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Patético por Mc-19051

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Notas del capitulo:

Muchas gracias por los reviews, en serio los aprecio.

Actualizaré una vez por semana mientras el internet me lo permita <3

Dulces caricias.

 

Semanas habían pasado desde esa fatídica noche y todo estaba tranquilo entre ambos, solían tener charlas amenas, hablar de sus días sin comentar en lo absoluto sobre el pasado de algunos de los dos; todo con tal de no volver a abrir las heridas.

Lerroy sabía que lo máximo que podía hacer con Jhon cómo único confidente era lamerse las heridas como un sarnoso perro utilizando lo que Jhon le había dicho, y viceversa. No era algo para lo que ellos estaban preparados y lo sabía, saldría otra discusión similar y quizá unas palabras entre ambos no solucionaría las cosas.

El castaño supo, desde que se despertó al día siguiente,  que Jhon simplemente no lo quería allí, y lo entendía a la perfección, él tampoco se quería ver la cara en ocasiones. Así que decidió ponerse manos a la obra y conseguir un empleo distinto al ya no querer trabajar cómo un  pedazo de carne.

Y allí estaba, trabajando como mesero en un café dónde supuso que se drogaban para haberlo aceptado allí de buenas a primeras y rezando para que Jhon lo aguantase hasta que pudiese cobrar su quincena.

Era cansino pero era muchísimo mejor y más seguro que trabajar por las noches. Sólo esperaba no toparse con algún antiguo cliente o similar.

Realmente le parecía irónico que hubiese conseguido un trabajo pese a sus condiciones ¿Tan desesperados estarían por contratar a alguien sin importar su apariencia o su pasado? No quería preguntarse demasiado sobre eso así que era mejor aprovechar la suerte del momento y ganarse unas propinas por atender rápido.

[…]

Lerroy iba camino a la pocilga dónde vivía cuando vio una particular camioneta destartalada estacionada frente a una tienda de veinticuatro horas, se le hacía demasiado familiar ¿Qué estaría comprando Jhon en ese lugar?

Mientras tanto, Jhon estaba comprando  agua y galletas integrales, recordando felizmente lo que había pasado en su día laboral.

Había sido ascendido, lo cual era genial porque recibiría un poco más de dinero, o sea, podría darse el lujo de comprarse otras cosas o quizá de incluso mudarse. Roxane le dijo que si seguía así, podría recibir otro ascenso en poco tiempo porque según ella, él tenía talento y aprendía rápido.

Jhon realmente no creía eso porque mucho le costó aprender de sus errores cuando era más joven pero si Roxane le daba otro ascenso él no se iba a quejar. El moreno no se sentía avergonzado de recibir un ascenso, más bien se sentía bastante… Orgulloso.

Era la primera vez en tanto tiempo que se sentía así, lo que le avergonzaba en realidad era lo que pasó después de eso.

Luego de que Roxane lo llamara a la oficina para hablarle de su ascenso y felicitarlo, cuando se fue a sentar en la silla que ella le había ofrecido su billetera se cayó y antes de poder recogerla, su jefa la agarró y la ojeó durante unos segundos antes de volvérsela a entregar.

—Eres el primer hombre joven que conozco que no tiene un condón consigo. —fue lo que ella dijo con tan hermosa sonrisa—. Deberías tener alguno, cariño, quizá algún día se te presente la oportunidad…— Roxane estaba muy lejos de saber sobre la realidad, ella podría ser muy cariñosa y atenta con todos pero que él tuviese la posibilidad de quedar con alguien y hacer ‘eso’ era muy escasa.

Agarró las bolsas y el cambio para irse a su amada Daisy, si lo pensaba mejor, ni siquiera con Lerroy tendría la oportunidad, el castaño había estado involucrado con cuestiones sexuales desde muy joven y que él le pidiese intimidad era abusar del muchacho.

Jhon suspiró mientras encendía su camioneta, no le molestaba seguir siendo virgen, sólo le daba curiosidad saber que se sentía  eso, ¿Sería en realidad tan bueno cómo lo hacían ver? ¿O sería similar a masturbarse?

