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Saliendo del clóset por Daymin VIP

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Notas del capitulo:

He traído la cuarta parte de esta aventura gay de SH xD

Saliendo del clóset. 

"El clóset de mi amigo" 

Habían pasado alrededor de quince minutos desde que Seung Hyun había aparcado su automóvil cerca del bar donde se encontraría con Ji Yong y los demás, sin embargo no se animaba a entrar. Se sentía un completo imbécil, escondido en su automóvil como un estudiante en su primera cita.

Desde luego que eso no era una cita, pero así se sentía.

-Por Dios, Seung, tienes casi treinta años. No seas cobarde. -Murmuró molesto, arrastrándose fuera del automóvil.

Caminó a paso firme hasta la entrada del pequeño establecimiento, sin estar realmente seguro del porque sentía que estaba a punto de desmayarse. Había un grupo grande de personas en la entrada, riendo y fumando, mientras los símbolos y banderas de la comunidad LGBT parecían brillar con más fuerza a esa hora.

Intentó no pensar en lo gay del asunto, bajó la mirada y se aproximó al grupo, directo a la entrada. El corazón le latía con furia, como cuando eres pequeño y haces alguna travesura, algo indebido.

-Disculpa. -Y se sintió descubierto.

Un hombre delgado y rubio le sujetó del brazo antes de que pudiera ingresar al establecimiento, poniéndole los bellos de punta. Ahora quería correr.

Seung Hyun se giró hacia el desconocido, intentando borrar la mueca amarga de su rostro.

- ¿si?

Aquel hombre parecía muchos años menor que él, incluso se atrevía a pensar que era menor de edad. Sus cabellos rubios, casi blancos, le hacían parecer aún más joven, en contraste con su pálida piel y las marcadas ojeras debajo de sus ojos que eran visibles aún si las intentaba cubrir con el obvio maquillaje.

- ¿Tienes fuego? -Entonces Seung notó el cigarrillo entre sus rojizos labios.

-Mmh…-Ese hombre le recordaba a Ji Yong. -No, lo siento.

Y huyó. Estaba haciendo esperar a Ji Yong.

El lugar lucía muy distinto a aquella vez que entró debido a la hora, todo era apenas iluminado por escasas luces y el olor a cigarrillo y alcohol era penetrante.

Se detuvo un momento, escaneando todo el lugar hasta que le vio. Ji Yong estaba de pie a un lado de una pequeña mesa llena de botellas, moviendo su delgado cuerpo instintivamente con la música, sosteniendo su bebida en una mano y en la otra un cigarrillo, sonriendo ampliamente.

Seung tragó con fuerza cuando su vista se centró en el ceñido pantalón sobre su trasero, ondulándose con movimientos rítmicos, rápidamente apartó la mirada, tan sólo para regresarla y notar la camiseta amplia y sin mangas que bajaba a lo largo de los  costados de Ji, dejando al descubierto parte de su piel, revelando lo que le parecían manchones que debían ser tatuajes.

Sin lugar a dudas, Ji Yong era toda una caja de sorpresas.

Finalmente Ji Yong le vio y corrió hacía él, para sujetarlo de una mano y arrastrarlo a dónde estaba todos, brincando y riendo, sin dejar de repetir: “Viniste, sí viniste”.

Para Seung ya era vergonzoso encontrarse en ese lugar rodeado de tantas personas, pero el alboroto que se formó entre sus conocidos fue aún peor.

- ¡Señores, pero si es el brillante asistente Choi! -Gritó Daesung, elevando su tarro de cerveza en el aire, cosa que imitaron los demás. - ¿Pero qué estoy viendo? -Seung fue capaz de prestar más atención cuando Kwon le soltó. - ¿Desde cuando eres tan descarado? -El castaño tocó dos veces la parte de su pecho que quedaba al descubierto al no haber abotonado la parte superior de su camisa.

-Ya, déjenlo en paz. -Rio Ji Yong, apartando la mano de Kang lejos de Seung Hyun. -Me alegra mucho que viniera, asistente Choi. -Y le sonrió ampliamente, con esas mejillas coloradas debido al alcohol en su cuerpo.

Seung Hyun sólo fue capaz de asentir.

-Yo no estoy ni un poco feliz. -Anunció Young Bae, captando la atención de todos. -Me ha hecho perder dinero, asistente Choi. Iré por la siguiente ronda. -Murmuró, tambaleándose a la barra, causando la risa de todos.

