Y el también se había vuelto loco.
Y no era para menos. Justamente en esos momentos se encontraban en el oscuro laboratorio que producía la energía de la máquina del tiempo. ¡Se iba a robar su propia máquina del tiempo!
-Trunks, ¿Qué tu mamá no dijo que obtener la energía suficiente tomaba varios días? – pregunto el castaño mirando el gran recipiente de energía color azul.
-Supongo que lo dijo para que no nos confiáramos demasiado – respondió el peliazul quitándole importancia, oprimiendo el botón que volvería una cápsula la máquina del tiempo.
Aún a oscuras, Mirai lleno el tanque de combustible lo más sigilosamente que pudo, pues el sonido de succión que producía el tanque era imposible de callar.
-listo, ahora salgamos de aquí – murmuró el peliazul y junto al castaño salió del laboratorio.
Ahora lo que tenían que hacer era ir a un lugar donde no levantaran sospechas y pudieran echar a andar la máquina del tiempo sin problemas.
***
Se retorcía debajo del cuerpo del pelilila mientras era besado de una forma que no había experimentado antes, solo sabía que se encontraba muy caliente.
No tenía ni la menor idea de donde estaba pero eso era lo último que le importaba en ese momento, solo quería seguir sintiendo más, quería tener más contacto con la piel del pelilila y seguir sintiendo ese hormigueo agradable en su vientre.
Trunks siguió besándolo hasta que comenzó a bajar por su cuello, succionando cada centímetro de piel que sus labios tocaban y el... el solo suspiraba y soltaba uno que otro gemido, dejándose hacer por el pelilila.
-aahh, ahhh T-Trunks mn... - gimió, sintiendo la húmeda y cálida lengua de su novio deslizarse por su piel desnuda, sintiéndose incapaz de controlar los movimientos de su cuerpo y los sonidos que escapaban de sus labios.
Con sus manos se aferraba a la sábana blanca en la que se encontraba acostado, esperando a que esa deliciosa y tortuosa lengua siguiera bajando.
¿Cuándo terminaría todo aquello? No sabía ni le interesaba.
Trunks siguió bajando hasta su miembro y comenzó a dar lengüetazos por la corta extensión de este. Goten se sentía desfallecer ante las mil y un sensaciones que eso le provocaba, no se atrevía siquiera a ver a Trunks, la sola idea de saber lo que el pelilila le hacía lo hacía sonrojarse más de lo que ya estaba.
Comenzaba a sentir la respiración agitada y a sudar.
-mng... - jadeo cuando sintió los dientes del pelilila arañarle la punta de su miembro antes de introducirlo por completo en su boca y comenzar a succionar de una manera un tanto dolorosa pero placentera.
Comenzó a moverse con más frenesí, de una forma más violenta mientras que Trunks aumentaba la velocidad de sus improvisadas estocadas, deteniéndose sólo hasta que Goten ya no pudo más y despertó.
Despertó en la cama que compartía con Trunks en la habitación del tiempo, aún tenía la respiración agitada y el rostro perlado de sudor.
¿Había sido un sueño? Se preguntó mientras se sentaba en la cama tratando de regular su respiración.
Tomó la manta con la que estaba cobijado momentos atrás y se limpió el rostro.
Miró a Trunks, él seguía durmiendo tranquilamente sin percatarse de nada.
Quiso volver acostarse pero enseguida se levantó, apenas había notado la humedad de su entrepierna.
Sintió como el calor subía a su rostro avergonzado, haciendo que hasta las orejas le quemaran de la pena.
Había mojado la cama. Esa era la única cosa que le pasaba por la cabeza.
Incluso hasta el recuerdo de su sueño se le había olvidado.
Se levantó de sopetón y miró por última vez a Trunks para asegurarse de que siguiera dormido.
-m-moje la cama - murmuró caminando con la piernas entre abiertas hasta la ducha, sentir su bóxer húmedo le estaba molestando por no decir avergonzando.
