Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Secretos sexuales por Fullbuster

[Reviews - 138]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Portada

¿Cómo había terminado allí? Lo sabía bien aunque no se explicaba cómo había accedido a esa petición tan extraña. Llevaba tres años siendo bombero, pero ese último año había sido el peor de todos. ¡Le encantaba su trabajo! Sin embargo... su matrimonio había sido todo un infierno desde que tuvo la brillante idea de contarle todos sus más íntimos deseos sexuales a su esposo. Creyó que lo entendería, que ambos podrían disfrutar de una saludable vida sexual... en cambio, sólo encontró desprecio en su mirada y asco. ¡No le entendía!


- Vamos, Sasuke, no es para tanto, sólo un pequeño paseo por la pasarela.


- ¿Cómo me habéis convencido de esto? – preguntó el Uchiha mirando aquella pasarela que en breve debería recorrer.


- Es por una buena causa, todos lo vamos a hacer. Somos un equipo, ¿no?


- Sí – dijo Sasuke resignándose ante aquello – todo sea para pagar las herramientas.


Era sabido por todos que los bomberos siempre sacaban esos atractivos calendarios que vendían para poder pagar ciertas cosas del mantenimiento de lo que utilizaban. Este año habían sido algo más ambiciosos. ¡Una subasta! Una benéfica, pero subasta al fin y al cabo.


Las pujas seguramente echarían chispas. Todos querrían tener a un bombero por una noche en sus casas, pero pocos lo conseguirían. Por una parte, tampoco le importaba mucho a Sasuke, una de sus fantasías siempre había sido tener sexo con un desconocido aunque nunca tuvo la oportunidad. ¡Demasiadas fantasías tenía! ¡Demasiadas le había contado a su ex esposo! ¿Era raro tener ciertas fantasías insatisfechas?


Resopló al ver que la música empezaba a sonar y deberían salir para la subasta. Hoy haría realidad al menos una de sus fantasías. ¡Estar con un desconocido! Porque casi seguro que le pedía sexo. Le daba igual hombre o mujer, en esos instantes llevaba tanto tiempo sin tener sexo que... con tal de desfogarse una noche, no le parecía nada mal. Lo bueno de ser un desconocido es que no tendría que volver a verle, no le conocía, no sabía sus secretos, ni querría conocerlos, sólo pasar el rato. Ya no estaba casado así que... podría hacer lo que quisiera.


- ¿En qué piensas, Sasuke? – preguntó su compañero.


- En nada, supongo – sonrió de medio lado mirando hacia el público.


- Tu ex esposo no estará ahí, tranquilo.


- Tampoco pujaría por mí.


Escuchó su nombre. Era su turno y debía salir ahí delante donde el público gritaba entusiasmado y enseñaba billetes con los que compraría a esos bomberos. Un par de sus compañeros ya habían sido subastados, volviendo con sonrisas en sus labios. Se lo pasaban bien desfilando y quitándose algo de ropa, ¡sin llegar a desnudarse! Por alguna razón... sentía miedo. Sólo una vez había abierto su corazón y había conseguido hundir su matrimonio. Ahora llevaba meses sin sexo, con ese miedo a ser demasiado atrevido, a querer probar cosas nuevas, a que le tachasen de pervertido como hizo su esposo.


- Deja de pensar y sal ahí de una vez – le empujó su amigo ligeramente del hombro para que diera un paso – y diviértete, necesitas una noche para ti... ya me entiendes – le comentó su amigo moviendo la cintura provocativamente.


Una sonrisa de autosuficiencia es lo que mostraron sus labios, una sonrisa que le hizo entender una cosa... ¡Daba igual lo que hiciera esa noche, sólo sería sexo y la otra persona no le conocía de nada! Podía ser quien quisiera ser. Su compañero tenía razón, sólo debía disfrutar.


Sasuke salió al escenario con su elegante y provocativa sonrisa, vestido con su uniforme de bombero y caminando con decisión hacia el borde de la pasarela mientras las mujeres y hombres allí presentes gritaban, tratando de acercarse a él. Viendo aquel panorama y queriendo superar la suma que sus anteriores compañeros habían conseguido, movió con sutileza su cadera convirtiéndola en pura expectación, obligando a todos los presentes a fijarse en cómo movía su trasero. Sasuke sonrió al escuchar a una de aquellas mujeres completamente histérica pidiéndole que se quitase todo. Quizá empezaba a sentirse cómodo siendo simplemente un plato de carne en una mesa.


