—Sabes, igual y vas a llamarme loco, pero no sé, SangHyuk no parece un tipo tan malo como dices que es —ya era la hora de salida para cuando Hak Yeon y yo volvimos a encontrarnos, había enfrentado finalmente sus dos últimas clases, y aunque recibió una reprimenda por saltarse las dos primeras, parecía estar completamente bien con ello.
—No lo es para las demás personas —le asegure mientras dejábamos las instalaciones—, parece tener alguna clase de placer perverso al molestarme específicamente a mí.
—Bueno, eso podría ser una clara referencia de que esta atraído por ti, quiero decir, ¿por qué solo a ti? —podía tener cierta coherencia su comentario, pero en qué cabeza cabía el hecho de que la mejor forma de cortejar a alguien era molestándolo al punto de humillarlo frente a toda la escuela, eso definitivamente no causaría un impacto positivo en nadie.
—¿Quieres saber por qué lo detesto tanto?; no es solo por sus constantes bromas estúpidas o su actual intento de “seducción”, él hizo algo imperdonable.
—¿Hizo uno de los maleficios inquebrantables? —arrugue el entrecejo sin saber a lo que se refería, por lo que pronto se disculpó, y me pidió proseguir, pero era demasiado largo para contárselo ahí, además de que no iba a esperar a que SangHyuk y su banda de gorilas descerebrados hicieran acto de presencia.
Invite a Hak Yeon a comer a mi casa, aprovechando el camino para hablarle sobre como todo el instituto se había enterado de mi orientación sexual, culpa de una carta y un imbécil que hurgo en la basura.
Todo había sucedido el año anterior cuando estábamos por terminar el segundo año del instituto; los profesores habían mezclado a todos los cursos, como siempre, para realizar una actividad llamada “el acto final”, en él escribíamos cartas a nuestros compañeros para luego dejarlas en una urna de forma anónima, luego ellos las recibirían y así se concluiría el ciclo, normalmente las cartas iban dirigidas a cualquier estudiante, sin importar si era de primero o tercero, y yo escribí a Suho, confesándole que estaba enamorado de él, usando mi nombre, el primer error, para luego cometer el segundo al arrepentirme en el último minuto y tirar mi hoja en uno de los botes de afuera, sin darme cuenta que el idiota de SangHyuk me seguía, luego de ello lo siguiente que paso fue que lo vi entregarle mi carta a Wonsik.
Mi carta termino siendo leída por la mitad de mi escuela, y escuchada por el resto, Suho me había visto con una mezcla de lástima y miedo que simplemente me destruyó de una forma que no creí posible, cualquier cosa habría estado bien, pero su silencio fue más cruel que una palabra despectiva o hiriente. Tras el incidente falte una semana a clases cuando iniciamos el tercer año, pero no podía quedarme escondido entre las paredes de mi habitación esperando que un milagro pasará y de pronto lo malo fuera bueno, además de que no pensaba en retrasarme con mis materias.
Tuve que enfrentarme a toda clase de insultos la primera semana, para la segunda ya casi nadie hablaba del tema, y durante la tercera los demás simplemente me ignoraban, lo cual estaba bien, solo necesitaba terminar ese último año, pero SangHyuk no parecía estar dispuesto a darme tregua, de pronto cada día, en cualquier oportunidad que se presentaba, aprovechaba para hacerme comentarios, señas u otra clase de comportamientos humillantes que solo terminaron por hacerme aislarme todavía más, había ocasiones en las que incluso prefería comer en el salón que ir a la cafetería y encontrármelo.
Hak Yeon escucho toda la historia mientras comíamos asado de cerdo en casa, por suerte mi madre y Haru habían salido, odiaba cuando el mundo me miraba como un perro herido por aquello, no era que de verdad me hubiera afectado emocionalmente, solo acabo con mi vida en la escuela, pero un día saldría y no debería preocuparme más por ellos, por él.
—Vaya, supongo que visto desde esa forma… no sé decir exactamente ¿él le entrego la carta al tal Wonsik?
—Sí, deliberadamente, además ¿por qué la tuvo que sacar de la basura?
—Es lo que más me causa curiosidad, antes de eso ¿ya lo habías visto alguna vez?
—No que yo recuerde, la verdad es que jamás fui demasiado cercano a nadie que no fuera Suho, y raramente hablaba con los de primer año.
—Supongo que por ahora lo mejor es irse con cuidado y averiguar qué es lo que quiere, quizá pueda acercarme a ese tal Wonsik y averiguar porque difundió la carta aquel día —sentí un pánico apoderarse de mi en un segundo, si SangHyuk era un pesado, Wonsik le ganaba y por mucho, el tipo se divertía de molestar a quien fuera que se cruzara en su camino, contrario a mi verdugo personal, él era todo el estereotipo de un matón, calificaciones apenas suficientes para pasar, un vago, tenía cara de tócame y te arrancaré los dedos.
—No puedo dejar que lo hagas, el tipo te comería vivo, y más si llega a saber que eres gay, acabaras siendo tan o más humillado que yo, él es la clase de persona con la que no te mezclas sin un motivo demasiado fuerte.
