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Un chico como tú por perv_muse

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—Vaya, me sorprende que escogieras algo tan… sofisticado —Hak Yeon se paseaba a mi alrededor mientras observaba con detenimiento mi disfraz, parecía complacido lo cual me hacía sentir ligeramente avergonzado.

Tras haber acabado mi salida con SangHyuk, había ido a casa de Hak Yeon, por insistencia suya desde luego, pues aseguraba necesitar una segunda opinión para su disfraz, que desde mi punto de vista iba perfectamente con él, era una especie de samurái de la era Meiji, llevaba la armadura, el casco y las espadas, por algún motivo pensé que al ser abiertamente gay llevaría alguna clase de diseño exótico y muy ceñido, incluso yo tenía ciertos estereotipos.

—En realidad fue idea del señor de la tienda —peine mi cabello un poco hacia atrás con un poco de gel, justo como el hombre había sugerido—, aunque viendo tu disfraz quizá no habría estado mal aceptar algo tuyo.

—¿Quieres ver mis trajes? —sonrió con una extraña complicidad y asentí, dejando que me arrastrara hasta su enorme armario, Hak Yeon parecía de una familia muy bien acomodada, su habitación era quizá dos veces la mía y su ropero ni decir, era otro cuarto gigante con todo tipo de accesorios, desde zapatos de diseñador hasta trajes sastre, aunque tenía una sección dedicada a su utilería de Halloween.

Quede boquiabierto al ver sus disfraces, tenía uno de un ciborg, otro que parecía de un personaje de algún videojuego, piloto de carreras, un kimono, ángel negro, vampiro y otros que eran igual de impresionantes, ahora si me arrepentía de haber gastado en el traje del fantasma de la ópera, no es que no me gustara, pero aquellos simplemente eran geniales y muy bien hechos.

—¿Te gustan?

—Son impresionantes, parece que de verdad te esfuerzas.

—Lo hago, son trajes hechos a la medida, mi madre es diseñadora, así que siempre le ha gustado hacerme resaltar en épocas de este tipo, deberías ver mis trajes de la primaría —así que su madre era algo así—. Aunque a mi padre jamás le encanto demasiado, pero bueno, a él no le gustaba casi nada.

—Entonces ¿es ella quien te hace todo esto? —Hak Yeon asintió sacando un estuche de maquillaje—. ¿Vas a pintarte?

—Y tú también, debes sacar a relucir esos rasgos tuyos, eres más guapo de lo que piensas, pero necesitas algo de resalte, ven.

Salimos de su armario y me llevo hasta su tocador, luego abrió el maletín lleno de brochas y pinturas, me preguntaba si las mujeres tendrían uno como aquel o más grande. Estuvimos unos minutos así, mientras me delineaba los ojos y aplicaba base, se sentía tan extraño, como tener una segunda piel.

Al cabo de un rato, una mujer entro, era increíblemente hermosa, con el cabello largo hasta la mitad de la espalda, unos ojos impresionantes color miel, de tez morena ligeramente más clara que Hak Yeon; llevaba un impecable vestido color gris Oxford con un saco blanco y unos tacones negros de aguja.

—Madre —Hak Yeon dejo de pintarme para ir con ella, ¡¿Era su madre?!, parecía tan joven y bella que había casi pensado que era su hermana—. ¿Te vas?

—Tengo que ir a ver a los abogados para la próxima audiencia, tu padre está pidiendo una sarta de estupideces y debo estar preparada —la mujer me observo un segundo y luego volvió la mirada a su hijo—. ¿No vas a presentarnos?

—Oh, cierto, madre, él es Jung Taekwoon un compañero de la escuela —la mujer sonrío de lado, me levante haciendo una venia.

—Mucho gusto, joven Jung, soy la madre de Hak Yeon, Minju Hwang.

—Ella está usando su apellido de soltera.

—¿Esperabas que me quedará con el de tu padre? —Hak Yeon negó, su madre parecía bastante divertida—. Si pudiera, cambiaría el tuyo, pero ni loco va a dejar que eso pase, por eso cuando seas mayor de edad debe cambiarlo.

—Eso haré.

La señora Hwang dejo un beso en la frente de mi amigo para luego irse, pidiéndole que se portara bien y que pidiera al chofer que fuera por el cuándo hubiera salido de la fiesta, de pronto el mundo parecía tan pequeño, ¿ahora era amigo de una especie de chaebol?, no es que me importará pues yo no era exactamente de una clase baja económicamente hablando, pero tampoco nos dábamos el lujo de tener un departamento tipo pent-house o contratar choferes, aunque siendo sincero aquello me recordaba un poco a Suho, el si era un chaebol de tercera generación, pero uno sencillo y de buen corazón.

