- Trunks, ¿ya podemos comer? - dijo es azabache con un hilo de saliva escurriéndole en la comisura de los labios.
- hay Goten, tu siempre pensando en comida - el pelilila le reclamó , pero al decir la última palabra su estómago se quejó – jeje - sonrojado - aunque yo también tengo hambre.
Empezaron con el ramen, lo devoraron en un abrir y cerrar de ojos, le siguieron con la fruta y los dulces para terminar con el helado.
- ¡mmmm! Que delicioso - dijo el menor con la cara cubierta de helado sentado en la cama del mayor.
El ojiceleste lo miraba y por alguna razón, se le encimo provocando que ambos cayeran acostados en la cama y con la lengua le limpio el rostro.
- tienes razón - dijo saboreandolo - el helado es lo mejor - el menor solo lo miraba con la cara totalmente roja - ven vamos a bañarnos.
Los dos entraron al cuarto de baño, cada que el pelinegro pasaba la noche en casa del mayor hacían las cosas juntos desde dormir hasta bañarse; se desvistieron quedando completamente desnudos. El pelilila miraba el cuerpecito levemente marcado del azabache, no era la primera vez que lo veía sin ropa, pero algo hizo que esta vez fuera diferente.
El pelinegro sentía una mirada sobre él, alzó la vista y se encontró con un par de ojos azules, se acercó lentamente hasta quedar a solo unos pasos del otro.
-Trunks, ¿ahora si te puedo dar un beso? - dijo inocentemente.
- Goten, los besos no se piden, se roban - y antes que el pequeño reaccionara, el ojiazul le planto un beso, pero no era como los que se habían dado antes, este era más ¿apasionado? El pelilila por instinto mordió el labio inferior del mini-Goku, el cual sentía todo el cuerpo hormiguear y al sentir aquellos dientes en su piel, abrió la boca para quejarse, pero su voz quedo ahogada por una lengua intrusa que invadía su cavidad bucal.
Ambos niños estaban sonrojados, aunque los movimientos eran torpes, eso basto para que la temperatura aumentara, pero la falta de aire hizo que se separaran.
No entendían que fue lo que sucedió, solo se miraron a los ojos y con una sonrisa comenzaron a bañarse.
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- Trunks, ¿ya nos vamos a dormir?- ya habían salido del baño y ambos se habían vestido con una playera sin mangas y unos bóxer holgados.
- ¿ya te quieres dormir? ¿No quieres ver una película?
- ¡¡siiii!! ¿Cual? - dijo con esa expresión tan infantil que lo caracterizaba.
- esta - le mostró el empaque de la película el payaso "eso" (it's).
- eso es de terror - su semblante cambio drásticamente de emoción a nerviosismo.
- ¿que acaso te da miedo?- el pelilila dijo en modo burlón.
- claro que no - ahora tenía el ceño fruncido, pero por más miedo que sentía quería verse valiente frente a su novio.
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La película había terminado, ambos se encontraban acostados, el pelinegro había sido el primero en irse a acostar pero antes había tomado el oso de peluche y se cubrió con las mantas, Trunks se acostó después de que hubiera apagado la luz, pero este no podía dormir, habían sido demasiadas emociones para un día y cuando por fin el sueño llego , algo lo hizo ver hacia donde el pequeño estaba acostado, el niño estaba temblando, el ojiceleste lo abrazo pensando que tenía frío, pero en cuanto sus brazos rodearon al menor se escuchó un grito y recibió un fuerte golpe en la cabeza.
- ¡¡¡aaaaaahhhhh!!!- el pelinegro grito, soltó un golpe y se levantó dejando caer al oso, corrió y se escondió en el armario.
- Goten, ¿qué te sucede?- el ojiazul también se levantó alarmado sobándose la cabeza, prendió la luz y se dirigió al escondite del menor.
- el p-payasoo e-estatata ennlala c-cacama, me me abrazoozo - su voz se escuchó a través de las puertas del armario.
El mayor se sintió culpable, había escogido esa película justamente para asustarlo, pero ahora que lo había logrado se arrepentía, él era el causante que su pequeño Goten se encontrará asustado.
- ven, sal, no hay nada aquí, fui yo quien te abrazo, pensé que tenías frío, estaba temblando - sus ojos se estaban cristalizando pues había entendido que el azabache no tenía frío, estaba temblando de miedo y todo por su tonta idea.
Lentamente las puertas se abrieron y Goten salió, miraba a todas partes y cuando se aseguró que no había nadie más, corrió, junto el oso y se acostó en la cama.
- Goten, disculpame, no debí a ver puesto esa película fui un idiota, aquí no hay nada - decía mientras se acerba a la cama - y si hubiera algo, yo te protegería y si yo no estuviera tú te podrías defender solo - dijo con una sonrisa recordando el golpe de hace unos momentos, sus ojos seguían amenazando con gotear y diciendo eso, apago la luz y encendiendo una lamparita de noche, se acostó a un lado del pelinegro y lo abrazo.
Goten solo miraba, Trunks tenía razón, ahora se sentía tonto, tenía al oso, pero al tener al pelilila tan cerca recordó lo que sucedió en el baño, quería repetirlo, pero no sabía cómo, sus mejillas se sonrojaron y sin avisar beso al mayor, sus labios trataban de abrir los del contrario pero al no lo, con su lengua empezó a dar pequeñas lamidas a estos.
El ojiazul al sentir algo húmedo dio un pequeño gemido que quedo ahogado con la lengua del menor.
Ambos se saboreaban, sus lenguas se tocaban torpemente, pero la falta del maldito aire hizo que se separaran dejando a un Trunks sorprendido y a un Goten contento unidos por un delgado hilo de saliva.
-G-Goten- el pelilila estaba totalmente colorado, agradecía a Kami la poca luz que había.
- Trunks, te quiero, buenas noches - y aun abrazados, ambos cayeron en los brazos de Morfeo.