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Paper Love and Black Heart. por McMaddy02

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Notas del capitulo:

¡Hola otra vez!

 

Volvemos a la programación regular ¿Qué creen?... ¡Ya estoy de vacaciones! ¿Saben que significa? ¡Si! ¡Capítulo semanal! >:3 este último retraso se debió nuevamente a la escuela, me atrapó la temporada de finales a medio capítulo y pff… me fue imposible continuar, por suerte ya todo está en orden de nuevo y puedo escribir tranquilamente para subir un capítulo a la semana jiji

 

Les agradezco mucho por sus buenos deseos respecto a la cirugía, todo salió bien, hubo algunos inconvenientes, pero al final todo fue estupendo.

 

Hay varios avisos y detalles para este capítulo, primero que nada, tenemos un par de nuevos personajes, el primero es Leila Keik, personaje inspirado en ¡The Galaxy Muffin! :3 la artista ha seguido este fanfic en AO3 casi desde el principio, merecía su espacio en esta historia <3. Hay otro personaje del cual advierto quedarán muchas dudas que no van a resolverse hasta que casi lleguemos al final de esta historia, así que su aparición será misteriosa por mucho tiempo.

 

Veamos… este mensaje es quizá el más complicado, no puedo considerarlo un spoiler porque… bueno… es algo que ya era bastante obvio desde antes, como ya sabrán, este fanfic incluye a más de un AU, los cuales no voy a representar tal y como son los originales, si no que haré mi propia versión para que concuerde con la historia, en realidad no serán Universos Alternos como tal. El más representativo, y al que ya se le dio un claro inicio en el capítulo pasado, es el Parasyte AU, la creadora de este AU es originalmente Cats Dont Draw, por ese motivo es que estuve insistiendo en que visitaran su página, porque tendrá especial relevancia en esta historia, PEEEEROOOO las historias no serán iguales, la historia creada por Cats y la mía serán completamente ajenas una de la otra, aunque si voy a utilizar aspectos básicos de AU, el final no será el mismo y sobre todo tampoco será la misma cría, así que pueden esperar cualquier cosa jaja. Quizá se preguntarán por qué estoy haciendo énfasis en esto, bueno, tengo un mensaje que darles, lo pensé bastante ya que podría ser un spoiler, pero tengo publico hermoso, sensible y que ha puesto el alma en muchos capítulos, así que aquí viene una advertencia, se acercan momentos intensos, van a llorar, si en capítulos anteriores he provocado que derramen lagrimas sin intención, esta vez será completamente intencional, pasarán cosas un poco desagradables, otras muy agradables, y en un momento sentirán que la historia tomó un rumbo muy lejano al rumbo inicial, yo les prometí un final que agrade demasiado, así será, por esto es que les pido paciencia, que continúen leyendo a pesar de todo y no se dejen llevar por suposiciones :) lleguen al final y ya verán que no mentía. No planeo especificar cuándo sucederán cosas intensas, a fin de no arruinarles las sorpresas, el caso es que van a suceder.

 

¡Aclaraciones del capítulo anterior! Me di cuenta que hubo una pequeña confusión respecto a la paternidad de Black Hat jaja, nuestro querido demonio menciona que tras procrear se volverá mortal y morirá, esto no quiere decir que en cuanto nazca un hijo suyo él va a morir, si no que se volverá mortal, envejecerá como uno con el paso del tiempo y eventualmente morirá, es como si se volviera humano y siguiera posteriormente una vida común. Otro detalle, aquí no habrá Omegaverse, honestamente… no me gusta jaja, yo estoy manejando algo similar a lo que antiguamente era un doncel, se trataba de hombres que tenían la posibilidad de embarazarse, esto daba pie al Mpreg (Male Pregnancy), aquí Flug no tenía como tal la posibilidad de embarazarse, pero surgió por otros medios que después se explicarán a lo largo de la historia (Lo siento, soy fujoshi de antaño jaja en mis tiempos solo había Mpreg).

 

Otra aclaración y dato interesante que no mencioné anteriormente respecto al… amiguito de Black Hat jaja, las espículas que mencioné son una característica del aparato reproductor del macho felino, los gatos poseen pequeñas púas de queratina en el pene, sí causan dolor, es por esto que durante la cópula los machos muerden a la hembra del cuello para que no pueda huir, peeeerooo la naturaleza es sabia, su función es la de estimular la ovulación mediante el raspado.

 

Como dato interesante en este capítulo tenemos un Floppy Hat, el cual es un sombrero para mujer, flexible, de ala ancha, que es comúnmente usado en playas ya que está diseñado para cubrir los ojos del sol. Suena a un dato irrelevante, pero no lo es >:)

 

Tengo una afición por los atuendos jaja me gusta mucho describir ropa e incluso escenarios.

 

Como último mensaje quiero disculparme si le cambié la orientación sexual a alguien XD como sabrán, la gran mayoría de los personajes en esta historia están inspirados en los lectores, formé parejas sin tomar en cuenta la orientación de nadie, pero la realidad es que no la conozco y pues estoy a favor del amor

Por lo pronto no tengo más que decir, así que disfruten el capítulo.

 

Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Alan Ituriel <3

-Aah… siga por favor… quiero más… -Gimió Flug.

 

El doctor se aferraba a un muro de la habitación, completamente acorralado, ambos estaban erguidos, el demonio lo penetraba suavemente mientras lo abrazaba por la espalda. Aún conservaban la ropa puesta y, en la medida de lo posible, intacta, debían regresar al salón después de eso.

 

Todo inició por aquel baile en intimidad, el ritmo de la música y los movimientos lascivos encendieron rápidamente el ambiente, el demonio parecía bastante sensible a las palabras del científico, y a su vez, Flug no pudo resistirse a su tremenda erección, era un final predecible.

 

Black se movía desesperado, no podía encajar sus garras, morderlo o cualquier otra cosa que acostumbrara con tal de no dañar el preciado traje del doctor, pero amaba esa postura, se sentía tan estrecho, en completa cercanía, podía besar su cuello, oler su cabello. Mientras su miembro entraba y salía rítmicamente del interior del chico, resbalándose por su humedad, se dedicó a masturbarlo, el joven goteaba, estaba tan excitado como él, jadeaba y gemía sin contenerse, era exquisito como solo él podía volverlo. Sin poder soportarlo más, encajó los dientes afilados en su cuello, la sangre escurrió.

 

-Mgh… Ugh… muérdame más fuerte… -Rogó entre jadeos.

 

-Ya estás sangrando mucho.

 

-Hágalo… por favor. –Exigió.

 

El villano dudó por un instante, pero aquello le complacía, lo mordió con más fuerza, la sangre se volvió más abundante, el sabor le encantaba, la relamió gustoso, cada gota. Flug no se quejó, jadeó pesado y un instante después terminó en la mano del demonio, un orgasmo agresivo, los espasmos no se detenían, su propia saliva escurría de su mentón, el dolor se había vuelto algo placentero.

 

Por su parte, Black Hat no estaba cerca del límite, no tenía pensado terminar pronto, era deliciosa esa sensación de excitación que lo recorría, el calor sobre su falo, ese interior que lo abrazaba palpitante en cada dura estocada que daba, quería sentirlo un poco más.

