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(not) at bay por NaotoSoukaina

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Notas del capitulo:

 

¡Sobreviví! Hurra por mi jeje

 

Aquí la continuación pero esta vez la dividiré en dos partes porque es un poco más extensa jeje. (Con cada jeje -.-me siento más perver)

 

 

0.0   Disculpen las molestias por el retraso y sin más nos vemos abajo.

 

 

Guarda silencio, ¿escuchas?, presta atención a lo que te diré a continuación, tal vez no me creas y tampoco te pediré que lo hagas pero aun así quiero contarte algo que está pasando ahora mismo… con tranquilidad o tal vez estas apresurado te encuentras leyendo lo que te pido que hagas y no, no me burlo de ti pero es inevitable lo que haces, después de todo tienes curiosidad de lo que quiero decirte o si no es así ya te diste la vuelta y no volverás por aquí, aun así  si sigues aquí conmigo quiero murmurarte algo, acércate que no te hare daño… ¿escuchas? Esa voz al fondo, ¿lo ves? Notas en aquella esquina donde ahora la oscuridad se hace más densa como  lentos movimientos se acerca, no, no lo haces, no puedes verlo, o quizás ya no puedas verlo.

 

 No te asustes que esa no es mi intención, desde un inicio solo te pedí que escucharas lo que tenía que decirte pero ¿lo viste?... no estoy jugando y ya no me queda tiempo pero solo no hables y trata que por los siguientes diez segundos aguantar la respiración… ¿lo sentiste? Sentiste como alguien entraba o solamente se acercaba a ti, si eso fue lo que sentiste ahora en este momento vuelve a guardar silencio, trata de que lo que te diga a hora se quede en el mismo lugar y… hagamos un pacto, no se lo dirás a nadie…

  

 

-- Ya que ya estoy contigo…

 

 

 

 

 

 Un golpe tras otro, ¡Zas, zas!, es apenas perceptible el sonido que produce al chocar contra la otra piel, ¡pas!, ¡pas!, vuelve a sonar más débil mientras el crujir de la madera se hace resonar, ¡crush!, ¡crush!, apenas se nota  la respiración en donde están situados uno junto al otro, uno frente a el otro, uno solo sonríe, el otro solo mira, uno se vuelve a sentar, el otro se aleja.

 

-¿Recuerdas alguna historia linda de tu infancia?- sonrió con gran cansancio, aquello sin duda comenzaba a sentarle mal, estar tanto tiempo viendo el “progreso” de una persona (que no cooperaba mucho para variar) hasta que “ese sujeto” le llamase ya que “ese sujeto” sin duda alguna lo mataría si desobedecía las reglas impuestas desde un principio y no gracias, amaba demasiado su vida para arriesgarse así que   aunque se muriera de aburrimiento no haría nada.

 

-n…no…- apenas fue imperceptible para cualquier oído humano ese murmullo, pero para ellos no fue una limitante.

 

Sin decir nada se levanto de aquella silla de madera vieja que estaba seguro que paso  por muchos “conflictos” ya que casi toda estaba cubierta por una manta oscura, verdusca o como fuera, y con un olor grotesco, pero era mejor esa silla que ya de por si todo lo que hubiese sido puesto en el estaba seco comparando al lugar en el que se encontraban, habían varios sitios (o en si todos) cubiertos por la misma manta negruzca, particularmente el suelo y en las paredes que contenían salpicones de diferentes tamaños, unos más notorios que otros, de aquel liquido aun fresco que a muchos deleitaban por la hermosa exposición que se dejaba ver.

 

La persona que se encontraba a su lado, bueno a cierta distancia, solo le miro, ese sujeto sin duda alguna no le inmutaba para nada el lugar en donde ellos estaban (por decir que ni le había visto parpadear)-no es que todo el tiempo le estuviera observando, solo que no había otra cosa que ver- total, que ni siquiera se quejo por no haber tomado asiento y aunque él sabía  que donde hace segundos había estado postrado era la única cosa decente que tenían pero por nada le cedería su lugar.

-        

  Bien deja que te cuente algo - con tranquilidad en su voz y un semblante cálido se acerco  a la tercer persona que se encontraba con ellos sin ataduras de por medio y con la vista perdida en ese mismo suelo donde contenía todas las porquerías de esta, al estar cerca se inclino y con suma delicadeza tomo un mechón de cabello negro ¿o era rubio? de aquella mujer  y se lo acerco a la nariz, aspiro aquel aroma que desprendía y se dijo así mismo que no cabía duda de que ese olor era lo más placentero que tenia al alcance y se agradecía inmensamente haber prevenido cualquier desastre ante el contacto de ese aun hermoso cabello (cortándolo) con lo que ella misma se había cubierto todo el cuerpo.

