- se supone que debería comer como si no tuviera fondo - dijo viendo las grandes cantidades de comida que se alzaban frente a el - pero no tengo hambre - suspiro, desde hace tiempo había perdido el apetito, no podía comer sabiendo que las personas de su mundo pasaban hambre, con toda esa comida que tenía en esos momentos a su disposición podría alimentar a decenas de personas hasta quedar satisfechas.
Bajo la mirada ante sus pensamientos negativos, ¿y si Black ya había matado a los pocos sobrevivientes en su ausencia? Negó con la cabeza, tenía que pensar positivamente para no agobiarse más, después de todo ahora contaba completamente con la ayuda del pasado, seguramente pronto acabaría esa pesadilla.
-Trunks - llamo el peliflama, llevaba varios minutos observando a su hijo, esperando a ver si comía, por lo que apenas se había animado a hablarle. El peliazul volteo a ver a su padre y este con la cabeza le indico que lo siguiera.
Se levantó pesadamente se su asiento y salió tras el príncipe, sin saber para que lo había llamado.
-¿sucede algo papá? - preguntó cuando llegaron al jardín principal.
- nada, solo que me pareció adecuado entrenarte yo mismo - respondió indiferente.
-e-está bien - contesto sorprendido si saber si emocionarse por que su padre se hubiera ofrecido a entrenarlo o temer por su integridad como persona.
Se transformó en súper saiyajin y le pidió al peliflama usar la transformación del súper saiyajin tres como lo había hecho Goku.
El peliflama al escuchar eso solo comenzó a reír y sin más se transformó volviendo sus cabellos azules.
-¿q-que clase d-de transformación e-esa? - pregunto asustado, dando un paso atrás incrédulo.
-súper saiyajin blue - contestó arrogante.
-*¿Por qué no puedo sentir su ki? - Pensó - solo siento una sensación de desesperación que me abruma, ¿Por qué?* - trago grueso, nada bueno saldría de ese entrenamiento.
Mientras veía deslumbrado a su padre un recuerdo reciente le llego a la mente, solo así se explicaba ese inmenso poder divino.
"-quizás sea un dios pero no deja de ser un aprendiz de Kaiosama, si lo comparo con Goku, quien ha peleado conmigo, podríamos decir que- había explicado Bills después de haber ido al universo diez -es un debilucho"
-¿Qué paso con el entusiasmo que tenías? - pregunto irónicamente, sabiendo que lo último que su hijo sentía en esos momentos era entusiasmo
-*no puedo estar equivocado, el ki azul de Goku y de mi padre es un ki divino, solo de ese modo pudieron pelear con un dios de la destrucción* - concluyó sin saber si sentir admiración o miedo de tener que enfrentarse a tal magnitud de poder.
- baaah, tienes tanto miedo que no vas a pelear.... Está bien, te daré ventaja, te daré la victoria si logras golpearme una sola vez - lo provoco sonriendo
-será mejor que no me subestimes - grito molesto, esa insinuación la vio como una forma de decirle 'débil' y eso le había calado el orgullo
-por lo que veo te has vuelto un fanfarrón - dijo sabiendo que con eso su hijo daría el primer paso para comenzar a pelear.
El peliazul ahora rubio gritó mientras elevaba su ki y sus músculos se hinchaban adquiriendo más musculatura a la vez que sus cabellos crecían unos cuantos centímetros más.
-que decepción - gruñó molesto al ver el poco avance en el menor - ¡no puedo creer que sigas usando esa transformación musculosa y estorbosa! - gritó y se dispuso a atacar, confiados por la desventaja de su hijo
-*cayó en la trampa* - pensó regresando a la transformación original, ganando velocidad para esquivar los golpes del príncipe
- ¿pero qué? -Pregunto confundido -*creo una distracción haciéndose de una transformación sin sentido para que me confiara * - pensó cayendo en la cuenta de que todo había sido planeado desde un principio.
