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Paper Love and Black Heart. por McMaddy02

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Notas del capitulo:

¡Bienvenidos!


Seres del abismo y admirables entes del averno.


Me da gusto traerles otro capítulo J


Dije que no habría datos curiosos en estos capítulos, pero resulta que sí jaja.


Mitrídates VI, fue rey del reino del Ponto en el año 120 a.c. en Asia menor. Fue caracterizado por ser un gobernante formidable y enemigo de Roma. El padre de Mitrídates fue envenenado en un banquete, provocando que este abandonara el reino dejando el gobierno a su madre (como reina consorte) y a su hermano menor. Años después volvió a Ponto destronando a su madre y poniéndola en prisión junto con su hermano (como todo un cabrón) dejando que muriesen ahí, se casó con su hermana menor y tomó el título de rey. Mitrídates se volvió un gran conquistador y enemigo de muchos países aledaños.


Cuenta la leyenda que Mitrídates desarrolló un miedo después de que su padre fuese envenenado, en un afán de protegerse del mismo destino, experimentaba los efectos tóxicos con delincuentes y con él mismo, buscaba un antídoto, formando así una sustancia compuesta de tóxicos vegetales y animales a la que se le llamó “Mitridato”, siendo esta una sustancia que le ayudó a obtener inmunidad. Cuando el rey fue derrotado por Pompeyo, intentó suicidarse ingiriendo veneno, pero ninguna sustancia hizo efecto ya que estaba inmunizado, por esto debió recurrir a la ayuda de un oficial solicitando que se le asesinase con una espada.


A la práctica de ingestión de pequeñas dosis de veneno no letal para provocar inmunidad se le llamó “Mitridatismo”.


Antes de dejarlos continuar, quiero mencionar que ya inician de nueva cuenta las clases, eso significa que hay probabilidad de retrasarme en las actualizaciones, trataré de avisar si hay alguna circunstancia en especial.


Sin más preámbulos, disfruten del capítulo <3


Los personajes no me pertenecen, son propiedad de Alan Ituriel.

-Que estúpido fui... -Se talló el rostro, frustrado- no puedo creerlo.


En el laboratorio el joven doctor movía los dedos desesperado, meneaba un arma en su mano, observaba impaciente una escena inquietante. El demonio Blanco estaba inconsciente, sentado en una silla metálica, atado de manos y pies con grilletes, era un objeto utilizado por el científico para hacer interrogaciones. El héroe llevaba un catéter en el brazo, una manguera administraba hasta él un líquido fluorescente que goteaba lentamente. Flug se encargó de dejar completamente inmóvil al demonio después de drogarlo, no quería arriesgarse, aunque supiera que la droga funcionaba, esos individuos estaban llenos de sorpresas.


Quería golpearse a sí mismo, darse la bofetada más fuerte de su vida, no dejaba de sentirse un idiota, pensaba seriamente en buscar ayuda para sus problemas de atención, no era la primera vez que era despistado con algo tan obvio. Cabía decir que sí tenía sus dudas, más de una vez pensó que algo no era normal, pero estaba negado a aceptar la posibilidad de que su marido hubiese sido vencido por alguien, era el producto de su admiración, sus expectativas. Ahora estaba ahí, frente a un individuo desconocido, casi idéntico a Black Hat, el demonio había perdido su transformación después de caer inconsciente, conservaba la ropa de su jefe, pero su sombrero era blanco, su piel, sus ojos, tenían tonalidades opuestas, ¿Quién era este sujeto?


El ser comenzó a moverse, despertó lentamente, se le veía desorientado.


- ¿Dónde...? -Pronunció con dificultad.


-En el mismo sitio, -Respondió el doctor- me sorprende que despertara tan pronto, en la mitad del tiempo que mi último... experimento.


White intentó moverse, sin éxito. - ¿Qué me hiciste?


-Está drogado, no se esfuerce, no podrá moverse.


-Qué inteligente, me sorprende. -Esbozó una media sonrisa.


