Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

No sabes lo que tienes... hasta que lo pierdes por Babu

[Reviews - 130]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Disculpenme si no se entienden mis intentos de mensaje, jamás lo he hecho y no tengo ni la remota idea de como hacerlo... tal vez pueda mejorarlo un poco pero por el momento, les pido disculpas

 //sasuke//

 //Naruto//

// Discúlpame por no poder contestar desde antes //

-------

// Tranquilo pequeño, se que tienes mejores cosas que hacer //

Una traviesa sonrisa se escapó ante las dos primeras palabras de ese mensaje, no se dio cuenta cuando había comenzado, pero ahora podía afirmar que amaba hablar con aquella persona… ¿amaba? Era una palabra un poco fuerte, tal vez no sea la indicada, aunque, no encontraba otra para describir como se sentía por aquellos mensajes que le dejaban un poco de alegría, nunca había sido un chico material pero tenía que admitir que le encantaba cada pequeño regalo que le daba junto una pequeña nota, a pesar de que llevaban un tiempo hablando por mensajes, su admirador aun se empeñaba en dejarle pequeños recados y eso solo lo hacía sonrojar más y también tenía que admitir que al parecer no solo a él le gustaba eso, pues cada que leía las notas o escuchaba ese tono particular que le había puesto a ese contacto su pequeño se removía… su pequeño, tenía muchas ganas de saber si una vez que le contase sobre su bebé  lo seguiría enamorando; sacudió su cabeza levemente de lado a lado, tenía un poco de tiempo para pensar en aquello.

Hasta ese momento seguía sin poder imaginar era la persona que le causaba esas cosas, le había pedido por lo menos le mandara una foto, pero este se había negado alegando que aún no era momento y que si se mostraba no tendría chiste ser un “admirador secreto”, suspiró, por un lado, le alegraba que se negara a dar ese paso, en el fondo tenía miedo de perder a esa persona. El sonido de ese aparato electrónico lo sacó de sus pensamientos.

// ¿Estas ahí? //

//Si estas ocupado, disculpa //

-------

// Aquí estoy, no estoy ocupado… tranquilo; tan solo fue un día pesado y cansado //

  Y vaya que lo había sido, no habían pasado muchas horas desde el incidente con su no cuñado y su pelirrojo favorito; y es que la verdadera pregunta que rondaba por su cabeza era ¿Por qué demonios se había puesto así Gaara?

-          ¿¡Qué demonios es esto!?- fue aquel grito lo que hizo que la perfecta burbuja con el tío de su pequeño se rompiera

-          ¿ya volviste? – preguntó como si no lo hubiese matado del susto unos instantes atrás - ¿hubo todo lo que te pedí? Porque si no es así tendrás que ir a conseguirlo

-          ¿para eso querías que me vaya? – preguntó ya más calmado- ¿para que te metas a la cama con Itachi? – pero aun así el juraba que algo en la voz de su amigo sonaba diferente… tenía mucho tiempo que no escuchaba un tono de voz similar y en hasta estos momentos le costaba descifrar que significaba

-          No te hagas una idea equivocada – intervino Itachi – es algo que siempre hemos hecho, además…

Pero el azabache no pudo terminar la frase pues el recién llegado había salido como alma que llevaba el diablo; después de unos minutos en silencio ambos decidieron que debían salir de la cama mínimo para que le rubio comiera algo. A pesar de lo extraño que fue lo que hizo Gaara no tuvieron problema alguno en regresar al ambiente tranquilo que habían tenido, tenía que admitir que había extrañado al mayor de cierta manera.

De nuevo el sonido de su celular lo regresó al presente.

               //Entonces espero que esto te alegre//

                ------

                // ¿Esto?, no entiendo //

                -----

                // son las 6:00 pm. ¿no? //

                ----

                // si, pero sigo sin entender //

Apenas estaba enviando el mensaje cuando llamaron desde la puerta, después de acomodar su ropa para que no se notara tanto su pequeño, al abrir se encontró con el chico del correo.

-          Buenas tardes señor Naruto – saludó, después de todo, con tantas entregas a su casa, se habían conocido lo suficiente como para eso

-          Hola- le sonrió – no has tardado en regresar a mi casa -rió

-          Usted sabe que hay una persona que me manda cada que puede – contestó con simpleza aun guardando lo que tenía con una manta… extraño

-          Hablando de esa persona… ¿lo conoces?

