-jajaja, Goku, deberías alegrarte, a través de mi ser has alcanzado la completa perfección - declaró Black mostrando una sonrisa egocéntrica.
-¿qué quieres decir? - pregunto Goku juntando las cejas sin entender absolutamente nada.
-arrrggg, es por eso que tu no me serias, porque tu no entiendes nada, pero en fin, que se puede esperar de un simple humano.
-¡Black! ¡Te recuerdo que tu oponente está aquí! - gritó Vegeta sin inmutarse ante el gran poder que a hora emanaba el pelirosa.
-es por eso que la perfección de tu cuerpo ahora me pertenece - prosiguió ignorando al peliflama - eres tan digno y a la vez tan indigno de los dioses, que el simple hecho de verte me da asco... Aunque si me veo a mi mismo no hay otra palabra que cruce por mi mente que no sea "perfección"
-hay, ya no entiendo nada, ¿está diciendo que me odia pero que a la vez le gusto? - preguntó Goku ladeando la cabeza.
-¡eso no maldito insecto! - gritó Vegeta y sin pensarlo dos veces se lanzó directamente a atacar a Black.
-¿que acaso no lo entiendes Vegeta? Has dejado de ser rival para mí - cometo, esquivando los ataques del saiyajin con bastante facilidad.
-¡cállate maldición!
Mientras la batalla se llevaba a cabo en el aire, en el suelo el peliazul estaba hecho completamente un lío.
¿Cómo era posible eso? ¿Goten se había enamorado de sí mismo hasta tal extremo de ver a su padre de esa forma?
Sin duda algo andaba mal.
Sin pedirlo ni quererlo, una sensación desconocida comenzaba a hacerse presente en su estómago, era desagradable y no le gustaba en absoluto esa sensación de malestar.
Ahora se arrepentía de haber traído al pelipalmera a su mundo.
Ahora se alegraba de que Goku fuera pareja de su padre.
Y sintiéndose culpable, de alguna forma, él quería ser Goku.
¿Por qué no podía poner en off su cerebro? Ahora hasta lo más inverosímil lo atormentaba.
¿El pequeño Goten también llegaría a sentir algo más por su propio padre? ¿El pequeño Goten abandonaría a su yo pequeño por intentar algo con su padre? ¿Su yo pequeño pasaría por ese tormento? ¿O sólo a él le tocaba la parte triste y trágica de la historia?
-¡Vegeta! - gritó Goku, sacando de sus pensamientos a Trunks de golpe.
-¿eh? - pregunto pero la respuesta llegó sola al ver caer el cuerpo herido del peliflama en un montón de escombros con una herida sangrante en las costillas, y en la mano de Black, una espada de ki.
-Trunks, asiste a Vegeta - ordenó el pelipalmera mientras sus cabellos se erizaban de forma violenta y su cabello se volvía azul - ese maldito se atrevió a tocar a Vegeta, ese maldito se atrevió... ¡Se atrevió a usar mi cuerpo para dañar a Vegeta! - gritó sacando todo su ki de golpe y sin pensar en alguna estrategia, fue directo a enfrentar a Black.
-¿comenzará desde un principio con la fuerza del súper saiyajin blue? - se preguntó el híbrido corriendo con dirección a su padre pero sin apartar la vista de la increíble batalla que se llevaba en el cielo - sin duda ama a mi padre - murmuro admirado, era la primera vez que veía a Goku usar esa transformación y tenía el presentimiento que ese desbordante poder era producto de la ira que el pelipalmera sentía al ver al peliflama en ese estado.
-Son Goku, tu querido príncipe solo fue el calentamiento, un simple aperitivo, tú serás el plato principal - comentó al ver al peliazul tan molesto, mirándolo de pies a cabeza, pasando su lengua por sus labios como si estuviera degustando algo.
-cállate maldito, tú no eres yo, yo nunca me atrevería a tocarle un pelo a Vegeta - gruñó Goku.