-Bien, comience a hablar ¿Quién es usted?


-Eres muy respetuoso para ser un villano.


-No es sinónimo de tener malos modales.


-Has convivido demasiado con Lady Belle.


-Olvide los rodeos, le hice una pregunta.


-En términos simples, soy tu cuñado. -Contestó risueño.


El doctor parpadeó atónito, realmente sí esperaba una relación de ese tipo, pero no que fuese su hermano, Black Hat jamás le habló de nada al respecto de eso.


- ¿Su nombre?


-********


- ¿Alguno que pueda pronunciar?


El demonio rio. -White Hat, un placer.


-Vaya, ustedes sí que son originales. -Contestó con sarcasmo.


- ¿No te sorprende no haber escuchado de mí?


-No. -Respondió tajante- Black Hat no es muy abierto con muchos detalles, pero no considero que deba obligarlo a serlo, él tiene sus motivos.


-Vaya, que linda esposa. -Se burló.


Flug se acercó, le dio un fuerte golpe en el rostro con la pistola en su mano. -Que le quede claro, -Inició mirándolo de frente- también soy el señor de esta mansión, soy su marido no su esposa, y como tal voy a protegerlo. -Apuntó el arma- Esta no es un arma de balas de pólvora, contiene algo que puede hacerle mucho daño, así que déjese de estupideces ¿Dónde está Black Hat?


-Admiro tu valor... -Murmuró- o tu estupidez... Black Hat está más cerca de lo que crees.


-Olvide las respuestas ambiguas, hable ya. -Ordenó.


- ¿O qué? ¿Me quedaré aquí hasta que la droga se agote o tú me asesines? Tu no quieres matarme, Flug.


-Esa no es una mala idea -Se encogió de hombros- ¿Por qué no querría?


-Te contaré una historia, -Comenzó- ¿Sabes quién es Mitrídates?


- ¿Qué? -Soltó confundido.


-Mitrídates era un rey cobarde, tenía tanto miedo a ser envenenado que diariamente ingería pequeñas dosis de los venenos más fuertes para encontrar un antídoto... cuando fue derrotado intentó suicidarse ingiriendo veneno, pero estaba tan acostumbrado que nada hizo efecto, tuvo que morir a manos de uno de sus guerreros, era inmune.


- ¿Y entonces...? -Preguntó, no entendía a dónde iba.


-Bueno, mi querido Flug, a veces la historia se repite.


La sonrisa del demonio se deformó, mostraba sus afilados dientes de una manera aterradora, sus ojos se volvieron blancos, la silla comenzó a vibrar, poco a poco pudo librarse de sus ataduras, su cuerpo había cambiado, era amorfo y aterrador, era la escena de alguna película de terror.


El doctor retrocedió asustado, ni en Black Hat vio jamás tal transformación, era una alerta clara de que debía escapar, al parecer la droga sí tenía sus limitantes. Echó un vistazo rápido a su alrededor, no podía correr, el monstruo frente a él cubría la salida. De su bolsillo extrajo otra arma, era el rayo interdimensional, era momento de agradecer a Demencia, lo guardaba consigo desde que ella lo tomó sin permiso.


White arremetió en contra del chico, asestó un golpe con su gigantesca garra. Flug fue lanzado lejos varios metros y cayó con dureza al suelo. Pese al dolor del golpe, el doctor contraatacó, disparó con su arma de fuego al puño del demonio que se aproximaba con intensión de golpearlo nuevamente, la extremidad fue desintegrada rápidamente arrancando un gruñido de dolor en el héroe. Flug aprovechó el momento, apuntó el rayo al suelo en donde estaba tendido, el portal se abrió y cayó directo en él. Sabía que se arrepentiría, cayó en la habitación de abajo, los techos eran altos en esa mansión, la caída fue dura.


White lo observó esfumarse, se regeneró lo más rápido que pudo y se dirigió a la salida, directo a cazarlo, agrietando los muros a su paso por su enorme tamaño.