 

Fuera de la habitación, una gruesa telaraña cubría el agujero de un pequeño portal, a su lado Umbra hacía guardia.

 

- ¡Necesito otro pañuelo! –Gritó Farfala, un abundante sangrado escurría de su nariz.

 

-No puedo creer que en serio te sucediera eso, –Rio Anaiiram- apenas estaban besándose.

 

La tríclope luchaba por parar un sangrado nasal, Spectre la abanicaba con sus manos un tanto angustiada.

 

-Dejabe en baz… -Gruñó apretando su nariz- ¡Y a dí do se de ocura pubicar esa fodo!

 

- ¿Qué es una “fodo”? –Respondió Domina, burlándose.

 

-Levanta la cabeza. –Sugirió Teresa a la enojada arquera.

 

Mientras tanto, Umbra observaba la escena avergonzada, en cuanto las acciones de los recién casados subieron de tono, se dispuso a cerrar temporalmente el agüero en el muro para darles intimidad, Maggie se había marchado dejándolo abierto indefinidamente, debía improvisar.

 

-Esto es demasiado cómico, –Comentó Nightmare acercándose- aunque quizá todos habríamos acabado igual si nos quedábamos hasta el desenlace.

 

-Tal vez deberíamos traer a Heks. –Contestó la araña.

 

-No… -Respondió- ella está atendiendo algo importante con alguien importante…

 

En el segundo piso, un par de amantes de la magia zurcían con ímpetu una vieja herida, una historia hecha girones que fue rasgada por el orgullo.

 

La hechicera se sentó junto a Allister. –No puedes decir eso ahora, no de esa manera.

 

-Lo digo de verdad.

 

- ¡No me interesa! –Gritó molesta- Tú fuiste quien lo decidió de todas maneras.

 

El mago dio un salto del barandal y la miró de frente. –Sí y acepto que fue un error. –Contestó con firmeza.

 

-No puedes… -Inició, su voz empezó a quebrarse- no puedes tratarme como una basura por tanto tiempo y después venir a decir algo como eso.

 

- ¿Tratarte como basura? ¡Tú eres la única que me ha tratado de esa manera!

 

- ¡Silencio! –Gritó furiosa, sus ojos se encendieron, alzó su mano, de ella se desprendió una luz amarillenta que fue a dar contra el mago, haciéndolo salir disparado.

 

Allister cayó al suelo de espaldas, abrió los ojos dispuesto a replicar, pero su entorno lo hizo callar, todo estaba oscuro a su alrededor, era como una gran habitación negra, frente a él había un portal del cual emergía Maggie, notoriamente furiosa.

 

- ¿Dónde estamos? - Cuestionó nervioso.

 

-No es así de fácil, no puedes solo venir a decir que te arrepientes. -Dijo, ignorándolo.

 

-Maggie, solo... Solo estoy disculpándome, es algo que quise decir por mucho tiempo.

 

- ¿Y por qué hasta ahora? -La hechicera estaba furiosa, su aura crepitaba y lágrimas amenazaban por salir- No tienes idea de lo insignificante que me hiciste sentir, cuanto sufrí, no es justo que te atrevas a decir algo como eso después de tanto tiempo...

 

- ¡Jamás me diste la oportunidad de remendarlo! Después de eso solo me evitabas y al final terminaste tratándome como un enemigo. -Se incorporó, comenzaba a molestarse.

 

- ¿Y qué esperabas? Querías que lo abandonara todo, que dejara mi trabajo y mi éxito, estabas celoso.

 

- ¡Yo jamás te dije algo como eso! Eres demasiado explosiva, nunca quisiste escucharme.

 

Maggie apretó la mandíbula, hacía rechinar sus dientes de molestia, impulsivamente alzó su brazo, una esfera luminosa salió desprendida de su mano directo al mago. Allister la detuvo con ambas manos, protegiéndose hasta que la pelota desapareció dejando en sus manos pequeñas quemaduras.

 

-De esto estoy hablando. -Volvió a decir el Mago.

 

La villana abrió los ojos con sorpresa, dándose cuenta de sus acciones, se talló el rostro con ambas manos, desesperada.

 

-Me dijiste que odiabas que fuera tan exitosa.

 

-No, yo dije que detestaba que me hicieras sentir tan inferior. -Corrigió- Maggie, todo iba muy bien, éramos felices juntos, comencé a tener éxito en la organización y a ganar fama con mis atrocidades, y de repente te empeñaste en derribarme de la cima, era como si desearas estar siempre un paso al frente... Ni siquiera era tu sueño, odias a Black Hat.

 

Escuchó todo aquello con una expresión que mostraba sorpresa y confusión, era la primera vez que lo dejaba hablar después de lo ocurrido, después de aquella discusión que lo rompió todo, que quebró a la pareja de magos más famosa de Hatville. Comenzó a lagrimear, su expresión no cambiaba, sus lágrimas se deslizaban por sus mejillas.

 

-Yo... Pensé que tal vez necesitabas a alguien más exitoso a tu lado.

 

-Te conozco desde que éramos niños, estuve deseando estar contigo por mucho tiempo ¿Por qué habría querido algo diferente? ¿Por qué me importaría?

 

-Creí que no era suficiente. -Desvío la mirada, se abrazó a si misma- Yo solo busqué crecer, ser alguien tan reconocida que te sentirías orgulloso de estar a mi lado, ser tan grande como Allister Guesness.

 

El mago quedó mudo, no esperaba una respuesta como esa. -Pues... lo lograste... pero me hiciste sentir como una basura en el proceso.

 

Tras esas palabras, Maggie se quebró, cayó de rodillas y comenzó a gimotear mientras gordas gotas de agua resbalaban de sus ojos.

 

-Yo no quise... -Lloraba con más fuerza, su aura creció, el suelo negro comenzó a corroerse- ¡Jamás fue mi intención! -Gritó con una mezcla de furia y tristeza.

 

Allister observó alarmado como en aquella dimensión aparentemente vacía, el suelo se resquebrajaba a partir de donde la hechicera lloriqueaba, el portal a su espalda empezó a cerrarse.

 

-Maggie, tienes que calmarte. -Comentó angustiado- Jamás tomé en cuenta eso ¿De acuerdo? Fui un estúpido al no darme cuenta que lo hacías por mí, es solo que por un momento pareció en mi contra.

 

- ¡Te fuiste! -Recriminó.

 

- ¡Lo lamento! Fue impulsivo y cobarde, lo admito, pero cuando quise arreglarlo no me permitiste acercarme.

 

-No quería que me lastimaras más.

 

La villana no dejaba de llorar, rechinaba los dientes, tenía las manos contra el suelo y la nada a su alrededor se desmoronaba, era como si la vacía dimensión se borrara poco a poco. El mago estaba asustado, no sabía cómo calmarla, podría simplemente salir por el pequeño portal, pero no quería dejarla ahí, no podría hacerlo.

 

-No iba a hacerlo ¿De acuerdo? No quería y no quiero lastimarte más. -Dijo con urgencia- Maggie, debes calmarte.

 

- ¡No me digas que me calme! -Gritó enojada.