— ¡Tierra a Jhonny~!— Esa voz sacó al moreno de sus pensamientos, y al voltear a la ventana del copiloto, vio a un sonriente Lerroy—. Tengo rato llamándote y nada que contestas ¿Me podrías dar el aventón a casa, por fa~?

—C-claro, sube. —Le abrió la puerta sin pensárselo mucho.

—Gracias, eres un amor. — Contestó Lerroy mientras se terminaba de montar con una radiante sonrisa, cosa que extrañó bastante a Jhon.

Lerroy se había quedado fuera de la tienda, esperando a que Jhon terminase de comprar para que lo pudiese llevar al chiquero que llamaba casa porque en serio le dolían los pies, y pensando que el moreno estaría fastidiado recién salido del trabajo, decidió ser un poco más meloso pero lo que no cuadró en su mente fue la sonrisa le dio, no era necesario sonreír tanto para conseguir un aventón.

[…]

— ¿Quieres? —El castaño parpadeó confundido ante la oferta del día, una galleta integral.

— ¿Y eso? —Preguntó antes de tomarla y darle un mordisco, joder, tenía hambre.

—E-eres mi pareja ¿No? Las parejas c-comparten y eso…—Fue lo que respondió el moreno mientras seguía comiendo tranquilamente de su galleta.

—Supongo…—susurró mientras detallaba mejor el envoltorio, pensando en cómo haría para trabajar al día siguiente— ¿En serio no has tenido novia hasta ahora? —Al terminar de preguntar eso, Lerroy cayó en cuenta de que ya había empezado a abrir las heridas de nuevo.

— ¿Novia? —cuestionó Jhon bastante confundido—. Pero creí que eras un chico —hizo una pausa, pensativo— ¿Eres una chica? —preguntó después de unos momentos de incomodo silencio, bueno, incomodos para el castaño porque el moreno parecía estar más ocupado pensando en que Lerroy quizá fuese del sexo opuesto.

— ¡Claro que no! —chilló el castaño —. N-no empieces con tus cosas raras ¿Vale? —Pidió un poco más calmado.

—Tartamudeaste. — Por su parte, Jhon estaba disfrutando de los pequeños detalles, era la primera vez que escuchaba a Lerroy tartamudear y no pudo evitar el comentárselo.

— ¿Y qué con eso? —El castaño estaba confundido, definitivamente Jhon no estaba con él en esos momentos.

—Me pareció curioso. — Respondió tranquilo el moreno mientras terminaba con su improvisada cena a base de galletas y agua— ¿Y tú tampoco has tenido pareja? Aparte de… B-bueno…

—No. —Respondió tajante el castaño mientras fruncía levemente el ceño, intentando adivinar que otra cosa rara le diría el mayor a continuación; todo el panorama era de lo más extraño, algo simplemente no cuadraba— ¿Te pasó algo hoy? Estás demasiado ido. —Concluyó al ver que el pendejo de Jhon dejaba morir la conversación.

—Me ascendieron. —Respondió el moreno sin más, aún pensando en lo que Roxane le había dicho.

—No suenas muy feliz al respecto…—Susurró Lerroy mientras entrecerraba los ojos, intentando descifrar si lo que Jhon le decía era cierto; y si lo pensaba mejor, el mayor casi ni decía mentiras por lo pésimo que era haciéndolas y por lo general era alguien honesto.

—Estoy feliz, en serio. — Se apresuró a responder Jhon, levantando ligeramente ambas manos y sonriendo algo nervioso, no quería que Lerroy se enfadara por creer que estaba siendo ignorado, sólo que no podía dejar de pensar en eso.

—No te creo —Refutó el castaño a la vez que se cruzaba de brazos—. Así que te daré un pequeño regalo por tu ascenso ¿Qué te parece? — Lerroy le dedicó su mejor sonrisa a la mirada curiosa de Jhon.

Jhon, por su parte se preguntaba si Lerroy sabía de su ascenso antes de que él se lo dijera, o que le podría regalar el castaño; sintió su cara más caliente de lo normal al ver cómo el castaño se acercaba con una sonrisa gatuna en el rostro.

