Vegeta se reincorporó lentamente, quedándose sentado en su cama.
- ¿pero que demonios? - se preguntó mirando a su alrededor - ¿como carajos llegué aquí?
De un rápido vistaso examinó la habitación, no parecía que alguien estuviera en ella además de él.
- ¡maldito Kakarotto! - exclamó de repente al recordar donde se encontraba antes de perder la conciencia.
Se levantó de la cama y salió de su habitación, regresaría a los calabozos para terminar con lo que había iniciado.
Nadie, absolutamente nadie trataba así al príncipe.
***
Apenas y sintieron que sus pies habían tocado el suelo, abrieron los ojos.
Nuevamente estaban en el castillo.
-Trunks, ¿sientes el ki de mi papá? - preguntó el pelipalmera de forma cautelosa mientras miraba a cada lado del pasillo donde habían aparecido.
- para nada. - le respondió negando mientras trataba de ver sobre la cabeza de Goten para ver si había alguien, y para su suerte nadie estaba cerca.
- ¿estará escondiendo su ki? - preguntó Goten preocupado.
- no lo se, tendremos que buscarlo.
El menor asintió y Trunks le devolvió el gesto, se soltaron de las manos y empezaron a correr por el pasillo, abriendo cada puerta con la que se encontraban para verificar que él pelipalmera no estuviera dentro.
Comenzaban a ponerse nerviosos y a correr más desesperadamente conforme recorrían el castillo sin encontrar señal de Goku, su ki se estaba descontrolando al sentir demasiada presión, es que no era posible, ¿donde se había metido Goku?
- ayyy, ¡no está por ningún lado! - exclamó el pelinegro colocando sus manos en cada costado de su cabeza - ¡¿por que tienen que tener un castillo tan grande?! ¡¡Ni siquiera tu casa tiene tantas puertas!!
-cálmate Goten, lo encontraremos - el pelilila cerró la última puerta que había abierto y camino hasta el menor, poniendo su mano en el hombro del azabache intentando tranquilizarlo - solo tendremos que preguntarle a alguien si lo ha visto.
- ¡¡ustedes!! - exclamó de repente una voz muy familiar para ellos.
Voltearon a donde provenía la voz y justamente donde doblaba la esquina del pasillo, se encontraba de pie el príncipe Vegeta, parecía estar adormilado pero aún así en cuanto vio a Goten todo rastro de sueño se esfumó de su rostro.
- ¿p-papá?- susurró nervioso el pelilila, viendo como los ojos del peliflama no se apartaban de Goten.
- tu... - murmuró Vegeta, aunque no los había visto antes, había escuchado tanto sobre ellos que no le fue difícil adivinar quiénes eran - ¡¿que hacen aquí?!
- ¡estamos buscando a mi papá! - exclamó Goten, retrocediendo un paso intuitivamente.
- no me digas - contestó mostrando una sonrisa falsa, avanzando dos pasos hacia el frente. - ¿de casualidad no es un imbecil que va por el castillo diciendo ser un saiyajin criado en la Tierra?
- ¡así es! ¡¿Donde esta mi papá?! - preguntó de nuevo el menor, ahora avanzado el paso que había retrocedido, había apretado los dientes molesto, algo le decía que el saiyajin se estaba burlando de el.
- ¿en verdad quieres saber? - preguntó y su sonrisa se agrandó aún más y acortó la distancia que lo separaba del menor.
- ¡Goten!
Él pelipalmera apenas y pudo reaccionar cuando de repente vio a Trunks frente a él.
Vegeta había intentado golpear a Goten en el estómago pero antes de que su puño llegara a su destino, el pelilila se había interpuesto en medio de ambos, recibiendo él el golpe.
- ¡¡Trunks!! - exclamó el pelinegro preocupado.
- no te preocupes Goten, estoy bien - respondió el pelilila mirando con una sonrisa a quien se suponía que era su padre - sus golpes duelen mucho menos que los tuyos.
- ¡grrr! ¡Gusano insolente! - exclamó el peliflama volviendo a levantar el puño, sintiendose humillado.
- solo mi padre es capaz de causarme algún daño, y tu no eres mi padre - murmuró Trunks deteniendo el golpe del peliflama con una sola mano - y nadie, nunca nadie le pondrá una mano encima a Goten.