Flug se incorporó adolorido, escuchaba al monstruo acercarse, se escondió en un rincón de la habitación, necesitaba pensar rápido sus acciones, fallar podía costarle la vida, pero no podía huir, no sin vencerlo y obligarlo a decirle dónde estaba Black, debía ser más valiente que cualquier otro día, por él.


- ¿Estás bien, bebé? -Murmuró.


De su bolsillo emergió un diminuto 5.0.5. asustado, asintió tembloroso. El científico encogió al experimento en cuanto el demonio cayó inconsciente, sabía que había posibilidad de que algo saliera mal, la mejor manera de protegerlo era mantenerlo con él, de una manera más práctica.


-Prepárate, esto va a ponerse muy feo. -Comentó nervioso, lo hizo volver al interior del bolsillo de su bata.


-Gatito, ven gatito gatito. -Llamó White, se acercaba, estaba a pocas habitaciones de distancia- Seré bondadoso y te contaré un secreto... -Inició, su voz se distorsionaba- ¿Sabes qué es lo curioso de ser un demonio como yo? -Un estruendo resonó, el monstruo había destrozado algo- que el universo prefiere que solo exista uno de nosotros ¿Entiendes? uno.


Flug preparó su arma, calculaba cual sería el sitio de donde entraría el demonio, estaba listo para disparar, su puntería era buena y el arma muy potente.


-Quizá no comprendes, -Continuó- un demonio nace, el padre debe abandonar su inmortalidad y morir, así funciona nuestro ciclo de vida... pero Black y yo fuimos una mala broma del destino, un parto gemelar, tan inusual que jamás había ocurrido. -Rio de una forma extraña- Aun así, el destino solo quiso uno a la vez, no quiso darnos individualidad ¿Sabes lo que eso significa? -Estaba justo fuera de la habitación, se había detenido- que relativamente somos uno mismo, dos mitades de un mismo ser... Si yo muero, Black también.


Flug palideció, esa era la peor noticia que podía escuchar en ese momento, lo complicaba todo, significaba que no podía asesinarlo o dañarlo de gravedad, solo pudo preguntarse ¿Ahora qué?


El joven tomó impulso, esperando lo mejor, salió corriendo de la habitación logrando esquivar al demonio, corrió por los pasillos huyendo de él, jamás sintió tanto terror, era perseguido de una forma bastante aterradora, pero tenía un plan, debía llegar a la recepción, ahí tenía una granada criogénica oculta, no había garantía, pero podría funcionar.


Llegó finalmente, tenía el escondite justo en frente. Algo se enredó en su pierna y lo hizo caer de bruces, el monstruoso ensombrerado lo atrapó con uno de sus tentáculos, soltó el arma durante la caída, lanzándola lejos.


- ¿A dónde crees que vas, lindura? -Tiró de él, arrastrándolo- Nos estamos divirtiendo, ven y dale un abrazo a tu querido cuñado...


El doctor hurgó en su bolsillo, extrajo al pequeño oso azul, lo observó con tristeza y lo hizo deslizarse por el suelo lejos de él, el pequeño animal corrió hasta esconderse detrás de la escalera. Flug no forcejeaba, no tenía sentido, solo pensaba en sus posibilidades, hasta ese momento eran nulas.


Un golpe seco los alertó a ambos, se miraron mutuamente sospechando el uno del otro, volvió a repetirse hasta que algo derribó el gran portón de la entrada junto a ellos.


- ¡Vocho pega duro! -Grito una chica, un objeto gigante golpeó a White haciéndolo retroceder- ¡Vocho pega más! -Volvió a gritar, el objeto fue lanzado contra el demonio ensartándolo en la pared, se trataba de un automóvil que fue lanzado con mucha fuerza.


Flug aprovechó la distracción para ponerse de pie y alejarse. - ¡Demencia! -Gritó aliviado, jamás le dio tanto gusto verla.


La joven entró poniéndose en guardia. -Nerd, vamos. -Tomó al doctor y lo hizo montarse en su espalda, el demonio comenzaba a recuperarse, debían escapar mientras podían, corrió al interior de la mansión.


