Intento cambiar el tema hasta que una duda se le vino a la cabeza...
—dime...como es la...verdadera personalidad de Daisuke? Creo que sólo conozco una máscara—
*vaya máscara, la más cruel de todas.*
El hombre con la piel un poco mas apiñonada que un japones promedio alzó la mirada hacia el techo por unos segundos, como pensando en la respuesta que darÃa a la pregunta de Tsubaki.- Daisuke es...especial, es bastante frio y serio con el trabajo, muy formal...aunque cuando bebe se relaja bastante, puede llegar a ser agradable, no es un mal tipo realmente.-dice intentando pensar en algo
.- Aunque tiene un temperamento horrible cuando se enoja...la verdad es que no lo conozco desde hace mucho...no nos vimos en prácticamente toda nuestra infancia y apenas comenzamos a tener contactos esporádicos hace unos 8 años.-
Sólo asintió levemente, con la mirada algo perdida tratando de pensar en otra cosa, algo que intentara mejorar su ánimo...sonrió ligeramente o lo intentó.
—esta bien comprendo...aun asÃ, gracias por darte el tiempo de mostrarme la casa y escucharme...nos vemos, Tiziano— se despedÃo para luego salir de aquella habitación e ir afuera.
Quizás podrÃa salir...es decir...estarÃa muy aburrido y sólo ahora en la casa, quizás podrÃa contactar a alguien para poder pasar una buena tarde y luego la reunión que tenÃan ambos con las respectivas familias...si, no era mala idea.
Ya en los jardines, comenzó a buscar a Daisuke con la mirada...no tardó mucho. Sólo sonrió y se acercó a el, el cual estaba acompañado de un par de personas.
—Daisuke...mientras tu estás aquÃ...¿Puedo salir? Quiero hacer algunas cosas...regresare antes de la reunión...¿EstarÃa bien? Por favor...no tengo que más hacer aqu×
— Acaso crees que puedes salir cuando quieres y sola? —exclamó alzando una ceja, no importandole que sus compañeros estuvieran ahÃ, es mas parecian apoyar en silencio a su amigo.
—Está más que claro que después de lo que ocurrio anoche, a ti no te importa lo que a mi me pase asà que no finjas— dijo con un cierto tono de molestia...como podÃa negarle el salir? Estaba claro que no lo querÃa ni le guardaba el mÃnimo respeto.
La humillación de la noche anterior hablaba por si sola...al menos, el quedarÃa en ridÃculo si se atrevÃa a decir que Tsubaki, era realmente un hombre...solo se hundirÃa más.
Sus ojos brillaban, alertando que comenzarÃa a llorar...sólo se retiró de alli...es que acaso no podÃa hacer nada en ésta maldita casa? Ahora entendÃa en parte el porqué de la desicion de su hermana al fugarse...esto era una tortura...sin contar que luego le vendrÃa un fuerte castigo.
Si iba a sufrir...debÃa ser un trato igualitario
—Tú por favor...consigueme un trago...si? Llevalo a la habitacion...y también...quiero fumar—dijo a la vez que entraba a la casa y se dirigia a la habitación que compartÃa con su esposo.
Una vez con las cosas ahÃ, se encerró, cerrando la puerta, ventana y cortinas..
PasarÃan un par de horas hasta que Daisuke finalmente se liberó de sus asuntos para poder darse un buen baño antes de la susodicha reunion con la familia de Tsubaki, hasta se habia relajado bastante con la platica con sus amigos, habia estado discutiendo los beneficios de haberse casado con el muchacho, por su puesto para sus compañeros Tsubaki era una linda y caprichosa jovencita.
El tenia que aceptar que a su parte mas torcida y agresiva le gustaba la idea de tener a ese jovencito terco y asustado bajo su poder, para el no era mas que un catalizador de su ego.
Comenzó a caminar hacia la habitación, mas le valia al mocoso estar ahà para entonces.
Grande y desagradable fue su sorpresa al entrar a la habitación y percibir el fuerte olor a tabaco, sus tabacos. La sangre del pelinegro ardió.
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