Los buenos no son tan buenos y los malos no son tan malos.
Para el rubio fue curioso cómo su mente echo marcha atrás por algunos segundos, mostrándole varios “hubiera” por ejemplo: no hubiera demorado tanto en el pasillo anterior, hubiera podido salir. No hubiera demorado tanto recostado al lado de sasuke y hubiera podido escapar… pero no lo hizo, y su situación actual era; estar parado ahí con cinco guardias frente a él
- Ya me escuchaste niño!, no tienes a donde ir!.- le volvió a gritar el hombre frente a él. Naruto solo lo veía, no contestara por convicción, si no que, simplemente sus ideas y voz estaban en shock.
- Solo lo diré una vez – una nueva voz interrumpió, al momento, aquellos hombres se arrodillaron sobre el suelo e hicieron una reverencia, - deja a mi hijo en su habitación, necesita reposo y todo esto no hará más que afectarlo - continuó hablando fugaku, con una voz apacible y clara, absoluta pero amable. – o acaso planeas… llevarlo sobre tu espalda a pesar de sus heridas, tan inconsciente eres que no te importa el dolor que siente, - los párpados de Naruto se abrieron un poco más dejando ver la sorpresa y culpa que aquel comentario le había provocado.
- Yo… mi intención no es hacerle daño, yo…- Naruto estaba inseguro y esa emoción se podía leer en cada gesto y movimiento.
- Tu, tuviste la suerte de encontrarte con un cazador de demonios, - fugaku comenzó a caminar hacia el - pero, estás consiente en verdad de todo lo que ello conlleva?, o solo es que la emoción de tener algo “único y nuevo” es lo que te mueve para aferrarte a tenerlo a tu lado?,- el rubio no pudo hacer nada y solo observo cómo el mayor quitaba a sasuke de su espalda y lo tomaba en brazos, inmediatamente uno de los guardias se levantó y acerco a este.
- Señor, déjeme llevarlo, - fue la petición de aquel hombre.
- Ya he cargado con la deshonra de que reencarnara en mi familia, y como uno de mis hijos, puedo cargar perfectamente con su cuerpo. –fugaku comenzó su avance en la dirección contraria, mientras Naruto, solo podía ver la imponente figura de ese hombre, llevando entre sus brazos a la persona que él quería. Si, lo quería, con un cariño y amor más haya de la amistades, y valla que era penoso admitirlo cuando tan solo llevaba un par de días conociéndolo, podría ser que aun le avergonzará dicho sentimiento pues ambos eran hombres, y aún así, con todos sus temores, con todas sus inseguridades, y con toda la ignorancia, prefería aferrarse a una sola cosa, lo que su corazón sentía.
- No, - la voz del menor titubeo - no sé nada de esto, ¡nada !, y aceptó que lo puse en peligro… aún así, no estoy ni estaré con el solo por qué sea algo “ único y nuevo” – fugaku se detuvo al escuchar las entrecortadas palabras de Naruto - yo lo quiero, lo quiero por qué mi corazón late diferente cuando estoy con el,- sus ojos se volvieron vidriosos - si quiere puede burlarse de mí, pero… me enamore de su hijo,- el menor seco una lágrima que amenazaba con salir, su rostro estaba completamente rojo. – no lo arrebataran de mis manos de nuevo – el mayor se estremeció ante aquellas palabras, y ante el timbre de voz del rubio, pues de alguna forma este había cambiado. Provocando que fugaku se quedará inmóvil von sasuke en sus brazos – ya una vez lo hicieron, nos hicieron pelear hasta que ninguno de los dos quedará en pie, - la voz del menor se volvió más gruesa - ¡y luego que!, - Naruto avanzó hasta el otro hombre, - ¡nos matamos el uno al otro, y aún así, este amor sigue quemando!. - el rubio estuvo a punto de poner una de sus manos sobre sasuke, cuando uno de los guardias se lanzó a defender a fugaku.
