Quedarme sentado a platicar con mi antiguo mejor amigo no era de las cosas que tenía planeada para mi hora del almuerzo, tampoco que Hak Yeon invitara a SangHyuk y su banda, pero ahí estaba, sentado en la entrada principal a un metro de Suho, quien hasta el momento además de haberme saludado y preguntar si podía quedarse, no había dicho nada, ¿era mi turno de romper el hielo, de dar el primer paso?
—Yo… —pues no, aun no era mi momento, Suho parecía contrariado, como si estuviera buscando las palabras adecuadas, pero yo no era el muñeco tan frágil que él creía, sin embargo, el que lo pensarán me hacía tan susceptible que casi estaba empezando a convertirme en uno.
—No lo pienses demasiado y dilo —solté con un tono cansado, pasándome las manos por el cabello—, te vi ¿qué más podrías decirme que me hiriera? ¿Qué en realidad no te doy asco? ¿Qué ese chico es tu novio?
—Lamento todo lo que ha pasado hasta ahora —podía escuchar la sinceridad de sus palabras y aun así no sentirme ni mejor ni peor—. Esperaba el momento indicado para aclarar todo este lio, desde hace seis meses, pero tú simplemente te alejaste.
—¿Y qué más podía hacer?; la forma en la que me miraste aquel día… sentí asco de mí mismo.
—Taekwoon, tu no entiendes, no sé qué es lo que creíste ver, pero sin duda alguna puedo decirte que yo jamás te miraría con asco, aunque si sentí miedo, porque en mis manos estaba el corazón de mi mejor amigo y no sabía cómo manejarlo, me asusté, yo tenía novio y de pronto la escuela entera hablaba de tu amor por mi…
—¿Desde aquel entonces? —no pude evitar sentir un cierto dolor en el pecho, pero nada que no pudiera tolerar.
—Mucho antes, Lay y yo… bueno, es mi amigo de la infancia y mi primer amor, las cosas simplemente se dieron con naturalidad, jamás te lo dije porque jamás creí que fuera algo necesario o importante —Suho jugaba con sus manos en un intento de calmar su nerviosismo, mientras mantenía una sonrisa en el rostro, mirando a la nada—. Eras mi mejor amigo y aun así no me di cuenta de tus sentimientos.
—Soy bueno ocultando lo que siento.
—Lo sé, pero no es bueno que te guardes todo, un día llegará otra persona a la que ames y si sigues siendo tan reservado, no serás capaz de amar correctamente ni dejar que te amen.
El hablar de aquella forma con Suho era de cierta forma reconfortante y al mismo tiempo triste, estaba finalmente aceptando el hecho de que nosotros jamás podríamos estar juntos, principalmente porque él ya tenía a quien amar y yo no era lo suficiente descarado para tratar de arruinar su relación, lo quería, por lo que deseaba verlo feliz y si no era conmigo, solo podía felicitarlo y continuar con mi vida.
Nuestra plática término más rápido de lo que esperaba y aunque nuevamente éramos amigos, eso no me hacía sentir completamente bien, quizá era la sensación de mi corazón siendo estrujado con fuerza en mi interior. Caminar por los pasillos mientras todos corrían a sus respectivas clases fue extrañamente lento, como si todos fueran a una velocidad mayor que la mía, dejándome detrás.
SangHyuk se encontraba fuera de mi aula, tenía el celular en la mano, lo miraba con diversión mientras parecía responder algún mensaje de texto; casi logré pasar a su lado sin que lo notará, pero sentí su mano tomar mi brazo, suspiré demostrando mi rendición, no comprendía como podía ser tan necio, tan constante en su intento por redimirse conmigo.
—Tengo clase —aquel solo era uno de los tantos motivos que tenía para no querer verlo, pero como si eso fuera importante para alguien como él, que se dedicaba a hacer su santa voluntad, me arrastro fuera.
—Solo quería disculparme, no creí que fuera tan incómodo para ti el que comiéramos con ustedes —no pude evitar hacer una mueca al escucharlo, que no supiera algo tan lógico como aquello solo me hacía querer estrellar su cráneo contra el muro, pero ni mis ganas de sepultarlo bajo tierra me daban energía suficiente para pelear con él, ahora mismo podía quedarme ahí y no moverme hasta que mis pies se enraizarán al suelo.
