Al despertar mire a mi lado y ahí estaba el libro que había firmado Lince, mi corazón se aceleraba cada vez que recordaba lo que había dicho esa mujer, al bajar a desayunar mi familia no mencionaron nada de lo ocurrido en el evento pero no podía decir lo mismo de mi mejor amiga.-
¿Ya te llamo?- pregunto Lita al verme llegar a la escuela.- Ven y dime todo.
No pasó nada mas.- dije apenada.- No me ha llamado, quizás no lo haga.
Vuelve a decir eso y le diré a todos que Lince te invito a salir.- dijo mi amiga con una expresión amenazante.
N-No lo hagas, no quiero causarle problemas a Lince.- dije asustada.- Recuerda que es conocida por si frialdad, si saben los medios como actuó conmigo podría afectar su reputación.
O quizás cambiaría la manera en la que la ven y sería más popular.- dijo mi amiga emocionada sujetando mis manos.
Ya es popular.- dije nerviosa al verla emociona.
Amabas reímos y nos dirigimos s nuestra clase, los días pasaron y aun no había llamada de Lince pero no le di importancia, era alguien famosa, no imaginaba que se tomara el tiempo para llamar a una chica común pero al ver el libro me hacía sentir un poco triste. El viernes por la tarde mientras estaba estudiando con Lita en la biblioteca mi celular empezó a vibrar, al revisarlo y no reconocer el número no respondí, cuando volvió a vibrar Lita contesto la llamada.-
Celular de la mujer más aburrida de la universidad, si quiere dejar un mensaje que sea rápido, estamos ocupadas.- dijo Lita alejándose de mi.- ¿Perdón?
Un grito se escuchó y al voltear vi a mi amiga saltando de alegría, la gente nos miraba extrañada pero Lita no hizo casi y me tomo de la mano al sacarme del lugar me dio el celular.-
Es Lince.- dijo mientras tapaba el celular en su pecho.- Suerte.
¿Qué?- dije sorprendida.- B-Bueno...
¿Estabas ocupada?- se escuchó del otro lado de la línea.- Puedo llamar después.
N-No, no, no.- dije varias veces apenada.- Solo repasaba unos textos, perdona que no respondiera, cuando no reconozco el número no le doy importancia.
Entiendo.- dijo Lince riendo.- ¿Puedes salir mañana? Quiero hablar contigo.
Tengo que hablarlo con mi amiga.- dije apenada.
¿Por qué?- pregunto Lince.
Es que habíamos pensado...
Sin dejarme responder Lita me quito el celular y siguió con la llamada.-
No le hagas caso, claro que puede.- dijo Lita.- Mi amiga es alérgica a ciertos alimentos que te diré más tarde si me dejas tener tu número de celular, no le gusta los lugares elegantes y adora las hamburguesas.
¡Lita!- dije apenada.- Dame eso.
Y si quieres puedo darte algunos consejos para que la hagas comer verduras.- dijo Lita evitando que le quitara el celular.- Entonces ya está, mañana a las 11 am iras a recogerla, gracias por dejarme tener tu número de celular.
¿Qué te dijo?- pregunte nerviosa.- ¿Por qué lo dijiste todo eso?
Amiga, cuando salías con chicos te quejabas de eso, no quiero que Lince lo arruine.- dijo Lita molesta.- Quiero que la pases bien y además, conseguí el número de Lince.
Luego de "perdonarle la vida" a Lita, ambas recogimos nuestras cosas y nos dirigimos a mi casa para preparar lo que me pondría y avisarle a mi madre, cuando mi madre supo la noticia se emocionó y ayudo a elegir mi atuendo, al enterarse mi hermano mayor sus quejas no faltaron pero termino aceptándolo. Lita pasó la noche en mi casa, podía dormir y mi amiga no ayudaba con ese problema, hablamos por varias horas de Lince. El día de mi salida con Lince había llegado desperté muy temprano –aun cuando no había dormido mucho- me vestí y al tener el visto bueno de mi amiga y mi madre baje a desayunar pero Lita no me dejo ya que hacía falta el maquillaje.-
Pero así no podre desayunar.- dije molesta.- Quiero ese panecillo.
Muy bien amiga.- dijo Lita.- Come y luego el maquillaje, tienes que verte linda para Lince.
Solo será una taza café y algo de platica.- dije mientras me acercaba a la mesa.- No es que sea una cita.
Tú le dices charla, yo le digo cita igual te maquillas amiga.- dijo Lita sentándose a mi lado.- Estos panecillos se ven deliciosos.
Los hizo mi abuela ella...
Tiene una panadería, lo se.- dijo Lita mientras mordía uno.- Te envidio, la mía solo me molesta y me dice que tenga novio antes de que a su edad.
Linda abuelita.- dijo mi hermano mayor.
O bueno, da buenos regalos.- dijo Lita sonriendo.- Come ya o jamás te pondré más linda.
Al terminar de desayunar y por fin ser maquillada espere a que llegara la hora acordada, estaba nerviosa pero emocionada, en mi mochila llevaba una libreta con algunas preguntas y mi libro favorito, me emocionaba el imaginar que hablaría de libros con mi escritora favorita pero también tenía miedo.-
Quizás se aburra.- dije mientras veía mi celular.