-Young Bae se empeñó en decir que no vendrías, hemos apostado y perdió. -Explicó el secretario Kang, tomando su asiento de nuevo. -Además se empeña en decir que no está ebrio.

Seung Hyun no quiso saber más sobre Dong y su estado actual, así que simplemente tomó el asiento libre a un lado de Ji Yong, quién le dio inmediatamente una cerveza acompañada de una sonrisa y el tambaleo de su cuerpo aún bailando.

Seung no fue capaz de recordar cuando fue la última vez que salió con amigos con la intención de embriagarse, seguramente fue en los últimos años de universidad, sin embargo ya no podía recordarlo.

Dio un trago a la botella, sintiendo el amargo sabor recorrer su garganta, mientras creía reconocer la canción que sonaba, sin despegar la mirada de Ji Yong y mientras Daesung le daba un cigarrillo.

Rodó el cilindrillo por sus labios.

-Así que después de todo no tienes fuego. -La voz ajena le sobresaltó.

Era el mismo chico de la entrada, sólo que esta vez su cigarrillo estaba encendido y se había sentado frente a él, justo a un lado de Daesung.

- ¿Fuego? -Ésta vez fue Ji Yong quién habló, entendiendo de inmediato al ver el cigarrillo entre los labios de Seung aún sin prender. -Aquí. -Dijo, colocando su propio cigarrillo entre sus labios e inclinándose hasta el otro.

Seung Hyun se paralizó cuando tuvo el rostro de Ji tan cerca, separados por los escasos centímetros que formaban ambos cigarrillos, unidos por la punta. Kwon abrió un poco más los ojos y curvo las cejas, entonces Seung aspiró asintiendo, encendiendo su cigarrillo rápidamente, entonces se separararon.

-Oh, vamos, consigan una habitación de hotel. -Gritoneó un ebrio Young Bae, regresando con la nueva ronda. Todos rieron ante su comentario, todos menos Seung Hyun, él sentía que ahora realmente iba a desmayarse.

-Así que usted es el tan famoso asistente Choi. -Murmuró el rubio, chasqueando la lengua. -¿Quiere darme ahora? -Seung tragó grueso ante el comentario tan exagerado, rogando que aún hablaran sobre cigarrillos.

-Vamos, Ri, no lo molestes. -Intervino un sonriente Daesung. -Seung, él es Lee Seung Hyun, lo único bueno que hay de trabajar con el odioso fotógrafo nuevo, SeungRi es un modelo novato, entro al mismo tiempo que Ji Yong.

-Mucho gusto. -Sonrió, extendiendo su pálida mano para que Seung la tomara, cosa que hizo. -Vaya…es usted muy fuerte, asistente Choi.

Las mejillas de Seung Hyun se colorearon de inmediato, ese joven hombre era demasiado insinuante, no sabía qué hacer, así que simplemente sonrió y giró la vista.

Tomó el resto de su cerveza y fumó todo su cigarrillo, la noche aún era joven y quería embriagarse. ¿Qué de malo había en eso?

Seung Hyun supo que todo se había salido de control cuando la mesilla se llenó de bebidas alcohólicas diferentes y cuando le obligaron a probarlas todas, aunque obligación era un término muy exagerado.

Pero sólo fue consciente del problema tan grande que tenía, cuando Ji Yong le arrastró a la pequeña pista de baile sin ninguna objeción de su parte. Se preguntó si había accedido tan fácilmente debido a su ebriedad o simplemente porque lo había pedido Kwon.

Y era que Ji Yong tenía esa clase de efecto sobre él, si Ji lo deseara, podría obtenerlo todo de su parte, sin ninguna duda. Pero ninguno de los dos era claramente consciente de ello.

Seung Hyun no era de la clase de personas que bailan, él nunca lo hacía, y no porque no le gustara, sino que simplemente no era para él. Dios, además de homosexual, lo había mandado con dos pies izquierdos y, al parecer, con una estupidez del tamaño del mundo cuando bebía alcohol.

Y justo eso estaba haciendo, luciéndose con honores en estupidez frente a Ji Yong. La pista estaba tan atestada de personas que el bailar con un espacio razonable era imposible, sin embargo un ebrio Seung Hyun se abrió paso, moviendo sus pies sin ninguna clase de ritmo, haciendo el ridículo más grande de todos, sin embargo ahí estaba Kwon Ji Yong, riendo como un tonto al ver al mayor mostrarle sus mejores pasos.

La canción no era más que sonidos aleatorios a los que Seung Hyun no podía encontrarles sentido, pero ahí estaba, a mitad de una batalla de baile con su vecino de oficina. Finalmente elevó su mano, señalando al otro para indicarle que era su turno.

