II. No nos llevaremos bien
Ciudad de Tokyo.
Los oficiales del departamento de la policía local queradon boqui-abiertos al ver estacionar en frente de la Estación un Mercedes Benz plateado de vidrios polarizados y ruedas de color último modelo, para obtener un auto con esas caracteristicas debían gastar casi todo su sueldo y la mitad del siguiente. La puerta del conductor se abrío dejando dar a la vista a un hombre de cabellos parados como si fuera una llamarada de fuego, su traje de por si se veía caro ante los ojos de los oficiales y esos lentes oscuros le imponian una fuerte aura de determinación y respeto, seguido de una pisca minima de compañerismo y una gran cantidad de intimidación. Seguido de él salio otro muchacho desde el asiento del copiloto, solo que con la diferencia de el primero, a los oficiales les parecio que este último emitia cierto grado de tranquilidad.
Ambos hermanos, una vez cerradas y aseguradas las puertas, se encaminaron hacia la muy curiosa estación de policía, al mismo tiempo que se acomodaban su saco. Una vez entrado al establecimiento se quitaron los lentes y se los coloracon en el bolsillo de su saco, encaminandose hacia la oficina donde estaría el sujeto con quien necesitarían hablar. Ambos mostraron sus credenciales y placas de FBI al oficial que custiodaba las entradas y las salidas de todo el personal, y una vez en dicha oficina se encontraron con un centenar de oficiales haciendo tareas especificas, nadie estaba parado sin hacer nada y por eso decidieron interrumpir a un oficial sentado sobre un escritorio custodiando el papeleo.
- Buscamos al Coronel, Bardock Son. -preguntó Vegeta seriamente, el oficial se sintio intimidado y no tuvo mas alternativa que señalar hacia adelante a un hombre que se encontraba de espaldas. Vegeta sin agradecer camino hacia el hombre señalado. -¿Bardock Son?
- Oh cielos. -dijo lamentandose mientras retiraba la taza de café de su boca que anteriormente tenia pensado comenzar a beberlo,. Bardock Son era el Coronel de la Estación. Con cabellos negros y en punta totalmente desordenados y una cicatriz en forma de cruz en su mejilla izquierda, no solo se veía como un hombre a quien cuya edad no le corresponde, sino que a pesar de ella todavía seguia imponiendo respeto e intimidación en todo el departamento.
- ¿Perdón? -dijo Vegeta.
- ¿Qué necesitan? -preguntó al fin. Ya conocía a estos chicos, son hijos de Vegita Saiyan, jefe del FBI. Ambos adultos no se llevan muy bien y luego de un acontecimiento que ocurrio hace años, se prometio a si mismo que no iba a permitir que ningún miembro de su familia o alguien que tenga una íntima relación con los Saiyan entren en su lugar de trabajo, y mucho menos si estos brindan de su ayuda, saldrían de esa puerta tan pronto como entraron.
- Agentes Vegeta Saiyan y Tarble Saiyan. -dijo y al mismo tiempo ambos hermanos mostraron su placa. -Tenemos como orden estricta averiguar el asesinato del Dr Brief que ocurrió exactamente en esta misma ciudad, y se me ha informado que en sus instalaciones tienen a un traficante con el nombre de Gohan Saiyaman.-finalizó.
- Está en lo cierto, pero para su desgracia el oficial Son salió por un café, así que no tienen permitido dialogar con el prisionero mientras que él este afuera. -dijo con el ceño fruncido mientras llevaba a su boca la taza de café aún caliente.
- No creo que al oficial Son le moleste. -dijo con una sonrisa prepotente y llena de falsedad.
- Yo creo que sí. No le gusta que se acerquen a sus reos.