-¿sabes algo? E estado esperando este momento desde hace mucho tiempo... Tu eres el único capaz de hacerme sentir el verdadero dolor, tanto física como mentalmente. Y ese dolor me hará más fuerte.
-deja de balbucear y pelea maldito.
-el saber que ese mono orgulloso tiene el poder de controlarte inconscientemente me duele, me duele que me duela semejante estupidez.
-¡cállate maldita sea! - exclamó, y dando todo desde el principio, atacó a Black con todo su poder.
-papá, ¿estás bien? - pregunto Mirai preocupado llegando hasta el inconsciente peliflama que comenzaba a recobrar la conciencia - que bueno que estas bien - suspiró aliviado.
-arrrggg K...Kakarotto - masculló sin poderse mover.
-no te preocupes papá, el señor Goku le está ganando - lo tranquilizo pero sin conseguirlo.
-no es cierto K... Kakarotto lleva la desventaja... Ese maldito es mucho más poderoso de lo que aparenta.
-¿Goten es más poderoso que el señor Goku? - preguntó aterrado pensando en voz alta.
Las fuerzas de Vegeta comenzaban a decaer y antes de volver a caer inconsciente alcanzó a escuchar la pregunta de su hijo.
-maldito, no te perdonaré que lo hayas lastimado - repitió Goku sintiendo que estaba llegando a su límite.
-me molesta sentir esta incomodidad cada que hablas de él, por eso mismo hoy acabaré con los dos para eliminar esta incomodidad de una vez por todas. - dijo mientras su energía se iba acumulando.
-ese él... - murmuró Goku al ver la pose de manos que habían tomado las manos de Black.
-desaparece para siempre... Kame.... Hame... - una esfera de ki color rosa se acumuló entre sus palmas y antes de terminar de formar el ataque, una voz irrumpió en el cielo y un con un destello plateado, un portal se abrió en el suelo.
-Detente - ordenó Zamasu y el kamehameha desapareció enseguida. - Son Goku es mío.
Black, en lugar de molestarse, solo sonrió más ampliamente y volteo a ver al nuevo invitado.
-Zamasu... - murmuró Goku al reconocer al Kaioshin de piel verde.
-ese es... ¿Ese es Zamasu? - preguntó Trunks adquiriendo una pose defensiva frente al cuerpo inconsciente de su padre.
Aunque sabía que la posibilidad era mínima, esperaba que la principal teoría que se había presentado fuera cierta, pero ahora esa esperanza había desaparecido - si ese es Zamas entonces Black no puede ser él - admitió bajando la mirada al suelo - entonces es verdad, Goten si es Black.
-entonces eres amigo de Black - afirmó Goku viendo con odio a ambos.
-no necesito entrar en detalles sobre mi relación con Black, solo necesitas saber que compartimos los mismos ideales - respondió de forma sencilla - los cuales todos tienen el objetivo de crear un mundo perfecto.
-y para eso los humanos son imprescindibles - agregó Black viendo con desdén al del gi naranja.
-¡cállense! - gritó molesto Goku, yendo directamente a los dos - ¡ustedes no tienen ningún derecho de decidir eso!
La batalla se reanudó, pero como eran dos contra uno, claramente Goku iba perdiendo.
-Kakarotto - gruñó Vegeta poniéndose de pie pero sin éxito alguno, cayendo otra vez al suelo.
-¡papá! - gritó Trunks, tranquilizándose cuando sintió el diminuto ki de Vegeta - solo quedó inconsciente.
Siguió mirando al cielo sin atreverse a intervenir en la batalla, no quería pelear contra Black pero si no lo hacía matarían a Goku.
¿Por qué siempre le tocaba tomar las decisiones más difíciles?
Su papá no podría hacer nada en ese estado, así que no era de mucha ayuda y estaba seguro de que si no iba a ayudar al pelipalmera y este moría, estaba seguro de que su padre lo mataría por cobarde.
