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El dueño de mi alma por Elbuhoconlentes

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Notas del capitulo:

Lamento la tardanza espero que este cap sea de su agrado, por ahora estaré actualizando cada mes, para no dejar ninguna historia en pausa indefinida 

Cap 2 solo tendrán  Uno o dos problemas.
 
No, no pudo explicarlo, de hecho se había quedado en un patético silencio, mientras su padre lo veía de una forma aún peor que la vez que reprobó un examen, aún peor que cuando lo mandaron a llamar por saltarse clases e inclusive mucho peor que la vez que tomo su computadora de trabajo y la arruino…
 
… mucho tiempo atrás…
 
 
Un joven caminaba al lado de su padre, el nerviosismo era más que evidente pues su cuerpo temblaba víctima de este, perteneciente a uno de los clanes más importantes, era el día de la ceremonia de unión de hashirama, ese día tan importante, en el que debía escoger un “alma” que se atara a el, y juntos pelear contra los seres que amenazaban a los humanos. 
Sin embargo, no se sentía listo para tal responsabilidad, y aún así, allí estaba , fingiendo una madurez y valor que en realidad no quería, su corazón pálpito aún más rápido, cuando frente a él, la casa principal del clan uchiha se dejó ver, ese clan era uno de sus mejores aliados, pues la mayoría de sus miembros nacían con la facilidad de realizar la técnica de separación de almas.
 
Para madara con solo 14 años, aquella sería la primera ceremonia que podría observar, siendo el heredero del líder, aún con la habilidad que le traía haber nacido en ese clan, su destino había sido decidido para forjarse lejos de la lucha, a él se le reservaba el máximo honor de cargar sobre sus hombros el control y descendencia de su clan, y aún que sabía que debía permanecer alejado de la casa principal, una extraña curiosidad se apoderó de el, cambio aquellas elegantes y finas ropas que lo delataban como un miembro de élite, y vistió con la sencillez que lo hacía los demás miembros, colándose furtivamente entre todos los posibles candidatos.
 
 Conforme seguía avanzando, hashirama fue recibido con ya varios candidatos y candidatas, podía ver sus cuerpos pero se negaba a ver sus rostros, cómo podía escoger a alguien?, como saber quién era la persona adecuada?, su corazón contesto aquellas inquietudes, pues comenzó a palpitar de una forma diferente, obligando al joven a buscar entre aquellos rostros a la persona que le producía tal estremecimiento.
Su vista se detuvo en un  joven mucho menor que el, de cabellos negros y algo revueltos, de mirada audaz, soberbia y  calculadora, de semblante serio y misterioso.  entonces lo supo, el  era el indicado,  con sus miradas fijas una en la otra, ambos avanzaron a su encuentro, perdiéndose en sus ojos, todos los presentes se pusieron de rodillas cuando ellos quedaron frente a frente, aún que el desconcierto inundaba el lugar.
 
- Mi nombre es madara – se presentó el joven, al que le era imposible aminorar la presencia de su ser.
- Yo soy hashirama – contesto el, pero el otro joven solo asintió al tiempo que parecía “examinarlo”.
- Es el futuro líder…  mi hijo, - les interrumpió el entonces líder del clan uchiha, - debes elegir a otro acompañante. – y tanto madara como hashirama lucieron molestos. 
 
A su alrededor, a pesar de que intentaban mantener la calma, los demás miembros no podían evitar los susurros, el padre de hashirama jalo su brazo en un intento por qué este prestará atención a algún otro candidato, y cuando hashirama estuvo apunto de hacerlo, fue madara quien tomó la mano del mayor y la colocó en su propia frente, solo un segundo después la luz del menor entro en el pecho de hashirama. 
Madara sabía lo que había hecho,  había desechado y repudiado  los deseos de su padre con ese egoísta acto, pero es que, el no quería esperar a que otros manejarán su destino, quería ser el mismo quien lo hiciera, y de alguna forma le parecía que el chico frente a él, estaba pasando por lo mismo, y, aún  que era seguro que su actuar le traería castigos y penitencia, el había dado el primer paso para cambiar el destino de ambos. 
 
