Capitulo 5
Habían pasado dos semanas aproximadamente desde que conocí a Hades, el cual se comportaba conmigo como un hermano mayor, llegué a vivir con él desde aquella noche en la que me invitó a comer, agradecía mucho conocer a una persona así con un corazón tan grande y bondadoso, la vida ahora parecía mucho mas prometedora para mí.
Otra mañana mas despertaba en una cómoda habitación en el segundo piso, tenía lo necesario de momento y así me sentía bastante cómodo, pues le agarre bastante cariño a Hades, no tardé en levantarme de la cama para ir a servir el desayuno, al salir de la habitación bajé rápidamente hasta la pequeña y modesta cocina, por suerte había lo necesario para preparar algo decente, esta era la única forma de agradecerle todo lo que había hecho por mi el mayor, pasaron varios minutos y aun Hades no se despertaba, y yo ya tenía el desayuno listo, no era difícil, solo contaba con huevos fritos, tocino, pan tostado y jugo de naranja, ya tenía lista la mesa, asi que con suavidad subí hasta la habitación donde dormía Hades, la puerta estaba entre abierta, supuse que ya estaba despierto pero escuche que estaba hablando con alguien por celular, no quise interrumpir pero por la curiosidad me quede a escuchar la conversación.
̶ Ha..Si ya todo está listo, no se preocupe señor, está en perfecto estado ̶ Hablaba el pelinegro, agarrando el celular con la mano izquierda mientras miraba por la ventana de la habitación.
̶ ¿Qué?, ¿Vendrá hoy?, Es demasiado pronto pero si insiste, Si es así lo estaré esperando aquí dentro de una hora, además tenga en cuenta que es una mercancía muy especial, todavía aun más que la del próximo mes, cuando lo vea se quedara totalmente atónito, es bastante hermoso y de complexión delicada ̶
¿Qué?, no podía ser…Retrocedí sobre mis pasos, pero el crujido del piso había hecho bastante ruido, tanto así para dejar ver al pelinegro que abrió la puerta.
̶ ¡Dita!¿Escuchaste mi conversación? ̶ No dudo en acercarse y posar su mano en mi mejilla, Trate de apartarme de él pero era mas grande y sus brazos me atraparon.
̶ Mi dulce niño…Hubiera sido mejor que no escucharas tal conversación así tú ahora no tendría esa expresión tan atónita en tu bello rostro…Shhh ̶ Acarició mi cabello con una de sus manos, hasta que un pañuelo me cubrió la nariz, este tenía un aroma extraño el cual empezaba a marearme, no supe en que momento pero… quedé inconsciente.
Repentinamente abrí los ojos, no se cuánto tiempo paso exactamente, pero algo nuevo eran la mordaza en la boca, las fuertes ataduras en manos y pies, estaba totalmente inmóvil en aquel momento, Que tonto había sido por confiar en Hades, sin duda era un lobo con piel de oveja,Giré la cabeza para ver hacia la puerta de madera, por la luz de afuera se hizo visible una sombra extraña, la puerta se abrió y así vi a Hades que hacía una reverencia al hombre que se hizo presente en el lugar, este tenía un aspecto fiero, de cabellos canos y barba del mismo modo, al lado de unos guardaespaldas.
̶ ¿No se lo dije señor Kido?, es en extremo una belleza sueca ̶ Una sonrisa de lado se dibujó en el rostro del pálido pelinegro.
̶ Claramente no mentías Hoffman, en serio es mucho más bello que el otro que trajiste hace un mes, este sin duda me lo quedaré ̶ Aquel viejo no tardo en agarrar mi rostro, lamió mi mejilla, sentía una tremenda repulsión, y unas enormes ganas de vomitar.
̶ Espero que haya traído lo acordado, si no es así el trato se cancelará ̶ El pelinegro se cruzó de brazos al terminar de decir esas palabras.
̶ Tatsumi, dale la maleta y alista el coche, no quiero tardar en llegar para divertirme con esta lindura ̶ Ese hombre no tenía decencia alguna, por la forma en que empezaba a tocarme, pasando sus dedos por mis pezones, los cuales estaba jalando sin delicadeza alguna.
̶ Es un gusto hacer tratos con usted señor Kido ̶ Un hombre calvo, le extendió una maleta de color negro que aparentemente estaba lleno de dólares.
Una vez mas engañado de la forma más cruel, unas pequeñas lágrimas rodaron por mis mejillas, dediqué una mirada de enojo al pelinegro cuando el asqueroso hombre me cargó en sus brazos.
̶ Lo siento Dita, trabajo es trabajo ̶ La sonrisa de ese hombre era tan sínica, esa fue la última vez que vi a Hades, ahora toda mi vida estaba en un circulo aún mas oscuro que la primera vez.
.-.-.En la Actualidad.-.-.
̶ Tú cuerpo es demasiado perfecto…No me arrepiento de haber reservado en este lugar ̶ Hablaba un peliverde de ojos penetrantes.
̶ Este es el mejor burdel de la ciudad , es normal que quedes satisfecho con el servicio ̶ No tarde en menearme sobre el, rozando mi trasero por el ahora erecto miembro del claramente extranjero.