- ¡ya basta! - gritó Vegeta al sentir como su puño era apretado por la fuerte mano del pelilila.
- ¡¿Donde esta mi padre?! - repitió Goten de manera seria, caminando por hasta quedar justamente al lado de Trunks, un leve sonrojo adornaba sus mejillas - ¡tiene que volver a casa!
- ¡ja! ¡¿Apoco crees que te lo diré insecto?! - preguntó el peliflama reprimiendo una mueca de dolor, la mano de Trunks había apretado aún más el agarre - ¡sueltame gusano! - intentó liberar su mano pero el pelilila no lo dejó.
- Trunks, no sabes como me alegro de que él no sea tu padre - murmuró Goten frunciendo los labios sin dejar de mirar al peliflama - aparte de ser débil es muy gruñón.
- ¡¿que dijiste sabandija?!
- si no nos dices donde esta el señor Goku te daremos una paliza - amenazó el pelilila frunciendo el entrecejo de tal modo que por un momento la imagen del rostro de Vegeta apareció en la mente de Goten.
- ¡primero muerto! - escupió el mayor sin titubear ante el dolor de su mano que comenzaba a expandirse por su brazo.
- está en los calabozos - dijo de repente Tarble.
El y Raditz habían acudido al escuchar los gritos.
- ¡cállate maldito mocoso! - le gritó Vegeta completamente furioso, mirando a su hermano con odio.
- ¿e-en los calabozos? - repitió Goten incrédulo, mirando al saiyajin de menor estatura, su rostro, que era amable a diferencia del resto de los saiyajin, hizo que confiara inmediatamente en él.
- en la mazmorras, a varios metros bajo el castillo. - respondió el peliflama menor, se había puesto nervioso ante la mirada de su hermano sin embargo hizo como si no lo hubiera visto.
- ¿que son de Kakarotto? - preguntó impresionado Raditz al ver como su príncipe era sometido con total facilidad por un mocoso.
- yo soy su hijo, ¿qué no es obvio? - preguntó el pelipalmera de manera irónica.
- ay no puede ser, más descendencia idiota - se lamentó el de cabellera larga - ¿y tu? - preguntó mirando al pelilila - ¿También eres hijo de Kakarotto?
- claro que no - negó Trunks aplicando un poco más de fuerza en su mano. Vegeta soltó un leve jadeó de dolor. - yo soy hijo de este - señaló con la cabeza al peliflama.
- ¿d-de mi hermano? - preguntó Tarble atónito - ¿enserió?
- así que eres mi tío, ¿eh?
-Trunks, mi papá - le recordó el peliflama - se suponía que teníamos que regresar rápidamente.
Trunks asintió - ¡tío! ¡Sujete a este débil bueno para nada! - exclamó.
- ¿que? - preguntó demasiado tarde Tarble, en cuanto el pelilila había dicho aquello, le había lanzado al peliflama.
- ¡sueltame imbecil! - exclamó Vegeta quejándose de dolor mientras se sobaba la mano.
- ¡cabello de princesa ayúdalo y sujetenlo fuerte por favor! - pidió Goten y miró a Trunks.
Ambos asintieron y en un abrir y cerrar de ojos se transformaron en súper saiyajin.
- ¡¡Haaaaaaa!! - exclamó el pelilila, una bola de energía surgió de su mano y fue disparada directamente al suelo.
***
- ¡¿pero que?! Esas energías... - Bardock detuvo su recorrido por el castillo y puso toda su atención en su rastreador.
Si, no había duda, eran ellos. Esa era la señal que su rastreador emitía cada vez que Goten y Trunks estaban de vuelta.
Seguramente habían venido a buscar a Kakarotto.
Y el seguía sin encontrar rastro de ninguna de las dos versiones de su hijo.
Un de sus premoniciones se había cumplido.
- mierda - gruñó y salió a toda velocidad hacia donde las presencias de los niños se encontraban.
***
-¡vamos Trunks! - dijo el pelipalmera y entraron por el hueco que el pelilila había hecho, repitiendo la misma acción en cada piso al que llegaban hasta llegar al último que los guiará hasta los calabozos.
- ¿s-son súper saiyajines? - preguntó sorprendido el menor - ¿q-que no eran sólo una leyenda?