Entonces, cuando Ji Yong contoneó su cadera y cada parte de su cuerpo pareció tomar vida propia, fue que aquellos sonidos abstractos tuvieron sentido. De ser una canción ruidosa, pasó a ser la canción más sensual de la historia.

Ji Yong curvaba su cuerpo, suavemente al ritmo marcado de la canción, agitando su cabeza al compás, provocando que los mechones de cabello se pegaran a su frente sudada. Desde pequeño había desarrollado un gusto por bailar, simplemente le gustaba expresar con su cuerpo todo lo que pudiera.

Seung Hyun dejó de moverse, hipnotizado por los movimientos del más bajo. Repentinamente pensó en todas aquellas escenas estúpidas e improbables de las películas, aquellas donde la chica parecía brillar aún si estaba rodeada de centenares de personas. Bueno, ese fue el momento. Seung creía que ver las cosas en cámara lenta era imposible, hasta ese instante, cuando fue capaz de contar el pestañeo de Ji Yong, de captar cada movimiento y el cómo se formó su brillante sonrisa.

«Seung Hyun era un imbécil»

El imbécil con más suerte del mundo. Las personas fueron más y entonces terminó pegado al pequeño y delgado cuerpo de Ji Yong. Era varios centímetros más alto que Kwon, hacían la suficiente distancia para que Ji se viera obligado a levantar la barbilla para mirarle a los ojos.

Nunca habían estado tan cerca, nada más allá de saludarse formalmente y estrechar la mano. Esa situación era demasiado diferente, Seung Hyun podía sentir el cabello de Ji Yong rozar sus mejillas y el tremendo calor que emanaba su cuerpo, así como el penetrante olor a licor y cigarrillo, mezclado con el dulce olor de su cuerpo.

La música seguía en alto, y Ji Yong no despegó su vista de los ojos de Seung Hyun, mientras lentamente deslizaba sus manos por su pecho hasta colocarlos en su cuello.

Seung tembló y creyó volverse loco cuando Ji Yong comenzó a bailar nuevamente, frotando sus cuerpos. Ese era la clase de momentos en las que tomas la decisión correcta o cometes una estupidez, Seung Hyun no supo exactamente cuál de las dos significaba sujetar la pequeña cintura de Kwon, pero así lo hizo, cerrando un poco más la escaza distancia que había entre los dos.

Nunca creyó en algo cercano a la magia, sin embargo ese momento, entre él y Ji Yong, estaba lejos de ser algo normal. Lo mágico era lo más cercano.

Ji Yong le sujetó con fuerza y comenzó a ondular su cuerpo al compás de la música, las manos de Seung sobre su cintura podían sentir claramente cada movimiento, apretando un poco más, mientras que pensaba en detenerse pero sin desearlo realmente.

Los pequeños ojos de Ji Yong eran los más hermosos que Seung Hyun vio alguna vez. El chocolate en ellos y el brillo especial eran sumamente atrayentes, sin mencionar el pequeño lunar en su mejilla.

Ver a Ji Yong todos los días era maravilloso; verle de cerca era un regalo de los dioses. Sus labios eran como dos algodoncillos esponjosos y rojizos, siempre incitándole.

« ¿Y qué si…?»

No; la sola idea de probarlos era impensable.

Pero el movimiento de sus caderas seguía quemando su pelvis y su agitada respiración chocando contra su pecho desnudo estaba confundiéndole.

Seung finalmente se inclinó un poco y le besó, pero no los labios, sino esa pequeña marca en su mejilla.

Y esos dulces ojos se abrieron tan sorprendidos, mostrando aquella expresión inocente de Kwon.

-Hyung. -Leyó en sus labios, siendo silenciado por la música abrumadora.

Ji Yong le sujetó de la mano y le condujo a través del aglomerado de cuerpos calientes, hasta que finalmente estuvieron en el oscuro pasillo que conducía a los sanitarios.

Seung Hyun recargó su espalda contra la pared, sintiendo como si el suelo se moviese, pensando en dónde estarían los demás y que hacían exactamente ellos dos en ese lugar, pero cualquier duda desapareció cuando Ji Yong recargó su cabeza contra su pecho, pegando su frente sudorosa contra su pecho descubierto.

La cabeza de Ji Yong sentía dar vueltas, pero cuando sintió la tibia piel de Seung contra su rostro y fue capaz de escuchar el acelerado corazón de él, supo que estaba bien. Se sentía tan ebrio.