***
-que feo lugar - susurro el peliflama bajando de la máquina del tiempo.
-así es el mundo como yo lo conozco - respondió el peliazul regresando la máquina a la cápsula. - no debemos estar lejos del refugio.
-¿no iremos a la Corporación Cápsula? - preguntó Vegito extrañado.
-ese lugar está en ruinas, dudo que encontremos algo ahí que nos sirva - respondió Mirai, observando a su alrededor con cautela - además seguramente Black está esperando a que regrese ahí.
-tienes razón, pero si ese el escaso, ¿no crees que es mejor que ocultamos nuestro ki?
-cierto - murmuró - solo espero que no se haya percatado ya de nuestra presencia.
Con sigilo fueron caminado por encima de los escombros, cuidando por donde pisaban para evitar accidentes o llamar la atención.
-*parece que ya está acostumbrado a ver el mundo en este estado* - pensó Vegito al ver la agilidad con la que se movía el mayor - *¿enserio este es el futuro? *
-Vegito, gracias por acompañarme - dijo sonriendo agradecido pero sin voltear a ver al castaño.
-no es nada, yo también quería venir - respondió rascándose la mejilla.
-ya estamos cerca - informó cuando vio la entrada al subterráneo - los sobrevivientes están justamente debajo de nosotros.
-o-okay - contestó incrédulo, pues, ¿cuántas personas habían sobrevivido como para que cupieran todas en un subterráneo?
Ambos bajaron por las escaleras tratando de hacer el menor ruido posible para no asustar a las personas pero cuando llegaron al último escalón Vegito frunció el ceño, ahí no había nadie.
-O-oye Trunks, aquí no hay nada - dijo algo temeroso - ¿no crees que Black?...
-no, si te concentras puedes sentir el ki de varias personas - respondió Mirai e inmediatamente una niña salió de su escondite para abrazarlo.
-¡Es Trunks! ¡Trunks volvió! - grito la pequeña y las personas comenzaron a salir.
-¡Trunks! - exclamó la peliazul caminando rápidamente hasta su primogénito - ¡regresaste!
-mamá...- respondió siendo soltado por la pequeña para ser abrazado por su madre.
-¿por qué regresaste tan pronto? ¿Sucedió algo en el pasado? ¿Estás bien? - preguntó abrazándolo con fuerza.
-nada de eso mamá, de hecho venimos contigo - dijo el peliazul, haciéndose a un lado para que Bulma pudiera ver al peliflama que se había escondido detrás de él.
-¿y ese niño quién es? ¿Dónde están Goku y Vegeta? - preguntó curiosa al ver al castaño que la veía de igual forma.
-¿ella es Bulma? - preguntó ladeando la cabeza - está vieja.
-¡¿de casualidad no es familiar de Goku?! - preguntó molesta.
-soy su hijo, ¿algún problema? - contestó de forma engreída cruzándose de brazos.
-¿eres su hijo? Entonces él también es hijo de... - murmuró atónita mirando a su hijo.
-de mi padre, Vegito es hijo de mi padre y el señor Goku - aclaró el pelilila.
-con razón tiene cierto parecido a ambos... Y tiene cola - añadió observado la extremidad peluda del niño.
-mucho gusto, soy Vegito, soy un saiyajin hijo de Kakarotto y Vegeta - se presentó rápidamente - ¿ya podemos continuar con lo que venimos a hacer?
-arg ¡y tiene el carácter de Vegeta! - exclamó frunciendo el ceño.
-madre, podemos hablar en privado - pidió el peliazul sintiéndose nervioso.
-¿eh? Si, está bien - contestó confundida ante la actitud de su hijo.
Los tres dejaron a las personas hacer lo que estaban haciendo y ellos fueron hasta la central de trenes que se encontraba fuera de función desde hace años.
-muy bien, los escucho.