- No puedo creerme lo que veo – sonrió el compañero entre bastidores al ver a Sasuke mover la cintura, volviendo loco al público que sólo gritaba cifras de dinero por él – si hace un segundo parecía que ni quería salir.


- Déjale que se divierta. Ha estado algo alicaído desde que firmó los papeles del divorcio. Era hora que se divirtiera un poco.


- Creo que lo pasará bien esta noche.


- Quien se lo lleve disfrutará de lo lindo. Con tanto tiempo sin tener sexo... lo más seguro es que lo deje seco – se reía su otro compañero al verle sobre el escenario con aquellos movimientos tan sensuales, abriéndose la chaqueta del uniforme.


La chaqueta de bombero cayó al suelo ante la expectación del público. Las pujas seguían subiendo mientras la música sonaba. Sasuke llevó sus manos a la entrepierna, abriendo ligeramente la cremallera como si fuera a quitarse el pantalón, lo que causó aún un mayor revuelo, sin embargo, sus ojos se fijaron en un hombre de las últimas filas. Su ex marido estaba allí, observando el espectáculo con cierta sonrisa en sus labios, lo que hizo que se paralizase durante unos segundos.


- Vamos, tío, sólo esta vez – se escuchaba a un rubio en las filas intermedias.


- ¿Tanto te interesa tenerle? – preguntó su compañero.


- Te lo devolveré, lo sabes.


- Ya... ¿Cuánto tienes?


- Quinientos dólares – comentó Naruto.


- Yo tengo unos doscientos más, puedes pujar hasta setecientos – sonrió su amigo, dándole a entender que le dejaba lo que le faltaba de dinero al ver que la puja por Sasuke ya superaba el dinero que Naruto llevaba en mano.


- Gracias, tío – se alegró Naruto, haciendo una puja mayor que la anterior, pronto superada por otra rival.


- Mil dólares – se escuchó desde atrás, lo que paralizó durante un segundo toda la sala – ofrezco mil dólares.


Hasta Sasuke se había paralizado por completo al escuchar la voz de su ex marido decir aquello. ¿Para qué iba a pujar por él? ¡Ya le tuvo una vez y le hizo firmar los papeles de divorcio! Quizá ni siquiera quería dejarle divertirse una noche, él siempre estaría ahí, como una sombra acechándole. Naruto se giró hacia aquel policía de la última fila que había subido la oferta hasta un nivel donde él no podía competir.


Naruto sacó su teléfono, parecía estar vibrando así que se apresuró a contestar. Su amigo vio cómo se alejaba unos pasos, como si intentase alejarse un poco del bullicio para poder hablar y entonces...


- Mil quinientos dólares – se escuchó al otro lado a otro policía que miraba con prepotencia al ex esposo de Sasuke, subiéndole la oferta hasta donde parecía... él no podía pujar.


En aquel instante, Sasuke se calmó al darse cuenta de que no estaría con su ex marido, que por primera vez, parecía no poder ganar pese a que ya le había arruinado un rato de esa noche que debería haber sido perfecta. ¡Tan sólo quería desahogarse!


- Vendido al señor del uniforme de policía con el número cincuenta y dos – dijo el presentador, consiguiendo así que Sasuke caminase hacia atrás para volver a los vestuarios, sin perder de vista a aquel hombre al que no conocía.


- ¿Qué...? – preguntó Naruto al ver que la puja finalizaba.


- No pasa nada, Naruto, otra vez será.


- No tengo otra vez – sonrió con cierta tristeza – ese chico nunca se fija en mí pese a que trabajamos en el mismo edificio. Me voy a casa, ya no hay nadie que me interese en la subasta.


¡! Naruto, policía desde hacía un par de años, había sentido una atracción casi inmediata hacia ese chico. En un pueblo como Butte, ubicado en el estado de Montana, tanto la oficina de policía como los bomberos compartían el mismo edificio. No era un pueblo demasiado grande, así que... compartir un edificio público para ambos campos de la seguridad había sido una de las mejores ideas que había tenido su ayuntamiento. Por desgracia para Sasuke que tenía que ver a su ex marido siempre por la comisaría.


- Vamos, Sasuke, no dejes que eso te afecte, ya está, no vas a ir con él – comentaba su compañero.


- Ya – sonrió ligeramente – ha sido sólo... un momento lo que me ha afectado. Ya estoy mejor.


- Diviértete y ya sabes a lo que me refiero. Una noche entera para ti. Date el gusto.


