Dejo de ser entrenamiento
El golpe fue seco, el dolor martirizante, naruto estaba desconcertado, de un momento a otro su cuerpo estaba girando y cayendo, de su labio escurría sangre, sentía el pómulo inflamado, y un agudo sonido en uno de sus oídos le molestaba, apenas podía escuchar la vos de sasuke que corría hasta el, y solo cuando vio que shisui contenía con una especie de llave a itachi recordó todo lo que había sucedido apenas dos segundos atrás.
Claro, al de cabello largo no le había sentado bien el saber que el, había besado a sasuke, después de todo como hermanos que eran, itachi solo trataba de protegerlo y una noticia como esa, debía ponerle a cualquiera los nervios y estado de animo de puntas, pero valla que dolían los golpes, aunque si, el beso valió la pena.
Naruto sintió los brazos de sasuke rodearlo, el calor y aroma del azabache lo tranquilizaron por un segundo.
Porque al siguiente, una especie de luz lo rodeaba, y sasuke ya no estaba en su forma humana sino más bien en la de aquella espada, interponiéndose entre el y un nuevo ataque de itachi.
Shisui se lanzó sobre el de cabello largo y este intento zafarse sin dañarlo, amenos algo de conciencia le quedaba entre tanto enojo, o eso querían pensar pues, itachi invoco la forma de arma de shisui, este nada pudo hacer para negarse, la voluntada de su amo era fuerte, el movimiento fue rápido, filo contra filo, shisui contra sasuke, el resultado se mostró rápido, el cuerpo de sasuke fue lanzado algunos metros de distancia, los cortes en su costado y brazos eran evidentes, la sangre corría manchando todo a su paso.
Los ojos de naruto observaron con terror, con miedo, con un recuerdo de haber vivido algo parecido pero ¿Cuándo?
El azul de sus pupilas pasó a ser un rojo vivo, su cuerpo temblaba lleno de rabia, en su mente una sola imagen se repetía…
Tiempo atrás
Sus cuerpos descansaban a la sombra de aquel árbol, hashirama observaba como madara jugaba con aquellas mariposas que revoloteaban a su alrededor, claro que era lindo, un chico como madara que en la mirada mostraba una fiereza salvaje pero cuyos actos evocaban a un pequeño niño hacían de el una mezcla adorable y temible, pero aquella visión casi de ensueño se interrumpió con la llegada de los guardias, hashirama juraba que almenos les habían sacado un día de ventaja y resultaba que no, los habían encontrado y por su error ahora estaban en peligro.
Madara volvió la mirada hasta el, en sus ojos la decisión y seguridad se instalaron, y él también lo sabía, debían luchar, pero, ¿estaban en condiciones de hacerlo?
Hashirama invoco a madara a su forma de arma, de inmediato madara acudió a su llamado, era el momento decisivo, estaban a punto de pelear por su vida, no era uno más de los entrenamientos de kakashi, no habría una segunda oportunidad.
Uno de los guardias se lanzó a ellos, madara detuvo el ataque, las manos de hashirama temblaban al imprimir fuerza, otro más de los guardias se lanzó a ellos, hashirama apenas tuvo tiempo de esquivar el ataque saltando a un lado, un golpe lo sorprendió, por suerte, había sido de una lanza que no pudo clavar su filo en la carne.
- Son muchos – escucho decir a madara, - los detendré mientras tu huyes, - y hashirama lanzo un bufido, como si pudiera siquiera pensar en abandonarlo.
- En todo caso, yo los detengo y tú corres- contesto hashirama y esta vez fue madara quien se negó.
- Entonces debemos buscar una…- madara no terminó aquella frase y el rostro de hashirama se llenó de terror.
Todo había pasado rápido, un momento lo sostenía en sus manos y al otro, el cuerpo de madara se transformaba en su forma humana mientras parecía flotar en el aire, rodeado de diminutas gotas de sangre que al caer al piso dejaban una mancha sin forma, el peso y fuerza con que el cuerpo del menor aterrizo levanto algo de polvo, sus ropas eran jirones de tela que dejaban a descubierto la piel lacerada, sus ojso no se abrieron, su rostro no mostraba dolor, simplemente parecía haberse dormido, o era tal vez que madara había muer…
-¡MADARA¡ - el grito de hashirama fue desgarrador, pero el menor no contesto.
La mirada de hashirama había cambiado, rabia, frustración, odio y dolor, esas eran las emociones incontenibles que se desbordaban en cada lágrima…
Los siguiente que ocurrio fue incierto, cuando despertó, el frio se clavaba en su piel con sensación de agujas, pudo apenas sentarse sobre el suelo y lo noto, alrededor de el, los cuerpos de aquelos guardias yacían sin vida, pero eso no importaba, no cuando su atención la robaba el cuerpo de madara que inmóvil luchaba por algo de aire y mantenerse con vida.
En la actualidad
Naruto se levantó, su mano se adelantó estirándose en un anhelo de llegar cuanto antes hasta el azabache, no presto atención en nada mas, nada importaba de quien eran los cuerpos que estaban alrededor de el, sasuke gemia de dolor, un gemido tenue y lastimero, un tropiezo y naruto cayo al suelo, gateo hasta llegar al lado de sasuke, lo tomo entre los brazos, su corazón latía a prisa e ilógicamente parecía paralizarse del miedo.
Tiempo atrás
Hashirama tomo con delicadeza el rostro de madara, acercó sus labios hasta los del menor, el beso fue tan suave, temeros de hacer daño, con la duda de saber si sentir lo que sentía era bueno o malo, pero en ese momento también lo comprendía, amaba al uchiha.
Con una se sus manos retiro el cabello húmedo en sangre que se había pegado a la frente de madara, deposito un nuevo beso, esta vez, con el anhelo de que pudiera sanarlo.
En la actualidad
El cuerpo de sasuke volvió a rodearse de aquel brillo, naruto le transmitía poder a través del contacto tan íntimo de sus labios, volvió a pasar su mano por los cabellos del azabache, y sasuke en respuesta sonrio con esfuerzo.
- ¿Esto se hará una costumbre? – pregunto sasuke y naruto también sonrió.
- No, creo que debemos cambiarla.
Tiempo atrás.
- Pues yo sería feliz despertando con besos – respondió madara y el rostro de hashirama enrojeció en vergüenza, aunque en sus ojos una alegría incontrolable se reflejaba…
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