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Una experiencia gratificante por chibibeast

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Notas del capitulo:

Hey!

Esta es de las pocas veces que cumplo con actualizar pronto jajaja

Cap narrado desde el punto de vista de Kai. Después de esto ~°~°~°~°~°~ narra Reita nuevamente.

Este fic es sencillo y un poco tonto en la narración, es como si una persona cercana les contara su experiencia.

He sido masajista desde hace más de una década. A mis 36 años —pronto 37—, me he centrado en aprender y ejecutar todo lo relacionado a esta práctica. Elegí mi profesión, mas, descubrí que en realidad es mi vocación.   

A lo largo de los años, he atendido varios tipos de personas: tímidas, atrevidas, que sólo quieren deshacerse de la tensión muscular, otras por recomendación médica debido a problemas musculares y, otras, quienes han confundido nuestros servicios con sus fantasías sensuales. A este último tipo, se le corta de inmediato y le es aconsejado un local especializado en el tema.    

La persona más reciente que me tocó atender tenía una lesión en la zona lumbar y sacro, sumando a un esguince en la pierna derecha. Era un hombre de casi mi edad, cabellos oscuros y semblante aburrido, cuya voz grave pareció retumbar dentro del pequeño cuarto.  

Le pedí desvestirse y acostarse boca abajo en la camilla, le tendí una toalla para cubrir su trasero. Salí de la habitación, olvidé el aceite... Típico de mí.  

Ya había avanzado en el masaje, cuando mi mano pasó rozando una zona que pareció incomodarle, le vi revolverse sobre sí mismo, parecía querer colocarse mejor. Continué con el amasamiento en el interior del muslo izquierdo, no era necesario, ya que sólo una pierna era la afectada, pero creí conveniente relajar ambas. Terminé con la parte posterior, así que le indiqué darse vuelta y recostarse boca arriba para facilitar el acceso a la parte delantera de su cuerpo. Akira —como se presentó— se tensó durante unos segundos, parecía dudar en cumplir lo dicho.  

Agarró la toalla y se dio vuelta rápido, intentando tapar todo. Una sonrisa involuntaria se formó en mis labios, cuando dirigí mi vista hacia el lugar donde posaría mis manos para reiniciar el masaje. Había un bulto marcado bajo la toalla, noté a Akira súper avergonzado, intentó disculparse entre balbuceos y ademanes, su cuello y sus mejillas sonrosados le daban un aspecto adorablemente divertido.  

—No importa, quédate tranquilo. Es normal, no te preocupes. —le conforté. Le ajusté la tela y seguí con mi trabajo, sin prestarle mayor atención al asunto. Unté más aceite.  

No es la primera vez que pasa esto ni será la última. Los nervios reaccionan ante los estímulos. Contrario a cualquier pensamiento formulado, el cerebro manda señales hacia distintas partes del cuerpo, estos shocks de electricidad son interpretados de manera placentera, mas no sexual. 

Después de un rato, le indiqué voltearse, nuevamente. Esta vez, retiré la toalla, esperando que se girara, dejando toda su complexión desnuda; trató de virar, rápidamente, queriendo esconder su virilidad. Presioné mis labios para no reír por su acción. La coloqué a donde la había tomado, dejándole desprotegido. Trató de quedar laxo, como yo había pedido. En ese momento, agarré el aceite, lo esparcí desde su espalda, pasando por su trasero hasta las piernas. Inspiré profundo, despejando mi mente. Froté las áreas afectadas, alternándolas entre sí. El vaivén lo envolvió en un estado de sopor, podía sentir cómo en cada pasada los músculos se destensionaban debajo de mis palmas. Yo caí en un estado de hipnosis. Aquella piel tersa y pálida, la cintura y caderas estrechas, los delgados pero duros muslos eran un cebo tentador. Akira Suzuki era un cebo de lúcidos colores, por el cual, me permitiría ser atrapado, deliberadamente.  

Perdí la noción del espacio y el tiempo, no debería estar haciendo esto. No es el lugar.   Anuncié el fin de la sesión, mientras limpiaba los restos de aceite de mis manos y de su cuerpo. Vaya, esa fue una sesión muy entretenida.   Le ayudé a levantarse, ya que aún no salía por completo de su estado de letargo. Una vez de pie, aproveché a dar una última observación de pies a cabeza. Podré ser un profesional en mi ámbito, pero soy humano, no soy de cartón.   

— ¿Cómo te sientes? —es una pregunta de rutina, pero nunca está demás.  

—Me siento como Tom Holland bailando Umbrella en su presentación de Lip Sing Battle: DI-VI-NO. —separó en sílabas la última palabra y terminó dando un suspiro gustoso.  

—No entiendo a qué te refieres, pero lo tomaré como un “Estoy satisfecho”. —una carcajada escapó de mí. Lo guié hacia dónde se encontraba su ropa doblada para que se vistiera, se despejase un poco y pudiese salir a la calle sin tener que apoyarse en las paredes.          

 

 

 

~°~°~°~°~°~°~°~°~°~°~        

 

 

 

 

No recuerdo qué ocurrió después de que tuve las bolas al aire. Cerré los párpados un segundo, los vuelvo a abrir encontrándome sentado en un mullido sofá adentro de la misma habitación, solo totalmente vestido. Reviso los bolsillos de mi chaqueta y pantalón, hago un recuento de los objetos que traía conmigo: teléfono celular, billetera, chicles sabor a coco —introduzco un par a mi boca, son deliciosos—, recibo de ayer del maquillaje más caro que encontré para Uruha, un papel con algo anotado. Es todo, creo.  

Un momento.   

Cargando información… 95%

ERROR 404 NOT FOUND   

¡Uruha prometió pagarme el dinero del maquillaje ese, cuya marca era impronunciable para mí! ¡Desgraciado! Le raparía el centro de la cabeza para que anduviera calvo.  

Un momento, otra vez.  

Este papel yo no lo tenía antes. Con precaución desdoblé el trozo de hoja, como si este fuese a explotar; aparte de números, había un corto escrito con tinta azul y caligrafía bonita:   

Cuando la sesión acabó, preguntaste si podías contactar conmigo, este es mi número telefónico. Te ofrecí el número del local, pero insististe querer el mío. Si fui atrevido, pido disculpas. Cabe la posibilidad de que no recuerdes nada, no me molestaré ni nada por el estilo, si —estando consciente— decides no llamar ni regresar a ELITE HANDS MASSAGE. Yutaka Tanabe.  

Pd. El edificio es seguro, nadie te hará daño.   

Qué agradable sujeto. Necesitaba salir de allí, procesar lo sucedido, tomar una decisión y cruzar los dedos por que algo más en mi vida no resultara en desastre. 

 

Notas finales:

Well, eso es todo, amigos :D

Le dejo a su imaginación si logran establecer una relación, meramente, Kaita *guiño*

Quiero que sientan lo mismo que sentí yo cuando leí aquel fanfic incompleto que mencioné en el cap anterior :'( ¡Tan sensualón que se estaba poniendo!

Me encanta participar en el DIK <3

Pd. Sé que lo de Holland es cuento viejo, pero me sigue dando risa lol

Otros aportes al DIK: -Mi lienzo favorito (KAIxURUHA)

-¿Qué es lo que deseas? (KAIxRUKI)


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