entre el abrigo del otro. Había empezado la primavera, pero todavía se sentía algo de frio. Aunque estaba a gusto, se planteaba si esta visita al parque demandaba todo el problema que causo entre ellos.

 

-Es parte del regalo, lo mas grande viene ahora –

El Uchiha lo miro curioso y emocionado. Naruto le hacía sentir tantas cosas buenas. Controlo su lado ansioso por preguntar más, y observo donde estaban. Arboles con crecientes hojas verdes, bancas de concreto y otras de madera. Dada la hora casi no había gente, un par de parejas algo mayores, una joven familia y uno que otro atleta que trotaba. Siguió observando hasta que vio un columpio de madera algo viejo colgando de un fuerte árbol; no parecía que fuera solamente para niños pequeños.

El Uzumaki observo muy detenidamente como miraba el columpio, tenia ese brillo peculiar en sus ojos.

-Hasta los adultos lo usan, ¿quieres subirte? –

El moreno se sintió avergonzado de ser obvio, pero asintió con la cabeza.

Sasuke se sentó en el banco de madera y Naruto le dio un pequeño empujón. El moreno sintió unas cosquillas en el estomago mientras subía y bajaba con el balanceo, pero luego agarro rápido el truco para subir mas alto. Balanceo sus piernas y logro subir tanto para ver la ciudad a sus pies.

Se divertía, y su lado juguetón lo domino, cuando volvió a llegar al punto más alto, salto; por unos segundos se sintió flotar y finalmente aterrizo perfectamente y con elegancia. Algunas personas que observaron el gran aterrizaje aplaudieron.

El Uchiha de inmediato se puso en alerta, pero al voltear a ver al rubio se relajo por lo gracioso de su expresión. El otro estaba entre preocupado y asombrado.

 

- ¿Es-estas bien? - se acercó torpemente.

- Por supuesto -

-No creí que saltarías, me tomo desprevenido – el rubio logro serenarse – Tendre que acostumbrarme, mi novio es increíble – le dio un beso rápido en la frente.

Sasuke dio un paso hacia atrás rápido.

-Oye, no estamos solo – le regaño en voz baja.

-Ya nadie nos está prestando atención – se defendió.

El moreno verifico las palabras del otro, ya nadie los estaba observando.

 

 

- Y bien, cual es la sorpresa final. ¿Fue el columpio? – ambos se sentaron en una banca cerca.

-Creo que ya está por llegar – respondió mirando hacia otra entrada cerca de donde estaban.

- ¿Que va a llegar? – miro en la misma dirección.

 

-Ya está aquí…-

Un auto negro que se notaba super caro se estaciono al frente de la entrada del parque. Sasuke puso todos sus sentidos en alerta, sentía un nerviosismo crecer.

Al poco tiempo bajo un hombre con traje y lentes de sol negros, a la par bajaron otros hombres que lucían como guardaespaldas. El hombre les dio unas instrucciones y avanzo solo.

El moreno parecía en trance, observando cada movimiento. Su mente luchaba por negarse a creer lo que sus sentidos ya habían confirmado.

Cuando el hombre estuvo frente a frente a la pareja, se quitó los lentes.

 

-Sasuke--- se vio interrumpido cuando el moreno salto a abrazar al hombre.

 

- ¡Nii-san! – presiono el abrazo lleno de alegría. A los segundos aparecieron la cola y las orejas.

Itachi y Naruto trataron de moverse rápido para cubrirlo; sin embargo, Sasuke levanto su mano para pararlos, rápidamente se puso la capucha y escondió la cola. Los miro a ambos, sonrió y luego volvió a bajarse la capucha; las orejas y cola de gato ya no estaban.

 

Ambos lo miraron realmente sorprendidos, pero de inmediato le sonrieron cálidamente. Se volvieron a sentar en la banca y empezaron a charlar.

 

- ¿Cómo? ¿Cómo lograste encontrarme? – el Uchiha menor empezó a preguntar.

-No fue fácil. Hasta hace poco estaba en otro país en un viaje de negocios. Pero este joven me contacto de alguna forma – dijo refiriéndose a Naruto.