-          Disculpe, pero yo no puedo responder a esa pregunta- contestó viéndolo con ojos de culpa, aún así no podía culparlo, después de todo él solo cumplía con su trabajo

-          No te preocupes, lo entiendo- desvió su mirada para luego de unos segundos dirigirla a aquel hombre levemente mas bajo que su persona - ¿Qué me darás hoy? No entiendo por qué está cubierto

-          ¡Oh! Es cierto, me pidió que no lo vea hasta que estuviese solo, desconozco la razón – la curiosidad era palpable en su voz – si su perrito no se molesta ¿puedo dejarlo dentro? Esta vez es algo pesado – quiso reír por el miedo que se podía palpar en aquél muchacho, pero se pudo contener haciendo que solo su cabeza asienta como respuesta de afirmación, después de todo Kurama dormía en la habitación de arriba; aun le causaba algo (mucha) gracia que Kurama no pudiese ver ni en pintura al pobre chico – bien, es todo, lo dejé en la mesa del recibidor – solo asintió como respuesta mientras cerraba la puerta.

Con curiosidad caminó hasta donde habían dejado el presente, en la pequeña mesa que se encontraba ahí, en medio de los sillones; para su sorpresa Kurama ya se encontraba justo en frente del paquete recién llegado moviendo su cola. A veces pensaba que aquél cachorro sabía algo que el mismo desconocía pues cada que llegaba un regalo lo acompañaba a verlo como si fuese lo más divertido… lo mismo ocurría con los mensajes, si por casualidad no los escuchaba el pequeño se encargaba de llevarle el móvil o avisarle de tener un nuevo mensaje, incluso se había auto matado de risa pensando que el cachorro estaba entrenado por su otro dueño (por que sí, para él, su admirador también era dueño de Kura) después del ladrido de la bola de pelos se sentó en uno de los mullidos sillones junto con el cuadrúpedo a sus pies y la vista pegada en el regalo.

-          Bien, se nota que estás tan emocionado como yo – rió – será mejor que sepamos que es antes de que nos de algo por la curiosidad, ¿no crees? – un ladrido que tomó como afirmación hizo que al fin dirigiera su mano hacia aquel pedazo de tela que los separaba del objeto.

Sus ojos se abrieron con demasía, casi al borde de las lágrimas, se quedó sin palabras al ver lo que tenía frente a su persona. Frente a él se encontraban dos cajas, más bien un cofre y una caja: el cofre era de color naranja con bordes dorados, contrario a lo que podrían imaginar por la combinación de colores se veía realmente hermoso, en la parte de arriba, escrita con perfecta caligrafía con letras negras y bordes dorados estaba escrito su nombre, mientras que la caja de un color natural tenía el nombre del pequeño Kurama, claro, con una escritura levemente menos detallada y bonita que la suya; todo esto unido por un listón color dorado, tenía unos globos con Helio en los costados, dos por cada lado, unidos a la cinta que unía todo; los globos se veían extrañamente pintados a mano… ¿cómo había logrado eso?. Después de observar lo que, probablemente, había sido un regalo que había llevado algún tiempo en hacerse, se decidió por abrir primero el regalo del can a su lado; la caja contenía unos juguetes para perro así como premios de entrenamiento y un enorme (para  el oscico que tenía) hueso para que se entretenga un rato, al parecer a Kurama le había encantado pues enseguida ladró para que le den el hueso, una vez que se lo dio este se fue a echar a alguna parte de la casa. Ahora solo faltaba su sorpresa, suspiró, ¿Cómo un hombre podía ser tan romántico? Se sentía enamorado sin siquiera conocerlo y no, no se había comenzado a sentir así por los presentes, se comenzó a sentir de esa manera hasta que comenzaron a hablar, ahí fue cuando pudo comprobar que era una buena persona… se puso a pensar, realmente no estaba seguro de que en algún momento le afirmara que era un hombre, pero, era un poco lógico en retrospectiva… o eso sentía al menos. Ató los globos a una de las patitas de la mesita para poder comenzar a abrir el cofre. Si por fuera era lindo, por dentro era hermoso, con lo primero que se topó, fue con un mundo de estrellitas de papel de diferentes colores… ¿hechas a mano?  Wow, estaba seguro de que al menos eran poco más de 100 a juzgar por las dimensiones del objeto ¿Cuánto tiempo le había tomado todo aquello?, subió la vista hasta la parte de arriba del cofre, estaba pintado de un negro con luces azules ¿Cómo se lograba aquella combinación de pintura? Y con algún tipo de pintura entre blanca y verde estaban pintadas unas estrellas, imitando así un cielo nocturno, como esos que tanto le gustaba ver ¿había sido casualidad? Estaba seguro de nunca haberle dicho que le encantaba mirar el cielo cuando caía la noche. Lo dejó pasar. Ya luego tendría tiempo para pensar en ello. Sobre aquellas estrellas de papel se encontraba una nota negra con letras plateadas:

                “¿Quién eres tú, que oculto por la noche entras en mis secretos pensamientos?”

Sonrió, esa frase la conocía bien, después de todo, le encantaba leer de todo un poco. Bajo esa nota había una más, pero con la diferencia de que esta traía un tipo de posdata.

“Espero que este pequeño detalle sea de tu agrado. Se que no es mucho, pero está hecho con todos mis sentimientos hacía ti. Esperaré ansioso por saber si te gustó.

                                                                                               Att.

                                                                       El hombre al que le robaste el corazón

Pd: ¡casi lo olvido! Espero que al pequeño Kurama también le guste su regalo “

No pudo ocultar la sonrisa que le provocó todo eso, su corazón latía como loco, si bien aún sentía algo por Sasuke, ahora sabía que alguien más comenzaba a ganar terreno en su corazón… eso era lo mejor. Sacudió su cabeza de lado a lado, no era momento para pensar en esas cosas, tenía algo más lindo en que penar. El movimiento de su bebé lo hizo llevar la mirada hasta su vientre.

-          ¿a ti también te gustó? – sintió una patadita – lo tomo como un si – sonrió – deberíamos ver si hay algo al fondo del cofre ¿no crees?

Con una nueva patadita decidió meter sus manos. Sintió un susto cuando tocó algo peludo, pero al sacarlo solo era un llaverito con un osito de peluche, algo pequeño pero lindo… lo que no era pequeño era lo que se encontraba debajo de este: un corazón de rosas con unos cuantos chocolates colocados estratégicamente sobre las flores… simplemente hermoso.

Una vez vio todo se levantó con cuidado para ir por el celular ¿Dónde era que lo había dejado? Tenía que hablar con urgencia con él, decirle lo bello que había sido todo. Cuando al fin encontró el pequeño aparato no pudo contener una carcajada, tenía 13 mensajes de él. Todos demostraban lo nervioso que estaba por vaya a saber qué.

            // Si no te llega nada en unos momentos, avísame por favor //

            // ¿Te ha llegado algo? //

            // Esos malditos, no me contestan, ¿aún no te llega algo? //

            // Me han dicho que te lo han enviado… ¿es cierto? //

            // ¿Naruto? //

            // ¿Lo has visto? ¿Les gustó? //

            // Me está dando un poco de miedo, tal vez no me contestas por qué no te gustó //

            // O tal vez solo estás ocupado en el trabajo //

            // Que idiota, me dijiste que por el momento no trabajas//

            // Discúlpame, seguro ya te asusté con tanto mensaje //

            // Estaré esperando por tu respuesta //

            // Ok, se que solo ha pasado hora y media pero aún no contestas //

            // Pero que estúpido, acabo de recordar que no te dije que había algo bajo lo que te di, ojalá lo veas //

No podía parar de reír, vaya que era un hombre nervioso, aunque de cierta manera era muy lindo.

            // Tranquilo, lo he recibido, ha sido hermoso //

            ----

            // ¿Enserio? Cuanto me alegra leer eso //

Iba a escribir una respuesta cuando escucho las voces de Deidara, Hinata y Neji llamándolo para que comiesen juntos… sin pensarlo dejó el teléfono y fue a donde ellos, le hacía falta estar con sus amigos.

Notas finales:

Espero les gustara :)

Muchas gracias por estar aquí!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).