—Está bien, ustedes pueden seguir comiendo con Hak Yeon, Suho y yo estamos bien de nuevo —una vil y descarada mentira, en apariencia podíamos estarlo, incluso mi mejor amigo podía creer que yo nuevamente estaba cómodo con nuestra amistad restaurada, pero necesitaba más que un simple lo siento, claro que aquello no iba a externarlo a SangHyuk, el tipo podía ser capaz de usarlo en mi contra en cualquier momento.
—Oh... —una extraña expresión de formó en su rostro mientras se llevaba una mano al mentón, como si mi último comentario le diera mucho en que pensar—. Son... ¿Amigos?
—Desde luego ¿Esperabas que te dijera que mágicamente se dio cuenta que me amaba y me pidió ser su novio? —SangHyuk negó ligeramente sonrojado, sí que era medio imbécil—. Oye, lo descubrí metiéndole la lengua hasta la garganta a ese otro sujeto, no va a venir diciendo semejante estupidez.
—Supongo que no, pero oye, todo puede suceder hoy en día, incluso un ataque zombi —rodee los ojos, a veces podía decir comentarios tan imbéciles que ni yo podía disimular mi enfado—. ¿Estás bien?
—Se podría decir.
—Eso no suena muy convincente —SangHyuk sonrió, lo que extrañamente alejo mi malhumor por un segundo, ¿cómo podía alguien tan idiota e impertinente tener una sonrisa tan linda y perfecta?
—No diré que sí, pero tampoco es el peor día de mi vida, supongo que por ahora puedo decir que al menos podemos encontrarnos y hablar casualmente.
—Bueno, en ese caso ¿Te gustaría acompañarme esta tarde?
—¿A ti?
—Oye, vamos, no puedes decir que voy a jugarte alguna treta o que solo lo hago por molestar, creo que a estas alturas merezco algo de crédito ¿no crees? —lo miré por un segundo antes de negar y darme la vuelta—. Leo…
—Déjame decirte algo, SangHyuk, tú jamás te ganaras mi confianza, sin importar que tengas una buena obra de vez en cuando, el daño que hiciste es mucho mayor, acepta las consecuencias de tus actos.
—Lo sé, pero eso no va a impedir que lo siga intentando.
Al final de aquel día descubrí que algo tenía que andar mal en mí cabeza, SangHyuk había logrado convencerme luego de una larga explicación sobre sus amigos y una película que tenía muchas ganas de ver. Y si ya había sido extraño acceder, salir de la escuela junto con él todavía fue peor, todos nos miraban como si fuéramos algún bicho de laboratorio, incluido Suho, a quien nos encontramos poco después mientras subía a su auto.
—¿Está bien si pasamos a mi casa antes?
—Claro.
Tal como había predicho el día de la fiesta, el hogar de SangHyuk estaba literalmente al extremo opuesto de la mía, y a diferencia de la de Suho o Hak Yeon, la de él era todavía más impresionante debido a que se encontraba en una de las torres principales del centro de la ciudad. El lobby era alucinante, con una amplia recepción en la que había candelabros de cristal colgando en el techo y pisos de mármol blanco, incluso había varios guardias cuidando de los elevadores, quienes se refirieron a él como “joven Han” ¿Acaso era hijo de algún político? ¿o era heredero de alguna importante empresa?, siendo sincero me daba algo de vergüenza preguntar.
—Iré a mi habitación, espera aquí.
Me quede en la sala de estar un rato, observando aún más atentamente el lugar, a diferencia del lobby, el peth house en el que vivía parecía más sobrio, con un estilo minimalista.
—Stephanie, no olvides confirmar mi cena con los embajadores, necesito cerrar el trato con ellos lo antes posible —aquella voz me saco de mi ensimismamiento, me gire para encontrar a un hombre ligeramente más alto que SangHyuk, con rasgos muy similares a los suyos pero en una versión mucho más adulta, y vestido con un impecable traje azul mar, sus ojos, oscuros como una tormenta nocturna me escudriñaron lentamente antes de que se pasará de largo ¿Acaso no preguntaría quién era o por qué estaba parado a mitad de su sala?