-Al principio no creí nada de lo que me decía – continuo el Uchiha mayor - Primero que era el gran CEO de la corporación Namikaze. Si fuera así me habría contactado por otros medios, pero luego siguió insistiendo hasta que te menciono. -

El Uzumaki sintió un tono ligeramente amenazante por parte del hermano mayor.

-Al final fue muy convincente. Pero seguía teniendo mis dudas, hasta que te vi – le revolvió los cabellos al felino y este le respondió apegándose a él.

 

-Ahem – el rubio se aclaró la garganta y se paró en frente de Itachi.

-Es grato conocerlo por fin. Me presentare como se debe, soy Naruto Uzumaki, CEO de Namikaze Corp. – le dio una pequeña reverencia mostrándole su tarjeta de presentación.

-Igualmente CEO Uzumaki – tomo la tarjeta y verifico todo - puedo decir que al menos es sincero; y el lugar que eligió fue estratégico –

-Gracia----

-Pero aún no sé muy bien qué relación tienes con mi hermano, y parece que conoces bien su peculiaridad –

-Yo quiero responder eso – intervino Sasuke. - Él me ayudo cuando escape de la casa de campo. También me ofreció trabajar juntos en su empresa, lo cual acepte. Finalmente, vivimos juntos y es mi pareja-amante-novio – dijo muy orgulloso.

Naruto palideció, trato de hablar, pero las palabras se atoraban en su garganta. El Uchiha menor volteo hacia su novio y le lanzo una sonrisa oscura.

- Ohh…así que es tu novio – Itachi tenia el rostro sereno con una casi sonrisa, pero también tenía una gran aura oscura que ensombrecía sus facciones. El rubio no sabia que hacer.

Sasuke los miro analizando la situación.

- Me dio algo de hambre, iré a comprar algo a ese carro de crepes – señalo el vehículo que estaba algo alejado de donde estaban, hace poco había aparecido y rápidamente se llenó de una fila de personas esperando su orden. – Les traeré algo también – diciendo esto último se alejó.

 

Al irse el Uchiha menor, Itachi y Naruto se quedaron solos.

 

-Yo…- tartamudeo el rubio. Se sentía verdaderamente intimidado por el Uchiha mayor.

-Quiero que Sasuke me cuente después su historia. Hace más de cinco años que no lo veía en persona, y un par de años que no hablamos por teléfono – su tono y expresiones se relajaron.

-Por ahora no tengo mucho tiempo, pero quisiera hablar y aclarar lo que se pueda ahora – continuo -La forma cuidadosa de como me contactaste me dice que sabes la situación de mis padres con Sasuke –

 

-Sasuke me llego a explicar…- contesto dubitativo.

-Bien. Seguro te conto que los odia a muerte –

-Si, algo así …- se sintió incomodo con el comentario.

-En algún momento fueron unos padres amorosos con sus dos hijos, incluso con la situación de Sasuke –

Naruto lo miro confundido.

-No creo que Sasuke sepa esta parte de la historia, ya que apenas era un bebe con meses de nacido y yo tenía casi diez. Pero antes de eso, quiero explicarte la verdadera historia detrás de su otra forma –

El rubio asintió.

-Seguro que él te dijo que es una maldición que se intercala entre los descendientes Uchiha. Es verdad la ultima parte, pero su otra forma no es una maldición, sino, una bendición heredada –

El Uzumaki tuvo que controlar sus expresiones para que el otro continuara.

-Desde hace mucho me dedique a investigar acerca de la “maldición”. Nuestro propio clan ocultaba su origen, pero con el tiempo las siguientes generaciones poco les importo, y la seguridad que tenía disminuyo. Según esos escritos, hace siglos cuando se tenía una gran adoración a dioses que los protegían de demonios que acechaban, el clan Uchiha rogo a los dioses que les otorgaran poder para proteger a su familia y gente. Los dioses vieron sinceridad así que le dieron poder a la cabeza de la familia; el poder le otorgaba fuerza, velocidad, fuerza, instintos y sentidos agudos incluso de noche, pero también le dieron una apariencia felina que en ocasiones era completa, y se convertían en una bestia grande. Por siglos los que heredaban esa bendición eran adorados casi como dioses, sin embargo, con el tiempo empezaron a temerle a ese poder. –

-En consecuencia, empezaron a odiarlo como una maldición- concluyo el rubio.