 

El mago se acercó más, a unos cuantos centímetros, el aura de la chica lo quemaba, con todo el dolor que le provocaba, logró tomarla de los hombros, sintió su sobresalto, la hechicera lo miró con desasosiego.

 

-Bruja, no he dejado de sentir lo mismo por ti, -Susurró con la expresión más amable que podía dedicarle- aún te quiero, -Acarició su mejilla, los dedos del mago enrojecieron, escocían- dame una oportunidad.

 

Maggie relajó su expresión, su aura disminuyó poco a poco, aún gimoteaba. Allister reunió todo el valor que pudo, la tomó del mentón y le plantó un tierno beso en los labios. La bruja no se resistió, rápidamente cerró los ojos y se dejó llevar, se ancló del cuello del mago y se dejó abrazar.

 

Ambos compartieron un beso que duró un par de minutos, tan calmados, sintieron como heridas del pasado terminaban de sanar con la caricia de un labio ajeno, con el sabor agridulce del amor, se abrazaron con fuerza, dejaron que su aliento se mezclara, se añoraban, no había más que ese momento que sería inolvidable. La hechicera se impulsó hasta caer, continuó besando al mago encima de él. Allister se sujetó de su cintura, en movimientos lenes logró colocarse encima de ella, se extrañaban y lo estaban demostrando, el mago acarició sus largas piernas, besó su cuello dejando una pequeña marca.

 

-Allister... No creo que sea el lugar ni el momento... -Comentó avergonzada.

 

-Lo sé. -Respondió sonriente, se deshizo de su saco y corbata y continuó besándola.

 

En el marco de una ventana, dos hermosas damas charlaban enérgicas, observaban admiradas una luna que con el paso de las horas se había teñido de un tenue color rojizo, para ese momento parecía tener un resplandor rosado.

 

- ¿En serio te la comiste? -Preguntó Demencia, asqueada.

 

-Ugh... sí, pero no fue tan desagradable como pensaba, -Respondió Belle- además, creo que ella lo está pasando mucho peor ahora.

 

-Me alegra no tener que volver a ver a esa perra.

 

-Lamento poder decir lo mismo.

 

El silencio reinó por varios minutos, apreciaban el paisaje, no era completamente maravilloso, el jardín estaba seco y en frente solo había casas y edificios, pero la luna era espléndida y la compañía también.

 

-Que hermosa se ve la luna esta noche. -Comentó la dama.

 

Demencia se fijó en ella un instante, realmente se veía maravillada, sonrió maliciosamente al ocurrírsele una idea. La chica se puso de pie de un salto hacia el jardín.

 

-Vamos. -Le extendió una mano.

 

- ¿A dónde? -Cuestionó confundida.

 

-Si te gusta la vista desde aquí, no podrás creer lo que voy a mostrarte.

 

La villana tomó su mano, dudosa. La chica haló de ella con fuerza tomándola por sorpresa y la cargó en sus brazos.

 

-Será mejor que te sostengas bien.

 

Belle se afianzó insegura de su cuello, se vio obligada a anclar sus piernas alrededor de su cintura cuando el Alebrije la soltó para montarse en la pared exterior de la mansión y comenzar a subir por ella.

 

-Quizá podríamos usar las escaleras. -Dijo temblorosa.

 

-No hay escaleras para llegar ahí, además, esto es mucho más divertido. -Rio burlona- ¿Tienes miedo, Bonnivet?

 

-Por supuesto que no. -Respondió indignada.

 

La realidad es que estaba aterrorizada, sabía que incluso cayendo de ahí no era posible que se hiciera daño, pero detestaba las alturas. Subieron rápidamente, la chica subía haciendo curvas alrededor de la casa, pasaron junto a un ventanal, Belle vio desconcertada a través de él, había un aro de luz, un pequeño portal al final de la escalera del segundo piso, no pudo averiguar de qué se trataba por la velocidad con la que subían. Llegaron al techo de la mansión, era verdad que no había otra manera de llegar hasta ahí, lo único presente era un tramo del avión que estaba incrustado en el edificio. La dama bajó temblorosa y se alejó de la orilla lo más que pudo.

 

- ¿Verdad que es fantástico? -Dijo Demencia, señalaba al frente.

 

La villana observó admirada el paisaje, frente a ellas se alzaba una luna rosada, grande y resplandeciente, su luz alumbraba las copas de los árboles de un bosque no muy lejano.

 

-Ven, siéntate. -Invitó la chica, sentada al borde del techo.

 

Belle dudó, no estaba segura de que pudiera mantenerse tranquila en ese sitio, pero no podía desaprovechar la oportunidad, la joven estaba siendo muy amable con ella por primera vez. Caminó despacio, trataba de no mirar hacia abajo.

 

Demencia pudo notar su evidente temor, sonrió con malicia y cuando la tuvo a su alcance la tomó de la muñeca acercándola bruscamente a la orilla.

 

La dama se sobresaltó y gritó asustada.

 

-Tranquila, -Habló la chica, la abrazó de la cintura haciendo que se sentara a su lado- no voy a soltarte.

 

La villana se ruborizó, Demencia le sonreía con complicidad, la abrazaba con fuerza, logró hacerla sentir segura.

 

-De acuerdo, linda. -Respondió, se relajó y observó el paisaje.

 

Demencia dio un pequeño vistazo a la villana, se veía feliz, evitando que los nervios la dominaran, la acercó más. Belle notó la acción, con una sonrisa tenue recargó su cabeza en ella y sintió casi al instante como la chica repetía la acción. Ambas se dedicaron a disfrutar del hermoso paisaje juntas, con un corazón que latía a mil por hora, en silencio, pero con acciones que decían demasiado.

 

Fue imposible no arrugar su preciada ropa, el demonio jadeaba, sostenía las caderas del joven de ojos verdes, lo embestía rápidamente mientras él se sostenía a duras penas del muro, ya estaban llegando al límite.

 

- ¡Ahh! ¡Mgh! Señor no... No puedo más. -Gimió.

 

Black hizo uso de aquellos tentáculos que ocasionalmente aparecían, se enredó en sus piernas, alrededor de su torso hasta llegar a su boca y se enganchó de ella para mantenerla abierta, gimiendo y salivando. Podía haber terminado antes, pero quería más, quería seguir sintiéndolo hasta el cansancio.

 

Flug sentía esos golpes en su interior, chocando insistentemente en esa zona tan solicitada, desatando sensaciones eléctricas. Curioso, lamió el tentáculo, lo hizo como si se tratara del miembro erecto de su pareja, sintió de inmediato la tensión del villano, parecía ser sensible a cualquiera de sus acciones, succionó y mordió levemente hasta escuchar un suave gemido a su espalda.

 

Incluso para alguien como él había un límite, sin resistir más encajó sus garras y en una estocada terminó dentro de él. El doctor pudo sentir como aquel agarre tan tosco perforaba su piel y lo hacía sangrar.

 

Black se relajó, reposó su cabeza en el hombro del chico, salió lentamente de su interior provocando un escalofrío. Un poco tarde se dio cuenta del desastre que había provocado, debían ocuparse rápido de eso o mancharían los trajes, o al menos el de Flug, sacó del bolsillo interno de su saco un pañuelo de tela y se ocupó de remediarlo.

