A la mañana siguiente.
Revolver continuaba dormido en su amplia cama de sabanas claras con sus facciones relajadas y desprovistas de todo dolor y miedo. La luz de la habitacion eracasi nula si no fuera por las lamparas de noche que iluminaban dulcemente el lugar, dándole un ambiente romantico.
Un par de ojos esmeraldas le veía tiernamente desde su lugar en el sillón con una taza de café en sus manos. Por primera vez en mucho tiempo se sentía en paz consigo mismo, como si hubiera encontrado la pieza faltante en su vida. Claro no podíadepender del peliblanco, no era sano y debía coger fuerzas de sí mismo para continuar. Pero por el momento, se daría el lujo de sentirseasí. Se acomodo más en el sofá recordando brevemente la promesa que le hizo Hideki antes de que quedarse dormido mientras lo abrazaba mientras estaban acostados en la misma cama como cuando eran niños.
Yusaku no dudo en hacerle saber su inquietud a Hideki sobre su retorno a Rusia. Temía que se fuera una vez más y no volviera, no tanto por su voluntad sino por la tendencia caprichosa del destino. El ojidorado le sonriócálidamente y tras besar su frente le explico que si volvería a ese frio país, pero nada más a cancelar su ingreso a la universidad y recuperar sus documentos.
-"pero si te preocupa demasiado, acompáñame. Sera como salir de vacaciones juntos"-recordó la amable invitación que no dudo en aceptar. Claro que le costaria un poco subirse a un avion, el espacio cerrado no le producia mucha confianza.
-¿Yusaku?-el peliazul levanto la vista de su taza de café color verde menta al momento que escucho la adormilada voz de Hideki llamarle. El ojidoradodespertó al sentir el espacio de su novio frio y vacio, con algo de temor de pensar que todo lo vivido fue creado por su imaginacion gracias a sus lagunas mentales y psicosis menor, llamo al chico de ojos esmeraldas.
-aquí-Revolver sonrio aliviado y extrañado en ambas partes. Todo lo ocurrido la noche anterior fue real dandole alivio instantaneo en su corazón. Lo que no se explicaba era de porque estaba sentado en el sofa, usando su jerseycolor azul marino (que, por cierto, le quedaba un poco grande) cuando se había dormido con unpijama prestado. No le molestaba que la usara, pero no entendíaelporqué.
Yusaku dejo su taza en el mueble más cercano y fue directamente a la cama para ser recibió sin demora en los brazos del peliblanco que le sonreia con amor.
-buenos dias-sin esperar respuesta, le dio un suave beso. Saboreando el tibio sabor del café de esos labios que ahora tenía la libertad de besar. La pareja duro un poco compartiendo besos y tiernas caricias bajo esa frazada, Yusakucuando menos lo supo, tenia al peliblanco de mechas purpuras sobre su cuerpo, rozandose ante el menor movimiento. Ignoro por completo la creciente ansiedad de esa aproximidad, no dejaria que su fobia arruinara su intimidad. Se sonreíancómplices ante el contacto más sutil y cariñoso, volvían a besarse probando que tanto podían resistir sin separase, casi una inofensiva competencia.
-te quiero Yusaku-murmuro cerca de sus labios haciéndolo estremecer. Aun sintiendo sus mejillas arder y su corazón latir al punto de dejarlo sordo ante la íntimacercanía, tuvo el valor suficiente para continuar mirándole a los ojos.
-yo tambien te quiero Hideki-justo cuando iban a volver a unir sus labios. La puerta se abre de golpe.
-buenos dias Revolver-sama-el peliblanco de ojos glaciales entro de forma improvista con una respetuosa sonrisa que no se borro para nada aun cuando vio tan tierna escena que fue brutalmente interrumpida.Revolver agacho la cabeza con pena ante su olvido de no poner el cerrojo y Yusaku se limitaba a no tratar de fulminar con la mirada al descarado Spectral por interrumpir.
-Buenos diasSpectral-
-vine a notificar que su padre ha llegado. Por cierto, bienvenido a casa-sin mas que decir el peliblanco se fue cerrando la puerta con cerrojo con claro gesto de burla. Una cosa era que respetara al peliblanco de ojos dorados que le había salvado la vida y otra muy distinta era compartir su espacio con Playmaker.
Yusaku gruño bajo ante esa exabruptainterrupción, definitivamente detestaba a Spectral y Revolver trataba de no darse de golpes con la cabeza contra la cabecera de la cama.