 

 
 
 
ahora Naruto deseaba poder hundirse en la tela y relleno del asiento trasero del auto de sus padres, y es que en cualquier otra situación hubiera agradecido por el silencio que se instaló dentro del vehículo, pero ahora, con las miradas penetrantes, acusadoras e interrogantes que sus padres le enviaban atraves del espejo retrovisor, más la suma de lo incómodo que era llevar a sasuke junto a él, completamente inconsciente y con la cabeza recargada en su hombro, Naruto no solo se sentía nervioso si no también avergonzado.
Recordó a sus padres acusándolo de ser un “vándalo” y el no los culpaba, la imagen que tenían frente a ellos era más que sugerente, todo apuntaba a que el, le había dado la paliza de su vida al azabache, y tontamente su ego se sintió feliz por aquello, ahora ya tenía una buena historia que contar a sus compañeros, quienes lo acusaban de no ser “temerario y varonil” como si el hecho de meterse en problemas fuera una característica de ello, lástima que aquel pensamiento solo duró unos segundos, pues la mirada llena de enojo de su padre y el llanto de su madre, quebraron toda buena perspectiva en cuanto a la situación. 
 
Suspiro nuevamente después de afrontar una mirada más de su padre, e incluso tuvo que volver a acomodar la cabeza de sasuke que nuevamente estaba en su hombro,   “ en donde quedo el orgulloso y mal hablado”. Pensaba el rubio cada vez que volteaba a ver al azabache que sin preocupación alguna estaba más que inmerso en su inconsciencia, y por un lado agradecía aquello, pues si lo imaginaba, sería raro que sus padres lo interrogarán, por qué minato le preguntaría algo como,” ¿Quién eres?”  Y probablemente sasuke le contestaría algo como “ un cazador de demonios y fantasmas”. Naruto sacudió la cabeza alejando aquella escena de su mente. Si no lo metían al internado militar del que tanto hablaba su madre, era más que seguro que con eso, ya se había ganado un pase directo al manicomio.
 
 
- Naruto, qué pasó ahí? Por qué golpeaste al chico? – la voz fuerte de su padre hizo al rubio dar un brinco por la sorpresa.
- No fui yo, así lo encontré, ya se los dije. -  contesto el menor temiendo ya por su seguridad y estancia en la casa familiar.
-
 
Y después del apenas intercambio de palabras el silencio volvió a reinar en el ambiente, el camino por el que conducía su padre le era conocido, y si sus suposiciones eran acertadas, en solo un par de minutos llegarían al hospital y ahí ¿Qué haría? , por qué si era verdad lo que “ el chico fantasma” le dijo, ahora no podría simplemente dejarlo e irse. El rubio noto que el auto disminuía la velocidad al tiempo que tomaba una curva, y luego reconoció el estacionamiento del hospital, vio a su padre bajar del auto y caminar hasta la puerta trasera, del lado en donde sasuke aún seguía en las nubes,o al menos eso creía por qué en un susurro escucho la voz del azabache.
 
- No me dejes – fue lo que alcanzó a oír.
- No lo haré – le dijo apenas como respuesta pues Naruto vio a su padre abrir la puerta del auto.
 
 
El rubio  tenía que reconocer que su padre era fuerte, pues cargo al chico en sus brazos con mucha facilidad,  aún que también debía aceptar que el azabache era delgaducho, en una reacción instintiva, el también bajo del auto, pero su padre al notarlo, se volvió a el solo para decirle que regresara al auto, y aquella voz fue tan autoritaria, que hizo sus piernas temblar, habría consecuencias a sus acciones claro que las habría.
 
- quiero ir contigo papa – le contestó el menor con el poco valor que le quedaba.
- Que subas al auto Naruto – fue la indicación que le daba ahora su madre, quien desde dentro del vehículo mantenía su mirada fija en el, y el rubio sintió que perdía aquella batalla. 
-
 
Al regresar al auto, el ambiente tenso entre su madre y el,  no cambiaba, de alguna forma era extraño el comportamiento de sus padres, claro que comprendía que lo que ocurría no se podía echar de menos, pero, ellos no comprendían que ahora sasuke lo necesitaba?, ese pensamiento con esa palabra, hicieron que recobrará su valor, ya aceptaría después el castigo que le impusieran, en un movimiento por demás rápido salió del auto, dejando atrás a su madre y aquellos gritos, entro al hospital por la sala de urgencias y busco con la mirada a su padre mientras recorría los pasillos con prisa, hasta que dio con ellos, vio a minato hablando con el doctor, no tenía mucho tiempo antes de que su madre lo encontrará, en apenas el segundo que su padre se dio la vuelta y salió del cubículo formado con cortinas hospitalarias  el se lanzó sigilosamente hasta el lugar. Sasuke seguía con la misma ropa mojada, manchada en sangre y rota,  con el cabello desarreglado y el rostro sucio y entonces, por qué aún así, de alguna extraña forma, todo en el parecía… “lindo?” 
 