—Pero SangHyuk es su amigo, y el tipo no parece ser del mismo calibre.
—Esa amistad es muy extraña, bueno, todos ellos en general, son cuatro chicos, los dos genios, SangHyuk y Hongbin, el cual va adelantado un año, va de hecho en mi clase de cálculo, aunque jamás hemos hablado; y los dos problemáticos, Wonsik y Jaehwan, esos dos son la encarnación del demonio, usualmente Jaehwan es tranquilo a menos que lo molestes, pero Wonsik…
Terminamos la plática un poco antes de la cena, Hak Yeon aún tenía deberes y yo igual, aunque no logré sacarle aquella idea de acercarse a Wonsik por lo menos lo convencí de ser precavido y alejarse si veía que las cosas podían salir mal, definitivamente mi nuevo compañero era demasiado decidido, y aunque aquello podía ser bueno, en ocasiones como esta quizá no tanto.
Mi primera clase del martes era química, no me encantaba, pero al menos era bueno y me ayudaba a subir mi promedio, la universidad que quería no me dejaría entrar con malas notas y por ello había anotados todas aquellas en las que era el mejor; al salir me lleve el susto de mi vida al encontrar a SangHyuk esperando en la puerta, trate de pasar de largo, pero me intercepto casi tan rápido que no lo vi.
—Hola —lo mire fijamente sin responder.
—¿Acaso no tienes clases?
—Si, mi siguiente materia es en el salón de al lado, ya dejé mis cosas, así que puedo acompañarte a la tuya, Biología avanzada ¿no? — a como pude me aparté de él siguiendo mi camino por el pasillo—, me se tu horario de memoria.
—El acoso es ilegal ¿lo sabías?
—No te estoy acosando —se rió pasándome el brazo por los hombros como su fuéramos los amigos más íntimos del mundo, lo cual desde luego no sería ni de chiste algo cierto, pude ver como todos nos observaban lo cual me incomodo mucho más de lo que creí, haciéndome empujarlo—. Tranquilo, dije que quería explicarte las cosas.
—Piérdete.
—Vamos, Leo, ¿qué debo hacer para que me concedas al menos media hora de tu tiempo?
—Desnúdate en el patio central de la escuela ¿qué tal eso? —enarcó ambas cejas con una expresión atónita—. No, es más, si te paseas por la escuela entera, te daré una hora completa.
—Vaya… eso es… —SangHyuk se rasco la cabeza mirando al pasillo.
—Así que hasta que no lo hagas, deja de joderme —ni él se atrevería a hacer algo como aquello.
Pronto fue la hora del almuerzo, me encontré con Hak Yeon en la cafetería, estar con él hacía que el pánico disminuyera exponencialmente, además de que era más cómodo estar en una mesa que en un salón mirando al patio.
—A qué no adivinas con quién he descubierto que tengo una clase—Hak Yeon ya estaba sentado en una mesa con una enorme orden de pollo y fideos, tome asiento mirando con expectativa, sacando mi almuerzo—. El chico nerd, Hongbin, tiene clase de literatura conmigo si logro acercarme a él podré inmiscuirme en su círculo, conoceré a Wonsik y sabré que paso exactamente aquel día.
—No sé porque te esfuerzas tanto en esto, a mí ya ni siquiera me importa, en unos meses saldremos de aquí y no volveré a verlos.
Un montón de risas estallaron de pronto cerca de la puerta de la cafetería, lo cual fue imposible ignorar pues de pronto media cafetería comenzó a abalanzarse sobre alguien sacando sus celulares para tomar fotos y videos.
—¿Qué está pasando? —Hak Yeon se levantó a mirar mientras yo seguía comiendo—. Oh por Dios…
—No me digas, ¿le hicieron calzón chino a alguien?
—Pues… no exactamente —su comentario me hizo finalmente mirar el alboroto, encontrando a SangHyuk en calzones caminando justo hacia nuestra mesa, la cuchara se me cayó de la boca ¿Qué mierda estaba pasando? —. El niño sí que tiene mucho que presumir eh.
Aquello sí que tenía mucho de verdad, SangHyuk estaba por mucho fuera de lo que podía haber llegado a pensar de él, tenía el cuerpo muy bien trabajado, con todos los músculos torneados y unos abdominales tan duros que incluso yo me sentí tentado a tocar cuando lo tuve a menos de un metro, realmente el uniforme escondía demasiado de él, o cualquier prenda que usara.
—Supongo que me he ganado una hora.
Fue lo único que alcanzo a decir antes de que uno de los profesores llegara gritando para llevárselo casi arrastrando, pude ver a sus amigos en una de las mesas del fondo partirse de risa mientras le tomaban fotos, salvo a Hongbin quien lo observaba desaprobatoriamente, y cómo no, el hombre se paseó por la escuela en calzoncillos, aunque siendo sinceros, ni siquiera parecía avergonzado por ello lo cual no era parte de mi plan maligno.
—¿A qué se refería con eso?
—A que soy un idiota.
Recordatorio mental, jamás retar a SangHyuk.