¿Morir o morir? Valla dilema tan difícil y fácil a la vez.
¿Que no había algo en ese mundo que le diera las respuestas a todo?
Trunks apretó los dientes y paso su mano a la empuñadura de su espada, titubeando para no sacarla de su funda, él no esperaba el tener que intervenir, por eso había preguntado desde un principio si el pelearía, pensaba que su padre y Goku se encargarían de todo, pero aun así, su padre ahora yacía inconsciente y Goku estaba siendo acorralado sin poder hacer nada para defenderse.
Si ambos saiyajines no pudieron, ¿qué le hacía pensar que él tendría oportunidad?
Aún si Black estaba vinculado de algún modo a Zamas, aún si era cierto que Black tenía sentimientos hacia su padrastro, él no quería enfrentarse a él , no quería hacerle frente a Goten, pero sabía a la perfección que si no lo hacía todos morirían.
Queriendo o no, otra vez era la única esperanza.
Por un momento pensó en su yo pequeño y en Goten, si no interfería, ellos se quedarían en sin padres, además de que Vegito quedaría huérfano.
Los tres niños vivirían lo mismo que él vivió en su infancia, quizás no de una forma tan tétrica pero al final de cuentas sería toda su culpa.
Dejo su dilema entre el bien y el mal, se transformó en súper saiyajin y salió directamente a arremeter contra Black pero este fácilmente lo esquivo y en cuestión de segundos fue mandado directamente al suelo.
Inmediatamente Goku bajo para estar a su lado, cubriéndose las espaldas de los enemigos.
-yo derrotaré a Black - afirmó poniéndose de pie.
-no, tu encárgate de Zamas, Black es mío - contestó el pelipalmera decidido.
-pero señor, hay algo que debe saber, Black es...
-Trunks... ¿Por fin se te pasó el miedo y has venido en ayuda de Son Goku? - pregunto Black interrumpiéndolos y sin darle tiempo al híbrido de seguir hablando, él y Zamas comenzaron a atacar.
Trunks había decidido acabar lo más rápido con el Kaioshin para ir a auxiliar a su padrastro por lo que con su espada atravesó el cuerpo de la deidad.
-humanos asquerosos - dijo con voz burlesca el peliblanco mientras con sus manos retiraba la espada sin dificultad - te has atrevido a a atacar a tus superiores.
-*¿pero qué demonios? ¡Su herida se está cerrando!* - pensó aterrorizado y sin pensarlo dos veces junto sus manchas, concentrando toda su energía en ellas - ¡resplandor final! - gritó y su onda de poder cubrió de lleno el cuerpo del Kaioshin, había usado su ataque más poder por lo que no podía creer que cuando el humo se dispersó, Zamasu no tenía ningún rasguño.
- maldito, ¿qué demonios hiciste con Goten!? - pregunto pero solo tuvo como respuesta una horripilante sonrisa.
-tus ataques no me hacen ni cosquillas... No podrás dañar un cuerpo inmortal - afirmó ignorando la pregunta del peliazul - el siquiera intentarlo merece un castigo.
-con que inmortal, eso complica las cosas - comento Goku llegando hasta el híbrido, el también parecía tener problemas con Black.
-ustedes humanos asquerosos son un peligro, una imperfección en este mundo tan perfecto - balbuceo Black viendo a los saiyajin de frente, sabiendo que ya los tenían acorralados.
Ahora Trunks era consciente de que ninguno podría contra ellos, podía sonar pesimista pero así era, todo había sido en vano, de nada había servido traer ayuda del pasado.
Culpabilidad, otro sentimiento que lo atormentaba, pues sabía que él no estaba dando todo como debía ser en la batalla, volver a ver a Black sabiendo la verdad era como ver al pequeño Goten, a un Goten que debió haber sufrido para haberse convertido en lo que ahora era.
A un pequeño niño solitario que cayó en las manos de un dios egoísta.