- ¿Dónde diablos estabas? -Preguntó molesto.


-Es una larga historia, digamos que intentaba evitar la catástrofe.


- ¿A dónde vamos?


-A donde sea.


- ¿No tienes un plan?


-Jamás lo tengo, torpe, solo debemos darles tiempo.


- ¿A quiénes?


-A los refuerzos, debemos permanecer cerca de la mansión.


-Pero no dentro, estaríamos en desventaja... Espera ¿Llamaste a Lady Belle?


-Ella no va a venir, -Contestó enojada- el imbécil que nos persigue, también la tiene a ella, a todos ¡Los tiene a todos!


- ¿Entonces qué diablos vamos a hacer? -El doctor divisó uno de sus robots muy cercano a ellos- ¡Hatbot! -Llamó, el gran robot los siguió.


- ¿Para qué lo quieres? Lo hará trizas en un instante.


Salieron por fin de la mansión, se ubicaron en el extenso jardín trasero, podían escuchar como el demonio se acercaba a tropezones, era muy grande para los estrechos pasillos de la mansión. El doctor desprendió una placa metálica del robot descubriendo un panel, tecleaba comandos a velocidad.


-Debemos distraerlo ¿No es así? No tengo tu fuerza, necesito usar mis artefactos.


Los ojos del androide se encendieron, de sus brazos se desplegaron armas y su espalda se modificó. Flug se montó en él, lo utilizaba como un vehículo armado.


- ¡Wow! -Exclamó la joven- ¿Desde cuándo pueden hacer eso?


-Siempre...


-Que traviesa has resultado ser, querida, -Dijo White notoriamente enfadado, atravesaba la puerta resquebrajando el muro que la enmarcaba- entre más, mejor.


La joven se lanzó sin pensarlo, no podía contener más esa necesidad de darle su merecido, por Belle. Resistía con dificultad los duros golpes que el demonio asestaba, la enfurecía cada vez más, sabía que solo estaba jugando con ella, ya la habría matado si no.


Flug esperaba el momento adecuado, se encargaría de relevarla, no tenía mucha oportunidad de resistir un golpe. Cuando finalmente la chica se mostró exhausta, el científico comenzó a disparar.


-Ugh que molesto eres... -Soltó White.


El demonio comenzó a atacarlo, para fortuna de Flug su tamaño lo hacía lento, podía esquivarlo, aunque no con facilidad, un movimiento en falso y el Hatbot se haría pedazos.


Demencia tomó una de sus extremidades, haló de ella con todas sus fuerzas, intentaba devolver la atención a ella.


-Suficiente de ti... -Habló el demonio.


Sin que ninguno pudiese evitarlo, el demonio enredó la extremidad que sostenía, en ella, atrapándola. La joven forcejeaba, dolía la presión que ejercía sobre ella.


- ¡Ah! ¡Flug haz algo! -Gritó desesperada tras sentir que algo había crujido.


El científico continuaba atacando, pero no era suficiente, el monstruo no cedía.


Una luz crepitó en él, era un brillo rosado que repentinamente lo envolvió, una corriente eléctrica lo invadió haciéndolo quejarse y soltar a la joven. Demencia cayó al suelo, sin perder tiempo se reacomodó el brazo dislocado y se alejó.


- ¡Llegó la caballería! -Anunció la voz de un joven.


Maggie Heks y Allister Guesness salían de la mansión, atravesaron el sitio entero en su búsqueda solo para unirse a la batalla.


- ¡Bruja! -Llamó Demencia, alegre de verla.


-Hola loca ¿Necesitan ayuda?


-Mucha. -Respondió Flug.


-Vienen más en camino, Teresa dijo que conseguiría una ayuda especial... pero también se avecinan los problemas, la organización de héroes también viene para acá.


El doctor reaccionó desconcertado. -No, aguarda, yo cerré el sistema a tiempo.