Claramente el que peleaba ahora, no era Naruto, o al menos parecía no serlo en esencia , pues sus movimientos eran rápidos y precisos, aquel guardia solo pudo lanzar dos ataques antes de caer rendido ante el rubio, inmediatamente los otro cuatro se le fueron encima, y fugaku permanecía ahí, solo viendo aquella escena, los hombres no eran reto alguno para el menor, así que colocó a sasuke sobre el suelo. casi al tiempo que erguía su cuerpo, Naruto ya estaba sobre el, uno de sus puños viajaba directo al rostro de fugaku, pero este logro contenerlo, desenvainó una katana que llevaba sujeta a la cintura, y apuntó su filo al costado izquierdo del rubio, aquel golpe le daría de lleno, probablemente cortando piel, músculo y órganos, pero no fue así, una espada se interpuso entre la katana y el rubio, el choque de los metales hizo saltar algunas chispas, el sonido fue grave, las hojas de ambas armas temblaban por la presión a la que estaban sometidas, pero aquella igualdad de condiciones se rompió solo segundos después cuando en la hoja de la espada un par de grietas aparecieron, fugaku se dio cuenta entonces de que era itachi y shisui los que le plantaban cara, aplicó más fuerza al agarre de su arma, haciendo que itachi soltara la espada, está fue lanzada por los aires y aterrizó un par de metros lejos de ellos, un brillo la cubrió y enseguida se reveló el cuerpo de shisui, en el se distinguían pequeños cortes sangrantes, lo que más preocupo a itachi, fue verlo sujetar uno de sus brazos. Lo más seguro era, que aquel golpe que asestó su padre sobre su cuerpo transformado en espada, fuera el causante de dicha lesión.
Padre e hijo se miraron fijamente por uno o dos segundos, luego se vieron interrumpidos cuando Naruto cayó de rodillas al piso, sujetaba su cabeza y respiraba con dificultad, en su rostro se leía la confusión, pues veía de un lado al otro intentando comprender que había sucedido, solo cuando sus ojos distinguieron a sasuke sobre el suelo, se permitió caminar tambaleante hasta el, al rubio no le importaba nada más, seguramente, no notaba la presencia de los demás, justo a medio camino, uno de los guardias que también había logrado levantarse. Golpeó al rubio en la sien derribándolo en el acto.
- Todos, retírense. – les pidió el mayor. Sus hombres hacían lo posible por cumplir la orden de su señor, – tu, lleva a sasuke a su habitación – le pidió al guardia que había golpeado al rubio. Enseguida volcó toda su atención en shisui. - es que, crees que tienes el derecho de interrumpir los asuntos de los demás. – le recriminó, pero shisui solo sonrió antes de responder e inclinarse ante el.
- Mi señor, el chico estaba en clara desventaja, y, siendo el “amo” de sasuke, imagine que no se desea su muerte- le contesto.
- Lo que deseo en este instante es anular también tu vínculo con itachi, no sé cómo pude permitir que se unieran, tampoco comprendo cómo te dio el honor de estar a su lado. Dime niño, ¿no te avergüenza saber tus orígenes?, no sientes pena al saber que no eres digno de itachi, y aún más, ¿ Que clase de monstruo eres, que albergas sentimientos como esos en tu corazón?. – el semblante apacible de fugaku había cambiado a uno lleno de indignacion. – que es lo que esperas de itachi, que es lo que lo obligaras a hacer…
- El no me obliga a nada – itachi interrumpió a su padre, - levántate shisui, no es necesario que te inclines ante el, como mi alma, eres mi igual y lo sabes. –el cuerpo de itachi temblaba víctima de la ira que le provocaban las palabras de su padre, aún que mayormente lo hacía por el miedo de saber a shisui herido, era bien sabida la fuerza de su padre, y el se había permitido a enfrentar a shisui contra ese hombre. Por su lado shisui lo miró antes de obedecerlo, fugaku vio a su hijo con molestia.
- Sabes perfectamente que no es tu igual – indicó el mayor, - nunca lo será. Ahora, salgan de aquí.
