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La camioneta se orilló. Tanto Siwon como Hee Chul, esperaban juntos. Uno tras del otro, ingresaron.

-Uhh, ¿qué estaban haciendo juntos? -Dong Hae se apoyó en el asiento delante de él, para poder mirar mejor a los recién llegados.

-Nada importante -le contestó Hee Chul, algo cortante. Cruzó una pierna sobre la otra y se quedó mirando hacía afuera.

El chico iba a volver a preguntar pero Siwon lo detuvo, tocándole el hombro.

La diva estaba de mal humor porque no había sido su mañana ideal. Se duchó con agua fría, casi no tenía comida para él, y menos para sus mascotas; su ropa favorita estaba sucia, su celular había empezado a fallar. Se suponía que la noche anterior se verían con Siwon y podrían tener una linda velada, pero este no llegó por cuestiones de trabajo. Se encontraron en el punto donde los iba a recoger la camioneta para ir hacía donde celebrarían el cumpleaños de Sung Min. Además de eso, no había comprado ningún detalle.

Soltó un suspiro, cansado. Se acomodó mejor en el asiento e intentó relajarse.

Cuando llegaron al gran edificio, bajaron Siwon, Dong Hae, Ryeo Wook y Hee Chul. Se adentraron pronto al club yendo hacía la zona de barbacoas. Cruzando por la amplia recepción, se escuchó como un señor gritó "¡Cuidado!". Una lámpara estalló; llovieron chispas y fragmentos de la lámpara.

Hee Chul, por reflejo, se agachó y se cubrió con sus brazos. Se asustó al sentir como era rodeado. Al levantar la vista, Siwon lo tenía entre sus brazos, cubriendolo con su cuerpo.

Hyung! -Ryeo Wook venía corriendo con Dong Hae quienes estaban más atrás-. ¿Estás bien?

Siwon se levantó y ayudó a incorporarse al mayor.

-Sí, Wookie. Estoy bien... ¿tú estás bien, Siwon?

El otro asintió regalandole una sonrisa. Sus manos seguían entrelazadas.

Hee Chul sonrió. Al menos lo tenía a él. En la estación le había llevado algo de desayunar, recordando que el mayor no tenía alimento. En la tarde le acompañaría a comprar comida para sus gatos y le repondría la velada que debía.

-Vamos, se hace tarde.

Los cuatro se fueron rápido. Hee Chul no soltó la mano de Siwon en ningún momento.

 

(Repetición)

 

La camioneta se orilló. Tanto Siwon como Hee Chul, esperaban juntos. Uno tras del otro, ingresaron.

-Uhh, ¿qué estaban haciendo juntos? -Dong Hae se apoyó en el asiento delante de él, para poder mirar mejor a los recién llegados.

-Nada importante -le contestó Hee Chul, algo cortante. Cruzó una pierna sobre la otra y se quedó mirando hacía afuera.

El chico iba a volver a preguntar pero Siwon lo detuvo, tocándole el hombro.

La diva estaba de mal humor porque no había sido su mañana ideal. Se duchó con agua fría, casi no tenía comida para él, y menos para sus mascotas; su ropa favorita estaba sucia, su celular había empezado a fallar. Se suponía que la noche anterior se verían con Siwon y podrían tener una linda velada, pero este no llegó por cuestiones de trabajo. Se encontraron en el punto donde los iba a recoger la camioneta para ir hacía donde celebrarían el cumpleaños de Sung Min. Además de eso, no había comprado ningún detalle.

Soltó un suspiro, cansado. Se acomodó mejor en el asiento e intentó relajarse.

Cuando llegaron al gran edificio, bajaron Siwon, Dong Hae, Ryeo Wook y Hee Chul. Se adentraron pronto al club yendo hacía la zona de barbacoas. Cruzando por la amplia recepción, se escuchó como un señor gritó "¡Cuidado!". Una lámpara estalló; llovieron chispas y fragmentos de la lámpara.

Hee Chul, por reflejo, se agachó y se cubrió con sus brazos. Se asustó al sentir como era rodeado. Al levantar la vista, Siwon lo tenía entre sus brazos, cubriendolo con su cuerpo.

Hyung! -Ryeo Wook venía corriendo con Dong Hae quienes estaban más atrás-. ¿Estás bien?

Siwon se levantó y ayudó a incorporarse al mayor.

-Sí, Wookie. Estoy bien... ¿tú estás bien, Siwon?

El otro asintió regalandole una sonrisa. Sus manos seguían entrelazadas.

Hee Chul sonrió. Al menos lo tenía a él. En la estación le había llevado algo de desayunar, recordando que el mayor no tenía alimento. En la tarde le acompañaría a comprar comida para sus gatos y le repondría la velada que debía.

-Vamos, se hace tarde.

Los cuatro se fueron rápido. Hee Chul no soltó la mano de Siwon en ningún momento.

 


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