-Parece que el mensaje sí fue enviado, doctor, -Dijo White, recuperándose, retomando una forma más sencilla- no serán los únicos con refuerzos.


-Mientras tanto nos haremos cargo de ti. -Respondió Allister, el mago se preparó para atacar.


El doctor estaba aliviado, ambos villanos eran muy poderosos, aun así, esperaba que el resto llegaran pronto, no estaba seguro de que fuese suficiente. Demencia estaba herida, él mismo no era muy fuerte, solo contaba con su habilidad y el monstruoso demonio se veía intacto a pesar de los ataques, se regeneraba. El único plan que tenían era sobrevivir, soportar hasta que los refuerzos llegaran y tal vez pudiesen hacer algo en su contra, debían encontrar la manera de traer a Black Hat de vuelta o aquello no duraría demasiado.


-Allister Guesness y Maggie Heks... los conozco, -Comentó el héroe, se le veía divertido- dos villanos famosos por acabar con sus "superhéroes" en tiempo récord, sin embargo, no hay mucho que puedan hacer aquí.


-Ahórrate el monólogo. -Contestó Maggie.


La bruja puso las manos sobre la tierra, sus ojos brillaron, el suelo comenzó a temblar, repentinamente gruesas raíces de árboles salieron del suelo a intentaron envolver a White. Allister intentaba limitar su movimiento a base de campos eléctricos.


Por otra parte, White destrozaba las ramas, intentaba acercarse, la electricidad lo quemaba, pero se regeneraba con constancia.


- ¡Todo sería más sencillo para todos si nos dijeras dónde está Black Hat! -Gritó Flug.


-Si se los dijera no podríamos divertirnos, amiguitos, -Harto, tomó la misma postura que la bruja, una energía oscura invadió la tierra, toda raíz se marchitó- no podríamos jugar... -La energía envolvió a ambos magos y haló de ellos, atrayéndolos al suelo.


- ¡Allister! -Llamó Maggie, alarmada.


Demencia intentó acercarse, la energía se enroscaba por el suelo tratando de atraparla también.


-No, loca, no dejes que te toque. -Dijo Maggie, la bruja usaba su fuerza para liberarse.


Flug debió dar un salto lejos del robot, el aparatejo comenzó a fallar, se había quedado sin un arma.


Allister logró liberarse, utilizó sus portales para llegar a la bruja, los ojos del joven brillaron, atacó con todas sus fuerzas al demonio tratando de contrarrestar los efectos de su magia. -Deja a mi chica, bastardo. -Dijo molesto, sintiendo como sus manos ardían por el esfuerzo.


El sonido de varios motores llamarón la atención del doctor, parecía que algo se acercaba, echó un vistazo a la calle que estaba a sus espaldas, varias camionetas se aproximaban, algo muy alarmante, especialmente al notar que un par de individuos con capa los acompañaban por los aires, eran los héroes.


-Esto no podría ser peor... -Comentó para sí mismo- ¡Demencia! ¡Código blanco!


La joven lo observó confundida, sostenía su hombro, estaba adolorida y llena de raspones, se fijó a donde el científico miraba, viró los ojos hastiada. -Maldita sea... ¿Ahora qué? ya tenemos suficientes problemas.


- ¿Puedes ocuparte?


-No estoy segura, quien viene ahí es MyonMan y Énkefalou, ya me enfrenté a ambos una vez, pero estaba en otras condiciones... no creo que sean los únicos héroes que vienen. -Rebuscó algo en el bolsillo de su polera, extrajo una pequeña arma y se la arrojó al doctor- Necesitarás esto.


El doctor inspeccionó el objeto, era una pequeña pistola de rayos, un arma muy simple de su arsenal. - ¿De dónde...?


-La robé de tu laboratorio. -Respondió encogiéndose de hombros.


