¿Tal vez debería haberle importado lo que su novio le había dicho? El día anterior había ido a casa de Naruto con flores en mano para pedirle disculpas, sabía que había hecho mal pero no era como para que se acabe el mundo… lo conocía, estaba seguro de que lo perdonaría en el acto, sin embargo, al llegar pasó lo de siempre; parecía otro Naruto, esta vez lo había enfrentado e incluso sacado, pero estaba muy seguro de que había sido un pedazo de rebeldía y es que ¿Quién más lo podría aguantar? Suspiró. No estaba para preocuparse por eso, tenía mucho trabajo para hacer, ya luego le marcaría.
Sin darse cuenta los días habían pasado como el viento, tanto trabajo lo tenía absorbido… no es que no quisiese arreglar las cosas con Naruto o que mintiese en lo que le dijo, pero sabía que jamás lo dejaría, simplemente era perfecto y no había manera de que el rubio pensara lo contrario. Seguía tecleando en su escritorio, necesitaba mandar unas cosas a varias personas importantes y ya iba atrasado de por sí, tan sumido estaba en sus pensamientos que no escuchó que llamen a la puerta de su oficina y no se dio cuenta de la presencia hasta que golpearon su escritorio con la palma de una mano.
- Eres un auténtico idiota – escuchó como le decían en un tono molesto.
- Qué bueno verte Itachi – le dijo como si nada y dirigiendo la mirada a él.
- ¿Me puedes decir porque no has ido a ver a tu novio? Ayer le hablé porque tu no me contestabas y me contó todo – le recriminó- Sasuke, Naruto es lo mejor que te ha pasado en la vida.
- Y yo soy lo mejor que le ha pasado- contra atacó.
- No seas así, estos últimos años lo has tenido muy muy de lado – dijo para luego sentarse en la silla frente al escritorio.
- No tengo necesidad de hacer lo que hacía antes, él sabe que lo quiero y con eso basta, tengo derecho a divertirme sin él.
- Estas muy equivocado – suspiró el pelinegro mayor.
- Es lógica hermano, siempre estuvo enamorado de mí, no tiene por qué enamorarse de otro.
- Tu lógica está mal… a este paso lo perderás.
- Aun si lo engañara eso no pasaría – le estaba colmando la paciencia.
- Eres un auténtico idiota - ¡Dios! ¿Qué tenía que pasar para que su hermano se diera cuenta de que no estaba haciendo bien las cosas? ¿Qué le había pasado a su hermanito? Hace tan solo unos años era el novio más amoroso del mundo- mejor me retiro, lo que menos quiero hacer es pelear contigo.
Itachi sólo había ido a calentarle la cabeza y teniendo tantas cosas por hacer era el peor momento. No sabía de lo que le hablaba el mayor de los hermanos. Sasuke se consideraba un buen novio, teniendo tantas personas siguiéndolo y él estaba con Naruto; si, de acuerdo, su forma de ser cambió un poco con el tiempo, pero no era como para que todos se volviesen locos.
Aquel día se cumplía la semana exacta desde la pelea que tuvo con su pareja y como se debió suponer… no había contactado al menor pero ya tenía todo su trabajo listo así que iría a verlo, a estas alturas ya debía haber entrado en razón sobre lo que pasó. Tal vez lo llevaría a comer si es que no estaba del todo calmado después de todo tenía algo de tiempo que no lo llevaba a comer ¿Cuánto tiempo tenía desde la última vez?... Rayos ni siquiera lo recordaba.
Estaba dispuesto a salir cuando su secretaria entró para hablar de algo personal con él, con desgana aceptó e hizo que tomara asiento frente su escritorio.
- ¿Qué es lo que quieres hablar conmigo? – tan frio como siempre.
- No sea tan serio jefe – sonrió para luego cruzar sus piernas. Tenía tiempo pensando si hacer aquello, sabía que su jefe tenía pareja, pero no era tonta, hacía un par de años que este no pasaba por la oficina o si quiera lo mencionara su guapo superior… tenías que ser tonto para no notar que ya no tenía una relación o por lo menos eso creía aquella fémina – yo solo quería invitarlo a tomar un trago.
- ¿un trago? – lo pensó, grave error - no creo que sea correcto, tengo cosas que hacer, además…
- No finja, sé que ya no salé con su feo novio, hasta un ciego lo vería – a Sasuke le fue difícil ocultar su asombro ¿Por qué rayos pensaba aquello esa mujer?
- ¿Qué te hace cree eso? – frunció el ceño.