Y sin mediar palabras, el moreno recibió un casto beso en los labios por parte del más joven, y pensando que eso sería todo se sorprendió bastante al sentir como Lerroy movía sus labios sobre los suyos; tensándose aún más, sin saber qué hacer.

—Oh venga —susurró en un puchero el castaño cuando se separaron—. Relájate un poco ¿Sí? —Pidió con un tono más dulce mientras le tomaba las manos al moreno.

—E-es l-la pri-primera ve-vez q-que hago e-esto…—A Jhon realmente le habría gustado el seguir hablando pero fue nuevamente interrumpido por el castaño quien volvió a besarle, y esa vez decidiendo obedecerle, intentó relajarse lo más posible y disfrutar pese a los nervios.

Los labios del castaño se movían con suavidad sobre los del moreno, quién en un vago intento de relajarse, empezó a mover los suyos con suma torpeza y sin ritmo alguno; arruinándolo otra vez.

Lerroy nuevamente se separó de Jhon, dándose por vencido con la idea de besar al moreno ¡Era imposible, joder! Ese pendejo besaba demasiado mal y se volvía un manojo de nervios; el castaño frunció levemente el ceño ante la mirada penosa que le estaba dando su compañero, quería compensarlo por ese ascenso pero sin dinero y sin saber casi nada de los gustos del moreno —aparte de las chicas lindas—, era prácticamente imposible hacerlo de otra forma.

Un silencio incomodo se formó entre ambos, el cual el más joven interrumpió con una pregunta.

— ¿Sabes qué? Haré algo muchísimo mejor que besarte.

—N-no e-es ne-necesario, e-en serio…—Susurró Jhon mientras intentaba alejarse del castaño.

—Anda~—susurró Lerroy divertido ante los nervios del otro— ¿Por qué me rechazas? —Aunque en el fondo el menor tuviese una idea de cuál podría ser la respuesta, prefería escucharla de la boca del moreno.

—N-no q-quiero f-forzarte…

—No me estás forzando si soy yo el de la idea en primer lugar. —Contestó Lerroy algo extrañado ante esa respuesta de Jhon ¿A qué se refería exactamente?

—E-es q-que t-tú tra-trabajas d-de eso y p-pues n-no quiero que… B-bueno… Y-ya s-sabes, te f-fuerces c-conmigo… —Ante esa razón del moreno, el castaño abrió los ojos bastante sorprendido. Sabía que Jhon era alguien dulce, apacible y modesto pero no pensó que lo sería tanto al punto de rechazar la oportunidad de perder la virginidad por considerarlo a él.

Cierto, que él aún no le había dicho al moreno sobre su cambio de trabajo, se sintió culpable y a la vez curioso.

— ¿Y cuando realmente quisieras intimar? ¿No lo harías porque me darías ‘trabajo’ extra? —Inquirió el castaño curioso, viendo con atención cada gesto que su opuesto hacía.

Por su parte, Jhon sentía que podría morirse de la vergüenza allí mismo, no quería ofender a Lerroy ni nada por el estilo pero no conseguía forma de acomodar mejor sus palabras, su mente estaba hecha un lío por los nervios.

Y antes de poder responder algo, el castaño nuevamente se le acercó para esa vez darle un suave beso en la mejilla.

—Es muy dulce de tu parte, pero estoy bien, en serio. —El pobre de Jhon sólo pudo tragar grueso al presenciar la imagen que tenía frente a él; Lerroy en serio era lindo cuando sonreía y tenía esa aura tranquila a su alrededor.

Y el moreno siendo arrastrado por las emociones, besó al castaño en los labios, más tranquilo e intentando no arruinarlo esa vez; el más joven le correspondió en seguida y se sintió bastante feliz ¿Entonces así se sentía estar con quien se quería? Era muy lindo.

—Anda, no seas tímido, toca. —Le susurró el castaño luego de que se volvieran a separar mientras tomaba su mano y la guiaba hacia su cintura.