 

El científico permaneció quieto, avergonzado, dejándose hacer, era el momento más embarazoso, pero el demonio insistía casi siempre en hacerse cargo, bajo cualquier circunstancia era bastante responsable, era como si fuera su deber dejarlo intacto como lo encontró, aunque Black detestaba que le agradeciera por ello, simplemente ponía la ropa en su lugar una vez que terminaba.

 

Ambos se vistieron, el doctor mostraba una gran sonrisa, realmente estaba feliz, salió de la habitación anclado del brazo del villano, era momento de continuar la celebración, ya habría tiempo para estar juntos a solas.

 

Un par de amantes hechiceros bajaban tranquilamente las escaleras, tomados de la mano y con una tenue sonrisa.

 

- ¡Ya eda hoda! -Exclamó Farfala con un pañuelo en la nariz.

 

- ¿Qué rayos fue lo que te ocurrió? –Preguntó la hechicera, desconcertada.

 

-A la niña de tres ojos la calientan los besos húmedos. –Se burló Anaiiram ganándose una mirada de desprecio.

 

- ¿Eh?

 

-Eso no importa ahora, –Interrumpió Umbra- debes cerrar el portal antes de que…

 

Un rechinido seguido de un portazo los alertó a todos, la puerta de una habitación cercana se había abierto, no cabía duda de quien se trataba. Maggie cerró rápidamente el portal.

 

- ¡Rápido! –Apresuró Allister abriendo un portal y atravesándolo- Entren ya. –Dijo con urgencia.

 

El grupo de villanos se introdujo rápidamente, llegaron al gran salón dejando en desconcierto a algunos villanos presentes que los veían llegar. A la cola se encontraba Teresa, quien quedó paralizada antes de atravesar, alguien en esa habitación debía estarla observando, no podía moverse, era su condición de leprechaun que no la dejaba escapar mientras era vista, miró a todos lados, en el fondo pudo observar a Lady Belle y Demencia entrando por una ventana, las mujeres la veían junto al portal, confundidas.

 

- ¡Muévete ya, duende! –Habló Dark- Debemos cerrar esto.

 

- ¡No puede moverse! –Dijo Christine alarmada.

 

La chica rubia solo podía mover los ojos, empezaba a angustiarse y no tenía manera de rogar que todos desviaran sus miradas para poder continuar, escuchaba cada vez más cerca los zapatos de pequeño tacón que usaba el demonio, estaba perdida, al verla paralizada se darían cuenta que trataba de escapar de algo.

 

Dark bufó resignado y atravesó el portal, lanzándose sobre Teresa, usó su poder para atravesar el suelo junto con ella y desaparecer de la vista, el portal se cerró, todos permanecieron estáticos.

 

 

 

- ¿Y ahora qué? –Dijo Nightmare.

 

Caminando hacia el gran salón, un brillo peculiar, como un corto flash, llamó la atención del doctor, le pareció ver a alguien en el fondo y un parpadeo después ya no estar ahí, fijó más la vista logrando divisar a Demencia y Belle acercándose.

 

-Mi Lord ¿Su noche ha sido agradable? –Preguntó Belle dulce como siempre.

 

-Satisfactoria… -Respondió con una amplia sonrisa dedicándole una mirada lasciva a Flug.

 

El doctor desvió la mirada un tanto avergonzado, decidió regresar al salón y dejar charlar al par de colegas, se introdujo en el lugar seguido de Demencia, la chica se veía relajada, más contenta que en las horas anteriores, eso lo tranquilizaba, debía admitir que temía que lo estuviese pasando mal. Lo primero que pudo divisar al entrar, fue al grupo de jóvenes villanos, amontonados en una mesa, cuchicheando algo y mirando hacia el otro extremo del lugar, se acercó curioso.

 

- ¿Qué ocurre? –Preguntó.

 

-No puede ser… ¡En serio va a hacerlo! –Exclamó Domina.

 

-No es un cobarde… tal vez es estúpido, pero es un estúpido muy valiente. –Contestó Allister.

 

Confundido, Flug buscó con la mirada aquello a lo que prestaban tanta atención, a medio salón Nightmare caminaba decidido hacia una mesa lejana, la mesa de los Valdoom.

 

- ¿Qué rayos piensa hacer? –Preguntó alarmándose.

 

-Quiere invitar a bailar a Aylin. –Respondió Maggie sin desviar la mirada.

 

- ¿Está demente? El señor Valdoom jamás va a permitirlo, es un egocéntrico elitista.

 

-Intentamos decírselo, pero está convencido de que lo aceptarán. –Dijo la bruja encogiéndose de hombros.

 

Flug meditó la situación, los resultados estaban claros, el hombre era conocido por rechazar cualquier cosa que no estuviese a su altura, era un villano de antaño, conocido cercano de Black Hat, su pequeña hija era el tesoro más grande que tenía era más que obvio que no dejaría que cualquiera se le acercase. Bufó resignado y fue tras él.

 

- ¿Qué piensas hacer? –Preguntó la hechicera.

 

-Ayudarlo… se los debo.

 

El científico logró llegar hasta él justo cuando el goblin llegaba a la mesa, el serio vampiro, de traje oscuro, piel grisácea y cabellera negra peinada hacia atrás, los observó con indiferencia, mientras que Aylin los miraba nerviosa y confundida.

 

-Señores Valdoom, –Saludó Flug- ha sido un honor contar con su presencia esta noche.

 

Nightmare lo miró interrogante sin obtener respuesta.

 

-Doctor Flug, –Respondió la mujer, una vampiresa de rasgos más similares a los de su hija, sumamente bella de cabellera azulada y larga- debo felicitarlo por su matrimonio, quisiera poder charlar con lord Black Hat.

 

-El señor Black Hat se encuentra un poco ocupado… pero permítanme presentarles a Nightmare Rouge, un villano de élite y gran contribuyente de la organización. –Dijo con una sonrisa amplia, intentando sonar convincente.

 

-Nightmare Rouge… -Repitió el vampiro.

 

En el fondo, los villanos observaban expectantes la escena, los resultados pasaron a ser impredecibles. Un golpe en la mesa junto a ellos llamó la atención de todos, Teresa se había sostenido de ella a fin de no caer, cojeaba y sostenía a Dark de un brazo, ambos estaban sucios y ligeramente malheridos.

 

- ¡Teresa! –Llamó Christine- ¿Qué rayos les ocurrió?

 

-No… quiero hablar de eso… solo diré que deben limpiar con urgencia el sótano de esta maldita mansión, por mera suerte estamos vivos. –Respondió molesta, dejó a un lado al abatido villano quien reposó la cabeza en la mesa- ¿Qué ocurre?

 

-El goblin está por hacer algo estúpido y Flug quiere amortiguar el golpe. –Respondió Demencia, todos la observaron extrañados, nadie notó el momento en el que llegó, pero parecía muy interesada en los resultados posiblemente desastrosos de ese momento.

 

-Es una pésima idea. –Dijo la chica- Los Valdoom son sin duda de los miembros más complicados de la organización, si Rouge no muere hoy, su reputación se irá por el drenaje.

 

-Flug parece interesado en ayudarlo. –Contestó Domina con sencillez.

 

-Son un par de idiotas. –Respondió y caminó con dificultad hasta ellos.