La duda no me duro más de un minuto cuando SangHyuk hizo su triunfal regreso, por algún motivo se había cambiado de ropa y arreglado el cabello, no lucia nada mal, pero no encontraba razón suficiente para aquello, además de que ahora mismo yo me sentía como un total andrajoso.
—¿Te burlas de mí? —sabía que no, pero ver su rostro perplejo al escuchar mi comentario fue tan gracioso que casi deje una sonrisa asomarse en mis labios.
—¿No te gusta?
—¿Qué? —ahora el perplejo era yo ¿qué importaba si me gustaba como se veía o no?
—Puedo cambiarme de nuevo, si quieres, podría usar una chaqueta de cuero, o unos jeans menos ajustados —aquello me hizo mirarlo de nuevo, en realidad no me había puesto a ver exactamente cuál fue el cambio en detalle, pero viéndolo bien su último comentario tenía bastante lógica; no pude evitar sonrojarme al notar cierta parte de su cuerpo resaltando con aquellos pantalones.
—Creo que deberías hacerlo.
—¿En serio?
—Tienes las piernas muy torneadas, parece que se rasgaran si te sientas o algo —eso era una vil mentira, pero iba a ser sumamente extraño decirle que se le marcaba en exceso la entrepierna.
—Oh…
—Aunque no comprendo ¿por qué te cambiaste?, solo vamos al cine, no a un desfile o a una cita.
SangHyuk se rio de lado, mostrando un extraño mohín, luego subió de nuevo a su habitación, y unos veinte minutos más tarde ya estábamos bajando al estacionamiento, puesto que el señorito deseaba usar uno de sus vehículos. ¿Cómo podía ser que ya tuviera licencia para conducir, un auto, y yo no?, bueno, lo último podía ser debido a su familia, pero lo primero si era un insulto.
Al final el vehículo resulto ser una motocicleta, una muy grande, roja con blanco.
—¿Te crees el chico rudo de la escuela o porque tienes una motocicleta?, estas cosas son peligrosas, podrías matarte.
—Oh vamos, se manejar, además, es una ducati, ¿cómo podría decirle que no a esta belleza?
—No pienso subirme en ella.
—Oh vamos, Leo, ¿por qué no? —la mirada de SangHyuk podía ser comparable con la de un cachorro hambriento en busca de comida, lo que era extraño y tierno al mismo tiempo—. Vamos, te dejaré abrazarme por la cintura.
—¡DEFINITIVAMENTE NO! —propinarle un golpe en la coronilla habría sido demasiado satisfactorio si no hubiera estado a punto de huir, detenido por un jalón en mi camisa que me hizo trastabillar hacia atrás, quedando en una posición digna de un drama juvenil, yo sobre su regazo en la motocicleta—. ¡Suéltame!
—¿Acaso te pongo nervioso?
—La única reacción que generas en mi es asco, así que la próxima vez que intentes hacerme una de estas bromas piensa en que tu ropa va a quedar manchada con mis jugos gástricos.
—Eso es muy grosero —rio tomando su casco, dándome otro—, pero deja de ser tan miedoso y sube de una vez.
Termine cediendo ante la imposibilidad de escapar, y las ganas de parar aquella estúpida pelea, aunque el ultimo argumento de SangHyuk era cierto, le tenía algo de miedo a las motocicletas por lo que si acabe abrazándolo mientras íbamos camino al cine.
Mire mi reloj cuando fueron las siete de la tarde, por algún motivo la película que SangHyuk quería ver estaba realmente saturada y la única función que logramos tomar fue aquella, aunque también estaba la de las diez, pero sin duda no planeaba pasar más horas con él, muy dentro de mi por mucho que disfrutará temporalmente su compañía, permanecía aquella sospecha de que en cualquier momento haría una jugada sucia en la que yo terminaría humillado.
Ver a SangHyuk tan emocionado mientras veíamos Justice League fue extrañamente conmovedor, parecía un niño pequeño emocionado por el más mínimo detalle, y molesto por otros tantos, aunque yo no tenía ningún tipo de conocimiento respecto a comics, el parecía todo un experto al explicarme algunas de las secuencias y lo que él creía, eran malas decisiones de los productores, como el no incluir el traje negro de Superman y su estadía en la fortaleza de la soledad, sí, no tenía idea alguna de a qué se refería e igualmente lo escuchaba.
