Dong Woo entró con su cuaderno bajo el brazo. Tomo asiento en uno de los puestos que veía vacío. Ni muy cerca ni muy lejos de la tarima era perfecto. Desplegó la mesa que tenía el asiento. También sacó sus esferos. Estaba listo para escuchar el seminario.
Apenas había escuchado que su más grande héroe iba a su ciudad se apresuró a saber cómo ir. Una oportunidad como esa no podía desperdiciarse. Estaba dispuesto a aprender muchas cosas.
-¡Ho Won! Por aquí.
El chico llegó a su lado, haciéndose a su derecha.
-Gracias por querer venir conmigo.
-Se escuchaba interesante -le sonrió.
A diferencia de Dong Woo, no había traído ningún utensilio para tomar nota. Tenía más interés en escuchar cada detalle.
-Por cierto, te sientes bien. Te veo algo decaído.
-Ah, no -Ho Won sacudió sus manos, sonriendo. -Estoy bien. Es sólo que no dormí bien anoche.
-Cuando salgamos, te invitaré un café.
-Hecho.
Ambos prestaron su atención al frente cuando el encargado de dar el seminario entraba. Pasó a la tarima, saludando con una sonrisa. Dong Woo casi se pone de pie, guiado por la emoción. Su corazón latía a mil por hora.
Todos los asistentes se quedaron en silencio. Dieron cabida a que el señor tomara la palabra y comenzara con el tema a discutir.
Cada palabra que pronunciaba le parecía arte a Dong Woo. Ahora lo admiraba más. Por esa persona había querido convertirse en doctor. Todos sus documentos, estudios parecían resolver las preguntas que tenía. Era muy feliz ahí.
Por el rabillo del ojo vio a su novio. Ho Won estaba cabeceando. Intentaba quedarse despierto, pestañeaba. Hasta lo vio pellizcandose. No se había percatado de que su cansancio era más fuerte del que aparentaba.
Cuando miró su reloj, transcurrió una hora desde que habían comenzado. Faltaría otra hora más para acabar, pero su mirada se desviaba con facilidad hacía su acompañante. La silla no era muy cómoda para dormir y sabía que tampoco era el lugar ideal.
Miro a su ídolo, suspirando. Sería en otra ocasión.
-Ho Won... vámonos.
-¿Qué? -se despertó, aturdido-. Pero...
-Vámonos -recogió sus cosas deprisa. Tomo la mano de Ho Won antes de levantarse y salir hacía el pasillo que llevaba a la puerta.
Sentía muchas miradas sobre él. Pero le valía tanto eso como lo que pudieran estar pensando. Jalaba más fuerte cuando el menor intentaba soltarse.
Luego de salir del auditorio, Dong Woo siguió el camino hacía la calle.
-Iremos a mi casa. Queda más cerca. Debes dormir.
-Yo puedo irme solo. Tú aún puedes entrar y...
-¿Crees que te dejaré ir solo cuando apenas y puedes tener los ojos abiertos? No, ni loco.
-Pero habías esperado tanto...
-Ya lo vi en persona, y puedo ver el seminario en internet. Deja de culparte. Todo estará bien.
Tomaron un taxi. Como Dong Woo lo esperaba, su novio se quedó dormido en su hombro apenas se sentaron en el asiento trasero. Con su mano acomodó un poco los cabellos que caían en su frente.
Sabía que podría sentirse algo triste por no haberse quedado hasta el final pero no se arrepentiría.