- Esto – sonrió mostrándole lo que traía en las manos – y si no sale a tomar conmigo, creo que no necesitará pareja para el escándalo – dicho esto le tiro un sobre con al menos unas 100 fotos todas del azabache con diferentes mujeres, ya sea bailando o tomando, pero al fin y al cabo con mujeres que no eran su novio.
- ¿¡De donde sacaste esto!? – gritó - ¿acaso me espías? – su mirada no se movía de las fotos – si naruto ve esto no me perdonará tan fácilmente.
- ¿Naruto? Aun tienes pareja Sasuke – claramente le molestaba.
- ¿Por qué no tendría? – definitivamente eso no se lo esperaba la chica, pero por lo menos sacaría ventaja de eso.
- En ese caso, sal a tomar conmigo o estas fotos le llegarán directamente a él.
- ¿Me estas amenazando? – esa situación lo estaba irritando demasiado.
- Claro que lo hago – definitivamente la mataría si pudiera, ninguna mujer lo obligaba a salir – a menos que quieras que las fotos las vea tu amado.
- Rayos – maldición, no podía dejar que eso pase, tenía que pensar algo – está bien, ¿Qué es lo que quieres?
- Solo tomar uno tragos contigo – dijo levantándose y acercándose al moreno – solo hoy, a menos que luego tú me busques.
- Eso jamás pasará – vaya que no tenía idea de que pedazo de zorra había contratado – de acuerdo, tomaremos solo por hoy, pero será en mi casa.
- Claro- en verdad que Sasuke podía ser muy estúpido – como tú quieras- le sonrió.
Sin decir nada más ambos salieron de aquel edificio como si fuera lo más normal del mundo, subieron al coche del Uchiha sin cruzar palabra alguna… realmente no sabía por qué, pero aquél viaje del trabajo a su casa fue mucho más largo de lo que recordaba, tal vez el triple del tiempo y sin exagerar y no es que fuese porque no quisiese llegar si no porque estar con esa mujer era tortura pura. Una vez llegaron a casa del azabache entraron para situarse en la sala. Aquella mujer inmediatamente buscó un par de copas para poner el alcohol que al parecer ella había llevado, bien, podía soportar un par de tragos. Realmente no entendía nada de la plática que se suponía que estaban llevando a cabo, pero de un momento a otro se sentía extraño… ido era la palabra correcta ¿acaso lo drogó? ¿cuándo? Juraba no haber perdido de vista su trago; aquella mujer pareció darse cuenta ya que de inmediato se subió la falda y quitó los tres primeros botones de su blusa blanca dejando así revelar buena parte de sus pechos para nada pequeños.
- Yo debería estar aquí – le susurró para treparse sobre el regazo de Sasuke – yo sé que quieres estar conmigo.
- Ni en tus sueños estaría contigo – trató de sonar lo mejor posible.
- No todos los días tienes una mujer como yo en tu casa – sonrió.
- Eso es porque no traigo putas a mi casa, solo una persona es digna de que la traiga– podía estar drogado o lo que sea, pero no se iba a acostar con ella.
- ¡Por dios! Esa excusa es muy absurda – con una fuerza que no pensó que pudiese tener una mujer, y el con la menor fuerza, le sujetó las manos para acercar su rostro a su oído – ya no te resistas.
- N-no te… - y no pudo terminar aquella frase ya que había caído dormido.
¡No podía ser! ¿Por qué carajo estaba dormido? No tenía lógica en absoluto, estaba por demás molesta así que se levantó para revisar en su bolso y leer lo que decía el frasco donde se encontraba el líquido que vertió en el alcohol…. Se sintió estúpida por un momento, aquello que su mejor amiga le regaló tenía la frase que la llevó a su derrota “este producto no funciona como un afrodisiaco tal cual, se sentirá un efecto potente los primeros 2 minutos, pero posteriormente el usuario caerá en un profundo sueño” ¿¡acaso era un medicamento para dormir!? tenía que pensar, debía haber una manera de sacar provecho mínimo a que se durmiera…. Y por fin tuvo una gran idea, una muy buena.
Sasuke abrió los ojos con pesadez, tardó en acostumbrarse en la poca luz que había en su ¿habitación? ¿Qué hacía ahí? Si no mal recordaba estaba en la sala con su secretaría cuando comenzó a sentirse excitado… esperen ¿acaso se había acostado con ella? Eso no podía ser, quería todo menos eso. Pero el destino le decía lo contrario ya que pudo ver como aquella mujer lo veía con una sonrisa triunfal, estaba a punto de hablar cuando sucedió lo que menos esperaba
- ¿¡QUE-QUE DEMONIOS SIGNIFICA ESTO!? – escuchó un gritó fuerte, no era tonto esa voz era de Naruto.
