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Un chico como tú por perv_muse

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Para el sábado de aquella semana termine arreglándome y saliendo de casa a las dos y cuarto, SangHyuk me había citado en una cafetería que estaba no muy lejos de la escuela, y aunque habría deseado algo más cerca de casa, no quería recibir una proposición suya de acompañarme de regreso, así podía utilizar el pretexto de la distancia.

Fui el primero de ambos en llegar, el lugar parecía bastante cómodo y concurrido, lo cual era un arma de doble filo, pues si SangHyuk planeaba hacerme alguna jugarreta podía ser ayudado o convertido en una burla; tomé la mesa de la terraza, aún faltaban diez minutos para la hora de nuestro encuentro, por nuestra cita fallida sabía que él era de aquellos que llegaban justo en punto, ni antes ni después, por lo que pedí un zumo de naranja para esperar.  

Mi teléfono vibro, era un mensaje de HakYeon, preguntándome si haría algo aquella tarde, la era que no, había prometido darle a SangHyuk una hora y solo eso tendría, por lo que le respondí que no, casi un segundo más tarde me entro una llamada suya.

—¿Qué sucede?

—Nada en realidad, pero estaba pensando que, ya que tienes el día libre, podríamos ir a una fiesta, ya sabes, es Halloween y todo el mundo irá disfrazado —sonreí de medio lado, no sonaba mal, pero tenía mucho que no iba a una, ya que no me invitaban frecuentemente, especialmente con mi gran número de amigos.

—No lo sé, no tengo nada que ponerme y la verdad es que ni siquiera me gusta beber.

—Vamos, yo tengo muchos disfraces, cada año he arrasado en las fiestas gracias a ello y estoy seguro que alguno debe quedarte —si algo tenía HakYeon era el ser insistente hasta el hueso, pero no iba a ponerme nada que él hubiera usado, no me imaginaba el tipo de extravagancias que usaba durante esta clase de eventos.

—Creo que yo compraré uno…

—¡Ese es el espíritu!

Hak Yeon me colgó tras conseguir convencerme, aunque siendo sincero no le había costado demasiado. Me sorprendía la facilidad con la que ese chico moreno lograba hacer amigos, una semana y ya lo estaban invitando a fiestas, yo llevaba casi tres años en aquella inmunda escuela y las únicas fiestas a las que me invitaban eran las de Suho, aunque eran las mejores, pero ni ello lograba que fraternizara más con mis compañeros.

—Viniste —una voz me saco de mi ensimismamiento, SangHyuk traía una pequeña maleta ¿qué llevaría dentro? ¿algún artilugio maligno que lo ayudaría a destruirme?, lo mire con recelo—, por si te lo preguntas, y creo que lo haces, es mi maleta del gimnasio, fui a entrenar.

—No te creo.

Tomo la maleta, dejándola sobre la mesa y abriéndola para dejarme ver su ropa sucia y un par de tenis, sentí una vergüenza enorme que aparte la mirada.

—No estaba seguro de que fueras a venir así que no regrese a mi casa para dejarla.

—Te dije que te daría una hora —tome un trago de mi jugo, aun sin mirarlo—, yo si cumplo lo que digo.

—Eso no es cierto, me dejaste plantado el viernes pasado ¿lo olvidaste? —SangHyuk se sentó frente a mí, dejando la maleta junto a su silla, ordenando un sándwich y un frappé—. Así que no, no siempre lo haces.

—Tenía buenos motivos, aun los tengo.

—Lo sé, pero ya te he dicho que me dejes explicarte, aunque sinceramente dudo que me creas, aunque suene extraño todo fue… no creí que las cosas fueran a pasar a así —lo miré dándole una mirada escéptica—. Pero no voy a tratar de “justificarme”, lo hecho, hecho esta ¿no?

—Cuanta sabiduría en una sola frase, Einstein estaría maravillado —dije marcando un claro sarcasmo, de verdad no quería estar ahí con él, además de que tenía que ir a buscar un disfraz para la fiesta de Hak Yeon ¿Qué podría utilizar?

Pasamos un rato en silencio, SangHyuk recibió su comida la que empezó a devorar sin volver a mirarme, era extraño, ¿para qué quería salir conmigo si iba a pasársela ignorándome?, miré mi teléfono por unos minutos más, de pronto las piernas me hormigueaban, quería irme.