- No. – itachi fue firme al negarse – primero dime, Qué harás con mi hermano y ese chico?. – su pregunta permaneció en el aire unos segundos
- Hijo – el mayor le hablo ahora con más calma – lo sabes, ese chiquillo no está en condiciones de ser su “amo” y por encima de ello, sasuke tenía prohibido formar vínculos.
- Mi señor, no puede separarlos! – shisui ya caminaba hasta itachi. – la sacerdotisa ya está enterada de todo y…
- Shisui espera – le exigió interrumpiéndolo itachi. el semblante de fugaku cambio.
- Ella, haz ido a verle?, - el mayor suspiro resignado, - asegúrate entonces de darle las gracias a tu madre, apuesto a que de una u otra forma le haz convencido.
- Ella, nos permitió entrenarlos, - indicó itachi. Fugaku simplemente les dio la espalda y se retiró.
Ambos esperaron un momento hasta que el mayor termino de salir de aquellos pasillos, esperaron un poco más, hasta que el ambiente tenso se disipó, fue entonces que shisui se inclinó y tomó el cuerpo del rubio entre sus brazos.
- Que eres imbecil?, estás herido!, - itachi lo obligó a soltar a Naruto. – lo llevaré yo. – aquello intento sonar como una orden, pero para shisui fue claro lo que ocurría, itachi estaba preocupado por el.
Si Naruto tuviera que imaginarse la más loca de las historias, se quedaría corto al intentarlo, pues la realidad en la que estaba sumergido parecía la combinación de mil fábulas, se sentó sobre la cama, siendo consciente de que, una vez más, no sabia en donde estaba, pero lo que más importaba ere, ¿en donde estaría sasuke?, al bajar de la cama, el movimiento de su cuerpo fue algo brusco, el colchón se movió de la misma forma, y una especie de gemido de protesta que no era suyo se escucho, se giró sorprendido, y ahí, entre las sábanas, pudo ver el cabello negro que sobresalía, ya de pie rodeó la cama con cuidado de no hacer ruido hasta llegar al otro lado, sonrió al ver el rostro de sasuke que seguía dormido.
Estiró una de sus manos, para tocar el cabello del azabache, tal vez solo quería cerciorarse de que era real. Un suspiro de alivio salió de su boca cuando se percató de ello.
Su instinto lo obligó a buscar a alguien más en la habitación, pero esta vez estaban solos, fue directo a la ventana que tenía frente a él, abajo un jardín se abría paso entre la edificación, el sonido de la puerta abriéndose lo hizo ponerse alerta, una mujer entro atravez de ella, el rubio no terminaba de asombrarse por la elegancia del lugar, y sobre todo, de las personas.
- Antes que nada, espero que puedas aceptar nuestras disculpas – la voz de aquella mujer era pacífica – estamos un poco nerviosos por todo lo sucedido, pero agradezco el que te preocupes por uno de mis hijos – Naruto volvió el rostro hasta sasuke y luego miro de nuevo a la mujer, ahora entendía por qué el azabache tenía aquellos rasgos tan delicados, - estoy enterada de que tu conocimiento respecto a nuestro mundo es poco, por ello, te ofrezco que nos permitas guiarte en dicho aprendizaje, así, tú y sasuke podrán decidir si seguir adelante, o romper su lazo. – Naruto apenas y podía llevar el hilo de la conversación. Y con todo y eso respondió.
- Yo también lo siento si soy una molestia, la verdad es que nada me gustaría más que entender todo esto.
- Entonces, será mejor que despiertes a sasuke, itachi y shisui los esperan, ellos les ayudarán con su entrenamiento, - la mujer sonrío.
- Muchas gracias … pero me gustaría que descansara un poco más - Naruto dudo por un momento al no saber el nombre de la mayor.esta esbozó una sonrisa.
- Lo siento, no me presenté, soy mikoto, la madre de sasuke, Naruto no supo por qué, pero sintió sus mejillas acalorarse y su rostro enrojecer.
