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Harry Potter… O debería decir ¿Lokison? por Brisa200315

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Notas del capitulo:

Esta es como la cuarta vez que intento subir el capítulo. El internet estaba demaciado lento y no cargaba nada aghhhh.

Bueno, les dejo este cap esperando que lo disruten ya que no sé cuando vuelva a actualizar.

Cap 17

 

Harry no sabía lo que estaba pasando pero su tí–° estaba siendo… ¿buen–°? Y eso era raro, extraño, sospechoso y un montón de otras palabras raras que Aradia le había enseñado. Prosiga con precaución se dijo a sí mismo. Lo sacaron de su prisión y le dieron helado, lo olisqueó primero creyendo que tendría algún tipo de veneno o algo así, no sería la primera vez. Recordaba que hace algún tiempo la “tía” Petunia le había dado un jugo que en realidad terminó siendo jugo con veneno de ratas, recordó sentirse horrible pero al siguiente día despertó y siguió con su rutina de servicios de esclavo.

 

Quedó mirando a Petunia quien tomó una cucharita y le dio un pequeño bocado al helado. - no tiene nada niño, mejor come-. Aún no muy convencido comió su helado mientras miles de posibilidades cubrían su mente. Quizás habían decidido dejarlo en algún orfanato, quizás lo piensan matar y tirar a un barranco o lo iban a vender a algún circo o tráfico de órganos… quizás había escuchado demasiadas historias de terror por parte de Aradia…

 

- Tía… ¿Dónde están el tío Vernon y Dudley?- Petunia lo miro con odio aunque intentó cubrirlo.

- Están haciendo algunas compras para esta noche- se permitió sonreír un poco cosa que causó escalofríos en su sobrino.

 

~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~

 

La tía Petunia le había mandado a su habitación hasta que el tío Vernon llegara y aquello no le molestó en absoluto, era lo más normal que había  escuchado después de que le había tratado “bien”.

Mentiría si dijera que no tenía miedo, todo esto salía de sus estándares y no sabía como reaccionar, por un momento quería imaginar así sea por un milisegundo que lo que estaba pasando era real y se mantendría, que ya no lo dejarían encerrado en la alacena, que no lo maltrataran, que el tío Vernon no lo volviera a tocar. Pero tan pronto como la idea vino a su mente, desapareció. Era idiota (otra palabra aprendida gracias a Aradia) de su parte imaginar aquello, quizás se merecía todo aquello por ser un “anormal", aunque Aradia le había dicho todo lo contrario y se desvivía por hacerle tomar consciencia de lo estúpido que era por pensar eso.

 

Ya era algo tarde, 6:37 pm si era exacto, la puerta se abrió de golpe y por ella entró el tío Vernon y Dudley trayendo algunas botellas de ¿agua? Y algunas otras cosas que parecían cruces de esas que su tía tenía en su habitación y se esmeraba tanto por mantener radiantes. Detrás de ellos entró un hombre viejo con una gran ¿capa? ¿vestido? No lo sabía realmente pero parecía traído del siglo anterior y cargaba en su regazo un gran libro que mostraba como título “La Santa Biblia", también traía su propia cruz y se le acercó a Vernon para susurrarle algo. Él asintió y salió de nuevo para buscar algo más.

El cura pareció ver una pequeña cabeza pelinegra antes de que desapareciera por las escaleras, inició su camino hacia allí y vio un pequeño niño que lo miraba dudoso, ese era el niño del que le habían hablado. - Hola pequeño… Soy el Padre Simón y …- Harry lo interrumpió enseguida- ¿qué  hace usted aquí?- no confiaba en nadie que no fuera Aradia o una serpiente- Estoy aquí para ayudarte pequeño…- respondió enseguida - Ayudarme con qué-¿ puede ser qué sabía sobre sus parientes y lo venía a ayudar? Pero no eso no podía see correcto sus parientes parecían bastante contentos con su presencia ahí (aunque si se lo llevaba lejos probablemente estarían muy felices, a pesar de que perderían su pequeño juguete para torturar) - Para ayudar con el demonio que tienes dentro- el niño abrió mucho los ojos, no venía a ayudarlo. Retrocedió varios pasos intentando escapar pero el cura lo tomó por el brazo izquierdo con fuerza y lo llevó a la sala aunque el niño presentaba mucha resistencia en su desesperación por escapar. Vernon se acercó y le puso un trapo en la cara. - ¿Qué hizo?- preguntó el Padre mirándolo detenidamente- solo lo dormí por un momento… para… evitarle sufrimiento - lo llevaron a la segunda habitación de Dudley donde lo ataron con cadenas de hierro ( que era lo que Vernon había ido a ver cuando salió por segunda vez) y pusieron cruces por todos lados.