- ¿me dijo cabello de princesa? - preguntó Raditz aturdido.
- ¡Suéltame Tarble! - gritó Vegeta tratando de liberarse de los brazos de su hermano.
- ¡ayúdame Raditz! - exclamó Tarble asustado haciendo todo lo posible para detener a Vegeta.
- ¡liberenme! ¡Es una orden! - grito el mayor de los hermanos.
- lo siento mi príncipe, pero la orden la dio su hijo, y es mi deber obedecer - respondió el de cabellera larga, tragó grueso y ayudo al menor a inmovilizar a Vegeta, aun sabiendo perfectamente que en cualquier momento el príncipe lograría escaparse.
- ¡ese bastardo no es mi hijo! - gruñó Vegeta casi gritando - ¡no es nada mío!
***
- aquí hace frío - murmuró Goten frotándose los brazos buscando calentarse un poco.
- acércate Goten - susurró Trunks jalandolo de la mano, rodeándolo con su brazo para abrazarlo - este lugar me da escalofríos...
Iban recorriendo las mazmorras, deteniéndose cada que se acercaba aún calabozo para verificar que Goku no estuviera ahí.
Cada que se adentraban aún más, la temperatura iba disminuyendo.
- que extraño, ¿para que tienen tantos calabozos si no tienen encerrado a alguien? - se preguntó Goten mirando a todos lados de forma cautelosa.
- seguramente no hay nadie que se porte mal... O quizás los aniquilan - respondió Trunks - Goten, regresa a tu estado base - pidió regresando a ser pelilila, lo último que querían era llamar la atención de alguien.
- pero voy a tener más frío - se quejó regresando sus cabellos a la normalidad.
- ¡ahí esta! - exclamó de pronto Trunks dejando de abrazar al pelipalmera para señalar una de las tantas rejas. - ¿por qué lo habrán metido a un calabozo?
- ¡¡papá!! - gritó Goten corriendo hacia donde el pelilila le había señalado, pero no más toco el frío metal de los barrotes, una corriente eléctrica lo sacudió por completo. - ¡aaaaaahhh!
- ¡¡Goten!! - exclamó Trunks empujando con fuerza al menor para apartarlo de las rejas, cayendo junto con el al suelo - ¿e-estas bien?
- si - murmuró sonrojado Goten mirando a Trunks, lo tenía encima, con ambas manos aún lado de su cabeza y con su rostro demasiado cerca del suyo - s-solo me dio toques.
- ¿toques? ¡Te quedaste pegado! ¡Te estabas electrocutando! - dijo Trunks preocupado, mirandolo fijamente a los ojos - ¡¿que rayos les pasa a estos saiyajines?!
- Trunks - jadeó tratando de quitárselo de encima - m-me estas poniendo nervioso.
- ¿te pongo nervioso? - preguntó el pelilila con una sonrisa juguetona, viendo como el rubor se extendía por todo el rostro del pelinegro - ¿por eso te ponías rojo?
- ¡levántate Trunks!
El pelilila no le hizo caso y bajó un poco más el rostro, casi rozando sus labios con los del menor, viéndolos fijamente, acortando aún más la distancia por cada latido acelerado que alcanzaba a escuchar salir del pecho de Goten.
Ya solo un par de milímetros faltaban para que juntaran sus labios...
Ansiando ese beso, la respiración de Goten se había detenido y sus pensamiento se había borrado de su mente...
- ¿Goten? ¿Trunks?
El pelilila se levantó rápidamente de encima de Goten y este se levantó del piso, avergonzados por que alguien los haya visto así.
- ¿papá? ¡Papá! - exclamó el pelinegro corriendo hasta las rejas.
- ¡Goten no! - gritó el pelilila alertando al menor, haciendo que este se detuviera antes de que volviera a tocar los barrotes.
- casi - suspiró el menor - ¡papá! ¿Por qué te metieron ahí?
- ¿que hacen aquí? - preguntó el pelipalmera acercándose a la reja.
- venimos por ti papá - dijo el menor - tenemos que regresar a casa.
- ¿que tiene en las manos? - preguntó Trunks mirando el dispositivo - ¿por que no se sale de ahí?
- ¿esto? - preguntó el pelipalmera sintiendo pesadumbre - se supone que sirve para que no use mis poderes y pueda salir de aquí.