—¿Y? ¿Qué te ha parecido? —me pregunto en cuanto salimos, y aunque me hubiera encantado darle la respuesta que deseaba, simplemente los efectos de la cara de Superman me habían arruinado la película.
—Supongo que ha sido interesante, aunque siendo sincero, prefiero a Thor.
—¡¿Qué?!, bueno… —SangHyuk se quedo un momento pensando—. He de admitir que es una buena película, pero vamos, tienes que admitir que ver a Wonder Woman, Batman… bueno, a él podemos omitirlo, pero Flash, Cyborg, ¡Aquaman!, trabajando juntos, es lo mejor que ha podido suceder este año.
—Creo que ver Infinity War será mucho más entretenido —guarde mis manos en mis bolsillos mientras caminábamos a la salida del cine, en realidad no sabía si me gustaría o no, tampoco era un fanático del cine, pero llevarle la contraria para seguir viendo sus gestos infantiles era muy divertido.
—Eres demasiado —se quejó, deteniéndose a mitad del pasillo—. Necesito ir al baño, espérame en la salida ¿vale?
—Ya que.
SangHyuk corrió nuevamente al interior del cine mientras yo caminaba al exterior, podía sentir el frío golpear mis mejillas, enfriándolas por completo, aun no era muy tarde, estaban por ser las nueve con veinte, quedaban al menos dos funciones más antes de que el cine cerrara. Sentí una mano en mi hombro, me gire con mala cara, seguro aquello le daría un susto a SangHyuk, sin embargo, quien estaba ahí, era Wonsik.
—Vaya, vaya, nos encontramos con la mariquita del colegio —retiré su mano de mi hombro, viendo como Ken llegaba con un bote de palomitas a medio comer, aquello tenía que ser una jodida broma.
—Déjame en paz, Wonsik —me alejé dándole la espalda, error mío, pues pronto sentí un empujón que casi me hizo trastabillar—. ¿Por qué esta jodiéndome ahora?
—No lo sé, por el placer de hacerlo, es que gente como tú me enferma —recibí otro empujón, esta vez en el pecho, no me moví ni un centímetro, si el cabrón quería pelea se la daría, y mentalmente le pedía una disculpa a Hak Yeon por lo que estaba a punto de decir.
—Oh vaya, no sabía que meterse al cuarto de escobas a besuquearse con un chico era lo más heterosexual de mundo —vi sus ojos abrirse como platos, eso no se lo esperaba sin dudas—, ¿qué pasa, Wonsik? ¿No es por eso que fuiste a comer con nosotros, porque te querías tirar a Hak Yeon?
—Repite eso, pedazo de mierda —un puño fue a dar contra mi mentón, perdí el equilibrio, cayendo de espaldas, Wonsik se abalanzo contra mí, pero ni siquiera tenía ganas de defenderme, aunque ya no recibí ningún otro golpe pues de pronto vi su cuerpo zafarse de encima de mí, enseguida encontré a SangHyuk, lanzándolo lejos.
—¡¿Qué carajo te pasa Wonsik?! —el susodicho lo miro por un momento, aun tirado en el suelo y pronto comenzó a reír, SangHyuk me ayudo a levantar, mirándolo como si estuviera loco, y con justa razón, el hombre no dejaba de carcajearse—. ¿Estas bien? —sentí su dedo deslizarse por mi boca, había sangre.
—Vamos Hyuk, no vas a decirme que ahora vas a fingir que no sabes nada de esto —Ken se acercó a Wonsik, levantándolo mientras seguía comiendo sus palomitas sin inmutarse por nada, aquel sujeto era tan extraño que daba algo de repelús.
—¿Disculpa?
—Primero lo de la carta, luego esto ¿no dijiste que lo traerías al cine para la broma y la grabación?
—¿De qué…?
—Lo que no lograste en Shangri-La, ibas a hacerlo esta noche ¿no? —sentí un escalofrío recorrerme la columna, observé a SangHyuk, parecía tan confundido como yo, pero solo era una fachada ¿no? —, y pedirme que lo golpeara un poco antes para que tu parecieras el héroe… —se me hizo un nudo en el estómago, lo sabía, siempre lo había sabido.
—¡¿Qué?! —SangHyuk se giró a mí, tomándome el rostro entre sus manos—. Leo, no creas nada de esta mierda, Wonsik es un mentiroso.