 

Se sentía un poco mareado pero poco a poco iba recobrando conciencia. Intentó frotarse los ojos pero algo pesado se lo impedía abrió sus ojos y se vio atado por todas partes por cadenas - tranquilo- escucho la voz del cura- te ayudaré.

 

Regna terrae, cantate Deo,
psallite Domino, Tribuite virtutem Deo.
Exorcizamus te,
omnis immundus spiritus,
omnis satanica potestas,
omnis incursio infernalis adversarii,
omnis legio, omnis congregatio et secta diabolica

 

Estaba entrando en shock, intentó librarse pateando y moviéndose hasta que sintió que le tiraban un montón de agua fría. -*¡Aradia!, ¡Aradia!, ¡ayúdame por favor!*- empezó a llorar desesperadamente mientras el cura recitaba varias palabras en otro idioma muy confuso.

 

Ergo perditionis venenum propinare
Vade, satana, inventor et magister omnis fallaciae,
hostis humanae salutis.
Humiliare sub potenti manu Dei; contremisce et effuge,
invocato a nobis sancto et terribili Nomine Iesu,
quem inferi tremunt.

- El demonio se está manifestando, está hablando en otra lengua desconocida- dijo el Padre algo asustado después de escuchar el parsel y siguió  con los cánticos extraños.

 

Ab insidiis diaboli, libera nos, Domine.
Ut Ecclesiam tuam secura tibi facias libertate servire,
te rogamus, audi nos.
Ut inimicos sanctae Ecclesiae humiliare digneris,
te rogamus, audi nos.

 

Aradia había olido el terror de su niño muy palpitante y había regresado lo más rápido posible. Había salido a cazar algunas ratas por diversión cuando tuvo un mal presentimiento y decidió dar la vuelta, cuando estaba cerca de la puerta de la casa sintió el terror y escuchó los gritos de su bebé.

No dudó ni un instante en subir las escaleras guiándose por el sonido del llanto de su protegido. La puerta estaba abierta y adentro pudo divisar a los “familiares” de su pequeño y otro extraño hombre que no había visto nunca pero parecía estar haciéndole sufrir. Se arrastró hasta la cama en la oscuridad y saltó encima de su pequeño- *tranquilo chiquillo, estoy aquí, todo va a estar bien.*

El Padre no reaccionó muy bien a la aparición de la serpiente al ser considerado la personificación del pecado y Satanás.  

Harry aún estaba asustado pero teniendo a Aradia junto a él se sentía más seguro.

El tío Vernon estaba asustado por la aparición de la gran serpiente (que ahora medía 3 metros) y como todo humano reaccionando al miedo, atacó.

Corrió hacia la sala y tomó su escopeta para subir corriendo ( tanta actividad física lo había hecho ponerse morado) e intentó darle a la gran serpiente - ¡pare!- pidió el Padre mientras Harry entraba en pánico de nuevo. -*¡¡Aradia!!, ¿Estás bien? ¡Malditos!, ¡los mataré a todos!... los mataré a todos*- dijo llorando Harry mientras sentía náuseas.

Aradia fue herida pero no de mucha gravedad si la atendían pronto.

El Padre no había conocido un demonio que se resistiera tanto a la palabra del señor. No quería pero tendría que usar otros medios para debilitar al demonio y hacerlo salir del cuerpo del pobre e inocente niño. Sacó una daga de plata y se acercó al niño - te recuperarás y todo estará bien- Harry temiendo por su vida y la de Aradia, su magia se empezó a descontrolar, por más que el collar servía de bloqueo para ella, cada vez se hacía más debil mientras la magia de Harry incrementaba en fuerza.

Los Dursley aunque muggles notaron el incremento de energía en la habitación y Petunia no dudo ni un minuto en pulsar el botón para activar el collar de Harry.

Eso fue el fin.

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Harry solo quería dejar de sentir dolor y hacer pagar a aquellos que le habían hecho daño a él y Aradia. Quería eliminarlos, destrozarlos. Verlos en pedazos.

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Esa noche un fuerte grito retumbó en las calles del tranquilo Privet Drive. Algunos que lo escucharon pensaron haberlo imaginado otros sumidos en su mundo de sueños no lo habían ni siquiera notado. Otros, la mayoría jóvenes o ancianos seguramente  contarían una historia aterradora sobre fantasmas para asustar a los pequeños. Si no fuera por la pesadilla que todos iban a vivir el Lunes al ver a la tranquila y normal casa Dursley pintada de un rojo algo especial y una habitación debajo de las escaleras vacía.


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