-Así es, pero cuando mi madre; una extraña, ingreso al clan al casarse con mi padre; ella no tuvo ese miedo. Llego a tratar muy cercanamente al antecesor de Sasuke, nuestro abuelo Madara; que lo mantenían en un tipo de almacén hecho para los portadores. Él no tenía permitido salir, así que mi madre lo visitaba. Mi abuelo era un hombre muy tranquilo, y extrañamente animado incluso estando en esa jaula. Con el tiempo mi padre también se contagió de la calidez de mi madre, con muchos esfuerzos lograron hacer que se le permitiera cortos paseos en el jardín. A ella no le importo saber que uno de sus hijos nacería con esa maldición; al ver a mi abuelo con las orejas y cola en los inviernos, no le causo mas que ternura, amaba a los gatos. - se tomo unos segundos para continuar.

-Entonces cuando Sasuke cumplió cinco meses de edad, ocurrió un incidente. Todo el clan se reunió para una celebración, al pequeño Sasuke no le gustaban las multitudes, así que yo me lo lleve a una habitación que daba hacia el jardín. Era una noche tranquila, hasta que aparecieron unos hombres que querían secuestrarnos y pedir un rescate. Estaba demasiado lejos de los adultos, solo pude encargarme de uno de ellos luego comencé a correr, no me iban a escuchar, pero empecé a gritar. Y cuando estuvieron a puntos de capturarnos apareció nuestro abuelo, pudo vencer a tres de ellos, pero aparecieron muchos más y tenían armas. Le hicieron mucho daño, pero el seguía peleando, hasta que en un momento con la furia se empezó a transformar por completo, era una gran bestia, imponía miedo pero también era majestuoso- volvió a tomarse unos segundos con la expresión seria.

-Los disparos alertaron a los adultos en la fiesta. Para cuando aparecieron, el abuelo se había encargado de todos; pero lo habían herido seriamente, con su otra forma cayo al suelo y un charco de sangre se formo debajo de él. Nadie se atrevió a acercarse, solo yo junto con el pequeño Sasuke. Madara nos miro, pude ver alivio en sus ojos y luego ya no respiro. Sasuke empezó a llorar con gran fuerza, y entonces llego mi madre, grito al ver la escena, su expresión era de absoluto terror, de inmediato me separo del cadáver, y luego ordeno que se llevaran a Sasuke. Desde ahí es como te conto mi hermano -

Naruto guardo unos minutos en silencio, ordenando sus ideas.

-Pero su abuelo solo los protegía…-

-Eso no vio mi madre. Ella vio un monstruo lleno de sangre junto a cuerpos sin vida, y a su hijo en medio de todo eso –

- Trate miles de veces de aclarar lo que había pasado, pero no escuchaban. Todos le decían que mi abuelo era el que se había salido de control y fue una coincidencia que esos hombres aparecieran y se enfrentaran. A los ancianos les convenia que el miedo se mantuviera, y usaron la situación.

- Al inicio no quise presionar a mi madre, sin embargo, todo empeoraba. Vi claramente el odio y desprecio que tenia con Sasuke, y mas cuando llegaba el invierno. Yo no me detuve, trate de buscar pruebas, el origen y parece que eso llego a hartar a los del clan y me mandaron a estudiar al extranjero. Aun así, logre continuar investigando –

El Uzumaki lo observaba pensativo.

-Porque todo esto no lo sabe Sasuke, se ha estado culpando y odiándose –

-Quería tener todas las pruebas necesarias, no quería que pensara que era un simple consuelo. Todavía era muy pequeño cuando me separaron completamente de él –

-Y porque me cuentas a mi todo esto – pregunto el rubio.

