Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Talco por LostSilver

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

El tiempo por un momento se congeló a mi alrededor, en donde por más que quisiera, no podía apartar mi vista de aquello que siempre quise ver con mis propios ojos, cara a cara, finalmente estaba viendo al niño de talco que tanto quise conocer.

Me sentía cegado ante él, su belleza era mucho más de lo que imaginé, desprendiendo mi alma de mi cuerpo con solo mirarme con sus brillantes ojos grises, el color subió a mis mejillas y aparté la mirada, regresando a los rostros de los adultos que se miraban entre sí, pensando en qué decirme. Después de lo que parecieron siglos finalmente decidieron decir algo.

— ¡P-pero qué modales los nuestros! —La mujer trató de simular ignorancia.

—Nate, ¿quieres venir a saludar a nuestro invitado? —El hombre contenía sus tartamudeos.

Nate se quedó inmóvil por unos segundos, sus pequeños dedos se aferraban al marco de la puerta, tímidamente salió de la habitación y caminó hasta quedarse junto al hombre, éste inmediatamente le cedió su asiento y luego fue por otra silla.

—Mihael, este es nuestro hijo, Nate —La mujer forzó una sonrisa, Nate se quedaba inmóvil, solamente levantó una mano y la movió suavemente, le devolví el gesto.

—Un gusto —Dije.

Joder, sabía que ahora se vendría el tan temido silencio incómodo, realmente no sabía qué hacer en esa situación, pasé mucho tiempo imaginando en conocer al chico de talco, pero jamás creí que realmente llegaría tan lejos, y ahora que estaba aquí, estaba totalmente en blanco.

—Igualmente —Su voz me sacó de mis pensamientos, no esperaba a que me respondiera, o que al menos pudiera hablar, su voz era tan suave y bonita, todo en él era hermoso, mi corazón latía violentamente en mi pecho.

Tenía ganas de huir, tomar mis cosas y correr de vuelta a casa, las cortinas cerradas no me permitían ver el estado del exterior, sabía que tenía que continuar la conversación de algún modo, pero ni los padres de Nate sabían que hacer ahora, en verdad que soy un tonto.

— ¡C-comienza a hacerse tarde! —La madre de Nate exclamó de repente —. Es hora de que todos vayamos a dormir.

Miró a su marido quién asintió y se fue a una habitación, Nate permanecía en su asiento y yo en el mío.

—Mihael, no tenemos una cama extra, supongo que tendrás que dormir en el sofá —Me miró apenada.

—No me molesta, muchas gracias igualmente.

La mujer sonrió alegremente, se levantó y tomó a Nate del brazo, literalmente arrastrándolo a la habitación en la que estaba antes. El hombre regresó con un montón de mantas en sus brazos, colocándolas a mi lado.

—Usa esto para abrigarte en la noche, si necesitas el baño está en esa puerta —Me indicó, asentí y agradecí.

Después de un rato todos se retiraron, dejándome solo en la ahora oscura sala de estar, acomodé las mantas y me recosté en el duro sofá, tratando de conciliar el sueño, al menos tenía en donde dormir.

Después de lo que parecieron horas, aun no lograba dormir, en mi mente se invadía la imagen del niño de talco, tan hermoso… Pensar que estaba dentro de su casa, que había hablado con él, que estaba durmiendo en su sofá, sentía una oleada de mariposas revoloteando en mi estómago, ¿de qué otra manera me tenía que sentir? ¿Era normal? ¿Qué es lo que realmente pienso de él? Desde hacía mucho tiempo que quería conocerlo, pero ¿para qué? ¿Solamente sentía curiosidad? ¿Me aburría tanto que algo tan extraordinario como un niño hecho de minerales me hacía sentir tanta atracción por ser algo fuera de lo común? Me giré, molesto por todas esas estúpidas preguntas que no me dejaban dormir por mucho que agotaran mi cerebro.

Un pequeño crujido paralizó la oleada de pensamientos, mi mirada se dirigió al otro oscuro lado de la habitación, no podía ver nada, pero estaba seguro de que había una silueta acercándose a mí, sabía que era él, estaba saliendo de su habitación, ¿necesitaba usar el baño? No lo parecía, pues se había detenido bastante cerca de mí.

—Vuelve a tu habitación —Dije, posiblemente sorprendiéndolo.

—No estoy cansado —De nuevo su armoniosa voz, realmente adoraba oírla.

— ¿Qué piensas hacer entonces? —Pregunté, incorporándome en el sofá, tratando de encontrar sus ojos en la oscuridad.

Se mantuvo en silencio tanto tiempo que creí que se había marchado, pero una pequeña mano aferrándose a mi muñeca activó las alarmas, demostrándome que no solo seguía ahí, sino que ahora estaba más cerca, si fuera una persona cualquiera me enojaría porque invadía mi espacio personal, pero con él… Se siente diferente.

Sus ojos brillaron en medio de la oscuridad, una línea de luz que se colaba por las rendijas de una ventana me permitía ver el contorno de su rostro, y sus hermosos y brillantes ojos grises… cada vez más cerca.

— ¿Cómo es el exterior? —Su pregunta resonó por toda la habitación.

Oh, no había notado lo lindos que son sus labios, al moverse para conjurar esa pregunta, me pregunto si alguna vez habrá besado a alguien, desearía poder ser el primero…


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).