Los grandes automóviles llegaron, aparcaron justo tras ellos. Dos individuos con capa aterrizaron; un hombre de gran musculatura, piel morena y cabello platinado, con un traje blanco completo y entallado, su nombre era MyonMan; lo acompañaba una mujer de cabello oscuro, piel pálida y fina figura, llevaba un traje violeta ajustado, la llamaban Énkefalou. De los vehículos salieron más individuos de trajes llamativos, pero en especial, un hombre alto de gabardina negra.


-C.L., que gusto verte. -Habló White, el demonio alzó una mano lanzando una onda de energía en contra del mago, este salió disparado varios metros. El demonio retomó su forma normal, caminó tranquilamente hasta aquel hombre, la barandilla que los dividía se deformó abriéndole el paso.


Todos observaban expectantes como ambos se estrechaban la mano, con una media sonrisa y aire triunfante.


-Me da gusto ver que ha tenido éxito, señor White. -Respondió.


-Así es, solo quedan estas pequeñas... molestias, ya podemos decir que hemos ganado.


Una sombra sobrevoló sobre ellos, un líquido verdoso cayó del cielo separándolos, aquel líquido corrosivo quemó el suelo e incluso un poco del metal de la barandilla, ambos hombres debieron alejarse uno del otro.


- ¡No canten victoria! -Gritó Nightmare Rouge aterrizando junto a ellos.


-Llegaron los refuerzos. -Anunció Teresa saliendo de la mansión.


De todos los extremos se acercaron los jóvenes villanos con los que el doctor tanto había convivido, todos se veían listos para un poderoso encuentro.


-MyonMan, cariño ¿Me extrañaste? -Preguntó Dark Phantom tronando sus dedos.


El héroe viró los ojos, ya era costumbre enfrentarse con el chico, al parecer cada héroe en ese recinto terminaría luchando con su enemigo.


-Pero que divertida situación... -Comentó White- estos jóvenes y débiles villanos planean enfrentarse a la organización de héroes... para su desgracia conmigo será suficiente.


-Lo dudo mucho, Lord White Hat. -Habló una voz robusta de mujer desde el interior de la mansión.


El científico sintió un escalofrío recorrer su cuerpo, conocía esa voz, pero parecía un mal chiste, era imposible que fuera quien pensaba, pero esos pequeños pasos que daban rasguños en el suelo, esa voz robusta con tono arrogante y la expresión de total desconcierto que mostraba el demonio eran una muestra de que no se equivocaba. Del umbral de la puerta, una criatura de piel magenta, cabello púrpura y el cuerpo de un ciempiés se aproximaba lentamente, mantenía los brazos en la espalda y una postura firme, Chienne Malum había vuelto.


Demencia balbuceó confundida - ¡¿Qué es esto?! -Le preguntó a Teresa.


-Ugh... No hay ningún gran villano en toda la ciudad, es... una medida desesperada para una situación desesperada. -Se justificó la rubia.


- ¡No estamos tan desesperados! -Gritó Flug, sumamente molesto.


-Cállate escoria, -Habló la mujer- no hago esto por ti, le hago un favor a la parca, solo quiero recuperar mi libertad.


-Es temporal, Flug, Grim prometió liberar su alma si hacía esto. -Explicó Teresa.


El doctor se talló el rostro, de verdad estaban desesperados, la villana era muy poderosa, uno de los villanos de antaño con gran reputación, podía ser de ayuda, pero era la ayuda que menos quería obtener.


-Madame, -Saludó White- no me diga que intentará ayudar a este grupo de niños, hasta donde tengo conocimiento usted misma quería acabar con ellos ¿No le gustaría cooperar?


-No tengo tan poca dignidad, sombrero, solicité tus servicios como una medida desesperada alguna vez, pero no tengo intención de aliarme con el demonio más rechazado de la historia.


-Oh, eso dolió. -Rio el héroe- ¿Cómo espera enfrentarse a mi si no fue capaz de vencer a Lady Belle?


-No me subestimes, no pude vencerla bajo esas condiciones, pero tú y yo podemos bailar al mismo ritmo.


-Me parece grandioso...


Demencia se estiró. -También dudo de tus capacidades, maldita perra, pero estaré aquí para salvarte el trasero, no tenemos opción.


