Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

La luna carmesí por Ryouma XS

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Después de tanto tiempo...por fin llega algo.

Los personajes no son mios, se usara parte de mitoligia y lugares reales pero puede ser modifiquen fechas

Marsella, Francia. 17 años después


En medio de la noche un desgarrador grito puso en alerta a las personas de Marsella. El lamento se repitió cada vez mas agónico y doloroso, pero nadie se atrevió siquiera a poner un pie fuera de sus casas.

— La bestia, debe ser la bestia— a pesar de que normalmente se usaba como un leyenda para asustar a los niños y hacer que comieran, en el fondo los pobladores sabían de su existencia, sabían que sus ojos rojos sedientos de sangre serían lo último que vieran.

En la orilla del Puerto Viejo una mujer corria, su respiración pesada y agitada contrastaba con el sonido de las olas impactando en las piedras de la zona. En su rostro se podía ver la desesperación y las manchas de sangre no ayudaban a mejorar la situación

— ¡Ayudenme se lo suplico!— la joven sabía que eran en vano sus ruegos, sin embargo no dejo de correr hasta llegar al puerto, su camino se había terminado dejando lugar al enorme y agitado mar.

— Basura...— Esa grave voz acompañada de el sonido de unas pisadas pesadas y algo que se arrastraba la llevaron a congelarse.

Je vous en suppliemonsieur, laissez-moi partir.  Je n'apparaîtrai plus devanttoi (1)

— ¡Callate!— a pesar de su fría voz en ese rostro una arrogante sonrisa se ampliaba cada que la distancia se acortaba. Al estar a un par de metros de ella dejo caer el "bulto", huesos rotos, piel hecha pedazos y sangre cubriendo lo que fue un atractivo rostro.

El llanto de la joven aumento al instante en el que sus ojos se encontraron con el cadáver, murmuraba de manera entrecortada un nombre que a su asesino poco le importaba.

— Les dijimos tres días, nos querían ver la cara de estúpidos

— No, señor yo...— no pudo seguir hablando un grito escapo de su garganta cuando una daga llego a clavarse en su vientre bajo.

— No era una pregunta, aunque es una lastima, con tu cara hubieras podido pagarme de otra forma — sus ojos rojos desprendían un deseo aterrador, deseaba sangre.

A medio día el puerto estaba lleno de gente, en medio del lugar ambas víctimas colgaban de sus piernas boca abajo, los murmuros no se hacían esperar

— Eran los Dubois...ya sabía yo que estaban en malos pasos

— Eran un para de escorias de la sociedad, hicieron bien en acabar con ellos.

— ¡Ella era una bruja! Quería seducir a nuestros maridos, el señor Leroy estaba a punto de caer, seguramente buscaban sacarle todo el dinero

Justificar el asesinato era mas fácil que buscar al criminal, no era que no pudieran identificarlo, incluso la policía ya lo sabía, pero de solo pensarlo sus cuerpos temblaban.

En medio del caos, un atractivo joven andaba por el lugar, su ropa demostraba que era un viajero, a pesar de querer pasar desapercibido sus rasgos se lo imposibilitaban.

Era como ver un fantasma, su piel blanca acompañada de una larga coleta de cabello de casi el mismo tono, además de esos ojos que podrían parecer del mas puro y peligroso metal.

— Tsk...tanto escándalo — Squalo no se consideraba alguien con una moral alta, pero por lo menos no era como esos pobladores, cuando pasó a lado de aquellas mujeres que criticaban a las víctimas, sintió la bilis ponerse a trabajar.

De un movimiento de su cadera desenvainó una espada ropera (2) la cual impacto en unos de los pilares en los que se recargaba una de las vecinas arrancando un grito a las mujeres.

— Oh, lo lamento, me pareciera haber oído una mosca, aunque parece que son mas — Sus ojos las analizaron de pies a cabeza.