 

- ¿También irás?

 

-Trataré de evitar que se humillen demasiado.

 

La charla se había vuelto tensa, de hecho, se transformó repentinamente en un interrogatorio incómodo.

 

-Entonces… dices que solo eres un ladrón. –Dijo la mujer.

 

-Uhm… si… -Contestó nervioso.

 

Gema parecía querer que el suelo se abriera de repente y todo se hundiera bajo tierra, las cosas no mejoraban. El doctor ya no encontraba una excusa para que el goblin estuviera presente en ese momento.

 

- ¡Señor Rouge! –Llamó Teresa acercándose, tenía una sonrisa amplia en el rostro, aquella mueca que utilizaba para hacer negocios- Debemos terminar aquella charla pendiente, aún no me ha dicho si aceptará el trato con la organización.

 

- ¿Uh?

 

- ¿Qué diablos haces? –Murmuró Flug.

 

-Cállate y sígueme el juego.

 

-Teresa Gluck. –Habló el villano.

 

-Oh lord Valdoom, lamento interrumpir su conversación, tengo un asunto pendiente con el señor Nightmare.

 

- ¿Lo tenemos? –Dijo confundido.

 

-Lo tenemos. –Respondió sonriente, su mirada se tornó aterradora de repente, el chico no parecía entender el asunto.

 

-Habla de la mansión… que comprarás pronto… y los negocios con lord Black Hat. –Completó el doctor.

 

-Oh… -Soltó entendiendo finalmente el mensaje- ¡Sí! La gran mansión y… el contrato.

 

- ¿Sabían que Nightmare Rouge a estado adquiriendo valiosos bienes de la organización? Se ha vuelto muy influyente. –Comentó Teresa a los señores.

 

-No tenía idea. –Dijo el hombre con sorpresivo interés.

 

-Tiene actualmente un alto rango dentro de la organización. –Continuó Flug.

 

-Como un consejo… le convendría hacer algunos tratos con él en el futuro. –Le susurró la chica.

 

-Que… interesante. –Soltó el vampiro, lo miraba de pies a cabeza, pensativo.

 

Flug lo codeó ligeramente.

 

-Uh… me encantaría hablar de negocios con ustedes ahora, pero… tenía pensado sacar a la señorita a bailar. –Sonrió galante- Por supuesto, si los señores me lo permiten.

 

El vampiro lo observó dudoso, le dedicó una mirada interrogante a la mujer y esta le sonrió con complicidad.

 

-Adelante. –Contestó secamente.

 

La chica, atónita, se levantó rápidamente y aceptó la mano del goblin caminando junto con él a la improvisada pista.

 

-Un gusto saludar. –Dijo Flug con una reverencia.

 

-Hasta luego. –Se despidió Teresa.

 

El par caminó con velocidad hasta alcanzar a la pareja.

 

-Vas a tener que robar muchos bancos para obtener una mansión que esté al nivel de los señores Valdoom. –Dijo Teresa.

 

-Y tendremos que hablar con lord Black Hat… ruega porque tenga algo bueno que ofrecerte. –Completó Flug.

 

El goblin sonrió nervioso, no respondió, miró a la chica a su lado quien lo observaba contenta y ligeramente ruborizada.

 

-Valió la pena. –Contestó finalmente.

 

La fiesta transcurrió con normalidad, de vuelta a las charlas incómodas, halagos falsos, momentos tensos entre Black Hat y quienes disfrutaban del baile, pero a pesar de todo la estaba pasando bien. Comenzaba a notar lo terriblemente despistado que era, recién se había dado cuenta de las numerosas parejas que se habían formado o al menos solidificado en ese corto tiempo, se sentía especialmente estúpido respecto a la cercanía de Belle y Demencia ¿Cómo no lo había notado?

 

Como quiera que fuese, ahora estaban en otro punto especial de la celebración, con mucho ímpetu el doctor le solicitó al demonio hacer el famoso corte del pastel de bodas, no fue algo acordado, de hecho, fue un tema bastante rechazado por el villano, aparentemente era algo "ridículo" y muy poco propio de él, aun así, el científico se armó de valor y rogó incansablemente para que sucediese, después de un largo rato finalmente aceptó a regañadientes.

 

-Terminemos con esto. -Dijo enfadado.

 

Flug rio enternecido, era como un niño berrinchudo, le costaba aceptar algunas situaciones y sobre todo admitir que no eran tan desagradables como decía.

 

Posados frente al gran y esponjoso pastel, el doctor guio entusiasmado la mano del villano para cortar una rebanada, sirvió un par de trozos y le sonrió burlón por lo que se avecinaba, aquel momento romántico en el que debían darse mutuamente un mordisco del postre, la expresión de Black no tenía precio, Flug aprovechó el momento para hacer un gesto coqueto y morder el pan con lentitud desatando un tierno rubor, corriendo el riesgo de perder un dedo a manos del villano. El demonio no había escupido el bocado como temía, no era tan dulce, estaba en un punto perfecto para agradarle. Pensando que quizá sería divertido, Flug tomó un poco del merengue de su rebanada y lo untó juguetonamente en la mejilla del demonio, este lo miro molesto.

 

-Vamos, no sea tan aburrido. -Le dijo con una gran sonrisa.

 

- ¿Aburrido? -Cuestionó ofendido- No... No lo soy. -Dijo esbozando una amplia sonrisa maliciosa.

 

Sin previo aviso, el villano estrelló la rebanada de pastel en la cara del doctor. En realidad no le extrañaba, le sorprendía poder decir que ya lo esperaba, Flug se quitó el merengue de los ojos y relamió el de sus labios mientras veía al villano burlarse de él, nuevamente vaciló entre la valentía y la estupidez y repitió la acción borrando la sonrisa del demonio.

 

Los presentes los miraban expectantes, Flug se tensó al caer en la cuenta de lo que había hecho, escuchó al villano gruñir mientras se quitaba el merengue del rostro, una risilla chillona rompió el silencio, la dama conejo no pudo aguantarla más, intentaba contenerse al notar la mirada de desprecio que el demonio le dedicaba, pero no pudo parar a tiempo, Black arrancó con sus garras un gran pedazo de la torta y la arrojó contra la mujer, con tal fuerza que la hizo caer de sentón. Belle se incorporó enfadada y con grandes deseos de venganza, tomó de la larga mesa un tazón de ponche y sin pensarlo arrojó el líquido contra el villano, Black y Flug se agacharon esquivándolo, el ponche fue a dar al rostro de Abuelo, el villano humeaba por el contraste del líquido en su cuerpo.

 

-Ups... -Soltó Belle avergonzada.

 

El anciano ardió en llamas furioso e hizo el ademán de arremeter en su contra.

 

En vista de la situación, Black tomó por los hombros al doctor y se retiraron del lugar, no estaba dispuesto a involucrarse, pero tampoco tenía la intención de detenerlos. Todos los villanos se hicieron a un lado dándoles espacio, ¿El resultado? en cuestión de minutos Abuelo ya había salido despedido hacia el jardín trasero haciendo trizas un ventanal en el proceso.

 

-Un espectáculo sorpresa. -Dijo Black mientras devoraba un trozo de pastel, bastante complacido.