- ¿quién te hizo eso papá? - preguntó el Goten preocupado.
- ¿quién? Vegeta. - contestó con voz lúgubre.
- ¿mí papá?
- no seas tonto, Trunks, tu papá no está aquí - le recordó el pelipalmera menor, sin apartar la mirada de Goku - perdóname papá, no sabía que ibas a acabar aquí, yo solo te quería ayudar...
- basta Goten - dijo el mayor conmovido, ver a su pequeño hijo de nuevo lo había alegrado un poco - ¿para que regresaron? Yo estoy bien, aquí... Aquí no le hago daño a nadie. - murmuró bajando la voz. Ya eran dos las veces que había perdido el control.
-pero papá, todos en casa te están esperando - los ojos de Goten comenzaron a cristalizarse - Gohan te estuvo buscando, la señora Bulma, Trunks y yo, inclusive el señor Vegeta... El quiere que vuelvas a casa.
- esto se abre con una clave - murmuró Trunks haciendo caso omiso a los otros dos, examinando el mando que abría y cerraba las rejas, oprimiendo botones al azar.
- ¿Vegeta? - preguntó incrédulo el pelipalmera, por un momento pareció que la alegría que tanto lo caracterizaba había regresado.
- en casa están sucediendo cosas muy extrañas - continuó Goten - una presencia muy parecida a la tuya apareció y nadie sabe quien es, solo sabemos que tiene la esfera del dragón de cuatro estrellas.
- la esfera de mi abuelito - murmuró Goku abriendo los ojos atónito - pero eso no es posible, yo me la traje...
- lo sabemos, la bruja nos lo mostró.
- ¡demonios! ¡Tengo que salir de aquí! - exclamó Goku golpeando con sus manos los barrotes, recibiendo a cambio una descarga eléctrica.
- ¡¡Papá!!
- esta tecnología es muy básica - dijo Trunks casi sintiendose decepcionado al descubrir como funcionaba la cerradura - hmp... Supongo que bastará con eso... - con un dedo señaló el teclado para introducir la clave y con un rayo de poder lo destruyó.
- ¿que hiciste Trunks? - preguntó Goten - ¡ya lo destruiste!
- esa era la idea - respondió con una sonrisa, acercándose a los barrotes para tocarlos.
- ¡te va a dar toques! - exclamó Goten, quedando sorprendido cuando la mano del pelilila se cerró en uno de los barrotes sin recibir ninguna descarga.
- ¡atrás!
Goku retrocedió imaginando lo que el pelilila haría y Goten cubrió su rostro con sus manos.
- ¡big bag atack! - exclamó Trunks y una ráfaga de ki salió de su mano.
Eso basto para destruir la reja.
- ¡¿porque usaste ese ataque?! - gritó Goten abanicando con sus manos para alejar el polvo de su rostro. - ¡pudiste hacer que todo se nos viniera encima!
- pero no lo hizo - respondió con una sonrisa arrogante entrando a la celda.
- no te creas mucho Trunks - murmuró el menor siguiéndolo.
- ¿que es exactamente lo que trae en las manos? - preguntó el pelilila examinando las esposas que Goku traía en las manos.
- no lo se, no puedo usar mi poder... Es como si esto absorbiera mi energía. - contestó, mirando curioso como Trunks trataba de abrirlas.
- la tecnología de mi mamá es mucho mejor - dijo y usando ambas manos rompió las esposas - por lo menos mamá es capaz de hacer que las cosas resistan a los poderes de papá.
- gracias Trunks - dijo Goku moviendo sus manos de forma circular para recuperar la movilidad.
- papá, ¿por qué aquí hay trozos de tu pantalón? - preguntó Goten con el entrecejo fruncido levantando del suelo pedazos de tela color naranja.
- Vegeta... Por nada, no creo que deba contártelo... O al menos no ahora - dijo pero al ver la mirada que Trunks le dirigía añadió - no te preocupes, no pasó nada.
- vaya, creo que no fue necesario apuntarles la contraseña en la pared - dijo sarcásticamente Tarble llegando acompañado de Raditz y Bardock. - al final destruyeron toda la celda.
- sabía que su estupidez lo iba a cegar y no lo iba a ver - dijo Raditz deslizando su mano por su rostro.