Entendía la soledad que debió haber vivido, porque el mismo había estado solo, pero aun así él tenía a su mamá y por un tiempo tuvo a su maestro, que no solo lo entrenó, sino que también le enseñó los vínculos de la amistad...
-Kame... Hame... - las manos de Black de nuevo fueron acumulando energía entre ellas, alarmando a Goku.
-¡Trunks huye! - gritó el pelipalmera pero para cuando el chico reaccionó, el Kaioshin ya tenía a los dos bien sujetos para que no escaparan.
-¿¡piensas recibir el ataque junto con nosotros!? - preguntó el pelipalmera incrédulo.
-¡haaaaa! - gritó el pelirosa y el ataque dio de lleno a los tres.
No muy lejos de ahí, un joven se encontraba moviéndose por el techo de los edificios, acercándose al lugar del impacto, pero sin perder detalle de la pelea, si no se daba prisa llegaría tarde.
El humo se dispersó del lugar, dejando ver a Zamasu ileso y a los saiyajines inconscientes en el suelo.
-Ja, esto fue más fácil de lo que esperaba - comentó el pelirosa viendo como ambos habían perdido su transformación al quedar inconscientes.
-esto todavía no, no ha acabado, siguen vivos aún - dijo el de piel verde, ambos asintieron y levantaron sus manos al cielo, forman una bola de energía cada uno que al final se volvió una sola y sin pensarlo dos veces, la lanzaron hacia Goku y Vegeta.
Una gran explosión y de nuevo todo quedo cubierto de polvo y humo y para cuando se dispersó pudieron ver que Vegeta había repelido el ataque, cayendo nuevamente inconsciente, y que ni Goku ni Trunks estaban.
-maldición, han escapado - gruñó Black.
-de cualquier forma los acabaremos, de eso no hay duda - se dijo Zamas - pero hay que acabar primero con Vegeta.
-yo me encargo de eso - contestó el pelirosa pero antes de acercarse al peliflama todo se cubrió de humo de nuevo. - ¿¡tú otra vez!? - preguntó al ver al causante de haber detonado las granadas.
-¿quién es esta vez? - preguntó el peliblanco tratando de ver a alguien pero cuando el lugar quedo despejado no había rastro del causante ni de Vegeta.
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-¡hayyy! ¡Mi trasero! - chillaba el pelipalmera al de ser despertado cuando se golpeó la cabeza con una piedra.
-¿Yajirobe? - pregunto el peliazul entre abriendo los ojos, recuperando también la conciencia.
-pues sí, claro que soy yo - respondió este mientras los arrastraba por un callejón - ¿han pensado ponerse a dieta? Pesan.
-¿y Vegeta? - pregunto el pelipalmera haciendo muecas de dolor cada que se pegaba con algo del suelo.
-lo siento mi Goku pero lo más probable es que ese ya haya colgado los tenis, no pude hacer nada por él - respondió deteniéndose por fin, dejándolos en el suelo.
-Ve...vegeta - murmuró Goku tratando de levantarse pero sin lograrlo - Vegito me va a matar.
-papá....
Sin previo aviso, el cuerpo del peliflama cayó del cielo encima de Yajirobe, aplastándolo.
Trunks sentía como su chaqueta era revisada y sin permiso, sacaron algo de sus bolsillos.
El joven sacó la cápsula de las pertenencias del peliazul y la lanzó, descomprimiendo la máquina del tiempo.
-¿t-tu? - preguntó Trunks al ver al mismo joven encapuchado que estaba en el refugio.
El joven no le contestó y solo se limitó a subir al pelipalmera y al peliflama a la máquina y finalmente, subió al peliazul.
Sin saber qué hacer, oprimió el único botón de color rojo y al asegurarse de que la había encendido bajo la compuerta y regreso a donde había quedado Yajirobe y sin decir nada, solo observó como la máquina comenzaba a elevarse hasta tomar altura para después desaparecer en medio del cielo