Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Un chico como tú por perv_muse

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Cuando desperté había olvidado por completo el hecho de que SangHyuk estaba justo a los pies de mi cama, el hombre ni siquiera hacia ruido al dormir, era igual a estar completamente solo; fue entonces cuando accidentalmente pisé su mano, provocando que hiciera un extraño sonido y luego me mirara con algo de odio, recordándome que estaba ahí.

—Oh... Lo lamento —mi disculpa no pareció demasiado sincera, pero estaba entre dormido y despierto, ni siquiera tenía idea de qué hora era; tomé mi teléfono y lo encendí recibiendo al menos cinco mensajes de texto y otros tres de voz, ya estaban por dar las ocho—. Hak Yeon va a estar molesto.

—¿Por qué? —mire al suelo, buscando el mejor camino para no pisar a SangHyuk, esquivando sus manos.

—Por irme sin avisarle, obviamente —abrí la puerta, mirando al pasillo, no había nadie despierto aún, quizá era buen momento para sacar a mi huésped, era descortés dejar que se fuera sin haberlo invitado a desayunar, pero ni siquiera era mi amigo para sentir culpabilidad por ello—. Será mejor que te vayas ahora.

El rostro de SangHyuk pareció oscurecerse un poco, sentí un poco de culpa pero era ridículo que incluso él pensará en que podía llegar a pedirle que se quedará, de por sí ya era demasiado que le hubiera dejado quedar; tomo sus cosas y en silencio bajamos a la estancia donde encontramos a Haru, por suerte para mí, hoy llevaba su pijama de dinosaurio, miraba atentamente la televisión mientras comía hasta que nos escuchó y volvió la mirada en nuestra dirección, dejando caer la cuchara en su tazón de cereal.

—¿Woonie? —me observó por un segundo antes de ver a SangHyuk. Haru frunció el entrecejo, levantándose sin dejar de verlo—. ¿Tú no eres SangHyuk?

Sentí un escalofrío, había olvidado que Haru tenía conocimiento de que él era mi actual verdugo y aunque en cualquier otro momento habría estado extasiado de que mi pequeña hermana le diera una paliza a verbal, no era el lugar ni el momento, no quería que mi madre se despertará si hacia algún escándalo.

—¡No! —grite pasándolo delante de mío, intentando empujarlo a la puerta, pero mi hermana podría ser cualquier cosa menos estúpida, por lo que me detuvo con una gélida mirada.

—Taekwoon, hablemos.

—Haru, él ya se iba.

—Dos minutos —Haru me tomo del brazo, jalándome hacia la cocina, cerrando la puerta tras ella—. Espero que haya una muy buena explicación para esto, hermano.

—La hay, bueno, tal vez no es muy buena, pero al menos creo que justificará su presencia.

Antes de empezar a contar todo lo ocurrido la noche anterior, tuve que ajustar un poco la versión, omitiendo el infortunado comentario de SangHyuk a Eunji y mi encuentro con Suho, ciertamente termine dando una versión nada parecida a la realidad, en la que ponía a SangHyuk como un buen samaritano que me había traído a casa luego de acabar completamente borracho, lo que desee luego no era cierto pues apenas y bebí un par de tragos.

—¿Y no trato de hacerte algo?; Si estabas tan ebrio quién sabe qué pudo haberte hecho mientras dormías, debiste llamarme.

—Vamos, estoy seguro que no hizo nada —mi hermana se cruzó de brazos.

—No confío en él.

—Yo tampoco, pero solo ha sido esta ocasión ¿Vale? —me rasque la cabeza tratando de entender mi propio comportamiento, era culpa de SangHyuk en primer lugar que hubiera acabado todo mal en la fiesta y aun así lo había dejado quedarse en mi casa; de cualquier forma, aquello no volvería a pasar.

—¿Y tú quién eres? —los ojos de Haru se abrieron como platos, al igual que los míos cuando escuchamos la voz de nuestra madre al otro lado de la puerta; salimos como un par de dementes, encontrando a nuestra progenitora mirando a SangHyuk con una mezcla de confusión y admiración.

—Mi nombre es Han SangHyuk, soy compañero de su hijo —SangHyuk se reverencio ante mi madre quien me volteó a ver esperando a que confirmara la afirmación de mi compañero.

—Lo es —su rostro se relajó, dándole una amable sonrisa.

—Vaya, hacía mucho que nuestro Taekwoonie no traía a nadie a casa —sí, desde el incidente con Suho hacia seis meses. Suspiré con frustración, ahora debería quedarse a desayunar por disposición de mi madre y no había nada que Haru o yo pudiéramos hacer—. Siento que tu apellido me es conocido...