—Si no tienes nada que decir me iré.

—Pues vete —su tono fue tan fatídicamente indiferente que no me pude mover de mi asiento, lo miré asombrado ¿de verdad todo iba a terminar así?, sus ojos se encontraron con los míos por un momento— ¿Qué esperas que haga? ¿Qué te ruegue?

—Supongo que no.

—Leo, me paseé por la escuela casi desnudo, enfrente una suspensión de dos días y aunque trato de venir aquí con una buena actitud, lo único que haces es mirarme como si tuviera lepra y me tratas tan despectivamente que me pregunto si verdaderamente vale la pena intentar algo —bufé ¿así que estaba ofendido? ¿Cómo se suponía que esperaba ser tratado cuando llevaba medio año haciéndome la vida miserable?

—Entonces me supongo que es mi turno de suplicarte, después de que básicamente me humillaras frente a mi mejor amigo, me hicieras la burla de la escuela y que me hayas estado jodiendo por seis meses, si claro, solo por haberte rebajado una semana ya mereces que te lance flores y algodones de azúcar ¿acaso eres estúpido? —me levante, si quería una disculpa, no la obtendría de mí, deje la cafetería y salí hacia la primer calle que vi, estaba tan cabreado, era culpa mía el haber ido, debía haberlo dejado plantado de nuevo.

—¡Oye! —escuché a SangHyuk a lo lejos, apresuré mis pasos—. ¡Leo!

Sentí su agarre sobre mi brazo, haciendo que me detuviera, me gire a mirarlo obligándolo a soltarme.

—¡Estoy tratando de redimirme! Perdona si estos meses han sido malos para ti, pero ni siquiera quieres escuchar lo que paso, yo no tuve completamente la culpa de lo que sucedió aquel día en el gimnasio, pero no escuchas, te cierras en tus propias conclusiones.

—Pues no estas intentando lo suficiente, si tanto crees que de verdad el contarme tu versión de los hechos me hará cambiar de opinión respecto a ti ¿por qué no lo sueltas?

—Porque no vas a creerme.

—¡Al menos inténtalo!, aunque dudo que lo que sea que digas me haga cambiar de parecer…—sentía ganas de llorar, recordando aquel maldito día—. No me importo que la escuela entera me repudiara, o que se burlaran de mi por… lo que me dolió fue ver la cara de Suho —lo mire sintiendo ganas de empujarlo, de golpearlo y sacar toda mi rabia— ¿qué sentirías si la persona a la que quieres te mira con miedo, con asco?

—Bueno, he experimentado que me mire con odio.

—No lo entiendes, yo lo amaba… —el rostro de SangHyuk se descompuso en una extraña mueca—. Tengo que irme.

Tome mi teléfono buscando la tienda de disfraces más cercana, necesitaba despejarme antes de poner a llorar, sentía el corazón partido, justo como aquel día, pero ya no podía regresar el tiempo y pedirle a mi otro yo que no escribiera esa maldita carta. El local estaba a tan solo unas pocas cuadras de ahí, parecía suficiente la distancia para que se me bajaran las ganas de mutilar a alguien.

La tienda de disfraces parecía un local un poco antiguo, el letrero de la entrada estaba hecho de madera y tenía por nombre “Jekyll&Hyde” muy apropiado para el tipo de indumentaria que vendían. El interior estaba lleno de estantes con diversos disfraces, había desde enormes botargas hasta diseños sencillos de pantalones o vestidos, perdería un buen rato en decidir que usar, aunque definitivamente tenía que ser algo que ocultara mi identidad, no quería que todos los de la escuela estuvieran hablando sobre mi presencia en la fiesta, pero algo no demasiado pesado como una botarga, algo quizá con mascara.

El dueño era un señor de unos cincuenta años, bastante agradable, y al ser los dos únicos en la tienda, se tomaba el tiempo de mostrarme y sugerirme disfraces, probé siendo un pirata, un vampiro, incluso un astronauta, pero ninguno parecía convencerme del todo, o simplemente era el mal animo que tenía conmigo.