—¿En serio? —mi voz se quebró—, sabes, siempre creí que eras una basura, pero estaba tentado a creer que quizá no lo eras, y esa duda latente en mi interior jamás dejo de creer que mentías, ahora solo… solo… está confirmándose lo que siempre pensé.
Empuje a SangHyuk con tanta fuerza que lo hice caer, luego corrí, corrí tan rápido como mis piernas me lo permitieron, seguí así un rato hasta que ya no pude más, me faltaba el aliento y me dolían los pies, estaba en un corredor, las luces eran tenues, iluminando el largo pasillo hasta lo que parecía una avenida, me senté en una de las bancas junto a las jardineras, lleve mis manos a mi rostro, sentí la humedad de mis lagrimas colarse entre mis dedos, escurriendo por ellos hasta llegar a mis mangas, estúpido SangHyuk.
La siguiente vez que mire e reloj ya estaban por ser las once, me quede tanto ahí que simplemente había perdido la noción del tiempo, y por seguro ni siquiera tenía idea de donde estaba, así que lo mejor era regresar por el mismo camino hasta encontrar el cine, y así lo hice.
Para ese momento mi mente ni siquiera llegaba a almacenar la posibilidad de que SangHyuk siguiera ahí, sin embargo, tan pronto llegue a la parte posterior pude escuchar algo, gritos y el sonido de algo metálico siendo golpeado, por una de las esquinas me asome para ver como el cuerpo de Wonsik era azotado contra una de las rejas.
—¡Estoy harto de tus malditas jugadas! ¡¿Qué mierdas es lo que quieres?!
—Oh vamos, deja de hacerte el maldito inocente —SangHyuk sostenía Wonsik por el cuello de la playera, quien tenía ya varios golpes en el rostro y un hilo de sangre corriéndole por la barbilla—, tú fuiste quien empezó todo esto.
—Dijiste que iba a ayudarme, no que estropearías todo.
—¿Eso dije? —Wonsik lo empujo ligeramente, pero no era suficiente para liberarse del agarre de SangHyuk, parecía estar completamente fuera de si, y aun así Ken, quien se encontraba a tan solo unos pasos de ellos, los observaba sin hacer nada—. Parece que en realidad te molesta más el hecho de que él no te haya hecho caso ¿no?, pero te importaba una mierda en aquel entonces lo que yo hiciera, ¿crees que él va a seguir siendo tu amigo sabiendo que yo arruine su amistad con Suho por ti? ¿Querías que yo asumiera toda la responsabilidad?
—¡Estoy intentado arreglarlo!
—¿Tanto te gusta? —ambos quedaron en silencio, pero aquella sola pregunta logro acelerar mi corazón ¿Yo le gustaba a SangHyuk?
—Eso ya no importa ahora —su agarre se aflojo lo suficiente para que Wonsik se liberará, empujándolo un par de pasos atrás—. Leo me odia, aunque quien hizo todas estupideces fuiste tú, yo jamás haría nada que lo dañara, creí que tu entendías mis sentimientos por él.
—Ya basta, Hyuk —intervino Ken por primera vez, tomándolo por los hombros, acariciando su cabello con si se tratará de un cachorro—. Estas algo alterado y moler a Ravi a golpes no solucionara nada ¿cierto?
—No te metas Ken, tú no comprendes lo que sucede.
—Eres muy inocente, Hyuk, eso es lo único que voy a decirte, y esa inocencia es lo que te ha hundido en lo más profundo de la miseria, no lo que haya hecho Ravi, ve a casa.
—Pero Leo…
—Él encontrará el camino a casa —aquella frase me helo hasta los huesos cuando los ojos de Ken se encontraron con los míos, me escondí nuevamente, apartándome de su vista ¿Desde hacía cuanto sabía que yo estaba ahí?
El trio se fue apenas un par de minutos después mientras yo me quedaba ahí, aunque no demasiado, llame a Hak Yeon, quien llego al cabo de unos minutos, pero durante todo el camino no pude hablar, mi mente estaba tan saturada que ahora mismo no sabía cómo procesar la información, ¿Wonsik era el culpable de todo? ¿SangHyuk estaba enamorado de mí?, y peor aún ¿qué pasaría si Ken les decía que yo había presenciado todo?