—Tal vez Leo... Quiero decir, Taekwoon, quizá él le ha hablado sobre mí —SangHyuk me miró con cierta burla, a lo que respondí con una mueca, era obvio que jamás le había hablado a mi madre de él, aunque ciertamente era extraño escucharlo llamarme por mi nombre, lo que me remontaba al día que le prohibí decirme así, el mismo en que deje de ser amigo de Suho.

 

Flashback

Eran principios de mayo, yo me encontraba fuera del gimnasio, escondido en uno de los cubículos de baño, con mis piernas recogidas y abrazadas fuertemente; el corazón martilleándome contra el pecho, las lágrimas derramándose por mis mejillas sin parar, me sentía tan vacío, solo, recordando la sensación de aquel par de ojos mirándome de una forma que no podía explicarme, escuchando las burlas de mis compañeros mientras apretaba los puños para no tirarme a llorar en aquel preciso instante.  Respire profundo antes de finalmente tranquilizarme y salir.

Abrí el grifo del agua, mojándome el rostro para enjuagar las lágrimas e intentar bajar la hinchazón de mis ojos, no podía llegar a casa con aquel aspecto, no quería que mi madre empezara a hacer un montón de preguntas que no quería responder.

Escuche la puerta abrirse, sentí un sobresalto haciendo que me pusiera a la defensiva, lo siguiente que vi fue a SangHyuk, lucía extrañamente consternado, lo que me hizo hervir la sangre ¿Qué hacía ahí? ¿No le era suficiente haberme lanzado a la boca de los lobos?; llevaba mi sudadera en las manos.

—¿Qué quieres? —mi tono era un poco más agudo de lo usual, pero ni siquiera titubeaba, eso era bueno, al menos no mostraba miedo.

—Olvidaste esto.

—Gracias ¿ahora te preocupas por mí? —lo vi morderse los labios, como si estuviera tratando de reprimir una sonrisa ¿Cómo podía ser tan cínico, tan malditamente descarado?

—Oye, no es mi culpa que seas un marica —nuevamente se mordió los labios.

—Tienes razón, pero igualmente no era tu maldito asunto lo de la carta ¿sabes? —SangHyuk levanto su teléfono y un segundo más tarde sentí una luz cegándome—. ¡Cabrón! ¿Qué haces?

—Enfréntate a tus miedos, Taekwoon.

Me abalance contra él, el teléfono se le cayó de las manos mientras mi cuerpo colapsaba contra el suyo, apenas logre moverlo un poco, el tipo era duro como una piedra, ni siquiera era demasiado más alto que yo, quizá un par de centímetros más; pero aun así parecía un maldito colosal, golpeé su pecho con frustración mientras sus fuertes manos me tomaban por los hombros apartándome de él.

—Taekwoon, escúchame.

—¡No tienes derecho de decir mi nombre! ¡No me llames así! —grite como un maldito demente mientras intentaba zafarme de su agarre, pero era imposible, no podía ni avanzar un paso.

—¿Es esto lo que quieres?

—¡Tú qué sabes sobre lo que yo puedo querer o no! ¡Maldito fenómeno!

Me aparto de un empujón lo suficientemente fuerte para que trastabillara y cayera hacia atrás.

—Si hemos de hablar de fenómenos, mira que tú eres el primero en la lista —me lanzó la sudadera en la cara mientras se volvía hacia la puerta—, al menos deberías aceptar lo que eres.

SangHyuk abandono el baño aquel día sin decir nada más, dejándome con aquel vacío en el estómago y una enorme frustración que me hizo querer cometer uno de los errores más grandes de mi vida, tratar de acabar conmigo mismo, claro que mi plan fue frustrado por mi miedo a morir y las enormes ganas de venganza que tuve hacía él, las cuales con el tiempo se fueron apagando debido a mi cobardía y sus constantes burlas, después de aquello SangHyuk jamás volvió a llamarme por mi nombre, sino por la forma en la que había firmado la carta, el sobrenombre que Suho me había dado, Leo.

Fin Flashback

Tras acabar el desayuno mi madre salió con Haru, mi hermana debía comprar un par de cosas extras para terminar su traje de duende para la siguiente presentación que tendría, yo no me quede mucho más tiempo con SangHyuk, tenía que arreglarme e ir a casa de Hak Yeon para enfrentar lo que él llamaba ‘Un castigo de redención’, por mi huida la noche anterior, era extraño lo aprensivo que a veces podía llegar a ser, y la confianza que se tomaba cuando apenas teníamos una semana de conocernos.

Cuando llegué a su casa fui recibido por su madre, la señora Hwang, quien, aunque se comportaba amable caía en la exageración, había algo que simplemente no llegaba a parecer normal en la forma como me trataba.