Cuando recién llegamos a la fiesta sentí el corazón martilleándome contra el pecho de una forma que apenas y era imperceptible, al parecer la fiesta se trataba de la misma a la que Suho me había invitado, pero me negué a aceptar, al menos llevaba la mitad del rostro cubierto, y la otra pintada, nadie me reconocería ¿cierto?

Cuando entramos la estridente música resonó en mis oídos como un martillo contra el metal, era excesivamente estridente, lo suficiente para que no pudiera comunicarme con mi amigo usando palabras sino señas. Toda la escuela estaba ahí, casi podía sentir que el traje se me empapaba en sudor debido a los nervios, quería salir huyendo y apenas tenía un par de minutos ahí dentro. Hak Yeon se perdió entre la multitud para conseguir algo de tomar mientras yo me iba lo más lejos de la pista de baile, hasta el jardín exterior donde estaba la alberca, igual estaba lleno de gente, pero un poco menos que en el interior.

Me senté en una de las enormes piedras decorativas, observando como muchos de los chicos se lanzaban dentro de la piscina, jugando y coqueteando con las múltiples chicas que ahí había ya que era pocas las ocasiones en las que podían relacionarse con tantas mujeres, estudiando todos en un instituto solo para varones, era obvio; todas las invitadas eran de la escuela de la hermana de Suho por lo que la mayoría eran universitarias.

—Lindo disfraz —hablando de mujeres, una chica vestida de ángel se había acercado para elogiar mi traje.

—Gracias, lindas alas.

—Soy Eunji, mucho gusto —se presentó mostrándome su perfecta sonrisa mientras me extendía la mano, la cual acepte sin presentarme—, es una buena fiesta, las fiestas de Junmyeon siempre son las mejores del año.

—Si, son buenas.

Siendo sincero, aun cuando había sido amigo de Suho jamás fui a ninguna de sus fiestas por lo que no podía decir si eran buenas o no, siempre que me invitaba encontraba el pretexto perfecto para zafarme pues no me apetecía estar entre un montón de gente apretujándose mientras bailaban, además de que tampoco me interesaba ligar con nadie, pues la única persona a la que quería hacerlo no tenía interés en mí.

—¿Y cómo te llamas?

—Leo —la verdad es que no me apetecía darle mi nombre real, y aquel nombre me lo había dado Suho, diciendo siempre que mis ojos se le asemejaban a los de un León.

—Oh, ¿El famoso amigo de Suho? —la mire sintiendo un nudo en la garganta, aquella reacción había sido opuesta a la que esperaba ¿por qué ella me conocía?, más bien ¿Suho aun hablaba de mí? —, tranquilo, no diré nada si no quieres, él me contó un poco de lo que sucedió.

—¿Eres amiga suya? —ella asintió—, creí que serías compañera de Irene.

—Oh no, ella y yo no nos llevamos precisamente bien —sonreí de lado, era la primera vez que escuchaba a alguien hablar así de Irene, aunque siendo sincero, tampoco era que me cayera muy bien, era demasiado esnob—. Suho, Lay y yo hemos sido amigos desde los seis años, cuando fuimos enviados a China para un campamento de verano.

—¿Lay? —la verdad es que Suho jamás me había hablado de sus amigos de infancia, en realidad además de estar siempre juntos en la escuela y pasar las tardes en su casa o la mía, no sabía mucho de su vida, quizá haberlo llamado mejor amigo era demasiado exagerado.

—Yixing, es un chico chino, tal vez no lo hayas conocido porque apenas y viene a Corea un par de veces al año, todo para ver a Suho —aunque Eunji probablemente hablaba solamente de la amistad de ambos, por algún motivo llegue a sentir un extraño sentimiento en mi interior, algo feo y doloroso—, como sea, creo que iré por algo de tomar ¿quieres que te traiga algo?

—Lo que sea está bien.

Eunji se fue mientras volvía a quedarme ahí solo, ¿dónde estaría Hak Yeon?, lo busque con la mirada, pero desde luego no iba a encontrarlo en el patio o la piscina, entraría a echar un vistazo y volvería antes de que Eunji volviera, no quería dejarla ahí botada, tal como mi amigo me había dejado a mí. Entre nuevamente al tumulto de gente en el interior, y no hizo falta demasiado para encontrar la armadura de samurái, lo que si fue impresionante fue verlo hablar con Wonsik y Jaehwan, Hongbin también estaba ahí, solo que parecía estar en su propio mundo bebiendo de un vaso rojo; algo hizo click en mi cerebro, si ellos estaban ahí, significaba que SangHyuk también lo estaría, mierda, el tipo había visto mi disfraz, si llegaba a encontrármelo, adiós a mi anonimato.