-Hyung…-Supo que Seung Hyun le escuchó, cuando éste le sujetó de los hombros. -Me gustas.

Había sido casi un murmullo, pero Seung Hyun lo entendió. Era como esa clase de cosas que deseas escuchar tanto que sería inconfundible cuando finalmente ocurre.

Choi le separó lentamente, hasta poder verle el rostro nuevamente, se sentía tan avergonzado.

-Ji Yong…-Pero era tarde para arrepentirse, así que simplemente se lanzó a los labios del mayor.

Las palabras de Seung Hyun se ahogaron en la boca del otro, dejándole sorprendido, sin saber si era el alcohol en su sangre o verdaderamente deseaba que ese momento ocurriera con tanta desesperación como con la que sujetó la cadera de Ji Yong y le ayudó a enredar sus piernas en su cintura.

La situación era tan surrealista, por Dios que sí. Estaba ahí, el asistente perfecto de Yang Hyun Suk, sosteniendo de la manera más sexosa al asistente de Park Jae Sang.

Seung Hyun se tambaleó, como pudo, a uno de los cubículos del baño, sin importarle realmente quienes les habían visto entrar de aquella forma, sólo importaba la caliente lengua de Ji Yong chocar contar al suya.

Dentro del cubo, Seung Hyun recargó a Ji Yong contar la puerta y aprovechó para tomar un rápido respiro, colando sus manos por debajo de la camiseta del otro. La piel de Ji Yong era caliente y suave.

Esta vez fue él quien comenzó un beso. Tomando con fuerza a Ji Yong de la cintura y colocando una mano contra su nuca, profundizando aún más. El sabor de Ji Yong era de otro mundo, su sabor combinado con el licor y el cigarrillo le hacía hervir la sangre, combinado con los suaves suspiros que procedían desde el fondo de su garganta.

Ji Yong sintió los largos dedos de Seung enredarse en el collar que usaba ese día, acariciando la sensible piel de su nuca, volviéndole loco. Pocas cosas importaban ya, sólo era él y Seung Hyun dentro de un baño, frotándose entre sí.

Kwon se aferró a su cuello, encontrando la estabilidad para comenzar a mover su cadera de adelante hacia atrás, frotando los lugares indicados de ambos. Y Seung, a manera de respuesta, subió aún más su camiseta, recibiendo un mordisco en el labio inferior del travieso asistente Kwon.

Sus lenguas se entrelazaban con tal morbo que la ropa comenzaba a quemar. Que importaba ya si estaban dentro de un baño en un bar infestado de personas, qué si los demás estaban esperando, no importaba si Seung Hyun quedaba como un homosexual más, no en ese momento, hasta que la tranquila y ebria voz de Young Bae resonó en todo el lugar.

-Ji…Seung… ¿Están aquí?

Ambos hombres se paralizaron de inmediato, quedando estáticos y sin los efectos del alcohol de un momento a otro. Escucharon sus pesados zapatos en todo el lugar, hasta que finalmente se fue.

Entonces ambos reaccionaron y se separaron de prisa.

-Oh…Ji, yo…

Ji Yong limpió sus labios con prisa, intentando peinarse de nuevo y acomodando su ropa, negando con la cabeza.

-No, no…asistente Choi. -Y nuevamente pasó a ser un simple compañero de trabajo. -Lo lamento. -Y salió corriendo del lugar.

Seung Hyun no fue capaz de entender que era peor, si el haber besado a su compañero de trabajo o ser abandonado por éste en el mismo instante.

¿Qué pensaba? ¿Qué repentinamente su vida iría mejor?

Con los ánimos hasta el suelo, finalmente salió del cubículo directo al espejo. Había unas marcas oscuras debajo de sus ojos debido a las altas horas de la noche, sin mencionar su desaliñado cabello, pero a pesar de eso, sonrió.

Tenía pequeños rastros de brillo labial con sabor a sandía sobre su boca, ese era el brillo que usaba Ji Yong cuando le besó. No sabía que pasaría después, pero no cambiaría ese momento por nada del mundo.

-Vaya, vaya…pero si el brillante asistente Choi tiene una aventura con el buen Ji Yong. -Cuando Seung Hyun miró aquella melena decolorada salir de entre las sombras, palideció.

-Señor Lee…no es lo que parece. -Tartamudeó.

SeungRi sonrió divertido, caminando hacia su mayor.