Para sorpresa de Lerroy, Jhon obedeció y con manos temblorosas le acarició con torpeza. Las caricias fueron más que suficiente para que el moreno ya estuviese duro, a lo que éste intentó apartarse por la vergüenza pero el menor sabiendo las intenciones de su opuesto, lo sostuvo con firmeza.

Y antes de que el mayor pudiese refutar algo o inventar cualquier excusa para darse amor en la privacidad de su baño, el castaño desabrochó su pantalón y bajó su ropa interior con maestría, liberando así su necesitado miembro.

El castaño le dedicó una sonrisa traviesa a su compañero antes de dirigir su mano hacia la virilidad del otro y empezar a masturbarlo con suavidad, haciendo presión en los puntos indicados, logrando que Jhon suspirase abrumado por el placer y se relajase totalmente, cerrando los ojos para disfrutar más.

Claro que, el pobre de Jhon no esperaba lo que pasaría después.

Lerroy se acomodó lo mejor que pudo en el maltrecho colchón y quedó de la forma más cómoda posible para darle una merecida felación a su pareja. La sensación húmeda y caliente en su miembro sobresaltó al moreno, el cual intentó separarse por tan brusco cambio pero cuando el menor empezó a mover rítmicamente su cabeza, paralizó a su opuesto.

La calidez y la humedad de la boca del castaño tenían a Jhon jadeando y botando uno que otro gemido, preso de la nueva sensación ¡Definitivamente era tan placentero cómo lo hacían ver en las películas! El pobre se desabotonó su camisa al sentir un subidón de temperatura e inconsciente de sus acciones, empezó a mover su cadera a un ritmo similar al del castaño.

Quería sentir más, mucho más; realmente no quería que se acabase pero el cosquilleo en su vientre bajo le advertía que todo aquello terminaría pronto.

Por su parte, Lerroy hacía lo imposible para no separarse debido a las cosquillas que el vello púbico de Jhon hacia sobre su labio superior. Al sentir cómo las manos del moreno intentaban apartarlo con prisa, dedujo que el mayor estaba cerca del clímax.

Apartó las manos de su compañero y aumento el ritmo de sus movimientos, le daría el gusto de que se corriese en su boca por ser la primera vez del moreno recibiendo ese cariño. Observó atento como Jhon se retorcía y apretaba el colchón bajo suyo para que unos momentos después, sintiera el miembro palpitando en su boca y expulsando el semen. Lerroy esperó paciente a que terminase de eyacular en su boca antes de apartarse y limpiarse la comisura de los labios.

El moreno dejó escapar un sonoro jadeo mientras se desplomaba agitado en el colchón, totalmente extasiado y viendo estrellitas de colores en el techo.

—No estuvo tan mal ¿Verdad? —Cuestionó sonriendo de forma juguetona el castaño mientras se acomodaba a la par de un muy agitado Jhon.

—E-estuvo increíble. —Fue lo que respondió éste último luego de calmarse un poco.

— ¿Te gustó?

—M-mucho.

—Bien, entonces me voy. —Susurró mientras se levantaba pero Jhon rápidamente le tomó la mano.

—P-pero a-acabamos d-de tener un momento—Fue lo que le dijo el moreno con bastante preocupación—. P-perdón si fui m-muy d-desconsiderado o s-si…—Antes de que siguiese hablando, Lerroy le interrumpió con una sonrisa amena.

—Lo sé, pero me voy  a cepillar, no me gustaría tener el aliento a puro semen si vamos a seguir hablando —se hincó y le dio un suave beso en la mejilla al moreno—. Y tranquilo, no estoy enojado ni nada. —Y dichas esas palabras, se fue al baño.

Cuando Lerroy estuvo en suficiente privacidad, dejó sus pensamientos y vergüenza fluir, cuestionándose por qué le había excitado tanto el hecho de que Jhon estuviese tan peludo ¡Debería haberle dado asco! Pero no, allí estaba con una erección entre sus piernas después de tanto tiempo.

Se cubrió el rostro, sintiendo hasta sus orejas arder. Se sentía nuevamente enamorado y por primera vez en tanto tiempo no sabía qué hacer.

 

Notas finales:

Gracias por leer <3


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