— Hak Yeon está terminando de arreglarse, tardará un par de minutos en bajar, así que será mejor que tomes asiento ¿Te invito algo de tomar?

—Agua estaría bien —la mujer me sonrió antes de llamar a una de las empleadas—. Su casa es muy linda.

—¿Te gusta?, hubieras visto la que solíamos tener, con piscina y todo, digo, no me molesta el pent-house pero fueron tantas cosas las que se fueron en aquella antigua casa que mi ex esposo y yo compramos, me sorprende que Hak Yeon accediera tan fácilmente a irse, supongo que era eso o quedarse con su padre, y siendo sinceros, ellos dos no se toleran.

—Eso es muy triste, yo no me imagino no llevar una mala relación con el mío —aunque no lo viera tan seguido, mi padre era de los pilares esenciales en mi vida, siendo de los que más me apoyaban pese a mis dificultades.

—¿Quieres decir que él apoya completamente todo de ti? —la mire confundido.

—No entiendo su pregunta…

—Me refiero a tu sexualidad —baje la mirada ligeramente avergonzado ¿acaso Hak Yeon le habría dicho o era demasiado notorio? —. Oh no te avergüences, mi hijo me hablo sobre ti, es maravilloso que consiguiera un amigo como tú tan rápido, ya sabes, alguien que no lo juzgue por lo que es, aunque admitámoslo, yendo ambos en una escuela para varones, debe ser algo de lo más común.

Su afirmación me hizo pensar en Suho, algo común, quizá lo era, pero yo no sabía diferenciar entre quienes lo eran o no, pues apenas y podía cargar con el peso de yo no ser igual al resto de lo que las personas consideraban “normal”.

—Mi esposo jamás acepto que Hak Yeon fuera como es, aunque él ha sabido lidiar con ello desde muy niño, pero al cabo de un tiempo supe que debía escoger entre mi hijo o mi marido, indudablemente elegí a Hak Yeon.

—Eso es muy lindo de su parte, mi familia siempre me ha apoyado también lo que me ha hecho sentir que esta carga es menos pesada.

—¿Te sientes mal por ello? —seguía sin mirarla, era demasiado extraño hablar sobre aquel tipo de cosas con alguien que no fuera Haru—. No es nada malo, Taekwoon, es como a quien le gustan las fresas y a quienes no, no todos poseemos los mismos gustos ni estamos obligados a tenerlos ¿vale?

—Madre, deja de acosar a Taekwoon —Hak Yeon bajo con el cabello medio mojado y la toalla aun en sus hombros—. Y tú, asquerosa rata traidora, ven aquí.

¿Acaso me había llamado rata?; me despedí de su madre e hice lo que me pidió, siguiéndolo hasta su habitación. Su disfraz de samurái estaba tirado igual que un montón de cosas más, alguien había bebido mucho en la fiesta, eso era indudable.

—¿Por qué te fuiste?

—Tuve un altercado con SangHyuk.

—Eso lo sé yo y toda la escuela, los vieron irse juntos, hay cientos de fotos en la página de la escuela —de pronto sentí un extraño pánico apoderarse de mí y antes de colapsar por completo tome mi teléfono para verificar aquello que me decía, y lo era, sin embargo gracias a la eficacia de mi disfraz el único nombrado era SangHyuk, mientras que a mí me mencionaban como el chico misterioso, había cientos de comentarios preguntando quién era, pero nadie parecía saber, en efecto, los únicos que sabían mi identidad eran Eunji, Hak Yeon, Suho y SangHyuk, de quienes solo me preocupaba este último.

—Creí que me habían descubierto.

—Error mío, quiero decir, lo supe porque vi las fotos y sabía quién eras, pero eso no importa sino el ¿por qué te fuiste con el tipo que se supone que odias? ¿acaso ustedes…? —Hak Yeon sonrió insinuando algo que de solo pensarlo me revolvió el estómago.

—Ni siquiera te atrevas a pensarlo, no, lo que paso fue debido a que el idiota de SangHyuk le dijo a una chica que yo era gay.

—¿Y? Lo eres.

—Si, pero no le correspondía decirlo, no lo entiendes, él solo lo hizo para joderme.

—Literalmente, logró llevarse al chico a casa —entrecerré los ojos, dándole una mirada poco amistosa—. Oye, no me mires así, es la verdad, la verdad no creo que el propósito de SangHyuk este muy lejos de eso ¿sabes?

—No me interesa, el punto es que por su culpa yo me encontré con Suho y bueno, descubrí que al parecer…

—¿Al parecer?

