Capitulo 12
—Deberías dejar de estar triste Mu, creo que él fue muy idiota por no darse cuenta de tus sentimientos—
—Lo se pero..Aun así lo amo, sabes—El peli lavanda tomaba uno de las copas de champan, bebiendo de esta mientras miraba a la mesa de los novios—
—Si Mu, pero esto te esta afectando demasiado, y debes ver que hay muchos peces en el estanque—El peli rubio apoyo una de sus manos en el hombro de su primo.
—Shion, se que quieres ayudar pero eso no funsiona, yo lo amo—El peli rubio estaba ya algo desesperado por ese comportamiento de su menor.
—Y tú tienes que entender que él no te ama—
—Ya deja de ser tan cruel—Lágrimas resbalaban por ambas mejillas del peli lavanda.
—Mu, no te comportes como un niño—Le revolvió los cabello con una de sus manos.
El Peli lavanda miraba aun de reojo la mesa de los novio, tratando de imaginar que era él quien estaba junto a Angelo, maldecía la suerte que habia tenido Afrodita, pero las palabras que este mismo le dijo aun resonaban en su cabeza, latentes a cada minuto, se tocó su rostro con una de sus manos.
—Bueno señoras y señores, agradezco mucho su presencia pues me han hecho muy feliz, tanto como la felicidad que me da mi ahora amado esposo, Afrodita Lindberg.
El peli azul al terminar de decir aquello todos los invitados habían apraudido, todos hacían chocar sus copas, pero ahí al parecer el señor Sage no estaba del todo contento, eso cualquiera lo notaba por sus gestos.
Dita estaba bastante apegado al peli azul, siguiéndolo como una sombra, toda la ceremonia estaba por acabar, ya habían cortado el pastel y lanzado el ramo, todo habia terminado en un parpadeo, los primeros en irse habían sido los novios.
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—Tendremos una hermosa luna de miel, será todo perfecto pues iremos a Italia por una semana—
—¿A Italia? —El brillo en los ojos del peli celeste era demasiado notorio.
—Por esa expresión puedo darme cuenta que eso te hace muy feliz, aunque también este será un momento para fabricar una pequeña bendición—El peli azul besaba el cuello de su ahora esposo, pero aquellas palabras habían dejado pensativo a Dita.
—¿Fabricar una bendición? —Ladeaba el cuello dejando que este lo besara, en ese instante estaban en el auto, sus ojos se entrecerraron.
—Quisiera que pronto quedaras embarazado, me hace mucha ilusión ser papá—Angelo se habia alejado un poco para asi besar la punta de la nariz de su esposo, tomando asi sus manos.
—Mi amor, deberíamos esperar un tiempo, es que quisiera estar mas tiempo contigo, asi como una pareja—
—Lo se mi amor, pero enserio quisiera que podamos tener hijos,¿No lo imaginas?, vario niños corriendo de un lado a otro dando vida y armonía a la casa.
Cuando el había acabado de decir aquello, me quede bastante pensativo, nunca me habían gustado los niños y ahora tener un hijo sería algo que en verdad no me agradaba, estaba enamorado de Angelo pero no quería hacer tal cosa y destruir asi nada mas mi cuerpo, miró por la ventanilla del auto con un ligero gesto de desagrado, ahora solo esperaba ser esteril, aunque eso era algo incierto.
—¿En que piensas tanto Dita? —La voz del moreno lo hizo poner pies en tierra.
—En nada mi vida, solo pensaba en cuantos hijos podríamos tener—Mis palabras eran tan falsas y vacias, lo que menos quería era un bebé.
Despues de haber dicho aquello Angelo no habia preguntado mas, pues seguramente habia tenido la idea de que yo estaba aun pensando sobre ello en los días posteriores, llegar a Italia habia sido algo agotador, pues el vuelo duró varias horas, aunque en vez de dar paseos por las calles de Italia, lo único que Angelo quería era estar todo el tiempo en cama y que de esa forma hiciéramos el amor, no se lo había negado, de todas formas era mi esposo y tenía que “complacerlo”.
—Dita, ahg…Enserio eres fantástico , nadie puede superar semejante belleza—Cada beso que daba sobre mis hombros y cuello hacían estremecer por completo mi cuerpo.
—Y lo gratificante es que solo puedo ser únicamente tuyo—Tomé el rostro ajeno con amabas manos besanso sus labios con tanta profundidad, y fogosidad, nuestras lenguas se tocaban en un vaivén que parecía interminable, sus calidad manos tocabas la estrechez de mi cintura apegándome cada vez mas a su cuerpo, sus ojos eran tan azules y profundos, nuestras miradas eran de total pasión, no quería dejar de besarlo, pero habia sido inevitable pues la respiración se me agotaba a cada segundo, logramos separarnos y el aun me tenia entre sus brazos.
—Tampoco me puedo quejar de tus besos, están llenos de pasion—Mencioné apoyando la cabeza en el moreno pecho del mayor mientras el jugaba con mis largos cabellos.
La vida de casados recién iniciaba y todo marchaba bien, la luna de miel habia terminado con rapidez, ahora deberíamos volver a Suecia,aunque yo quería quedarme mas tiempo y conocer mas lugares, Angelo debía volver por cuestiones de trabajo, lo habia llamado bastantes veces en el día pues necesitaban.
El vuelo fue cansador, ambos estábamos en el avión y él tenia el sueño pesado, se quedo durmiendo todo el vuelo, mientras yo iba leyendo una revista sobre “La Moda en Paris”una revista donde solo estaban las últimas tendencias, aunque en aquel momento algo habia llamado mi atención,la tv del vuelo estaba informando las últimas noticias del día a nivel mundial.
—El afamado empresario Saga Michel acaba de suicidarse hoy en la mañana, por cuestiones de salud mental, pues al no ser bien vigilado se habría lanzado por la ventana del décimo piso. —Decía un hombre de traje negro de cabello corto y casi albino.
—En verdad es bastante sorprenderte lo que acaba de pasar, pues Saga Michel tenía una de las mejores empresas en fábrica de autos. —La que respondió habia sido una mujer de cabellos rubios y bastante coqueta.
Al escuchar las palabras de cada presentador mi rostro aun seguía en un completo shock, pensar que después de tanto tiempo de que el estaba en un psiquiátrico, llegara a suicidarse había sido una sorpresa enorme, aunque me tenía algo intranquilo aquella noticia, no sabía el porque pero una corriente eléctrica pasaba por mi columna vertebral, causante de mi nerviosismo.
—Uhm ¿Mi amor pasa algo? —Angelo habia despertado justo en aquel instante, y al escuchar su voz me sobresalte un poco.
—Eh..No no pasa nada mi amor—
Continuara…