Busque a algún chico vestido con traje de militar inglés, pero había tantos disfraces que me sería imposible hallarlo; salí nuevamente hacia la piscina, y fue justo ahí donde lo encontré, platicando con Eunji, alto ¿acaso él ya me habría visto desde antes?, la chica alcanzo a divisarme antes de que pudiera volver a escabullirme dentro de la casa, tuve que ir a con ellos, SangHyuk se veía increíblemente atractivo en aquel traje, por no decir de su cabello hacia atrás, alguien debía decirle que con aquel peinado lucía como un hombre más maduro y guapo.

—Leo, creí que te habías escapado —Eunji se quejó entregándome un vaso rojo, parecía estar lleno de ponche o algo así, aunque estaba casi seguro de que esa cosa tenía alcohol—, pero Hyuk dijo que tal vez habías ido al baño o algo, así que se quedó a hacerme compañía.

—Si, estaba buscando a Hak Yeon, al parecer olvido que vino conmigo a la fiesta —aquel comentario fue completamente demás, pero había salido sin más—. ¿Ya se conocían?

—No —esta vez fue SangHyuk, mirándome con una sonrisa un poco extraña—, ustedes parecen buenos amigos.

—Acabamos de conocernos —puntualice, otra vez estaba a la defensiva con él.

—Vaya, parece que eres muy amigable con todos, menos conmigo —SangHyuk me mostró la lengua con diversión ¿desde cuándo se tomaba tantas confianzas conmigo?, el hecho de que hubiera sido buena persona con él un par de horas atrás no significaba que ahora podía hacerme bromas o juguetear conmigo.  

—No querrás que diga por qué ¿verdad?

—Y bueno, cambiando de tema ¿Han pensado a qué universidad irán?

—Yo creo que la universidad nacional de Seúl —tanto Eunji como yo lo miramos sorprendidos, siendo una escuela de alta demanda parecía casi un sueño el aspirar entrar.

—Universidad Nacional de Pusan—bien, yo tampoco pedía poco, pero estaba rankeada como la novena mejor universidad del país, mientras que la de SangHyuk era la primera.

Y así pasamos media hora platicando de nuestras aspiraciones profesionales, hasta que Eunji hizo la pregunta incomoda de la noche, lo que me hizo cuestionarme hasta qué punto Suho le habría contado de mí.

—¿Y tienes novia? —SangHyuk y yo nos observamos por un segundo, no sabía que responder, aún estaba listo para aceptar ciertos aspectos de mi vida frente a otras personas, especialmente teniendo el temor de que reaccionaran como todos en la escuela, como Suho.

—Es gay —la simple frase me dejo sin aliento, aunque cuando no había salido de mí, observe a SangHyuk, sentí unas ganas horribles de lanzármele encima ¿por qué volvía a hacerlo? ¿no le bastaba todo lo que ya me había hecho hasta ahora?

Salí de ahí sin esperar a ver la reacción de Eunji, había sido un estúpido al confiar en él, SangHyuk jamás cambiaría.

—¡Leo! —pese al alto volumen de la música aun podía escuchar su voz llamándome, subí por las escaleras, había un baño en el segundo nivel casi al termino de estas, si lograba llegar ahí podría encerrarme y SangHyuk tendría que largarse a otro lado— ¡LEO, REGRESA!

—¡DÉJAME EN PAZ! —brame subiendo mientras SangHyuk era detenido por la multitud, sin duda alcanzaría el baño antes de que él llegará a mí, y así fue, aunque siendo una fiesta no debí esperar a que estuviera desocupado, sin embargo, no espere encontrarme la escena que se presentó a mis ojos cuando abrí la puerta.

—¡Taekwoon!

Sentí un extraño mareo, el cual no iba ligado al alcohol ya que apenas y había tomado, habría caído si un idiota más alto que yo no hubiera estado parado detrás de mi justo en el momento exacto para detenerme. El momento paso demasiado rápido, salí de la fiesta un minuto después, luego de que Suho tratara de detenerme alegando que teníamos que hablar, pero ¿qué era lo que me diría? ¿qué lamentaba haberme hecho sentir un asqueroso fenómeno cuando en ese momento estaba besuqueándose con un chico en el baño? ¿qué no era lo que parecía?

SangHyuk me siguió hasta el exterior donde finalmente lance un grito tan fuerte que llame la atención de todos los transeúntes de ahí, igual nadie sabría quién era por la mascará, salvo obviamente SangHyuk, quien solo me observaba a un par de metros.

—Deberías quedarte —me gire, observando a SangHyuk a lo lejos.

—¿A qué? SangHyuk… no puedes pedirme nada luego de lo que hiciste hace un momento.

—¿Por decirle a Eunji que eres gay?

—Exactamente ¿quién te crees que eres para estárselo diciendo a todo el mundo?