El peliazul rubio comenzó a golpear y a intentar defenderse de los ataque del peliflama aprovechando que su padre estaba algo distraído, pero aun así ninguno de sus golpes lograba su objetivo pues la velocidad que usaba Vegeta era increíble y cuando menos se lo espero recibió un golpe que lo mando directo al suelo
-si tuviera que darte una calificación seria de 30 puntos- exclamó al ver el poco desempeño del otro en la pelea, lo tomo del rostro y de una patada lo mando lejos.
A unos cuantos metros de ahí a apareció Goku acompañado de Bulma.
-¿y ahora que pasa Goku? Estoy por terminar la máquina del tiempo, ¡no puedo estar perdiendo el tiempo! - informo colocando sus manos en la cintura
-no te preocupes será rápido
-¡aaaaaah! -grito la peliazul tapándose los oídos cuando frente a ella paso Vegeta golpeando el cuerpo indefenso de su hijo - ¿¡pero qué está pasando!?
- a, es que Vegeta me dijo que entrenaría a Trunks, solo quería que vieras como lo hacen - contesto sonriendo tranquilamente, dejando de lado la brutalidad de los golpes del peliflama
-¿Qué? ¡Esto es el colmo! - Exclamó molesta al ver varios mm cracters en lo que antes fue un perfecto jardín. -¡para la próxima deberías darle con el súper saiyajin azul a ver si se queda invalido una semana en la cama!
-¿con el súper saiyajin blue? Lo tendré en cuenta - contestó pensando seriamente en usar esa transformación con el peliflama.
-*es muy fuerte, extremadamente fuerte*- pensó sin saber cómo defenderse, recibiendo una patada que lo lanzo directamente a una montaña rocosa, cayendo al suelo de rodillas con las manos en el abdomen, perdiendo su transformación. -* así que este es el súper saiyajinblue... si mi padre y el señor Goku pelean juntos quizás puedan derrotar a Black... no creo que sea necesario volverme tan fuerte* - sonrió pero para su desgracia ese gesto no le pasó desapercibido al pelinegro-azul.
-¡eres un insolente! - Exclamó enfurecido, tomándolo del cuello del suéter, levantándolo unos cuantos centímetros del suelo - ¡¿de qué tanto te ríes?! ¡¿Estás pensando en derrotar a Black?! ¡Esa es tu meta, ¿no?!
-¿eh?
- ¡ve más allá de tus límites y vuélvete más fuerte! - Gruñó sintiendo su temperamento en aumento - ¡se supone que tienes la honorable sangre guerrera de los saiyajin! ¡Además eres mi hijo! ¡Así que no voy a permitir que nadie te derrote!
"Así que no voy a permitir que nadie te derrote" esas palabras hicieron que los ojos del peliazul se cristalizaran, sabía que su padre lo quería pero eso lo hizo sentirse verdaderamente importante para su progenitor y no solo un estorbo que solo viene a traer desgracias.
-¡ya basta Vegeta! - Bulma llegó molesta hasta el príncipe con un despreocupado Goku tras ella
-tranquilízate Bulma, así es como los saiyajin arreglan las cosas - dijo sin saber cómo retenerla.
-arg, ¿Qué hacen aquí? - pregunto soltando al peliazul, volviendo a su estado base.
- ha Bulma se le ocurrió que te ponga en cuatro mientras yo te doy transformado en súper saiyajin blue - dijo imaginando ciertas cosas, poniendo algo dura su entrepierna.
-¡¿QUE?! - pregunto avergonzado y molesto.
Trunks apretó fuertemente los ojos, se puso de pie y de un cabezazo hizo que Vegeta cayera al suelo.
- ahí está, te acabo de dar un golpe - dijo para recordarle su trato, dándole a entender que no lo decepcionaría - ahora concédeme la victoria... tranquilo, lo voy a lograr, venceré a Black... y a ti también -agrego extendiéndole la mano para ayudarlo a poner de pie, pero lo conocía tan bien que no se molestó cuando rechazo su mano y se levantó por sí solo, dándole la espalda para caminar al interior de la Corporación.
- ¡espérame Vegeta!- grito el pelipalmera corriendo tras el con dificultad.
-gracias papá.
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Ahora el peliazul se encontraba entrenando mentalmente bajo la sombra de un árbol, después del entrenamiento con el peliflama decidió entrenar por su cuenta, así lograría que su padre se sintiera orgulloso de el cómo se debe.