- Le diremos lo que esta pasando, Coronel Son, cada segundo que va pasando esta interfiriendo con una investigación federal, así que por favor llame a Saiyaman-sama a la sala de interrogatorios. Gracias. -dijo esta vez Tarble. Bardock los miró a ambos con suma molestia, ¿quienes se cren estos niños a darle órdenes al Coronel?, pero si tendría que elegir entre ayudar a unos Saiyan y tener a todo el FBI encima, incluyendo a Vegita, prefería lo primero. En sus suspiro dejo su taza de café a medio tomar sobre la mesa.
- Siganme. -fue lo único que dijo para luego empezar a caminar hacia la sección de celdas, siendo seguido por ambos Saiyan.
... ... ... ...
- Te dije que iba a compensartelo, novato. -hablo Kakaroto al volante, comiendo una rosquilla con crema rellena de dulce de arandanos en su interior, mientras que con la mano restante iba conduciendo.
- Pues eso te convenía, ¿que clase de loco deja solo a un oficial que no sabe conducir, mientras que el que si sabe se va a perseguir a un maleante? -pregunto con enojo, aún no superaba el hecho de que hizo pedazos la patrulla de policía solo por la ineptitud de su superior. Tomó otra rosquilla y se la llevo a la boca.
- Al menos aprendiste donde estan los pedales. -dijo divertido. Dobló a una esquina, la estación de policia ya estaba doblando dicha esquina y se encontraron con la grata sorpresa de que un Mercedez plateado estaba obstruyendo el lugar donde Kakaroto siempre estaciona. Turles abrió grandes los ojos para luego girar lentamente hacia su compañero que no paraba de apretar el volante con enojo, ¿acaso existe una persona tan idiota, por asi decirlo, capaz de estacionarse en el lugar que, de por sí, pertenece al oficial Son? - ¿Quién...quién...quién...?
- ¿''Quién'', qué? -preguntó un incomodo Turles.
- ¡¿Quién fue el que se estacionó en mi lugar?! -gritó de repente haciendo que Turles pegara un salto del susto, seguido de su café y su rosquilla que fueron a parar al piso de la patrulla.
... ... ... ...
- Así que posees drogas con intenciones de vender, lo cual es un delito de Clase B, Capítulo 94, sección 14 A. La condena para este tipo de crimenes son 25 años de cárcel, ¿sabías eso? -pregunto Vegeta a Gohan que se encontraba sentado del otro lado de la mesa con unas esposas puestas en las muñecas.
- ¿Qué puedes decirnos de esto? -habló Tarble colocando sobre la mesa las fotos que corresponden a la escena de crimen que ocacionó la muerte atroz del Dr Brief. -Al parecer, hay alguien a quien no quiere que sepan de su paradero, el Dr Brief era uno de los científicos mas reconocidos dentro de la Corporación Capsula y dentro de todo el mundo. Además inventaba nuevas drogas para llevarlas al mercado de salud, ¿quien querría matar a un científico que se preocupaba por el bienestar humano?
- Por algo sigues aquí con vida, ¿para quién estas trabajando? -pregunto Vegeta.
- No trabajo para nadie. -contestó Gohan. -Pero puedo ayudarlos a capturar a quien buscan.
- Me alegra que cooperes con el FBI, ¿dinos donde esta Disaster?
... ... ... ...
Después de dar varias vueltas a la estación de policia tratando de encontrar algún lugar. Kakaroto finalmente encontró estacionamiento a varias calles lejos de su lugar de trabajo, por lo que tuvo que caminar a paso apresurado para sacarle por la fuerza a sus compañeros quien fue el imbésil que estacionó en su sitio. Llegando rápidamente a la estación, abrio las puertas de par a par haciendo que estas chocasen con las paredes, no sin antes romper el vidrio de uno de los espejos del Mercedez. Ignorando a todos los que le hablaban, solo podía escucharse como murmuraba palabras como ''Descubrire quien fue el idiota que se estacionó en mi lugar'' o ''Todos saben que no deben estacionarse ahi, y este patán se estaciona en mi maldito lugar''. Fue directamente a la sección de prisioneros y al ver las celdas vacías su semblante cambio a uno peor y espeluznante. Se dirigio hacia el guardacárceles de allí cerca y golpeo el escritorio con ambas manos.