 

Aquello había sido accidental, pero al doctor le alegraba que sucediera, era lo curioso de convivir con villanos, disfrutaban las tragedias, todos observaban igual de entretenidos.

 

-Vaya, que pocos modales. -Comentó Belle acercándose, aún se limpiaba merengue de su vestido.

 

El villano le sonrió con burla. - ¿Le ha gustado el pastel?

 

La villana no respondió, solo hizo una mueca de molestia.

 

Flug viró los ojos, se adoraban, estaba claro, en ocasiones le parecían extrañamente tiernos.

 

La fiesta llegaba a su fin, se remató arrojando el ramo, otro evento que también fue difícil de hacer posible, el doctor se había negado, pero sus damas de honor se encargaron de convencerlo, se los debía. El científico arrojó el ramo sin mucho ímpetu, las flores pasaron por varias manos que hacían malabares solo para ser las poseedoras, pero entre tantas chicas deseosas de obtenerlo, el bouquet cayó en manos de Umbra, quien menos lo esperaba. La araña observó el arreglo entre sus manos, no tenía con quien compartirlo, pero le quedaba la satisfacción de todas esas miradas llenas de envidia que le dedicaba el resto.

 

Y la celebración al fin terminó, los invitados se despidieron cordialmente y abandonaron la mansión, al cabo de unas horas los Hatbots ya habían limpiado la mayor parte. En el inmueble solo quedaban sus residentes y Lady Belle Mort, siempre feliz de ayudar.

 

-A pesar de los pequeños inconvenientes, -Dijo la dama con una mueca al mirarse la ropa- creo que todo salió excelente.

 

-Le agradezco por todo Lady Belle. -Contestó Flug con un gesto dulce.

 

-No tienes nada que agradecer, cariño... Ha sido todo un placer. -Respondió observando a la chica lagartija a lo lejos.

 

El doctor notó ese detalle, divertido, la situación le parecía bastante adorable, aunque difícil de creer, ¿Quién diría que dos seres tan distintos podrían llegar a gustarse de esa manera? Pero bien, él era un claro ejemplo de que era posible.

 

Black se acercó al par, sin decir nada hizo una pequeña reverencia correspondida de inmediato por la mujer, en su semblante se apreciaba satisfacción, era un agradecimiento silencioso.

 

-Mi lord, creo que ya es momento de que me reti...

 

La puerta de la mansión se abrió de repente, sin aviso, una brisa fría acompañada de neblina se introdujo en el lugar, los presentes permanecieron a la expectativa de lo que estaba por ocurrir, alguien irrumpía sin autorización y sin que ellos lo previeran.

 

-Saludos, Lord Black Hat mi señor, me presento felizmente al inicio del albor, -Habló una voz suave de mujer, ligeramente aguda y armoniosa- le ofrezco una disculpa por presentarme sin avisar, espero desde el corazón que me pueda perdonar, le doy mis más sinceras felicitaciones por su compromiso y espero a mi presencia no haga caso omiso.

 

La niebla se disipó, en la entrada una silueta pequeña y menuda empezaba a hacerse visible, era una mujer de complexión muy fina, su piel era blanca de apariencia tersa, llevaba puesto un vestido blanco de falda corta y ampona, manga corta bombacha, un corsé que acentuaba su figura en gran medida, todo su atuendo estaba adornado con un pequeño bordado de flores color rosa pálido, sus piernas se revestían de medias largas con encaje y calzaba zapatillas sin tacón de charol blanco, en su cabeza llevaba un bonnet de encaje blanco que abrazaba su abundante cabellera castaña. La chica era joven, parecía una muñeca o un pequeño pastelillo con esponjado betún, los observaba con una mirada vacía en sus ojos castaños y una tenue sonrisa inmutable.

 

-Leila Keik... -Dijeron a la par los grandes villanos, estupefactos y con un ligero tono de incertidumbre.

 

Era nada más ni nada menos que una inmortal de dudosa pero sospechada procedencia, no era una villana, no pertenecía a la organización, pero tenía una labor que haría temblar al más grande de los villanos, un ser nada conocido y a su vez poco deseado en la mansión, no por quien era, si no por a quien representaba. Inteligente, hábil e increíblemente leal eran las cualidades que extrañamente causaban más terror de ella, pues era imposible que no provocara miedo alguien capaz de hacerlo todo por alguien capaz de hacer cualquier cosa sin limitantes y por mero capricho.

 

-Me alegra notar que no me ha olvidado, aunque en regresar mucho tiempo he tardado.

 

- ¿Qué es lo que quieres? -Preguntó el demonio con seriedad.

 

-Conocer a la novia, claro está, a la familia que pronto acunará. -Respondió con sencillez.

 

El doctor presenciaba la escena confundido, se exaltó cuando el villano se posicionó bruscamente frente a él, interponiéndose.

 

La joven ladeo la cabeza, se acercó con pasos suaves, parecía que sus pies no tocaban el suelo, como si flotara en el aire, sin esfuerzo atravesó al demonio, como si fuera neblina, se posicionó entre ellos observando con atención al científico.

 

-Es un hombre... -Lo inspeccionó- sin renombre... -Dijo con ligero desprecio.

 

- ¡Aléjate y lárgate de aquí! -Gritó enojado.

 

-A Floppy Hat le va a gustar... Le va a encantar. -Respondió divertida y esbozó una tétrica sonrisa.

 

Colérico, Black Hat se abalanzó en su contra, arremetía con sus garras lo más rápido que podía, pero la chica se desvanecía en cada ataque, el demonio la atravesaba como si fuera humo.

 

-Un hombre sin renombre, mortal y sin valor especial, de finos rasgos como una mujer, quizá perfecto para darle placer... -Se burló- Debo correr y correr sin parar, rápidamente a Floppy Hat se lo debo contar.

 

- ¡No lo harás! -Gritó y finalmente la atrapó de un brazo, presionaba con fuerza.

 

- ¿Y cómo planea evitarlo? Floppy Hat no va a consensuarlo.

 

El villano la soltó, retomó la compostura y se acomodó la corbata.

 

- ¿Qué es lo que deseas? Puedo darte todo lo que siempre has querido, -Ofreció- lo que sea con tal de que no abras la boca, mocosa.

 

- ¿Lo que sea? -Sus ojos brillaron con ilusión- entonces quiero lo que Floppy Hat más desea.

 

Black se talló el rostro, frustrado, bufó resignado y molesto.

 

La joven ladeo la cabeza y borró su gesto maravillado. -Es una pena... la oferta era bastante buena.

 

-Solo lárgate. -Ordenó tajante.

 

Leila volvió a sonreír. -A Floppy Hat le va a gustar, le va a gustar, le va a gustar, -Canturreó contenta dando pequeños brinquitos hacia la salida- a Floppy Floppy Floppy Hat... -Se detuvo para verlos una última vez antes de salir- le va a encantar. -Finalizó y de la misma manera en la que llegó, se desvaneció en medio de neblina que emanó de repente del suelo.

 

El grupo permaneció quieto unos instantes hasta que Black Hat se giró para ver directamente a Flug.

 

-Haz tus maletas, nos vamos. -Sentenció.

 

- ¿Qué? ¿A dónde? -Preguntó confundido.