En su mente veía a Black destruyendo la ciudad mientras el trataba de hacerle frente con su espada, todo era tan real que un hilio de sangre había salido de su nariz de su cuerpo físico cuando Black lo golpeo en el rostro.
-¿Qué está haciendo? -preguntó Pan espiando a Mirai detrás de unos arbustos, los chicos la habían dejado encargada de vigilar al peliazul mientras ellos reunían las esferas.
No tenía sentido que estuviera vigilándolo, ni que se fuera perder, además era aburrido verlo parado como estatua pero el pelilila le había pedido que fuera ella quien lo vigilara pues Goten muy amablemente se había ofrecido a vigilarlo con la excusa de que no los buscara y se enterara lo que planeaban, era absurdo pero no hubo manera de convencer al pelinegro de que no era necesario, al final Trunks acepto pero no dejo que fuera el pelipalmera si no alguien más - se parece a lo que mi papá Piccoro hace cuando va a meditar a las montañas... de seguro está entrenado - dijo bostezando, aburriéndose cada vez más por cada minuto que pasaba, hasta que sintió varias presencias llegar, una más rápida que las otras dos, y en menos de un minuto el pelipalmera aterrizo frente al peliazul.
-¡Trunks! - llego sobresaltando al chico que no se había percatado de su presencia.
-¿Goten? - Abrió los ojos de golpe solo para ver al menor - ¿sucede algo?
- te tenemos una sorpresa - dijo sonriendo.
-¿una sorpresa? ¿Para mí? - pregunto sintiendo una extraña calidez en su pecho.
-Goten, te dije que no te adelantaras - dijo el pelilila molesto aterrizando un poco más delante de su novio, justo en medio del pelinegro y del peliazul.
- lo siento, creo que me emocione - contesto colocando una mano en su cabeza, sonriendo abiertamente.
Ambos Trunks sonrieron inconscientemente ante ese gesto, viéndose ante los ojos de la pelinegra como un par de espejos.
-¿encontraron las esferas? - preguntó saliendo de su escondite.
-Vegito las tiene - respondió con fastidio el pelilila al darse cuenta que el peliazul veía a su novio como bobo -*¿apoco yo me veo así de tonto cuando veo a Goten?*
-por lo menos me hubieran ayudado con una cada uno - dijo molesto, aterrizando con cuidado de que no se le cayera ninguna esfera de sus brazos.
-ponlas en el suelo rápido - lo apresuró el pelipalmera ansioso.
-¿encontraron el radar? - pregunto Mirai.
-no, al final resulto que mi mama lo tenía en su habitación - respondió Trunks molesto, todo el día de ayer se la habían pasado buscando el radar, incluso Pan había pedido permiso para pasar la noche en la Corporación para ayudarlos a buscar radar y esferas y así fue hasta que después de media noche Bulma los busco solo para decirles que todo el tiempo el radar estuvo en su habitación.
-¡vamos Trunks! ¡Vegito ya va a llamar al dragón!
-ya voy Goten.
- tu no, el otro Trunks - dijo y el pelilila frunció el ceño, caminando a la par de su yo adulto.
-pero yo ya conozco al dragón - dijo contrariado.
-los niños querían hacer algo por ti - dijo la peliazul saliendo de quien sabe dónde xD - Vegito quería regalarte a Goten pero creo que esa idea no le pareció a Trunks.
-como no es tu novio al que quieren regalar - murmuró cruzándose de brazos.
-así que se me ocurrió otra manera de que tengas compañía - dijo guiñándole un ojo al chico futurista, el cual había entendido la indirecta y se había sonrojado.
-n-no sé de qué hablan - respondió nervioso, ¿tan evidente era su "preocupación" por el pequeño pelipalmera?
-ya lo veraz - respondió y con las caderas empujo al castaño para pararse frente a las esferas.
-oye, nosotros las encontramos - reclamó el peliflama hofendido con h xD.
-pero yo fui la de la idea - respondió sin voltearlo a ver.
-la última vez que mi Mamá pidió un deseo papá acabo embarazado - murmuró Trunks, aún no estaba del todo convencido de lo que pedirían.