 
- Oh no, - dijo el rubio mientras se cubría el rostro – por qué pienso en cosas tan extrañas!– declaró para sí mismo.
- Eres imbecil – se escucho la voz entrecortada  de sasuke haciéndolo tensarse al instante – es lo que eres, - le aseguro – así que deja tus pervertidos pensamientos y ayúdame a salir de aquí. – y Naruto lo hizo, ni siquiera dudó en apoyarlo mientras que, como si de dos ladrones se tratara buscaban la forma de salir de ahí.
 
 
Y estando fuera optaron por esconderse entre los autos,  un nuevo problema se mostraba ante ellos, por qué el rubio debía volver con sus padres y sasuke tenía que estar a su lado, pero cómo lograrlo. Mientras pensaba fue capaz de ver que el cuerpo de sasuke temblaba, fue una reacción sin razonamiento alguno, pero cuando Naruto lo noto, ya estaba abrazando a sasuke, y aún que este se quedó inmóvil unos segundos tal vez por el shock, después comenzó a removerse y maldecir como ya comenzaba a ser costumbre para Naruto escuchar, así que simplemente lo liberó del abrazo.
 
 
- No puedo llevarte conmigo en este momento, - le dijo con seriedad Naruto – pero escucha, debes esconderte un tiempo aquí en el estacionamiento.
- De que hablas? – le preguntó molesto el azabache – apenas y me puedo mantener en pie, y tú quieres irte? . – le refirió con un tono de reproche. 
- Y qué quieres?... Quieres  Que le diga a mis padres.  papá, mama, el es sasuke, resulta que es un cazador de demonios al que le dieron una paliza, y como es tonto, por no decir imbecil! me dijo su nombre, - la ironía en  la voz del rubio ya había echo que sasuke se ruborizara – y es que al decirme su nombre, ahora tiene que estar pegado a mi como una sanguijuela.. Si, de seguro dejan que te subas al auto y vallas con migo a casa – termino de hablar Naruto, y sasuke seguía viéndolo atónito.
- Y qué hago, te espero aquí y luego regresaras por mi? – fue la nueva pregunta de sasuke.
- No creo poder regresar – contesto el rubio y el azabache bajo la mirada, - no quiere decir que te dejaré morir tonto, veras, son como 15 min del hospital a mi casa más 20 minutos de charla con mi padre, y unos 15 más con mi madre, - Naruto medito un poco – dejaré 20 minutos como lapso para que las cosas se calmen, y un tiempo más por los retrasos que se puedan presentar, eso es Más o menos… como en una hora y media mandaré un taxi por ti, así que solo asegúrate de abordarlo. – ambos chicos se agazaparon al escuchar los gritos de los padres del rubio. – debo irme – fue la despedida de Naruto antes de ir al encuentro de los mayores.
 
 
Y sasuke se quedó ahí , ocultándose entre los autos, no tenía miedo por ello, de hecho, estaba acostumbrado a mantenerse en las peores condiciones, sin importarle los peligros que cualquier otro vería al tener solo 16  años, pues en la ciudad vivía como un “nómada” durmiendo y comiendo en donde pudiera, y a pesar de que tenía un hogar y una familia, rara  vez se ponía en contacto con ellos, por lo que se había echo duro al afrontar los inconvenientes del día a día por su cuenta, aquí la gran diferencia era que, eso solo funcionaba cuando dependía de el mismo, pero ahora que  estaba “ atado” a alguien más, dependía de la fuerza de este para salir adelante, así que entre el agotamiento de su cuerpo Y la constante necesidad de estar alerta, sasuke sintió pasar el tiempo más lento de lo que jamás lo había sentido, comenzó también a reprocharse aquella tontería de revelar su nombre, pero, era culpa de Naruto por acercarse a él con el teléfono al oído, ¿no?, o como se supone que adivinaría que no estaba hablando con alguien, y que en realidad se dirigía a el pues podía verlo, su cuerpo comenzó a temblar de una forma incontrolable, los latidos de su corazón comenzaron a acelerarse, y la  desesperacion comenzó a invadirlo,  volvió a sentirse mareado, y supo que estaba en problemas cuando su “ alma” luchaba por salir de su cuerpo, generando hemorragias en las fosas nasales y oídos,  pues la necesidad de estar al lado de su “amo” era tan fuerte como el instinto de supervivencia en cualquier organismo vivo, sujeto con fuerza su pecho, abrazándose en un inútil intento de auto consuelo, deseando que el rubio no se olvidara de el, que en verdad mandara a alguien a recogerlo y que la distancia que los separaba no fuera tanta, sin creerlo, notó como las lágrimas mojaban sus mejillas, y tallando fuerte su rostro con sus puños intento secarlas, “genial, ahora estoy triste por no estar al lado del imbecil” pensó para sí mismo cuando las lágrimas se volvieron incontrolables.
 