- ¿Donde está mi padre? - preguntó Trunks al ver que ya no tenían sujeto al peliflama.
- se cansó de resistirse y se fue a dormir - respondió Bardock encogiendose de hombros.
- ¿la cola? - preguntó Goku mirando a su padre y este solo asintió.
- tenemos que irnos - recordó Goten mirando a Trunks.
- ¿se van? - preguntó el de cabellera larga - ¿también este? - señaló a Goku.
- algo está pasando, ¿cierto? - preguntó Bardock dándose cuenta de la preocupación de los rostros de ambos niños.
- si, el señor Piccoro nos mandó por mi papá, nos dijo que lo trajeramos pasara lo que pasara - contó Goten - por eso nos tenemos que ir ya.
- ¿Piccoro? - preguntó sorprendido Goku.
- también fue el señor Vegeta, el me pidió que te trajera de vuelta - Goten sonrió y Goku le devolvió una débil sonrisa. - hay un ki bastante parecido al de mi papá pero todos están preocupados por que ese ki es maligno.
- es Kakarotto - murmuró Bardock y todos lo voltearon a ver - lo se por que yo lo vi.
- Goten, ya perdimos demasiado tiempo - dijo el pelilila angustiado.
- nos tenemos que ir - dijo Goten - nos vemos luego.
- yo iré con ustedes - se apunto Bardock - su planeta será destruido en muy poco tiempo si no detienen a Kakarotto.
Goku asintió.
- ¿por qué va destruir la Tierra? - preguntó Goten frunciendo el ceño - si no hemos hecho nada malo.
- tsk - Vegeta apareció cruzado de brazos, chasqueando la lengua - que te importa, dense prisa, yo mismo traeré a Kakarotto.
- ¿q-que no se supone que estabas inconsciente? - se preguntó asustado Tarble.
- tu - el ceño de Goku se frunció al ver de nuevo al príncipe.
- no hay tiempo Kakarotto - le recordó Bardock.
- que no me llamo Kakaratto, mi nombre es... - soltó un suspiro, cansado de repetir lo mismo - Argg, ya no importa - dijo sin dejar de mirar al peliflama.
- díganle al rey Vegeta sobre la situación - le pidió Bardock a Raditz y Tarble - que este preparado para evacuar el planeta en caso de ser necesario.
- ¿que? No creo que sea para tanto - respondió Raditz.
- ¡solo hazlo!
- sujetense de mi - pidio el pelilila configurando la muñequera para retroceder el tiempo.
Goten tomó la mano del pelilila y Goku puso su mano en el hombro de su hijo, mientras que Bardock posó su mano en la cabeza del pelilila.
- no te atrevas a tocarme - amenazó Goku al ver que el peliflama todavía no se había sujetado de alguno.
Vegeta trago grueso pero supo ocultar el miedo que aquellas palabras le habían infundado, y terminó por sujetarse de Bardock.
- cierren los ojos - avisó Trunks - es para evitar las náuseas.
- a mi nadie me da órdenes - gruñó el peliflama haciendo caso omiso a la sugerencia del pelilila.
- seguramente no cerraste los ojos, ¿verdad? - preguntó Bardock con el ceño fruncido mirando a su hijo alterno, recordándole que había quedado inconsciente cuando llegó.
- ¿tenía que cerrar los ojos? - preguntó Goku rascándose la mejilla mientras sonreía y Bardock se sorprendió.
En el poco tiempo que Goku había estado ahí nunca lo había visto sonreír de esa forma tan natural.
- ¡me saludan al abuelo de Trunks! - exclamó Goten despidiéndose con una mano de los otros dos.
- ¡¡Cierra los ojos Goten!! - le reclamó el pelilila.
- ups, perdón. - Goten imitó a la perfección el gesto que Goku había hecho momentos a atrás.
Bardock sonrió disimuladamente mientras cerraba los ojos, jurandose así mismo cambiar el destino del planeta de Goten y Goku.
- a la una... A las dos... ¡Y a las Tres! - avisó Trunks y oprimio el botón rojo de su muñequera.
- ¡adiós cabellos de princesa! - exclamó Goten de último momento, abriendo solo un poco los ojos para poder ver por última vez tanto a Tarble como a Raditz.