Muchos mas de mis “compañeros de trabajo” estaban en la misma situación, celebrando al futuro esposo, esta despedida de solteros, estaba bastante bien arreglada dependiendo de ambiente, pues más parecía una orgía, él “futuro novio” era una famoso abogado en Suecia, de ojos miel y cabellos castaños, ese hombre no apartaba la mirada de mi cuerpo el cual estaba provocativamente acomodado en el regazo de su mejor amigo, o asi lo habían presentado ante nosotros.
̶ Todo tu cuerpo es tan suave, no puedo resistir ni un minuto más ̶ Mis hombros y pecho eran lamidos, besados y mordidos por aquella boca traviesa del peliverde, mi cuerpo se erizaba sobre él, mordí mis labios aun moviendo las caderas sobre la prominente erección del ajeno, se estaba excitando con facilidad, y yo aun no hacía la gran cosa como para que eso pasara.
Con ambas manos desabroché el pantalón de este, él ajeno no se notaba disgustado, mas bien su expresión eran ansiosa, le regale una sonrisa, para después bajarme de su regazo y así arodillarme frente a él,tomando su miembro lo metí lentamente a mi boca, mis cerezos rozaron aquel falo, tanto asi como mis blancos dientes, al ver las expresiones en el rostro del mayor se notaba jadeante con ambas manos sobre mi cabeza, para que lograra meter todo su miembro en mi garganta, abrí todo lo posible la boca para que entrara con normalidad, aún sentía aquella mirada sobre mí, pero no tenía tiempo para pensar en aquellas cosas, mis manos rápidamente agarraron los testículos del peliverde, acariciando estos con suavidad su miembro no paraba de palpitar dentro de mi boca, sentía las venas de esta con la lengua, pronto se vendría, asi que ágilmente saqué el miembro de mi boca para nuevamente sentarme sobre él.
̶ Dijiste que estabas impaciente ̶ Ataqué la boca ajena, con la propia metiendo mi lengua en la de este para que estas pudieran jugar, con una mano acariciaba su cuello y con la otra trataba de acomodar el miembro de este para que entrara en mi cuerpo.
Los gemidos de los demás se hicieron escuchar al poco tiempo en que yo también gemí sobre la boca del ajeno, mis caderas se movieron en círculos primero, para después empezar a dar saltos frenéticos, el largo de mi cabello se balanceaba por aquellos movimientos, todo fue asi hasta que el ajeno no tardó en tomar el mando, sus embestidas era demasiado rápidas , el cuerpo de ambos se bañó en sudor con la intensa actividad física, la espalda se me arqueaba constantemente con cada embestida.
.-.-.-.-
̶ Hicieron un buen trabajo hoy chicos ̶ Degel apareció con bres en la mano.
Todos estaban con las mejillas rojas y con algunas marcas en el cuerpo, yo también las tenía de alguna u otra forma, mi frente aún sudaba, era el calor que se sentía en el ambiente.
Degel entregaba un sobre a cada uno, hasta que no tardó en llegar el mio, era el pago de este mes.
̶ Parece que ya prono dejaras de trabajar en este lugar ̶ Con esa mirada de hielo no entendí muy bien a que se refería el francés.
Me quede un tanto anonado, mirando el sobre, ya habían pasado varios años desde que había llegado aquí, no por gusto mio, me habían vendido una vez mas y este lugar llegó a ser mi destino.
Él que controlaba a todos era Dégel, su padre era Camus se podría decir que era el dueño de este enorme burdel en el que cada 4 meses llegaba uno nuevo.
.-.-.Tiempo atrás.-.-.
̶ Ah!...Ah!! ̶ Cada grito que soltaba, era cada vez mas desgarrador que la última vez.
̶ No me arrepiento de nada…hmg…Enserio eres un niño muy hermoso ̶
Aquel hombre me había convertido en su mascota, ya desde hace un año, cada noche me torturaba, jugando con mi cuerpo. Las torturas eran diversas, aveces hacía gotear la cera de las velas sobre mi piel, al parecer el sufrimiento que provocaba en mi le excitaba. Metía diversos objetos por mi entrada, hasta una vez en que estuvo ebrio me violó con una botella de vidrio, todo lo que este hombre me hacía pasar era demasiado horrible, y yo pensaba que con mi padrastro sufría, ahora este estaba metiendo un palo de escoba por mi entrada el mismo tiempo que su miembro estaba dentro de mí, sentía que si no gritaba el dolor en mi se acumularía por completo.
El rostro se me había llenado de lágrimas, parecía que nadie en esa mansión podía escuchar mis gritos o mas bien los ignoraban, era tan difícil zafarme de las turturas, dia y noche tenía las manos y pies esposados en la cama, raramente mi cuerpo se acostumbraba a esa posición pero aun no podía habituarme a las turturas.
̶Ahg…Dita, hermoso ̶ Volvió a lamer mis mejillas y labios, cada embestida se hacía mas tortuosa.
Poco a poco las embestidas se detuvieron, el semen pasaba por mis intestinos, tan quemante que ardía el interior que este llenaba, él asqueroso hombre se acostó sobre mi sin rastro de poder moverse, miré con detenimiento y aún no se levantaba, no podía sentir el latir de su corazón.
Y así era, le había dado un paro cardiaco a aquel miserable hombre, aquel cadáver aun se encontraba en mi interior, no me contuve en vomitar sobre la cama.
.-.-.-.-
Continuara…