-Tranquilo, asistente Choi, sé guardar secretos. -Deslizó uno de sus dedos por el pecho desnudo de Seung, guiñando un ojo. -Pero quiero un poco de eso.

- ¿Qué?

Pero antes de que pudiera procesar más, Seung Hyun fue besado por el pequeño rubio sin que pudiera hacer algo más, y, al separarse, éste chasqueó la lengua relamiendo sus labios.

-El asistente Kwon sabe tan bien. -Rio, finalmente saliendo del lugar, como si nada hubiese ocurrido.

« ¿Qué había sido todo eso?»

Seung Hyun mentiría si dijera que no tenía una gran resaca que intentaba mitigar con fármacos litros de agua, deseaba con urgencia marcharse a casa a descansar, sin embargo apenas había pasado media mañana de su jornada de trabajo.

Afortunadamente todo iba tranquilo, el resto del grupo no le había interrogado por marcharse tan repentinamente y Ji Yong no había aparecido en toda la mañana, cosa que le agradecía, no sabría cómo enfrentarle.

Pero toda aquella momentánea paz desapareció cuando Lee Seung Hyun entró a su oficina sin siquiera tocar.

Ese hombre rubio era como un demonio, encantador y despreciable.

-Muy buenos días, asistente Choi.

Seung Hyun suspiró pesadamente, masajeándose la sien de la cabeza.

- ¿Necesita algo, Lee?

-Sabe…cuando recién entré a la empresa, escuché un rumor extraño sobre usted. -Seung Hyun apretó la mandíbula. -Todo el mundo hablaba sobre la posible homosexualidad del asistente estrella de Yang. -El rubio se dejó caer sobre una de las sillas despreocupadamente. -Así que le busqué, usted me parecía lejos de ser gay, tan varonil y reservado. Encontrarle en ese bar con los demás fue todo un regalo para mí, Choi.

-Basta de rodeos. -Seung Hyun perdió la poca paciencia que tenía esa mañana. - ¿Qué quieres?

Lee Seung Hyun sonrió complacido.

-A ti. -Dijo con simpleza. -Quiero al perfecto asistente Choi para mí.

Seung Hyun tensó el rostro, sin estar seguro de haber escuchado bien, pero fue firme.

-No estoy interesado.

SeungRi elevó una ceja, con el orgullo herido. Se puso de pie, asegurándose de permanecer implacable y mostrar su hermoso cuerpo.

-Sabes que oportunidades como estas no se tienen dos veces en la vida.

-No quiero. -Se mantuvo.

Ri entonces escaló su escritorio, gateando hasta posar su rostro frente al de él y cuando Seung intentó reafirmar su respuesta, sólo recibió el cuerpo de SeungRi sobre él, terminando ambos en el frío suelo de su oficina de cristal.

Había sido un golpe fuerte, pero Seung Hyun sólo podía pensar en que debía quitarse al modelo de encima, Ji Yong podría aparecer en cualquier momento.

Lee juntó sus labios de nuevo, dando el beso más sucio que poseía, pero el asistente apenas y se inmutó, y entonces lo supo.

-De acuerdo, tú ganas. -Murmuró con molestia, dejando caer su trasero de lleno sobre la pelvis del mayor. -No sabía que ese simple asistente te gustaba tanto.

Las mejillas de Seung Hyun ardieron con fuerza.

-Entre Ji Yong y yo no hay nada. -Dijo rápidamente.

-Peor para ti, has dejado ir la oportunidad de tu vida por alguien tan…él, que ni siquiera sabe de tus sentimientos. -La manera tan despectiva de hablar provocó molestia en Seung.

-Como sea, quítate de encima, alguien podría entrar y malentender la situación.

Entonces, Seung Hyun maldijo su gran boca que solía invocar en peores momentos, pues en ese instante, entró un agitado Daesung, encontrándoles en esa situación tan embarazosa.

- ¡Pero qué demonios! -Gritó, para después enrojecer con fuerza. -Yo…lo siento. -Y huyó, sin que ninguno de los otros dos pudiera explicar siquiera algo.

-Genial. -Expresó Seung Hyun.

Ahora tenía un problema más.

Finalmente Lee Seung Hyun se puso de pie, permitiéndole reincorporarse.

- ¿Entiendes que cuando salga por esa puerta perderás la mejor oportunidad de tu vida?

-Largo.

El rubio giró su rostro indignado, marchándose con prisa, pero Seung Hyun alcanzó a escuchar como el modelo molesto iba ahora contra Young Bae.