Esa misma tarde el albino por fin pudo conseguir una posada en la cual descansar, su aspecto impedía que le hablaran, seguramente también pensaban que se trataba de alguna otra bestia que venia a hacerlos pagar.

En el restaurante por unas pocas monedas le dieron un tazón de sopa, pan y agua.

— Que basura...— por no decir otra cosa, ni siquiera un perro se comería eso.

— Deberías agradecer muchacho, la pesca no ha ido muy bien y la economía va en picada — la aguardientosa voz del cocinero fue la que le hizo alzar la mirada de su plato.

— El culpable es la bestia de Gévaudan(3) ¿no es así?— un mito que había llegado hasta sus oídos y razón por la cual estaba ahí.

— Exactamente, aunque aquí entre caballeros, las muertes no parecen hechas por una bestia devora hombres — de una mentira, la leyenda fue creciendo y causando fuerza, era por eso que nadie actuaba.

— Daré el beneficio de la duda

— ¿Creé en criaturas de esa naturaleza?

— El que no veamos algo no quiere decir que no lo conozcamos, sería egoísta pensar en que somos lo único en la tierra

El hombre se inclino invitando a que Squalo se le acercara.

— Será mejor que cuide lo que dice joven, las paredes tienen oidos y el cardenal no está de acuerdo con "seres del diablo"

Squalo rodo los ojos visiblemente molesto, no era la primera vez que se encontraba con gente de ese tipo.

— Lo tomaré en cuenta — de una vez bebió el contenido de su sopa y se puso en pie para colocarse su capa

— ¿¡Planea salir?! — el hombre escandalizado casi grita al ver como su cliente se encaminaba a la puerta.

— Me gustan las historias paranormales, asegúrese de que por lo menos mi cama sea mejor que esta sopa — dicho eso salio por la puerta cerrándola detrás de si mismo.

Las calles obscuras y sin tal cantidad de gente le daban un aspecto mas tétrico a esa pequeña zona costera. Los sonidos de sus pisadas eran lo único que se dejaba oír, por lo menos hasta que llego a la capilla del lugar, personas de todas las edades y clases sociales estaban reunidos ahí, desde fuera se podía escuchar ese murmullo que se logra al unir cientos de voces en oración

— Así que sólo se vale estar fuera si te vienes a encerrar aquí — Sonrió con ironía mientras pasaba por el frente y seguia si camino hasta donde en la mañana vio los cadáveres.

La sangre había sido tratada de limpiar, y aunque lo que quedaba eran rastros mínimos, para Squalo esto era pan comido, su sentido del olfato era abrumador y fácilmente pudo encontrar el rumbo de su origen.

El aroma lo llevo a las afueras de los suburbios, alguien o algo se había llevado la sangre impregnada.

Su paseo lo llevo a adentrarse en la naturaleza, el aire y sonido de las olas impactando le causaban una sensación de libertad abrumadora, y en esa paz pudo verla, a lo lejos cerca de una montaña, como un esqueleto abandonado se encontraba una mansión, a pesar del aura que la rodeaba era obvio que estaba ocupada.

— Así que...parece que las bestias ahora están domesticadas

En la mansión Roux, Xanxus miraba por la ventana, su vista estaba fija en algún punto de los árboles, como si algo desde ahí lo llamara.

Había dejado de crecer a la corta edad de 24 años, sus rasgos no cambiaron, su voz, su talla...absolutamente nada, a sus padres parecía no importarles mientras no les molestara y pudiera hacer su parte, pero él en el fondo sabía que algo estaba mal...¿quién demonios era?...o mejor dicho, ¿Qué era?
——————————————————
(1) Se lo suplico señor, deje que me vaya. No volveré a aparecer frente a usted.

(2) Hace referencia al tipo de espadas que solían portar los hombres cuando iban vestidos con ropa de civiles.

(3)Es el nombre histórico atribuido a un críptido devorador de hombres, semejante a un lobo, perro o perro lobo (la leyenda original lo sitúa en el siglo XVIII, lo tome prestado para este momento)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).