-Primero para que no te llegue la idea de investigar como romper la “maldición” y te obsesiones con eso. Y segundo, faltaba poco para lograr sacar a Sasuke de ese lugar, y protegerlo. No estaba en mis planes que tu intervinieras, tu relación con él cambia todo –

-¿Mi relación?-

-Sigo sin comprender como, pero Sasuke confía completamente en ti. Esta sonriendo, se siente tan a gusto que puede manejar estar rodeado de gente para pedir unos crepes, y sobre todo puede controlar su otra forma completamente; creí que le tomaría más tiempo –

-¿Sabes porque se transforma aunque no es invierno?-

-En la investigación que hice, concluí que no solamente en invierno aparece su otra forma, sino que esta latente en todo momento, y en invierno es cuando al fin se muestra sin restricciones. Yo creo que su control actual se debe a que acepto su otra forma, ya no le teme ni la contiene, puede manejarla por completo –

Naruto sonrió ligeramente y asintió. 

-Y a que te refieres con que faltaba poco –

-Dentro de unas semanas, sucederé a mi padre. Me convertiré en la cabeza del clan y de la empresa. Una vez que tenga el mando me encargare de que me escuchen, mi plan era devolverle a mi hermano su madre –

-Crees que ahora cambiaran…-

-No creo que sea de inmediato, pero logre ver que el odio de mis padres cambio a ignorar por completo a Sasuke, eso creo que es un avance. Sin embargo, no pienso permitir que le vuelvan a hacer daño, son mi familia, pero mi hermano es más importante. -

- ¿Piensas llevarte a Sasuke contigo cuando te deleguen el mando? -

-Al contrario, pensaba alejarlo por completo del clan, ellos no le hicieron mas que daño. Sasuke no tendrá relación con el clan, así el será capaz y tendrá la libertad de tomar su propio camino. Al tomar el mando me asegurare que no tengan influencia alguna sobre él-

El Uzumaki le sonrió de acuerdo.

-  Te investigue CEO de Namikaze Corp. Y por lo poco que observe antes de encontrarnos, tu y mi hermano son realmente unidos –

Naruto recordó el incidente con el columpio y el beso; se avergonzó sin poder disimular.

-Soy bueno juzgando a las personas; puedo decir con confianza, gracias por aparecer en la vida de mi hermano. Puedo dejar a Sasuke contigo.-

El rubio recupero la compostura.

-Por supuesto – respondió con gran seriedad – sobre lo que investigaste, ¿no se lo contaras? –

-La historia del origen no es el pasado de Sasuke, solo es el pasado de la otra forma. Él acepto su otra forma sea una maldición o no, y creo que fue debido a ti, así que no hay necesidad, no le afectara en nada. Pero si algún día el mismo preguntara, se lo diría. En cuanto a lo que paso con el abuelo y nuestros padres, se lo contare después, no hay prisa. Y no quiero que justifique las acciones de ellos contra él. -

 

 

-Perdón por el retraso, había mucha gente y se demoraron en preparar tres crepes – apareció Sasuke acercándose con las manos ocupadas del postre.

El Uchiha repartió los crepes y se volvieron a sentar juntos. Esta vez se apoyo un poco en su novio mientras devoraba la comida.

-Es hora de que marche – hablo Itachi.

-¿Por qué?, es muy pronto, apenas hablábamos. No te he visto en años – el hermano menor se aferro a la chaqueta del mayor.

El Uchiha mayor le toco la frente como solía hacer de niños.

-Estoy algo ocupado, pero dentro de poco iré a visitarte; si le parece al CEO Uzumaki –

-Por supuesto, eres bienvenido cuando quieras – le sonrió – Y… puedes solo decirme Naruto –

Itachi le dirigió una sonrisa típica de él.

-Bien, entonces Naruto – Itachi se acercó al rubio – si le haces, de alguna forma, daño a mi hermano, me encargare personalmente de ti – susurro amenazante.

El rubio trago saliva y asintió.

-¿Podremos hablar? – pidió el moreno menor.

-Claro que si – le hizo una señal al guardaespaldas al lado del carro y enseguida se acercó con un objeto.

- Ten, sé que todavía no tienes un celular – le dio una pequeña bolsa que contenía un smarth-phone de última generación. -Ya tiene mi numero grabado, cuando quieras háblame, te responderé de inmediato –

Naruto vio la escena algo resentido, él ya tenía planeado darle un celular a Sasuke. Solo que quería que el mismo lo eligiera y como estuvo ocupado contactando con Itachi, no le dio tiempo.

 

 

-Nos vemos luego – se despido de la pareja.

Ambos vieron como el coche negro se alejaba.

 

 

 

 

. . .