Al menos mikoto parecía tenerle buena fe, y no se burlo de lo avergonzado que se vio el rubio, en cambio se despidió con otra sonrisa y un movimiento sutil de su mano.
El rubio se dio el tiempo para tranquilizarse, luego se acercó aún más al costado de la cama y se sentó junto a sasuke, comenzó con la labor de despertarlo, algo nada fácil, pues cada vez que acaricia sus cabellos y lo llamaba, el azabache solo se removía y cambiaba de posición , tras varios intentos y segundos más, optó por sacudirlo desde su hombro, el movimiento le fue molesto a sasuke por lo que se sentó casi en un brinco, al rubio le fue graciosa aquella reaccion. Sasuke en cambio tomo una de las almohadas y con ella golpeó el rostro de Naruto, casi al mismo tiempo se le echó encima de la espalda, y Naruto luchó para zafarse de su agarre, tras varios jalones de cabello y una furtiva mordida en el hombro, sasuke se permitió liberar a Naruto. Sus miradas se cruzaron por un segundo, sus pechos subían y bajaban en un ritmo rápido, marcando así que aún estaban agotados por la reciente “batalla” y de forma espontánea, sus rostros comenzaron a acercarse, podían sentir el aliento contrario, escucharlo, para de pronto, darse cuenta de que sus labios lo habían sellado, esta vez el beso fue diferente a los otros, por qué esta vez, no era un beso guiado por la confusión, por el miedo, o la vergüenza, esta vez el guía era el corazón, que envuelto en un calor gentil estremecía sus pechos y hasta su estómago, y ambos, motivados por dicha emoción, iniciaron a mover sus labios, brindando caricias tiernas e inexpertas, que terminaron con el choque de sus dientes, esta vez rieron con ganas, ante ese tonto suceso.
Mucho tiempo atrás…
Kakashi caminaba casi sin deseos, esa mañana había recibido el llamado de su líder, “era hora” escucho decir a varios, al inicio, el también pensó que aquello era lo correcto, pero ahora pensaba de otra forma, era cierto que la mayoría de los uchiha nacía para ser “almas cazadoras” y que por ello, necesitaban de un “amo” para potenciar su fuerza, si se veía de esa forma, se le podría llamar un punto débil, de ahí que el plan de su líder fuera, erradicar al clan, cuyos miembros en su mayoría nacían con la facultad de ser “amos” , teóricamente, al no existir a quienes entregarles su luz, se forzaría a una evolución de las almas, con tal de suplir dicha falta de energía, entonces ellos llegarían al máximo estado de poder.
Lástima que kakashi incumpliera la orden de “solo simula que los entrenas” y que incluso secretamente los considerara verdaderos alumnos, detuvo sus pasó e hizo el camino de vuelta, no podría seguir adelante, y si eso significaba traicion, pues bueno, ya se consideraba un traidor..
Después de varios minutos de búsqueda, el peliplata encontró a sus alumnos dormidos bajo la sombras de un árbol, madara yacía recargado sobre el cuerpo de hashirama que lo abrazaba con uno de sus brazos a la altura de los hombros, kakashi sonrió, quién diría que esos dos que la mayor parte del día peleaban como locos, en realidad fueran tan importantes el uno para el otro, y no era exagerar con dicha afirmación, ya que cualquiera podía ser testigo de cómo durante los entrenamientos, intentaban sobre todas las cosas que el contrario no sufriera ningún daño, suspiro, valla que lograron avanzar a pasos agigantados, al menos eso lo llenaba de gustó, se acercó un poco más, y pateo las piernas de hashirama quien se estremeció asustado.
El peliplata se obligó a ocultar la risa al ver como ambos, fingían no darse cuenta de la forma en que habían estado durmiendo.