-Como si lo necesitara…


- ¡Amores míos! -Llamó Maggie, se aproximó al grupo de héroes- Ustedes jugarán con nosotros. -Anunció.


MyonMan dio un paso al frente, portaba un semblante severo, levantó una mano, era una señal que le indicaba a su grupo que no avanzara. El resto de los héroes retrocedió un paso.


-Señorita, -Comenzó el héroe- no comprendo su esfuerzo, están rodeados, tenemos todas las coordenadas de cada base y escondite que pudiera tener cualquiera de ustedes, hemos acabado con su “secreto” sistema. –Explicó- Una batalla solo sería violencia innecesaria.


La bruja soltó una sonora risotada. –Ay amigo bonachón… -Se limpió una lágrima- eso es precisamente lo que ustedes los fastidiosos héroes no comprenden de nosotros los villanos. –Hizo una pausa, le dedicó una mirada a su grupo- A nosotros nos encanta la violencia innecesaria.


Dark Phantom apareció solo para dar el primer golpe, salió del suelo asestando un puñetazo al héroe justo en la mandíbula, enfureciéndolo y obligándolo a ponerse en guardia.


El grupo de villanos se preparó, estaba por desatarse una guerra bastante entretenida para todos, debían darles espacio a los grandes contrincantes, su encuentro era el decisivo. A señal de la Bruja todos se lanzaron al ataque.


-Énkefalou, creo que tú y yo nos divertiremos juntas. -Dijo la hechicera.


-Será un placer. -Contestó la heroína, la mujer portaba poderosas habilidades psíquicas, aquello iba a ser muy reñido.


C.L. retrocedió, la batalla estaba fuera de su alcance.


Por otro lado, Flug y Demencia permanecerían al tanto de la batalla con el demonio, tampoco consideraban que la fuerza de la villana fuera suficiente, aunque no fuesen de mucha ayuda no podían dejarla sola.


Chienne se acercó hasta quedar a escasos metros, sus manos enrojecieron y encendieron en llamas. El primer ataque fue por parte del demonio, intentó golpearla sin éxito, la mujer contraatacó logrando rosarle, ambos se sumergieron en una batalla coordinada, ninguno borraba la sonrisa de su rostro, ambos bastante seguros de triunfar.


-Voy a darte fin, sombrero blanco. -Anunció.


-Chienne, no puede matarlo. -Advirtió Flug, olvidó por completo ese importante detalle.


- ¿Dudas de mí, basura?


-No es eso, si usted lo mata Black Hat morirá también. -Dijo con urgencia.


-Entonces te volverás viudo hoy mismo. -Contestó.


El doctor enmudeció, intentar convencerla era en vano, sería más sencillo encontrar alguna alternativa por su cuenta. Rechinaba los dientes de ansiedad, ambos subordinados observaban la batalla.


Poco a poco la mujer se mostraba cansada, pero el héroe no parecía pasarla mejor, no importaba que duros golpes asestara, la mujer era resistente y realmente lograba dañarlo con sus ataques de fuego.


En las calles, héroes y villanos iban y venían, era un encuentro digno de admirar; Nightmare Rouge sobrevolaba alrededor de un individuo de traje oscuro, el enmascarado hombre de cabello azul intentaba derribarlo con rayos que se desprendían de sus brazos, constantemente recibía quemaduras por los escupitajos del goblin; cercana a él, Farfala tenía un encuentro cuerpo a cuerpo con una arquera de cabello anaranjado, ambas jóvenes debieron dejar sus arcos de lado por lo emparejada que se había vuelto la batalla, terminaron por intercambiar hábiles golpes incansablemente; Spectre y Teresa se enfrentaban agotadas con un par de gemelos no humanos, los risueños jóvenes de piel violeta y cabello oscuro usaban sus habilidades paranormales para darles un trabajoso encuentro; un héroe grande y monstruoso, de piel agrietada y ardiente le daba batalla a Allister, Bras Metallum y Lleyi, era una pelea dispareja, ninguno tenía un poder que equiparara su fuerza, lo único que lograban hacer en su contra era contenerlo, evitando así que interfiriera con la lucha del resto; por otro lado, Christine y Anaiiram se divertían, cada una jugueteaba con su respectivo héroe, un hombre galáctico para la villana galáctica y un pequeño monstruo verde que intentaba no morir a manos de la súcubo; Domina chocaba sus grandes tijeras contra una pesada espada que portaba un caballero de brillante armadura azul, ambos sudaban de cansancio, movían con habilidad sus armas; finalmente, Umbra cazaba a C.L., el hombre intentaba ocultarse de ella, estaba resguardado en una camioneta blindada, la araña daba pequeños y certeros golpes con sus garras en una de las ventanillas del vehículo, agrietando lentamente el cristal.