 

 

 

 

-Entonces, mi hermano ¿te acepto? – pregunto el felino estando en el carro de vuelta a la mansión.

Naruto se demoró un poco en responder.

-Creo… que si –

Sasuke le dio una mueca en respuesta.

-Esperaba que te fuera más difícil – admitió.

-Que cruel – se rio el Uzumaki.

 

El automóvil siguió avanzando, ambos se quedaron en silencio. El Uchiha se relajó en el asiento, ya no sentía ninguna carga, sentía que volver a ver a su hermano era el último cabo suelto, ya no le importaba lo demás. Y de nuevo, todo esto se debía a él.

 

-Naruto…-

 

-Si…-

 

-Gracias…-

 

 

El rubio se giró al verlo, pero este lo evito mirando hacia las calles que pasaban.

-Te gusto la sorpresa…- 

Sasuke empezó a sentir que sus latidos se aceleraban, su rostro se estaba calentando.

-Si…-

Se empezó a sentir nervioso, todo lo que había hecho ese bobo fue por él. Después de su pelea, Naruto se volvió aún más atento, se sentía muy mimado. Y no le importaba, le gustaba ser su centro de atención. Le gustaba las sonrisas que le daba, como lo miraba, sus ojos azules, su voz gruesa, su piel morena, sus cabellos rubios, su olor.

Poco a poco sentía como su otra parte estaba tomando control de sus reacciones físicas.

Cuando volvieron a alejarse de la ciudad para entrar en la propiedad del otro, ya no pudo controlar su otra forma, haciendo que otra vez aparezcan su cola y orejas.

-Tus padrinos están en la casa…- logro preguntar.

-Ah… creo que salieron a una fiesta, no volverán hasta el amanecer. ¿Por qué?, ¿querías hablar con ellos? –

-No…solo preguntaba…- se encogió en si mismo, pero su cola se empezaba a moverse ansiosa.

Al estacionar el auto es cuando el rubio se dio cuenta que el otro tenia su forma felina, pero actuaba raro.

-¿Estas bien?, te duele el estómago – lo miro preocupado.

El moreno sacudió su cabeza en negación. Se sentía en trance, no había claridad en sus ideas, hasta que un vago pensamiento apareció un su cabeza.

 

“Hace cuanto que no lo hacía. Creo que apenas hace una semana, y aun así porque… siento…”

 

-Si no te sientes bien debemos de ir al hospital, ah… pero podrás ocultar tus…-

Fue callado por un ansioso beso. Naruto se quedó inmóvil en el asiento del chofer, mientras el otro empezaba a meter su lengua que buscaba jugar con la otra.

- Sas…Sasuke que…- logro decir entre besos.

-Mi cuerpo está caliente, solo cállate – ordeno mientras pedía más atención en su boca hambrienta de labios.

El rubio recordó la primera vez que lo hicieron, se parecía a como actuaba el felino; solo que ahora era más intenso.

El Uchiha se canso de esperar que el otro tomara la iniciativa, así que se subió encima. Se deslizo por sus piernas para lograr que su entrepierna se apoyara en los grandes muslos de su pareja, necesitaba atención ahí también. Empezó a mover lentamente sus caderas para frotarse.

Entre tantas caricias Naruto no podía pensar con claridad. Con la ultima pisca de razonamiento, le llego la idea de que como cualquier ser vivo había épocas donde era necesario el apareamiento.

 

Y… Agh ya bastaba de tanto pensar.

 

Con sus manos agarro las dos masas de carne que se movían con las caderas, para presionarlas más contra sí. Empezó a dirigir los ansiosos besos, entre los deliciosos gemidos que el otro empezó a soltar.

-Vamos…adentro- logro decir el rubio mientras besaba el pálido cuello.

-No… tengo… fuerzas en las piernas…- respondió el otro completamente sumido en las caricias.

 

Naruto abrió la puerta del auto y agarro al otro por la cintura para levantarlo. Sasuke lo rodeo con sus largas piernas y se ayudó con sus brazos para aferrarse al cuello.  La juguetona cola empezó a deslizarse entre las ropas del otro, incitando más caricias.