- Levántense , es hora de la última lección – les dijo y ambos chicos lucieron sorprendidos. – esta lección es sobre confianza, deben confiar en ustedes mismos y en su compañero por sobre todas las cosas, así que, como ejercicio de graduación, deberán salir de esta aldea y comenzar con su cacería…
- Tenemos el permiso del líder? - pregunto madara incrédulo – mi padre… el no quería que saliéramos de aquí, - kakashi se inclinó para decirle algunas palabras al oído, hashirama vio el rostro de madara palidecer un poco, e incluso interpretó su rostro con tintes de tensión.
- Tienen su permiso, así que, adelante, salgan de aquí, solo, tengan cuidado, a partir de ahora estarán solos, no tendrán aliados más que ustedes mismos, - el mayor revolvió el cabello de sus alumnos. – hashirama, cuida bien de él. – le pidio mientras a lo lejos algunos gritos llamaron su atención.
Kakashi se dio la vuelta, algunos soldados venían con intenciones claramente agresivas, y el mayor parecía dispuesto a pelear con ellos, hashirama iba a preguntar qué sucedía, pero en ese instante, madara lo jaló del brazo.
- Debemos irnos – le dijo madara con angustia – mi padre, quiere acabar contigo.
Todo sucedía rápido, ellos corrían para escapar del lugar, todo parecía ser un sueño, y sin embargo, los sonidos de la pelea, de las armas chocando con la piel y la sangre al caer al piso, era el indicativo de que no lo era, hashirama volteaba de vez en cuando, grabando la imagen de aquel hombre que fue su maestro, caer ante él numerosos grupo de soldados, en algún punto, sus lágrimas ya caían, pero los sollozos y los gritos desgarradores no provenían de el. Era madara quien lloraba de aquella forma, “cuida bien de él” aquellas palabras acudieron a su mente, cargo a madara en brazos, el chico luchaba para regresar a ayudar a su maestro, pero hashirama sabía que ya no había algo que hacer, el forcejeo de madara solo lograría retrasarlos, asi que lo soltó, solo para propinarle un puñetazo, que desmedido de fuerza logró su objetivo, el menor cayó inconsciente, y entonces hashirama se concentró al cien por ciento en la huida.
En la actualidad…
- Está situación es peligrosa y lo sabes, es como estar al borde del abismo - la voz de fugaku sonaba preocupada.
- Lo sé, lo sé, - respondió mikoto intentando calmarlo.
- Lo sabes y aún así, haz permitido que el se quede aquí. – recriminó el hombre.
- Amor mío, ellos también son mis hijos, mi preocupación es tan grande como la tuya, pero, que debía hacer entonces?, si te permitía romper el lazo de sasuke con ese chico, “ellos” podrían pensar que sasuke buscaría formar uno nuevo, entonces su prioridad sería matar a nuestro hijo.
- Pero, ahora que se ha enlazado a el, tenemos poco tiempo antes de que exigían las cabezas de nuestros hijos. – fugaku llevo sus manos hasta su cabeza e hizo presión en ella, - mikoto… no permitiré que los dañen.
- No lo permitiremos – aseguró la mujer. – sé que es doloroso para ti, pero por su bien, ahora más que nunca necesitamos que “ellos” piensen que sientes repulsión por tus hijos. Necesitamos ganar tiempo…
En otro lugar de la mansión …
Con los rostros sonrojados, y sintiendo vergüenza cada vez que sus miradas se cruzaban, Naruto y sasuke llegaron hasta el jardín trasero, ahí, itachi y shisui ya los esperaban. Tan pronto sasuke vio a su hermano, toda sonrisa se borro de su rostro, Naruto se preocupó al ver la reacción del azabache y se tensó aún más al escuchar sus palabras.
- Prepárate, mi hermano no nos dará tregua – le susurró sasuke y el rubio sintió miedo, sería que itachi los había visto besarse?. Si era eso, entonces entendía perfectamente aquel rostro que expresaba tanta molestia y sobre todo, El aura de peligro que lo rodeaba.
- Juro que fue solo un beso – soltó de pronto Naruto, sasuke enrojeció por completo, shisui no pudo contener una carcajada e itachi se obligó a mantener la calma… o al menos eso intento.
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