 

La piel de aquella mujer era pálida cuando la conoció traía un vestido de un lindo color mismo del líquido pegajoso que reposaba en su cabello, y ese deleitante aroma. A pesar de que no le gusto el diseño de ese lindo vestido que traía preferiría  que eso la siguiera cubriendo y por ello estaba molesto con aquel tipo por dejarla completamente desnuda. Más que nunca podía ver esas piernas del color que odiaba, el morado no combinaba con nada y encima de que el excremento ya seco de la mujer cubría sus partes íntimas no le llegaba hasta el pecho para protegerle sus senos… o lo que quedaba de ellos, y esos pies si es que se podían llamarles aun así, al igual que  donde deberían estar las manos, esos delgados falanges finos y delicados con una manicura perfecta, ah, si no hubiera sido tan terca aun seguiría apreciándolos.  

 

Escucho la risa cantarina del que minutos antes la había estado observando y por fin al levantar la vista aquellos ojos color avellana se encontraron con los contrarios  tiñéndose de un profundo terror, no lo había notado y fue mucho peor cuando ese hombre  se acuclillaba junto a ella, sin poderlo evitar comenzó a temblar y a rogarle a aquel Dios que parecía haberse olvidado de su existencia ya que a pesar de que imploro, suplico  y dijo todo lo que tenía que decir nada había mejorado como ellos mismos habían afirmado, solo esperaba que su entrada a los cielos fuera  concedida  porque estaba más que muerta hasta ese punto.

 

La contemplo de nuevo por los siguientes minutos, a decir verdad no le importaba mucho lo que la mujer hiciera mientras no lo interrumpiera  una vez haber comenzado con lo que compartiría con aquella mujer era algo muy importante para él.

 

-          Hace mucho, mucho tiempo, existía un pequeño pueblo donde en gran parte de su pequeña población eran mujeres, la mayoría de ellas casadas con alguien de el mismo lugar o de los pueblos vecinos con niños incluidos tenían sus vidas tranquilas y llenas, todos ellos se dedicaba a la cosecha de café que era la causa principal de tener a muchos comerciantes comprando su producto para venderlo a precios más altos en las ciudades lejanas, en ese lugar se encontraba una solitaria joven no era la única pero ella destacaba ya que era una hermosa mujer de piel fina y lechosa con mejillas rosadas, un cabello rojizo exquisito que competía con esos finos y dulces labios y unos ojos ah… unos destellantes y maravillosos ojos del mismo color que el cielo, en ellos podías sentir que te perdías y que tu alma se limpiaba de los peores pecados que podrían existir, su personalidad era alegre, tenía un aura cálida que a la mayoría atraía porque era tan maternal que todos los niños siempre la rodeaban, dándole flores, contándole anécdotas de sus aventuras infantiles pero…- tomo un poco de aire y vio que aquella mujer seguía temblando hasta el punto que diviso que debajo de esta  se formo un charco con un nauseabundo olor, ella no lo miraba solo seguía con esos murmullos incansables, con enojo se alejo de ella y a la distancia prosiguió con aquel relato--   a pesar que eso le alegraba sus días ella se sentía solitaria en cuestiones románticas, siempre tuvo muchos pretendientes más que la mayoría de las mujeres solteras en ese o en los pueblos cercanos incluso hasta las ciudades donde los comerciantes al verla decían que no existía comparación con su ser, no era ingenua, sabía muy bien que a atraía a los jóvenes por la belleza que tenia pero eso a ella no le interesaba y no pretendía abusar con lo que Dios  la había bendecido.

 

Pero cada día pensaba cada vez más que si seguía así acabaría sola, ella desde pequeña junto con alguien de edad similar se sentaba en aquel campo maravilloso donde se recolectaban las flores que luego iría a vender, su madre una mujer de fuerte personalidad y tan amable como solo alguien que amaba podría ser le lleno la cabeza de ideas fantásticas de lo que era el verdadero amor y que como ella había encontrado al hombre perfecto teniendo así una doble bendición, su querida madre era sin duda su ejemplo ya que al ser hermosa todos la querían pero solo un hombre que supo apreciar lo que en si era ella se gano su corazón.

 

Con eso en mente continuo sus días hasta que conoció lo que tanto esperaba, de porte elegante pero con un toque de simpleza, unos ojos color caoba y una sonrisa alegre que fue la que la cautivo se enamoro perdidamente de un hombre que nunca sabría que él también lo hizo. – hizo una pausa y continuo.

 

 

 

 

Notas finales:

 

Bueno hasta aquí hoy mañana subo la parte siguiente y también quiero informar una pequeña cosita, tal vez parezca que no hay nada de acción pero le pido paciencia al lector que le haya gustado esta historia o solo paso a curiosear ya que voy a ir algo despacio hasta hacer la aparición de todos los personajes así que no piensen que no es YAOI porque si, si lo es, solo que cuando comencé a escribirla me imagine ir un poco diferente antes de que el personaje principal haga su aparición con el amor de su vida jeje.

 

Sin más me despido.

  

!Gracias !

 

ci vediamo più tardi


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