-¡Sal de ahí Shen Log! - grito la mujer y las esferas brillaron, el cielo atardecido se oscureció y un dragón partió el cielo.
-díganme cuál es su deseo - pidió soltando pequeños gruñidos por cada palabra.
El peliazul veía al dragón admirado, con esta era la segunda vez que lo veía y no había duda, era mucho mejor verlo en ese momento que después de ser revivido.
Ver al dragón solo aumento su curiosidad por saber que era lo que tramaba su mamá, ¿qué tipo de sorpresa le habían preparado?
- cómo puedo explicarlo... - murmuró la mujer pensando en la mejor forma de pedir el deseo - ¿podrías hacer que exista Goten - señaló al pelinegro - en el futuro de ese Trunks? - señalo al peliazul.
Mirai abrió los ojos completamente y espero escuchar la respuesta del dragón, sintiendo como la sangre abandonaba su cuerpo, ¿de verdad el dragón podría cumplir ese deseo?
-me temo que no, hay dos razones por las cuales eso es imposible - respondió desanimado a todos - la primera es porque hablamos de una dimensión distinta a esta y al igual que los dioses tengo prohibido interferir en las líneas del tiempo.
-¿y la segunda? - preguntó la pelinegra, se le había ocurrido una muy buena idea, si las dimensiones eran el problema entonces pedirían otro Goten adulto en esa misma dimensión, ya después se lo podría llevar el Trunks de cabellos azules a su futuro.
-la segunda razón es que el joven llamado Son Goten ya existe en esa dimensión, aunque mi poder pudiera hacer algo en el futuro me temo que la presencia de Son Goten me lo impediría.
-¿¡QUE!? - preguntaron todos a la vez atónitos, sobre todo el peliazul que no daba crédito a ninguna palabra dicha por el dragón que había entrado a sus oídos, ¿cómo podría existir otro saiyajin en su mundo sin que él se diera cuenta?
-ahora díganme, ¿cuál es su deseo?
- ¿No se supone que Goten no nació? - preguntó el castaño frunciendo el ceño, pareciéndose más a Vegeta que a Goku, mientras su cola se movía de un lado a otro ansiosa.
-si les digo ese será el primer deseo - anuncio.
-¡solo hazlo! - gritaron el pelilila, la peliazul y el castaño molestos.
-el niño nació en los tiempos de paz en ese mundo, dos años antes de la aparición de los androides, engendrado días antes de la muerte del que se hace llamar Son Goku, criado por Milk, la madre del joven.
-¿y por qué yo no sabía nada de eso? - preguntó confundido, ¿por qué Gohan nunca le dijo nada acerca de que tenía un hermano? , además, ¿que no se suponía que Milk había muerto por culpa de los androides, cuando estos atacaron las montañas buscando a Goku? Su maestro siempre se lamentó por eso, porque su madre había sido asesinada cuando él no se encontraba en casa, aún recordaba las pesadillas en las que Gohan gritaba "no los maten", aunque nunca quiso hablar de ello ni de cómo se sentía, ¿sería por eso que no quería hablar? ¿Por qué? ¿Se sentía culpable de la supuesta muerte de su madre y hermano? ¿Su mamá sabia de todo eso? Se cuestionaba pero sabía que en esos momentos, solo los muertos conocían la respuesta.
- antes de que la casa de los Son fuera atacada, la mujer huyó con el niño en el el vientre, llegando a una pequeña casita en lo profundo de la montaña Paoz, sin embargo todos la dieron por muerta al igual que ella a su hijo mayor al creer que este había si asesinado por culpa de los androides antes de que irrumpieran la tranquilidad de su hogar.
-¿y donde esta él ahora? - preguntó la peliazul.
-lamentablemente eso no sabría decirles, desde un tiempo atrás se perdieron los registros de todas las personas, cuando las líneas del tiempo fueron alteradas.
La mente de Mirai era un caos total, ¿otro saiyajin en su línea? ¿Un Goten del que nadie sabe nada?
Un pequeño flashback de su sueño/pesadilla llego a su mente, dejándole un agridulce sabor en la boca al recordar cierto nombre.
Black