—Este es muy bonito —elogie un traje de un aviador que consistía en una enorme chamarra verde olivo, pantalones cafés, botas negras y el gorro—, pero supongo que no podría ocultarme bajo esto.

—Si buscas algo que no deje ver quién eres, aquí tengo uno perfecto —el hombre saco una capa negra junto con un traje y una máscara blanca partida por la mitad, no necesitaba ser un genio para saber que se trataba del fantasma de la ópera, y sin duda alguna era el indicado, casi parecía estar hecho especialmente para mí; tarde unos minutos en probármelo y otros pocos mientras el hombre me mostraba un peinado ideal para obtener el personaje completo.

Toque mi rostro, mirándome al espejo, sintiendo aquella mascara como algo tan palpable y real, no como un disfraz, sino un acompañante de mi día a día, una carga dura y pesada que soportar; una lágrima resbalo por mi mejilla, el corazón me pesaba, era tan agotador fingir todo el tiempo que nada importaba y que estaba bien, que apreciaba aquellos momentos de completa liberación en donde nadie podía verme para juzgar, incluso mi hermana a quien tanto quería, no me gustaba que me tratara con demasiada compasión o lastima, aunque lo hacía por amor, simplemente el que me mirara con alguien lastimero me convertía en ello.

Escuche la campana de la tienda sonar, limpie mis lágrimas y regrese al mostrador con mi ropa puesta y el traje en la mano. Me sorprendió ver a SangHyuk en la entrada, tenía la frente llena de sudor igual que su camisa, parecía completamente sin aliento.

—Oye… yo… quería disculparme —lo mire, no tenía ganas de pelear así que asentí, entregando mi disfraz al hombre para que lo empacara y me cobrara. SangHyuk se acercó a mi—. Fui un estúpido insensible, yo… es solo que lo que dije era verdad, sé que me he pasado estos meses haciendo de tu vida un infierno, pero no puedo pasar otros seis meses pagando por ello.

—¿Por qué no? —no es que de verdad lo deseara, pero quizá por una vez debía escuchar sus razones.

—Porque no los tengo —enarque las cejas—, veras, el ciclo escolar acabara pronto y tú vas a graduarte, no sé si seré capaz de verte después de eso así que…

—Tardaste mucho en notarlo ¿no? —asintió ligeramente avergonzado—. Eso no cambia el hecho de que te odio, pero quizá puedo darte una segunda oportunidad, siempre y cuando dejes de ser un idiota.

—¿En serio?

—Ya te dije, cumplo lo que digo —SangHyuk sonrió observando como pagaba el traje.

—¿Irás a una fiesta?

—Hak Yeon me invito, dijo que sería de disfraces y a menos que quisiera acabar vestido de gatito sexy o algo así, preferí comprar algo por mi cuenta.

—Igual me han invitado a una, pero no pensaba ir, la verdad es que no me siento demasiado a gusto —reí bajo, increíble que SangHyuk dijera aquello, pero no era descartable, salvo por el hecho de que me molestaba, el tipo era impecable en todo aspecto y jamás había escuchado de que asistiera a fiestas o algo, quizá lo hacía o tal vez no, su vida no era precisamente de mi interés.

—Deberías ir, quizá puedas encontrar algo interesante, o alguien más a quien molestar.

—Podría ser posible, pero no tengo un disfraz.

Sonreí de lado, señalando el lugar.

—Supongo que puedo darte esa hora que prometí y ayudarte a buscar algo decente.

Aquella hora se convirtió en tres para ser exacto, SangHyuk tenía un gusto demasiado exigente al momento de elegir algo, me sorprendía que tardará tanto escogiendo algún modelo para luego probárselo y terminar botándolo al siguiente minuto, pero durante aquel momento pude sentirlo tan diferente, como si se tratara de algún viejo amigo con el cual salir, solo por aquel momento me permití dejar de odiarlo.

 

Notas finales:

Hola~ perdón por la tardanza, es que esta semana anduve de un lado para otro y deje la computadora en mi otra casa y no podía actualizar porque no tenía el documento y en fin...

Espero que les haya gustado <3 espero subir otro en los próximos días así que esten atentas.

Muchas gracias por sus comentarios, la verdad es que me hacen sentir mariposas ^^ <3 que tengan bonito domingo


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