-Solo…aguanta…un poco más…- increíblemente le resultaba un lio colocar un pie detrás de otro para avanzar. Y le fue peor cuando intentaba colocar las llaves para abrir la puerta, el felino empezó a darles dulces mordidas y besos en el cuello.

Cuando al fin entraron y cerraron la puerta, se rindieron al placer. En la entrada se decidieron de los zapatos, y dejaron un camino con las chaquetas que se quitaron inmediatamente después.

Ya en la puerta de la habitación el rubio se despojo de la camiseta y Sasuke del pantalón que ya no lo dejaba respirar. Se tumbaron en la cama y siguieron con los besos.

Naruto movió hábilmente sus manos debajo de la camiseta del otro. Una vez que encontró los pezones empezó a jugar con ellos, masajeando también los músculos del pecho; sintió que no era suficiente así que se ayudó con su boca también debajo de la ropa. El Uchiha disfrutaba cada toque, pero su parte baja no quería esperar más. Agarro los cabellos del otro, y empezó a dirigir la cabeza hacia abajo. El Uzumaki entendió de inmediato, pero quería jugar un poco más.

Así que, metió su mano debajo de los boxers del otro y jugo con el agujero que estaba húmedo por el liquido transparente que salía del latiente glande. Con la otra mano, rápidamente preparo un condón que coloco en sus dedos y fue estimulando mucho mas el anillo de carne hasta entrar.

Mientras que Sasuke dejaba salir cada gemido, su cola se dedicó a deslizar los pantalones ajustados del otro, dejándolo solo con la ropa interior que apenas controlaba la prominente erección. Su propio pene se termino de erguir completamente, reclamaba salir de los boxers. Naruto lo vio con satisfacción; levanto las palidas piernas y las apoyo en sus hombros. Empezó a bajar por ellas dándoles besos y ligeros mordiscos hasta que llego a la ropa interior donde se veía la punta del pene rosado. Sus manos rápidamente se deshicieron de la prenda arrojándola a alguna parte del cuarto.

Entonces introdujo su boca en aquel rosado y palpitante miembro. El moreno acompaso sus caderas para sentir mejor la lengua que jugaba con su glande.

 

- Si…más…más…-- gemía el felino.

Poco le importaba levantar la voz. Vergüenza…, ese concepto se había borrado de su cabeza.

 El rubio aumento la velocidad de sus movimientos, disfrutaba sentir al otro contrayéndose de placer a causa suya, el pene rosado palpitaba fuerte y se irguió al máximo.

 

-Espera…yo…ya –gimió tratando de empujar la boca que le daba tanto placer.

El rubio se separó e inmediatamente salió el líquido blanco se manchó su pecho desnudo.

-Sasuke…- el moreno se levantó y volvió a besarlo para callarlo. Lo caliente de su cuerpo no se iba, pero al menos ya pensaba con mayor claridad.

Bajo por su cuello mientras sus manos se paseaban por el firme y acolchonado pecho. Sus manos fueron bajando hasta toparse con el prominente glande que ya escapaba de los boxers. La timidez de su primera vez parecía que nunca existió, tomo en pene con una de sus manos mientras lo estimulaba, con la otra le coloco un condón.

No se iba a repetir lo de la última vez.

 

Ni en sus sueños más locos, creyó que Sasuke tomara la iniciativa de esa forma. Se dejo caer por la mano algo torpe que lo tocaba vivaz y sin vergüenza. Poco a poco se fue recostando en la cama, el rubio termino debajo del otro que se había sentado encima de él.

-Que piensas…- lo volvió a callar con otro beso. Se inclino hacia él, mientras con una mano busco el miembro para colocarlo en posición.

Se irguió y agarro su camiseta con la boca para que disfrutara la vista. Naruto vio deliciosamente como el otro introducía su pene dentro de él. Rápidamente sintió la succión, ese trasero no lo soltaría hasta estar satisfecho.

Sasuke sintió que su interior ardía de placer, y algo de dolor; fue algo pronto para introducirlo, pero no le importo. Se sentía sensible en todas partes, que hasta el palpitar del glande en su interior lo volvía loco. Con ayuda de sus piernas y caderas, empezó a subir y bajar. Los sonidos de piel con piel se hicieron sonoros en toda la habitación, que luchaban también con los ruidosos gemidos.