¿Por qué lo dices?- pregunto mi hermano pequeño.
Lince es conocida por ser una persona que puede hablar de casi cualquier cosa.- dijo mi hermano mayor.- Quizás no puedas entender la mitad de lo que te diga.
Eso no la ayuda.- dijo Lita molesta.- Ella quiere hablar de escritura, eres la mejor de la clase y si te deprimes juro que no volverás a ver otro panecillo en tu mesa.
Gracias pero ¿Por qué amenazas a mis panecillos?- dije mientras reía.
Ya eran las 11 am y Lince ya estaba afuera esperando por mí, al ver su auto mi estómago comenzó a llenarse mariposas revoloteando por todos lados, mi madre se acercó a ella para darle unas indicaciones, me sentí apenada pero sabía por qué lo hacía, Lince acepto y prometió regresarme temprano, sin más que decir encendió el auto y nos alejamos de mi casa. Llegamos a una cafetería –algo pequeña- al entrar los empleados saludaron a Lince como si la conocieran de hace tiempo, nadie parecía conocerla como escritora famosa pero al verla sonreír no pregunte nada, nos acercamos a una mesa y al estar ya sentadas decidimos ordenar algo.-
El café de aquí es el mejor de la ciudad.- dijo Lince mientras veía el menú.
Me alagas amiga.- dijo una chica que se acercaba a la mesa.- Tendrás tu postre favorito solo decir eso y ¿Quién eres tú?
Y-Yo soy... Alize, mucho gusto.- dije apenado.- Nunca había venido, de hecho, no lo había mirado antes.
No es raro, aquí vienen escritores o editores, ya que si te das cuenta casi no se escucha el ruido de los autos.- dijo la empleada.- Por cierto, soy Lore, amiga de la infancia de Lince.
¿Lore? Leí sobre ti, participaste en un libro de recetas, le edición de postres para cualquier ocasión.- dije emociona.- Mi madre y yo preparamos cada receta que escribiste.
¿Enserio? Pues muchas gracias, ojala algún día me dejes probar algún postre.- dijo Lore feliz.- Quiero saber si puedes tomar mi lugar en este lugar.
¿Por qué no escribiste más?- pregunte pero al darme cuenta lo entrometida que había sido me disculpe y baje la mirada.
Tranquila, no escribí mas ya que no había nada nuevo que escribir.- dijo Lore, suspiro y tomo el menú de la manos de Lince.- Les traeré algo muy rico, y para beber...
Café.- respondimos Lince y yo.
Al irse Lore quede a solas con Lince, aun cuando había gente –poca para ser honesta- me sentía nerviosa.-
¿Quieres preguntarme algo?- dijo Lince recargando su rostro en su mano.
S-Si.- dije apenada.- Tengo mucho que quiero preguntar, y no te preocupes, no diré nada si no lo permites.
Gracias.- dijo Lince.- Empieza.
Cada pregunta que hacia Lince la respondía sin dudar, pero también había algunas que no respondía.-
¿Puedo preguntar algo?- dijo Lince mientras veía al mostrador del lugar.
Si, lo que gustes.- dije emocionada.- No tengo nada que esconder.
La historia del concurso ¿Está inspirada en alguien?- pregunto Lince al voltear a verme.
S-Sí. Dije apenada.- Es la historia de mis padres cuando se conocieron.- dije, al recordarlo mi expresión cambio rápido.
Perdona.- dijo Lince.- Recordaste algo doloroso.
Esa historia la hice antes de que mi padre se fuera.- dije mientras veía mis manos.- El pensar ene so me pone algo triste pero se me pasa rápido.
Eres una chica fuerte.- dijo Lince, sonrió y al verla así mi cara se empezó a sentir caliente.
Eres linda cuando sonríes.- dije apenada.- Mejor que las fotos que he mirado en la internet.
Gracias, rara vez sonrió.- dijo Lince.
¿Quieres preguntar algo más?- dije mientras sonreía.- Ya no hay nada que me deprima.
¿Tienes novio?- pregunto pero esta vez no me miraba.
No.- dije rápido.
Qué bueno.- dijo Lince sonriendo pero esta vez mirándome a los ojos.
¿Qué?- dije sorprendida.
La comida llego y seguimos conociéndonos más, pero por parte de Lince la información con relación a su familia o vida amorosa era algo que no hablaba y eso me quedo claro. Seguimos hablando y cuando la tarde llego nos retiramos del lugar, no sin prometerle a Lore que volvería pero esta vez con mi mejor amiga y mis hermanos. El camino a casa fue silencioso, Lince se veía pensativa, miedo me daba preguntar que tanto pasaba por su cabeza, al llegar a casa Lince decidió romper con el silencio.-
¿Sabes por qué te invite a salir?- pregunto Lince mirando al frente recargada del volante.
Por mi escrito, te gusto y querías conocerme.- dije apenada.
No.- dijo Lince.- Alize, te seré honesta.- dijo Lince, volteo a verme y tomo mi mano.- Me enamore de ti.
No dije nada y solté su mano, me despedí de ella mientras bajaba del auto, entre a mi casa sin mirar a otras y al cerrar la puerta me recargue de ella y solo oí como Lince se alejaba, mi corazón palpitaba muy rápido, saque mi celular y llame a Lita, esto era algo que no podía resolver sola.