- ¿Qué fue lo que dije sobre mover a mis presos sin mi consentimiento? -pregunto molesto.
- Gohan Saiyaman esta en la sala de interroga...-no pudo finalizar la frase porque Kakaroto volvió a interrumpirlo.
- ¿Y exactamente porqué esta en interrogatorios cuando yo estoy aquí parado?
- Se...se lo llevaron. Dos hombres con trajes caros y...
- ¿Son los dueños del Mercedez que se estacionó en mi lugar? -pregunto, lo que el guardacárceles asintió con la cabeza. - Tengo tantos deseos de doblarte por la cintura y hacer que metas tu mano en tu trasero, por dejar que se llevaran a mi prisionero ¡y por dejar que se estacionen en mi sitio! -grito golpeando por última vez el escritorio para luego encaminarse a paso rápido hacia la sala de interrogatorios.
... ... ... ...
- Genial, gracias por tu cooperación, creo que ya buscamos lo que queríamos, asi que...-decia Vegeta mientras guardaba las fotografías en su carpeta. La puerta se abrió violentamente dando lugar a Kakaroto que miraba la escena con cara de pocos amigos. Gohan tembló, los dos agentes del FBI no entendian que pasaba.
- ¿Quienes son estos idiotas? ¿tus abogados? -habló diriguiendose a Gohan que tenia la boca semi-abierta sin que se le saliera ni una palabra. -¿Venden esos horribles trajes?
- Somos los agentes de FBI Vegeta Saiyan y Tarble Saiyan, ¿en que podemos ayudarte? -pregunto Vegeta con indiferencia.
- Quiero que levanten sus traseros de esas sillas y los saquen de aquí tan rápido como les den sus piernas, porque este es mi espacio.
- Oh, lo siento, se supone que te tiene que interrogar un oficial, ¿no? -volvio a preguntar Vegeta.
- Yo soy un oficial, y ese que está ahí sentado es mi delincuente. -dijo ya sacado de quicio, si volvia a escuchar otra palabra mas de ese sujeto lo haría puré. Gohan y Tarble veian la escena algo intimidados, Tarble nunca habia tratado con una persona que detone caracteristicas tan agresivas, esos trabajos se los deja a su hermano, ya que el se encarga de las cosas mas ''pasivas''.
- Mire, oficial Son, aprecio todo el servicio que nos ha brindado en este tiempo, pero Saiyaman-sama seguirá conmigo asi que, si no le molesta, cierre la puerta al salir.
- ¿Así que te atreves a desafiarme? No voy a tolerar tal insolencia. -dijo cerrando la puerta detrás de si, entrando a la sección de interrogatorios. Vegeta se levanto de su asiento al ver que el Son se le acercaba con intenciones de golpearlo. La diferencia de altura entre amboos era notoria pero eso no intimidaba a Vegeta en lo mas minimo. -Así que te voy a golpear por eso.
- No va a golpearme, por favor hagase para atrás.
- Claro que lo haré, y te voy a romper este botón, y este, y este también...-decia mientras tocaba cada boton de su traje, haciendo que Vegeta se molestara a tal punto de manotearle para que dejara ya de tocarlo. Cosa de Kakaroto quedo sorprendido de como alguien podria ser capaz de hacer eso, pero no le dio importancia, le habían faltado el respeto y eso no iba a pasarlo por alto. Siguio molestando al Saiyan pro esta vez ya dando duros golpecitos en todas las partes del cuerpo del mismo, ambos comenzaron a manotearse y Tarble y el Coroner Bardock, que pudo escuchar el conflicto, interrumpio en la sección de interrogatorios para separar a ese par.
- ¡Los tres, a mi oficina, AHORA! -grito el Coronel. Este día no podría ir mejor.
Continuará. Siguiente capitulo: Robo de expediente. Seremos compañeros.