 

-Sasuke…- gimió.

El felino aumento la velocidad, mientras disfrutaba siendo masturbado por el otro. Se ayudo con sus brazos cuando se debilitaron sus piernas, para ese momento el rubio también acompasaba sus caderas.

Ver a su novio con esa camiseta sudada, chorreando placer, lo hacia volverse mas loco. La camiseta seguía atorada en la boca, mostrando los pezones moverse con la cola que empezó a jugar con ellos.

Ya no le faltaba nada para llegar al climax.

 

-Sasuke… ya…- el rubio lo tomo de cuello y lo volvió a besar.

-Dentro…-

Cuando pronuncio las palabras, el líquido blanquecino salió y se fue escurriendo entre el trasero y el condón.

Separaron sus labios para respirar, estaban realmente agitados. Se recostaron un momento para recuperar el aliento.

 

-No sabia que podías hacer eso…- le susurro juguetonamente en las orejas felinas.

-Yo tampoco…-

Naruto estiro su mano tocando sus piernas y fue subiendo por su costado. Jugueteo con el hueso de la cadera y volvió a subir debajo de la ropa a los pechos para volver a masajearlos juntos a los botones rosados.

El Uchiha se levantó de inmediato.

-Que pasa…- las palabras se le atoraron cuando el otro se deshizo de la camiseta dejándolo por completo desnudo y expuesto para él.

-Yo no creo que me pueda calmar…pronto…- su rostro enrojecido de placer rogo al rubio.

-Tenemos muchas rondas por delante…- le sonrió excitado – no se si tú aguantes…-

-Pruébame…- se colocó en cuatro, balanceando su cola. Se acerco a su rostro, para rozarle la nariz, y le dio una mordida en el cuello.

Lejos de sentir dolor, lo excito más. Tumbo al moreno en la cama, se colocaron de costado. Levanto una pierna e introdujo su pene, empezó a moverse lentamente.

Con una mano Sasuke se empezó a masturbar y con la otra acerco el rostro de su pareja para continuar besándose. Lo movimientos se hicieron más fuertes, hasta que se cansaron de la posición y el moreno prefirió colocarse boca abajo.

Naruto le acomodo una almohada debajo y continuaron. Apenas iba a ser medio día.

 

No supieron cuántas veces lo hicieron, solo que se detuvieron una vez para comer algo rápido y luego volver a hacerlo hasta muy entrada la noche.

 

 

 

.

.

.

 

 

 

 

 

 

 

-Nunca había disfrutado tanto el sexo, es la primera vez que lo hago por horas – admitió el rubio. – te duele… ¿ahí abajo? –

- Apenas una molestia -

Ambos se dieron un baño después de tanto sudor, pero no evitaron hacerlo un par de veces dentro de la ducha.

-Nunca me había pasado esto – después de tanta excitación, por fin la mente de Sasuke se había enfriado. -mi cuerpo…se puso caliente…-

-Todos pasamos por eso en algún momento, solo que en tu caso es un poco fuerte. Pero, y que, ambos disfrutamos…- lo abrazo debajo de las mantas. No les dio la energía para vestirse por completo, apenas estaban con su ropa interior.

-Amo todas tus facetas…, si pasara de nuevo, aquí me tienes…- beso su frente y luego enterró su rostro en los cabellos negros para empezar a juguetear con las negras orejas felinas.

El Uchiha solo atino a sonrojarse, no tenía fuerzas para ocultar su otra forma, y la vergüenza ya no le afectaba tanto como antes.

 

 

-Es la primera vez…- hablo bajo.

 

-De que…-

 

-De pensar que tener esta cola y orejas de gato no es tan malo…- se acurruco en el cuello del otro. Entrelazaron las piernas y luego cayeron dormidos.

 

Este apenas era el comienzo de su historia. Pasará lo que pasará, decidiera lo que decidiera Sasuke; sobre sus padres o su futuro, Naruto se quedaría a su lado. Ninguno de los dos tenía duda se eso.  

 

 

FIN.

Notas finales:

Espero les haya gustado. No se si todavia haya alguien que siga la historia por aqui, pero de haberlo muchas gracias por leer. Hasta una proxima.


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