 
En casa, Naruto seguía encerrado en su habitación, casi todo sucedió de la forma en que el lo había anticipado, solo erró en un detalle, como se comunicaría con la compañía de taxis, si su padre se había negado a devolverle su teléfono celular  pues era parte de su castigo, así que optó por pedir el servicio en línea esta vez su computadora hizo de complice, y solo para asegurarse de que no hubiera error alguno, pidió a shikamaru que programará un servicio más, claro que su amigo le pidió explicaciones y aún que no se las dio confiaba en que lo ayudaria, pero sus padres intervinieron su comunicación con un acto cruel y despiadado, ya que antes de que pudiera recibir la confirmación del servicio o de shikamaru, su madre había desconectado el servicio de internet. Con la angustia carcomiendo todo deseo por qué las cosas resultaran bien, decidió distraerse con cualquier cosa, así que ahí en su habitación, leyó algunas de sus historietas preferidas, práctico algunos acordes en su guitarra, y hasta estudio algo de lo que tendría en su examen pendiente, aún así no lograba que el tiempo pasará rápido, y como pasaría rápido si apenas y le dedicaba uno o dos minutos a cada labor? y la espera fue preocupante, se recostó sobre su cama, recordando todo lo que había sucedido hasta ese momento, una parte de él se negaba a creer que todo fuera cierto, pero otra parte de él sabía que lo era, y que aquel chico, significaba más de lo que podía pensar, justo cuando el cansancio y aburrimiento comenzaban a llevarlo al reino de los sueños, el claxon de un auto lo hizo levantarse de golpe, se asomó por su ventana y ahí estaba, un taxi que traía en el asiento trasero a sasuke.
 
 
Así que Naruto bajo de su habitación, con sumo cuidado a no ser descubierto, agradeció al cielo que su padre tuviera ese hábito de “calmar” a su madre en su habitación y a puerta cerrada. salió de la casa y pago la cuota correspondiente, ayudó al azabache a entrar en la misma y juntos subieron las escaleras que daban a la habitación del chico, el rubio nuevamente se sintió preocupado al ver la palidez en el rostro del otro. Y aún que tubo la intención de dejar a sasuke descansar en su pequeña cama individual, el azabache simplemente se dejó caer sobre el piso alfombrado.
 
 
- Tendrás que explicarme cómo funciona esto, por qué no tengo idea de que hacer por ti – le mencionó el rubio que ya se había sentado en su cama.- y si puedes que sea algo corto y entendible.
- Claro – refunfuñó el azabache – como explicar algo que tus carentes neuronas comprendan – y Naruto hizo un gesto de molestia – veras, ahora mismo soy como una batería, y tu, de cierta forma eres la corriente, hasta aquí, me explicó? – le cuestionó sasuke y el rubio asintió.  – y como toda batería, cuando se le acaba la energía debe recargarse, y siendo tu la nueva fuente de energía, la forma de hacerlo es mantenerme cerca de ti, - el azabache liberó un suspiro al sentir como los malestares que le aquejaban comenzaban a disiparse.
- Pero… eso es solo hasta que estés listo, ósea, una ves que estés al 100% te puedes ir? – cuestionó Naruto.
- Que más quisiera, pero no funciona así, - el azabache bajo la mirada para cubrir su rostro avergonzado- ya te lo dije, ahora te necesitaré siempre  - dijo con un pequeño puchero – o al menos hasta que muera. – Naruto pasó la mano por sus cabellos.
- Entonces… necesitas estar todo el tiempo a mi lado?, por qué veras, no se tu, pero yo necesito hacer cosas en privado, como bañarme, orinar, cag…
- Puedes callarte!!! no necesito saber de tus necesidades fisiológicas! – le gritó el azabache y al instante Naruto se lanzó sobre el para callarlo.
 