—Él también es gay, estaba besándose con un tipo en el baño, los encontré casi comiéndose el uno al otro, Dios, jamás sentí un dolor tan fuerte, ni siquiera cuando sucedió lo de hace seis meses.

—Bueno, en ese caso ¿no deberías dar una mirada retrospectiva a la situación?

—¿A qué te refieres?

—Tu dijiste que Suho te miro con asco y miedo aquella vez ¿no es cierto? —asentí lentamente sin saber a donde quería llegar—, quizá por el impacto que tuviste y todo el alboroto pudiste malinterpretar algunas cosas como la forma en la que Suho reacciono, o lo que verdaderamente hizo SangHyuk.

—Puede ser lo de Suho, pero lo de SangHyuk sigue siendo algo inconfundible, él le dio la carta a Wonsik… hablando de él, ¿no estuviste con el anoche?

Hak Yeon se ruborizo ligeramente, al parecer sí que había estado con él, aunque su acercamiento sin duda no me serviría para nada, pues entre todo el ajetreo y las bebidas ambos habían terminado en el cuarto de limpieza haciendo a saber qué cosas, no planeaba escuchar los detalles.

—Taekwoon, tengo cierta curiosidad por algo que escuche decir a mi madre hace un rato.

—El qué.

—¿Por qué estas avergonzado de ser gay?

—No lo sé —me recosté sobre su cama, mirando al techo—, la verdad es que no es como si mi familia me despreciara por ello, solo mis compañeros, pero nunca me sentí estando cómodo al formar parte de esta… parte de la sociedad, ya sabes, con todo el mundo juzgando, con miedo a enamorarme y ser rechazado o repudiado.

—¿Has tenido novio? —me gire hacia un lado, tomando una de sus mullidas almohadas para abrazarla mientras escondía la mitad de mi rostro, sintiendo un escozor en mis mejillas, había salido con algunas chicas en un intento por “quitarme” mi extraño gusto por los chicos, pero luego de numerosos fracasos simplemente me había dado por vencido, aceptando mi eterna soledad—. Voy a asumir eso como un no, así que más específicamente hablando ¿has besado a algún chico?

—¿Eso por qué te importa? —murmuré sintiéndome más avergonzado, para mí no era tan fácil encontrar pareja, no como él que parecía poder ligar hasta con una piedra.

—¿Quieres que te ayude? —sentí su mano tocar mi brazo, haciendo que me encogiera un poco más.

—¿A-Ayudarme?

—Voltea —obedecí, encontrando su rostro a tan solo un par de centímetros del mío; escuche mi corazón bombear con fuerza, un pesado nudo se atoro en mi garganta mientras intentaba pasar saliva, Hak Yeon se acercaba segundo a segundo, mirándome a los ojos, sin apartar la vista; las puntas de mis dedos comenzaban a hormiguear, eso no se sentía bien, mi estómago estaba empezando a revolverse.  

—Chicos —nuestro extraño momento fue interrumpido cuando la madre de Hak Yeon entro en la habitación, mi amigo ni siquiera se inmuto cuando esto sucedió, contrario a mí que termine empujándolo con tal fuerza que acabo por caerse de la cama—. Solo venía a avisarles que saldría un rato, lamento interrumpirlos.

—Esto no es lo que usted cree.

Si lo era, pero en un sentido diferente.

El resto del domingo lo pase encerrado en casa terminando los deberes de la semana. Para cuando fue lunes lo único que deseaba era no encontrarme con SangHyuk en ninguna parte, pero si era sincero, estaba destinado a encontrármelo así me pasara el día entero en el baño. Fue para la hora del almuerzo que algo extraño ocurrió, no solo SangHyuk se terminó sentando a comer con nosotros, sino Wonsik, Jaehwan e incluso Hongbin, invitados, desde luego, por Hak Yeon, quien platicaba animosamente con el primero de estos.

—¿Estas bien? —SangHyuk estaba sentado a mi lado, con una enorme charola de samgyupsal—. Casi no has tocado tu comida.

—No tengo mucha hambre.

Era mentira, claro que deseaba devorar mi almuerzo, pero teniendo a Wonsik en la misma mesa me provocaba dolor de estómago, por lo que termine retirándome un poco antes. Salí al jardín principal, ahí al menos tendría algo de paz antes de que iniciaran las clases, o eso era lo que esperaba, antes de que una voz me sacara de mi trance.

—¿Taekwoon?

 

Notas finales:

Listo, lo prometido es deuda, espero que disfrutaran de ambos capítulos, espero esta semana tener un poco más de tiempo disponible, pero me ha sido algo complicado, igual muchas gracias por sus comentarios, estaré leyendolos y respondiéndolos en brevedad, gracias por tenerme paciencia <3 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).