 

-De vacaciones. -Contestó y camino hacia el interior de la mansión.

 

- ¡Espere! -Rogó yendo tras él- ¿Por qué nos vamos? Y ¿Quién era ella?

 

-Nos vamos porque yo lo digo, -Contestó serio- y ella es tan solo un fiel sirviente de alguien a quien no quieres conocer.

 

- ¿Floppy Hat?

 

El demonio se detuvo, sintió como esas palabras le provocaban un escalofrío. -Solo apresúrate.

 

-Bien... -Respondió inseguro- 5.0.5. toma tus maletas...

 

-No, solo iremos tu y yo. -Interrumpió.

 

- ¿Uh? No voy a dejar a 5.0.5. solo con Demencia.

 

- ¡Oye! -Gritó ofendida- perfectamente puedo hacerme cargo del estúpido oso.

 

Flug miró Black enarcando una ceja, escéptico. -Es una pésima idea.

 

El villano viró los ojos y le dedicó una mirada interrogante a Belle, la mujer sonrió y asintió.

 

-Yo me hago cargo, querido. -Le respondió al científico.

 

-Está bien. -Respondió resignado y se marchó a su habitación.

 

Belle le sonrió complacida a Demencia, la chica se ruborizó en el instante, algo le decía que los próximos días no podrían ser aburridos.

 

-Dryadalis, -Llamó, el pooka apareció a su lado- trae todos mis menesteres, nos alojaremos aquí algunos días.

 

En su habitación, el doctor llenaba de ropa una enorme maleta lo más rápido que podía, no tenía idea de a dónde iban, tomaba la ropa que pudiera servirle para más de una ocasión, no era precisamente la idea que tenía de una luna de miel, pero suponía que serviría. Rebuscó entre su armario, haló de lo más alto una pequeña caja de zapatos, la caja trajo consigo una más grande, Flug intentó atraparla, pero después de un par de malabares el objeto cayó al suelo, la levantó e inspeccionó con cuidado, no recordaba que fue lo que guardó allí, en cuanto la abrió lo recordó, era la caja que Black Hat le había regalado con varios atuendos para las fotografías que Domina tomó en aquella ocasión, cuando las redes sociales estaban infestadas de rumores y sus fotografías en el restaurante de su primera cita, recordaba haber guardado los trajes en el armario con el resto de su ropa, pero dejó algo ahí a lo que no pudo encontrarle lugar antes... y observándolo en ese momento era perfecto para lo que se avecinaba, por lo que era suponía el tipo de planes que su jefe tenía con él, pero justo en ese instante se le ocurrían algunas cosas un poco diferentes, quizá ese viaje sería más interesante de lo que pudo pensar, esperaba no estar haciendo planes demasiado peligrosos.

 

-Estoy listo. –Dijo el doctor llegando a la recepción.

 

El villano esperaba pacientemente junto a la puerta, ya se había cambiado el traje, una limosina los esperaba afuera. La dama pooka se acercó a despedirse, tomaba de la mano a 5.0.5. a modo de consuelo, el oso azul se veía angustiado y confundido.

 

-Tranquilo, -Dijo y le dio un abrazo- todo va a estar bien, regresaré pronto, mi pequeño experimento genéticamente alterado, preciosa aberración de la naturaleza. –Habló con voz melosa apretujando la cara del experimento- A él le gusta cocinar, principalmente cosas dulces, -Le explicó a Belle- dibuja por las tardes y se acuesta a dormir antes de las diez, prefiere que lo arropen con sus muñecos, no le dé demasiadas golosinas, que no vague por la mansión, se asusta demasiado fácil y…

 

- ¡Ya vámonos! –Gruñó Black exasperado.

 

-Descuida, cielo, estaremos bien. –Lo calmó la villana.

 

-Bien… lo siento. –Dijo apenado y caminó hasta la puerta- ¡Oh! Y que Demencia no entre a mi laboratorio.

 

-No cuentes con eso. –Respondió la aludida.

 

-No lo hará, –Interrumpió Belle- yo me encargo.

 

El científico sonrió triunfante, con burla ante el puchero de la chica. El par salió por la puerta, entraron a la limosina, con una tenue sonrisa y un semblante de preocupación, el doctor se despidió desde la ventana hasta que el auto avanzó desapareciendo de su vista.

 

-Y… ¿Ya me dirás por qué se van? –Preguntó Demencia.

 

Belle suspiró. –No puedo decirte mucho, no está en mis manos, -Comentó encogiéndose de hombros- aunque supongo que es necesario que sepas, necesitaremos que estés alerta. –Entraron a la mansión- Recibiremos pronto una visita no deseada que hubiera puesto en riesgo la vida de Flug, yo me haré cargo, pero no sé hasta donde podrían avanzar las cosas, así que necesitaré que me obedezcas, preferiría que no estuvieras presente.

 

-Si es así, ¿Por qué no fuimos todos con ellos?

 

-Tu vida no corre riesgo si no te entrometes… pero la del doctor corre riesgo tan solo por existir, -Respondió con seriedad- además, supongo que Lord Black Hat quería un poco de privacidad. –Dijo, divertida- Me alegra que así fuera, tu y yo pasaremos algunos días… interesantes. –Sonrió con complicidad.

 

-Si claro, -Dijo indiferente y le dio la espalda- ya lo veremos. –Le devolvió la sonrisa.

 

La dama rio, aparentemente no le dejaría las cosas tan fáciles, eso volvía todo aún más interesante.

 

- ¿Ya me dirá por qué nos vamos? –Preguntó Flug.

 

-No. –Respondió tajante.

 

-Querido esposo, ¿Ya me dirá por qué nos vamos? –Preguntó nuevamente con un tono de molestia.

 

El demonio suspiró resignado. –Porque si te quedas pasarán cosas desastrosas en la mansión y no quiero pagar por más ventanales rotos, -Explicó- además quiero calma y privacidad.

 

-Lady Belle puede cuidarlos ¿Verdad? –Sonaba preocupado, trataba de tranquilizarse a sí mismo, el villano no cooperaba.

 

-Belle es la única villana en la historia que ha podido sostenerme una batalla. –Comentó- No subestimes a esa mujer.

 

-Esta vez… ¿Estamos tratando con villanos?

 

-No exactamente… pero puede manejarlo, solo relájate e intenta pasarla bien sin tu estúpido oso. –Sacó de su bolsillo un cigarrillo y lo encendió.

 

Flug enarcó una ceja. –Ese “estúpido oso” es mi bebé… de hecho, ahora que estamos casados, -Sonrió con malicia- es nuestro bebé.

 

Black comenzó a toser atragantándose con el humo, tan solo escuchar eso hizo que casi se tragara el cigarrillo. - ¿Qué dices, idiota?

 

-Bueno, en vista de que usted no quiere hijos y tampoco podemos tenerlos, puedo compartir la paternidad de 5.0.5. –Se encogió de hombros- Felicidades, ahora es padre.

 

El demonio lo miró atónito para después soltar una sonora risotada. - ¡Jamás seré llamado “padre”! mucho menos por una pequeña desgracia como tu experimento.

 

-Como diga. –Respondió indiferente, no tenía caso discutir.