- Naruto!!!, no puedes  ver nada de telévision!!! Estás castigado, no me hagas subir a tu habitación – se escucho el grito de kushina.
 
 
- Podrías no gritar? , ya tengo demasiados problemas encima – le dijo el rubio y sasuke asintió. – ahora, sigue explicando.
- Bien – sasuke intentó calmarse – es verdad que entre más tiempo este junto a ti más energía puedo almacenar, y bueno entre más energía almacene más eficiente seré en combate, para ponerlo más claro, si lucho contra un demonio, mi cuerpo físico quedara agotado para cuando mi alma regrese, por lo que si permanezco junto a ti una hora después de la pelea, solo podré alejarme una hora, entiendes? Todo es proporcional.
- Entonces, si te quedas aquí toda la noche, supongamos de 9 a 9, puedes estar lejos de mi un total de 12 horas seguidas? –preguntó el rubio.
- Si – fue la respuesta de sasuke.- aún que con alejado me refiero aque también hay un límite de distancia – suspiro.
- Y cuánto tiempo puedes permanecer siendo solo alma? – volvió a cuestionar.
- Bueno – sasuke pareció pensar un poco – antes de ti, solo era  una hora, aún que ahora mismo no lo sé, - Naruto hizo un gesto de desconcierto – me refiero a que, en teoría la fuerza del amo puede permitir que mi cuerpo físico pase al plano astral, ahorrándome el peligro de que   mi cuerpo quede como un recipiente vacío sin alma. 
- Y en “teoría” que más podrías hacer ahora que estoy contigo?- el rubio parecía curioso.
- No tengo idea – contesto sasuke con sinceridad – , podría asegurarte que tendrías la habilidad de usarme en combate, pero…
- Ya veo no podremos saberlo hasta no comprobarlo – interrumpió el rubio – y  estos demonios con los que luchas? Podré verlo? – esta vez la pregunta dejaba ver algo de miedo.- por qué creo que escuche a uno.
- En definitiva lo harás, pudiste escucharlo,, - sasuke hizo una pausa para bostezar- se supone que para lograrlo la persona debe ser entrenada en las artes místicas y tu, - un nuevo bostezo salió del azabache – no haz recibido entrenamiento o si?, o tienes algún conocimiento previo de esto?. 
- No tengo ningún conocimiento en esos temas, lo que si se, es que luces exhausto así que, - Naruto se levantó de la cama y fue hasta el lugar donde guardaba el Futon de invitados, - vamos a dejar que recargues esa batería tuya. – le dijo mientras disponía todo para el descanso del otro chico.
 
Sasuke ni siquiera discutió había tantas cosas que Naruto aún no sabía, pero estaba más que cansado como para decírselas en ese momento, por lo que se dedicó a ver la labor del otro y en un momento la sorpresa lo invadió de nuevo cuando Naruto sacó de entre sus cajones lo que parecía ser una pijama, al instante se analizó a si mismo, y cayó en cuenta de que sus ropas estaban en malas condiciones, y sin desearlo recordó lo fuerte que era el demonio con el que luchó, y si lo pensaba a fondo, había sido más que afortunado pues aquel ser simplemente se había aburrido de el y si no hubiese sido así en verdad que ya estaría muerto y su cuerpo sería encontrado días después. ¿Qué pensaría su familia de eso? Y aún más preocupante ¿ Qué pensarían y harían cuando se enteraran de que unió su alma a un “desconocido sin preparación alguna”?, y la voz del rubio lo trajo fuera de sus pensamientos.
 
- Vamos, úsala, no puedes dormir con esas ropas, mañana veré si hay algo que te quede menos grande – se burlo el rubio pues la diferencia de tamaños y corpulencia entre ambos era evidente, y sasuke tomo la pijama con algo de recelo. Sus miradas se cruzaron pero ninguno la desviaba o hacia movimiento alguno, así que el azabache tuvo que hablar.
- Puedes voltearte? – le preguntó con pena. Y Naruto reaccionó al momento, 
- Oh lo siento, - le dijo dándole la espalda. 
- No, no importa, - contesto nervioso el azabache. 
- O quieres que salga? Puedo hacerlo si te sientes incómodo. – insistió el rubio.
- Quédate, me cambiare rápido, - aseguró el azabache.
 