Sasuke se colocó nuevamente la chaqueta del uniforme y salió hacia donde estaba el público, buscando la taquilla donde se depositaba el dinero. Allí estaba aquel hombre que había pagado la friolera cantidad de mil quinientos dólares por él, lo que suponía prácticamente lo que él cobraría ese mes o lo que ese hombre... siendo policía, podría cobrar también.


- Estoy listo – comentó Sasuke a la espalda del hombre que firmaba para dejar constancia que era él quien se llevaba a Sasuke.


- Perfecto. Pongámonos en marcha, mi amigo no quiere esperar más.


- ¿Tu amigo? – preguntó Sasuke.


- Sí. Oh, lo siento... yo sólo soy su representante, él es un poco tímido y prefería no estar presente, pero te está esperando, es con él con quien pasarás esta noche.


- Vaya...


- ¿Hay algún problema? – preguntó el policía.


- No... casi hasta mejor – sonrió Sasuke – da un poco más de morbo no saber quién es y al fin y al cabo... sólo será una noche.


- Me alegra que no haya problemas. Vamos, le llevaré hasta el hotel.


¡Fantasías! Eso es lo que Sasuke tenía y muy a menudo. ¡Le gustaba jugar sexualmente! No quería ser uno más de esos que simplemente... era meterla y sacarla, no... pero su esposo no lo había entendido. Él sólo quería divertirse, buscar formas nuevas de excitarse. Aún recordaba la vez que le sugirió que hiciera una "detención ilegal" con él. ¡Claro que eso quedaría en su intimidad sexual!, siendo policía le costaba muy poco haber simulado que le detenía por algo y haber acabado manteniendo relaciones sexuales con él, ¡un juego! Eso es lo que Sasuke siempre había soñado, jugar a muchas cosas diferentes con la misma persona, con alguien con quien pudiera compartir sus más oscuras y deseadas fantasías.


Durante el trayecto, no habló con su acompañante. Había algún motel en ese pueblo, sin embargo, se extrañó al ver que se dirigían al aparcamiento de uno de los mejores hoteles de esa pequeña población, al hotel Finlen. Era prácticamente el único monumento histórico que habían conservado y transformado en hotel.


- Habitación ciento cinco – comentó el conductor otorgándole una tarjeta, seguramente la de la habitación.


- De acuerdo.


- Disfrute de la noche – sonrió al verle bajar del vehículo, conduciendo nuevamente y alejándose del chico.


- Vamos allá – sonrió Sasuke – al menos haremos una fantasía realidad... tener sexo con un desconocido – sonrió tachando mentalmente esa fantasía sexual.


Ni siquiera pasó por la recepción, caminó hasta el ascensor y presionó la tecla de la primera planta. No negaba que estaba nervioso, no era nada habitual en él hacer este tipo de cosas, siempre había mantenido sexo con sus novios formales... pero para todo había una primera vez y la verdad... es que le excitaba un poco el no saber a qué atenerse.


Abrió la puerta directamente con la tarjeta y entró tras escuchar el mecanismo electrónico abrirse. Todo estaba oscuro, pero no fue eso lo que le sorprendió sino el hecho de que alguien le agarró de la muñeca y lo empujó hacia dentro de la habitación, cerrando la puerta y empotrándole de frente contra ella mientras colocaba su brazo tras la espalda y le abría ligeramente las piernas.


- Queda detenido por prostitución. "Usted tiene derecho a permanecer en silencio. Cualquier cosa que diga podrá ser usada en su contra ante un tribunal. Tiene derecho a consultar a un abogado y/o a tener a uno presente cuando sea interrogado por la policía. Si no puede contratar a un abogado, le será designado uno para representarlo".


Esas fueron las palabras que escuchó Sasuke sobre la presunta detención, obligatorias siempre ante cualquier detención, sin embargo y pese a pensar en un principio que iba en serio, cuando sintió la mano del policía bajando por su abdomen hacia su entrepierna, entendió que simplemente... estaba jugando, un juego que le excitaba y que él mismo había deseado durante años en silencio. ¡Por fin podía hacer algunas fantasías realidad y no pensaba desaprovechar la oportunidad!


- Quizá podamos llegar a un acuerdo para que no me detenga – expuso Sasuke de forma juguetona.


- Soy todo oídos – sonrió la persona a su espalda – dime tu sugerencia – susurró sensualmente junto a sus labios mientras sus manos seguían bajando hacia la entrepierna del joven.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).