- Na-naruto – tartamudeo – n-no es lo que crees – trató de pararse, pero la mujer se levantó antes para hablar.
- Con que este es tu novio cariño, pensé que era más... más guapo.
Tenía que hablar, lo sabía, pero simplemente parecía que su cuerpo estaba congelado, tenía que gritar que no había pasado nada, que le seguía siendo fiel, pero… ¿eso era verdad? Cuando su cerebro pudo razonar todo aquello e intentó hablar escuchó algo que lo dejó completamente helado.
- No querida- dijo su rubio con una sonrisa posando su mirada en la secretaria, esa pausa que tomó le duraron horas – él no es mi novio – no entendía que pasaba, justo en ese momento su mirada estaba sobre él – así que puedes hacer lo que quieras con él.
- Naruto – por fin había podido decir una palabra
- Es más – dijo ignorándolo por completo – les traje un regalo – dijo mostrándole lo que traía en las manos a la chica.
- ¿En serio? – sonrío la mujer. Sasuke supo que no podría ser nada bueno.
- Si – dijo asentando la botella y destapó la caja de pastel – este es para ti – sonrió para luego estrellar el pastel en la cara de aquella zorra y esparcirlo por su cuerpo – y este – dijo agarrando la botella – es para ti – el azabache solo pudo ver como la botella iba en su dirección, entendía el enojo de Naruto, no lo podía juzgar, quiso por un momento que la botella le diese en el rostro pero había fallado ¿casualidad?– en tu vida me vuelvas a buscar Uchiha – eso dolió horrores pero sin embargo no pudo moverse para irse tras él, tenía que aclarar todo primero
- ¿Qué demonios hiciste? – grito con furia para así estampar a la mujer en la pared, o si, estaba en sus sentidos
- N-no p-puedo re-respirar – intentaba decir a lo que él la soltó, tal vez la mataría, pero después de saber lo que había pasado. Mientras la mujer intentaba respirar él se observó en el espejo de su habitación… tenía los pantalones puestos y no olía nada extraño en su cuerpo, eso le confirmaba que no había pasado algo.
- Deja de hacerte a la muerta y explícame que pasó ¡Ahora! – la mujer tembló.
- Lo que pasa entre dos personas que se atraen – mintió aun con el miedo que sentía.
- No mientas – de acuerdo, su padre siempre le enseñó que a una mujer no se le golpea, pero esa bofetada la traía bien merecida - ¡dime que pasó!
- Ella se moría de miedo y no podía negarlo – no pasó nada, ¡lo juro!
- Dime que pasó – dijo un poco más calmado – tu estas completamente desnuda.
- Te dormiste, como pude te cargué hasta la habitación, pero como me cansé solo te logré quitar la camisa antes de que comenzaras a moverte, así que me desvestí para que pensaras que entre nosotros pasó algo… no contaba con que el estúpido de tu novio llegara.
Eso fue todo, sin ocultar su molestia tomó a la mujer del brazo, tomó un plumón y un pedazo de cartón con hilo y la arrastró hasta la calle aún sin ropa, estaba furioso, si no quería matarla tenía que hacer esto como mínimo. Sin importarle en absoluto como lo viesen las pocas personas que estaban en la calle, la sentó un poco más lejos de la entrada de su casa para amarrarla a un tronco, la mujer estaba tan atónita que no podía ni moverse, así que aprovechando esto Sasuke escribió en el cartón “muero por un poco de sexo como buena puta que soy ” y se lo colgó en el cuello; entrando así en su casa, no sin antes cerrar la pequeña reja que tenía.
Por primera vez en muchos años moría de miedo, no recordaba cuantos años tenía exactamente, tal vez unos 6 años. Cuando comenzó su relación con su mejor amigo jamás pensó en que algo así pasaría, y es que, aunque al parecer todos pensaban que no, él si quería al rubio; si no lo hubiese querido, aunque sea un poco jamás le hubiese pedido ser su novio. Pero eso era lo de menos ahora, estaba 10000% seguro que esta vez no le sería tan fácil que lo perdone Naruto, diablos, esta vez que si era inocente resultaba ser la vez que peor reacción había tenido su pareja.
- Tengo que pensar en algo, sé que esta vez será un poco más difícil, pero sé que me ama- suspiró – no hay manera de que no me perdone – un suspiro más – solo tengo que planear lo mejor que le puedo dar en estos momentos
Definitivamente necesitaba darse unos buenos ánimos.
Pero no imaginaba que no sería tan fácil esta vez e incluso sería casi imposible.