 
Y Naruto aún estando de espaldas, se sentía nervioso, sus manos y frente sudaban, su corazón se aceleró, un extraño “miedo “ se apoderó de el, y en su cabeza una idea lo golpeaba una y otra vez, una idea que a sus 17 años  jamás pensó que llegaría a considerar y que ahora pretendía mover todo su mundo, “ por qué estoy tan nervioso” se cuestionaba una y otra vez, ya que shikamaru solía quedarse en su habitación o viceversa y no solo el, si no algunos otros compañeros  y nunca había experimentado algo como lo que ahora sentía, casi sin darse cuenta, giró su rostro hasta que sus ojos pudieron ver la espalda tan fina del azabache, su piel lucia tan blanca, sus músculos apenas marcados le daban una apariencia delicada, su respiración se agitaba más conforme su vista descendía por aquel cuerpo, y cuando el rubio detalló los glúteos a y piernas de sasuke, el remordimiento y la sensación de estar haciendo algo malo golpearon con fuerza en su interior. 
 
- Lo siento debo ir al baño – habló con nerviosismo el rubio y salió de la habitación antes de que sasuke pudiera contestar, Naruto cruzó un corto pasillo hasta llegar a su destino, lavo su rostro en un afán de quitar el calor de sus mejillas y borrar aquel vistoso sonrojo, sus manos y piernas temblaban y de nuevo aquel pensamiento  exigía ser considerado. – soy gay? – se preguntó finalmente el rubio.
 
 
A sasuke no le fue extraño el comportamiento de su “amo”,  dios como odiaba esa palabra, pero era lo que tenía y por más berrinches que hiciera y más maldiciones y blasfemias que pronunciará nada lo cambiaría, así que tan pronto el rubio dejo preparado todo, el se envolvió en aquellas frazadas cuyo olor le era agradable, no solo por el suavizante de telas que probablemente habían usado al lavarlas, si no también, por qué el olor del rubio era perceptible en ellas y valla que su alma lo disfrutaba, apenas se dio cuenta de que sostenía aquellas mantas con fuerza muy cerca de su rostro, se sintió enrojecer por la vergüenza de dicho acto, que más hubiera querido que no ser capaz de notar aquellos detalles, pero ahora todo en él necesitaba de una sola cosa, sentir la seguridad de  la presencia y compañía de Naruto. Sin  siquiera notarlo se quedo dormido y para cuando Naruto volvió del que fue su lugar de esclarecimiento, lo encontró sumido en un pesado sueño. 
 
 
Y el rubio se quedo un largo tiempo solo observando a aquel chico, que aún en sueños parecía pelear con alguien, pues refunfuñaba cosas que no eran capaces de entenderse a la par que lanzaba golpes y patadas haciendo a Naruto reír , pero fue cuando el azabache pareció estar sufriendo, que Naruto se cuestionó el despertarlo, así que se acercó a él lentamente, y noto como su cercanía  le traía tranquilidad al otro, llevo su mano hasta los cabellos de sasuke y los acaricio, le pareció maravillosa aquella suavidad y tersura, sin pensarlo se inclinó hasta el más bajo y rozó sus labios con los suyos, al inicio el miedo, incertidumbre y extrañeza del acto dominaron, incluso llegó a pensar que lo que hacía era indecente, pero solo un par de segundos después  el momento le pareció mágico, único, y tan perfecto… excepto por el detalle de que sasuke parecía haber absorbido su energía, pues el rubio sentía flojos todos los músculos de su cuerpo, por lo que se dejó caer por completo sobre el otro y Entonces supo la respuesta a sus ahora  más temidas preguntas “moriría joven?” :con todas las rarezas que pasaban en su vida… si. .  “Acaso era gay?” ; por la sensación tan cálida y reconfortante que tenía al estar cerca del azabache … si.   Y aún que tuvo miedo al descubrir esas dos verdades, las ignoro para, con un último esfuerzo acomodarse aún lado de sasuke  y abrazar su cuerpo ,el azabache no despertó con aquello, simplemente se acurrucó aún más, ajeno al echo de que, en tan solo unas horas había cambiado todo el mundo de Naruto y el de el mismo.
 
- Descanse príncipe   – el rubio pronunció aquellas palabras que no tenían razón de ser, y que sin embargo le eran cálidamente familiares.
 
 
 
 
Notas finales:

Espero sea de su agrado, disculpen si hay faltas de ortografía o nombres cambiados 

 

gracias por darle una oportunidad a este fic


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