 

En poco tiempo la limosina llegó a su destino, un sitio muy apartado de la ciudad, oculto como casi todo lo que giraba en torno a Black Hat, se trataba de un pequeño aeropuerto privado, exclusivo para el villano y uno de los sitios preferidos de Flug. El doctor bajó del automóvil, maravillado, amaba ver cada modelo estacionado en ese lugar, muchos de los aviones eran simples colecciones sin uso, pero eran preciosos, desde avionetas comerciales hasta grandes y lujosos aviones, se mordió el labio inferior, ansioso, pensando en la posibilidad de conducir alguno ese día.

 

-Ni siquiera lo pienses, –Habló el demonio- se lo que tienes en la mente justo ahora, eres mejor estrellando aviones que volándolos.

 

El científico hizo un puchero. – ¿Al menos puedo usar el traje?

 

Black viró los ojos. –Como gustes… no puedo creer que lo hayas traído.

 

-Soy precavido.

 

Caminaron hasta el avión, era enorme y de color oscuro, precioso a los ojos del joven, de hecho, él mismo lo había construido para el villano con todas las comodidades y necesidades en las que pudo pensar.

 

-Admito que es mi preferido. –Dijo Black, serio.

 

Flug lo observó admirado y enternecido, era todo un halago.

 

Al subir al avión cada sirviente devoto que trabajaba para el demonio hizo una reverencia a la pareja, a veces no comprendía como podían sentir tanta pasión por servirle, ese tipo de humanos aceptaban cualquier trabajo, desde aquel hasta trabajos humillantes con tal de ser vistos, jamás entendería esa obsesión, antes del amor lo más grande que pudo sentir por el villano fue tan solo admiración por su trabajo, podía suponer que eso era justamente lo que lo diferenciaba del resto, ahora recibía una reverencia y entero respeto que antes no se le habría otorgado.

 

Con el nuevo atuendo, el científico se miraba al espejo, maravillado, admitía que ese traje de aviador se le veía mejor sin la bolsa en la cabeza, adoraba ese traje, lo hacía sentir todo un conquistador, era perfecto para un cómodo viaje en avión, aunque su jefe consideraba una tontería que se cambiara en medio viaje solo para ir sentado como pasajero mirando por la ventana. Salió del ostentoso baño, para llegar al sitio de “pasajeros”, una gran sala con un gran sillón curvo, algunas mesillas, un televisor y todas las comodidades para sentirse en casa a pesar de estar viajando.

 

- ¿Y bien? –Preguntó modelando su atuendo.

 

El demonio lo observó con indiferencia. –Sigo pensando que es una tontería.

 

Flug le restó importancia a su comentario, se acomodó a su lado con una expresión de emoción, realmente estaba feliz, por todo, la preocupación ya había pasado, estaba cómodo y emocionado por los siguientes días, de hecho, tomando en cuenta la comodidad del sitio, la privacidad y el tiempo que le restaba al viaje, se le ocurrían algunas cosas para entretenerse. Se acercó a su pareja, depositó un suave beso en su mejilla y le sonrió con picardía.

 

-Aún pienso que es una tontería. –Volvió a decir.

 

El doctor mostró molestia fingida y se montó en sus piernas mirándolo de frente, lo abrazó del cuello. –Veremos si continúa haciéndolo después de esto.

 

Lo besó, profunda y cariñosamente, Black lo tomó de la cintura y siguió el juego. Se besaban con lentitud, disponían de días para amarse continuamente así que podían disfrutarlo sin premuras, saborearse, acabarse los labios, beberse el sudor y saliva ajena, romperse la cadera si así lo deseaban, el tiempo era suyo y ahora su vida también. Flug se separó, sonrió juguetón, se deslizó hasta el suelo, desabrochó el pantalón del demonio quien ocultaba su ansiedad, dejó expuesto su miembro erecto que ya estaba humedecido, siempre tan débil a sus encantos.

 

- ¿Le digo algo? –Comentó deteniéndose- Me encanta su sabor.

 

Lo introdujo en su boca, realmente lo saboreaba, sintió cómo su pareja se estremecía ante el movimiento de sus labios, de su lengua que se enredaba en él, lo succionaba tragando de vez en cuando ese líquido cristalino que soltaba, un sabor exquisito, delicioso para su propio cuerpo, le excitaba hacerlo. Black se aferró a su cabello, comenzaba a presionar su cabeza acelerando los movimientos, la calidez de su boca era sumamente placentera, el ritmo que mantenía era perfecto, las ideas que venían a su mente de lo que haría en los próximos días lo excitaban aún más, no podía más, debía poseerlo de inmediato. El villano lo detuvo, jadeaba agitado, reacomodó su ropa y sin previo aviso lo cargó en brazos.

 

- ¿Ah? ¿Qué ocurre? –Preguntó confundido mientras era llevado a la salida del avión.

 

-Ya hemos llegado…

 

- ¿De… de verdad?

 

Ni si quiera lo notó, jamás sintió al avión aterrizar, otra de las maravillas del vehículo, no permitía que hubiera inconvenientes durante el viaje. Al bajar descubrió finalmente su destino, Black Hat Resort la isla para secuaces inútiles, el uso que se le daba a ese sitio no era muy alentador para él, pero la realidad era que haciendo a un lado el área donde se “ocupaban” de los secuaces que solicitaban vacaciones, el sitio era hermoso, enorme y perfectamente vacacional, especialmente en las áreas destinadas para alojar al villano, la isla era de su propiedad, contaba con todas las comodidades, además de una vista estupenda desde su penthouse.

 

Black Hat caminó despreocupado hasta el edificio donde se hospedarían, el lugar estaba en el extremo opuesto a donde se realizaban los encargos a la organización, entró a un elevador y sin reparo alguno llegó a la habitación, era notorio que no quería perder el tiempo, después de todo había quien se ocupara de sus maletas. La recámara era enorme, un piso entero, muy espaciosa y lujosa, tenía una cama el doble de grande que la del villano en la mansión, un jacuzzi, un mini bar entre otros muebles caros.

 

El demonio soltó al doctor en la cama, se deshizo de su saco y volvió a besarlo, retiraba desesperadamente las prendas del chico, jadeaba, sudaba, decir que estaba excitado era poco.

 

-Jefecito… -Llamó Flug entre jadeos.

 

- ¿Mm? –Respondió a medias sin dejar lo que hacía.

 

-Espero de verdad que me pueda perdonar.

 

El villano se detuvo para mirarlo. - ¿Eh?

 

Una fuerte punzada en su cuello lo hizo gruñir y retroceder, se fijó en el científico quien sonreía tímidamente.

 

- ¡¿Qué mierda hiciste?!

 

-Los planes cambiaron, señor, -Respondió sonriente, mostró en su mano una jeringa de cristal con una enorme aguja, aún contenía un poco de un líquido amarillento y brillante- de verdad espero que no me asesine después de esto, pero quiero intentar algo nuevo.

 

- ¿A qué te refie…? Ugh… -Se quejó.

 

El villano sintió una fuerte punzada en su cabeza, repentinamente lo atacó una sensación de debilidad, no era normal que algo así le hiciera daño, aquello estaba muy bien planeado, todo a su alrededor dio vueltas y de un momento a otro cayó al suelo inconsciente.


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