Seung Hyun se sentó sobre su gran silla completamente exhausto, no había dormido lo suficiente, la palpitación contra su cabeza estaba matándole y ahora su mejor amigo parecía saber más de la cuenta.

Y no era que en ningún momento consideraría confesarle ese aspecto tan íntimo de su vida a su buen amigo Kang, pero ese no había sido el modo correcto, le debía una disculpa y, ahora, una explicación.

Kang Daesung, como secretario de una de las empresas de modelaje más importantes de Corea, había visto muchas cosas a lo largo de su vida. Afortunadamente, había sido criado de una manera en la que él fuera capaz de comprender las diferencias de los demás, se encontraba rodeado de homosexuales atractivos todo el día y no le molestaba en lo absoluto, incluso aprendía consejos de belleza de ellos.

Él sabía que la mayoría de los modelos eran homosexuales, pero no sabía que su mejor amigo, el implacable Choi Seung Hyun, también lo era. Estaba molesto, y no por la preferencia de su amigo, sino porque nunca tuvo la sensibilidad de confiarle a él su secreto.

Completamente exhausto, decidió que sería buena hora para ir por su comida, había trabajado todo el día, corriendo como loco tras el nuevo y frustrante fotógrafo, lo merecía, pero antes de poder salir de su oficina, Seung Hyun apareció ahí con la expresión más afligida que le había visto nunca.

Ambos estuvieron ahí, en silencio, Daesung sentado sobre una esquina de su escritorio y Seung Hyun de pie avergonzado.

- ¿Piensas hablar? Muero de hambre. -Animó Kang.

-Daesung…lo que viste, no fue realmente…

El secretario suspiró pesadamente.

-Seung Hyun…eres mi mejor amigo, y realmente no tienes por qué darme ninguna clase de explicación. Eres lo que eres y me agradas, te aprecio. -Y sonrió de esa manera tan suya, aliviando el corazón angustiado de Choi.

-Dae…

-Y sé que me aprecias también, así que voy a decirte algo. -Daesung juntó todo ese aprecio que sentía hacía Seung Hyun para ser sincero con él. -Entiendo que te gusten los hombres y todo eso, incluso perdono que no tuvieras la suficiente confianza para decirme, pero…-Suspiró nuevamente. -Ese Lee Seung Hyun no es una buena opción para ti, Seung. Es mal educado, promiscuo y se cree la maravilla del mundo.

Seung Hyun conocía a Daesung de años atrás, siempre le veía tan feliz y amable, sin embargo esa fue la primera vez que vio aquella mirada llena de determinación en él. Realmente Kang Daesung era su verdadero amigo.

-Daesung, realmente aprecio tus palabras. -Dijo sonriendo. -Yo…lamento no haber sido sincero contigo desde un principio, pero necesito que entiendas que en definitiva no salgo con Lee Seung Hyun, y no lo haré. Ese chico sólo estaba molestándome, sólo eso.

Daesung se mantuvo receloso.

- ¿Hablas en serio?

-Muy en serio, él es cero mi tipo.

Entonces Daesung volvió a sonreír divertido.

-Así que el asistente Choi tiene un tipo ideal. -Rio. - ¿Quién es?

Pero antes de que Seung supiera siquiera que responder, su tipo ideal entró completamente agitado por la puerta de la oficina de Kang.

-Secretario, Kang, disculpe la intromisión, pero…-Ji Yong se detuvo a recuperar el aliento. -El fotógrafo está buscándole como loco.

-Ese hombre va a volverme loco. -Chilló Daesung, pensando en que si él fuera gay, estaría feliz de ser buscando por otro hombre.

Cuando Seung Hyun miró nuevamente de frente a Ji Yong, sus mejillas enrojecieron de inmediato y se vio obligado esquivar la mirada, de la misma forma que lo hizo Ji Yong.

-No sabía que estaba aquí, asistente Choi.

-Buenas tardes, Kwon.

Y entonces todo cobró sentido para Kang finalmente. Entendió porque vio a Ji Yong huir del baño de aquel bar y porque Seung Hyun salió poco después tan ido, marchándose a casa de inmediato.

Definitivamente algo ocurría ahí.

-Bueno, iré a auxiliar a ese mal hombre. -Se despidió Kang, sonriendo ampliamente, disfrutando la atmosfera de miel que había.

Esos dos se gustaban de una manera tan fuerte que todo el mundo parecía darse cuenta, menos ellos, aun sí ambos pensaban en comerse a besos cada vez que se veían.

Notas finales:

Gracias por leer y comentar ♥


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