En la batalla principal, Chienne y White se empujaban el uno al otro, sostenían sus manos, la piel de héroe escocía, pero no cedía ante el calor de las garras de la ciempiés.


- ¿Cansado, sombrerito?


-Estoy seguro de que eso desea, es una pena que no sea así.


Flug se mordía las uñas, no podían seguir así, a diferencia de White, la ciempiés no podía regenerarse, necesitaba provocarle un daño mayor o aquello jamás avanzaría. Pensaba en alternativas, pero ninguna era efectiva bajo esas circunstancias, deseaba con todas sus fuerzas que repentinamente el demonio negro apareciera en su auxilio, le encantaría saber dónde encontrarlo. Un recuerdo fugaz llegó a su mente, recordaba un sueño, aquel extraño sueño que parecía advertirle del demonio blanco, se concentró en visualizar la escena, recordaba al ente que se formó frente a él, los extraños susurros y... la caja.


-La caja... -Dijo para sí, intentaba encajar ese detalle en toda la situación que lo rodeaba- la caja, la caja... -Repitió pensativo, visualizaba en sus pensamientos aquella caja de su sueño, idéntica a la que el demonio llevaba en el bolsillo, tan solo pensar en ella le helaba las manos de nuevo- ¡La caja! -Soltó como una revelación, de repente todo cuadraba, no tenía idea de que era exactamente, pero tenía la certeza de que ese oscuro objeto estaba involucrado, especialmente por que volvió con ella después de la visita a Lady Belle.


- ¿Nerd? -Llamó Demencia, preocupada.


-Demencia, ¡La caja!


- ¿Qué caja?


-La caja en su bolsillo, la de madera oscura.


-Que perspicaz... -Murmuró White.


La villana ciempiés lo observó recelosa, aparentemente el doctor había dado con algo clave.


- ¿De qué caja hablas, niño? -Preguntó la mujer.


-Una caja de madera oscura, pequeña, con perlas adentro.


Chienne llenó de sorpresa su semblante. - ¿Con detalles dorados? -Preguntó resistiendo los ataques del demonio.


- ¡Sí! ¡Exacto!


-Eres un maldito bastardo muy inteligente... -Le habló la mujer.


-Ahora lo sabe ¿Qué hará al respecto? -Cuestionó el demonio.


-Mocoso ¿Dónde lleva la caja?


-En su bolsillo.


La villana meditó la respuesta varios segundos, parecía analizar la situación. -Bien, chica loca, ya tienes un objetivo. -Le dijo a Demencia.


- ¿De qué hablas, perra?


-Esa caja es nada más ni nada menos que la caja de Pandora, si hay un lugar en el mundo donde pudiera estar Black Hat, es ahí.


-Eso significa... -Inició Flug- que ahí está nuestra victoria.


Le resultaba irónico que un objeto capaz de desatar todos los males del mundo, tal como lo contaba la leyenda, fuera la pieza clave de su tranquilidad, de su propio bien y el de sus aliados.


-Debiste matarlo cuando tenías la oportunidad, héroe egocéntrico. –Se burló Chienne.


-No se preocupe madame, -Respondió- aún la tengo.


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