—Solo creí que sería mejor si ella lo sabía, Leo, estaba comiéndote con los ojos.

—¿Y qué si lo hacía?, al menos no me estaba viendo como a un bicho, joder, solo sabes fastidiar las cosas ¿ves por qué no quería involucrarme contigo? —y encima de todo el haber huido de aquella situación me había llevado a otra completamente peor.  

—No entiendo por qué te avergüenzas de ti mismo, ¿qué importa si los demás te ven como les plazca?, tú eres tú y quien quiera estar contigo va aceptarte con todas tus rarezas.

—Dime una persona en toda la escuela, además de Hak Yeon que me acepte tal y cómo soy.

—Yo —bufe, era el colmo del descaro.

—Que cursi eres, ¿ahora vas a decirme que te gusto?

—¿Por qué te diría algo así? —su pregunta me saco de cuadro—, ¿Es algo que te gustaría escuchar?

—Yo…

—No hagas preguntas cuyas respuestas no quieres oír —SangHyuk parecía molesto ¿cómo se había tornado la situación de aquella forma? Se suponía que yo era el molesto, no él—. Te acompañaré a tu casa.

—Estás loco si crees que…

—Solo cállate y vámonos.

SangHyuk realmente parecía de temer cuando se enojaba, pero no era tan mala idea irme en compañía de alguien, después de todo pronto sería medianoche y dudaba que Hak Yeon siquiera hubiera notado mi ausencia, parecía tan entretenido con sus amigos que no iba a echarle a perder la noche por mis berrinches.

—¿No se enojarán de que te fueras? —le pregunte al cabo de un rato, era extraño estar en silencio.

—No son mi madre para enojarse —seguimos caminando un tramo más. Estaba empezando a hacer frio, agradecía traer la enorme capa—. Lamento haberme entrometido, no creí que fueras a molestarte tanto por lo que dije.

—Bueno, la próxima vez deja que yo responda por mí mismo.

—Lo haré —SangHyuk parecía un poco serio—. Leo ¿podemos hablar de lo que ocurrió hace seis meses?

—¿Tengo la opción de decir que no? —asintió—. Normalmente no haría esto, pero igual nos quedan quince minutos más de caminar y estar en silencio es extraño.

—Bien, por dónde empezar.

—Tal vez disculpándote por hurgar en la basura y sacar mi carta.

—Si, las cosas supongo que se pusieron un poco extrañas después de eso, aunque yo no tenía intenciones de entregársela a Wonsik, no es que este justificándome, pero él dijo que si se la daba… haría que cosas pasarán —apreté los labios con disgusto—, creí que sería distinto, que tú y yo nos llevaríamos bien.

—No entiendo ¿Querías ser mi amigo? —asintió ligeramente—, ¿Por qué no simplemente me hablaste?; SangHyuk no soy un monstruo o algo así para que sintieras miedo de mí, aunque dudo que lo tuvieras.  

—Es difícil explicar la historia, debo de omitir algunos detalles por ahora, quizá más adelante pueda contártelos.

—Eso es una pésima forma de tratar de redimirte.

—Aun no estás listo para saber algunas cosas ni yo para revelártelas.

Siendo sincero, ya no quise preguntar más, aunque ahora tenía la duda latente de ¿por qué SangHyuk le había entregado la carta a Wonsik? Llegando a casa supe que sería demasiado vil enviar a mi acompañante de vuelta a su casa solo, no sabía dónde vivía, pero casi podía jurar que no era muy cerca, y aunque parte de mi aun quería hacerle mucho daño no iba a permitirme ser como él. Mis padres ya estaban dormidos, al igual que Haru, entramos en silencio a mi habitación y pronto nos deshicimos de nuestros disfraces, termine prestándole algo de ropa a SangHyuk, era extraño verlo usar mis pijamas, pero no iba a dejar que se durmiera en su traje militar, podía imaginar lo incomodo que era.

Improvisé una cama con almohadas y cobijas para él en el suelo, no iba a dejarlo dormir en mi cama y no podía enviarlo a la sala teniendo en cuenta que Haru solía usar pijamas muy escasas de tela, no quería que aquel tipo viera a mi hermana y luego la pretendiera porque siendo sincero, podía ser joven, pero era bastante guapa.

—Gracias.

—Si le dices a alguien de esto, estas muerto.

—Pues en ese caso creo que no le diré nada a nadie —me recosté en mi cama con una enorme sonrisa, por segunda vez aquel día me permití el no odiarlo y simplemente disfrutar de la compañía.

 

Notas finales:

Hola Chic@s, la verdad es que no había podido subir porque esta semana la he tenido muy ocupada con la entrada a la escuela y la mudanza, pero en compensación subiré dos capítulos ^^


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