Un rayo partió el cielo.
La pelinegra se levantó del sofá donde se encontraba llorando cuando escuchó el estruendo, haciendo que se sobresaltara por tan inesperado susto.
Se levantó del sofá, y aún sin prender luces se asomó por la ventana, dándose cuenta de que había comenzado a llover.
Quiso regresar a llorar a su lugar pero una sombra el dejo de piedra.
Se tallo los ojos para retirar todo rastro de lágrimas de ellos.
Era real lo que veía.
Estaba completamente segura de que reconocería en cualquier lugar y en cualquier circunstancia aquella sombra con cabellera alborotada.
Ahora la pregunta era, ¿qué hacía Goku ahí?
¿Venía a hacer las paces con ella? ¿A pedirle perdón? ¿A recuperar su relación?
O en el peor de los casos... ¿a asesinarla?
El recuerdo del pelipalmera apunto de matar a todos paso por su cabeza.
Trago grueso asustada.
Fue hasta la cocina y tomó una sartén, caminó hasta la puerta y se colocó detrás de ella, esperando a que en cualquier momento "Goku" entrara a la casa.
En absoluto silencio, esperó hasta que una sombra se pudo percibir por la ventana por donde ella vio al pelipalmera.
Una gran luz alumbró toda la casa y antes de que ella supiera de que se trataba, la mitad de su casa quedo hecha escombros, asustandose al no esperarse eso.
- ¡¡AAAAAAAAAAAAAAHH!! - su grito irrumpió con la tranquilidad del bosque que la rodeaba y el agua de la lluvia comenzó a colarse por la parte destruida, comenzando a mojar su piso y muebles que quedaron al descubierto; y el sonido de unos pasos firmes pisar el agua la hicieron arrepentirse de no haber podido callar. - ¡¿qué haces aqui maldito?! - preguntó ya resignada, sabiendo que con o sin su grito, seguramente Goku ya se hubiera percatado de su presencia.
Y momentos después, el perfil completo del pelipalmera se hizo evidente. pero había algo inusual, algo era distinto y quizás por la poca luz que la tormenta dejaba ver no supo que.
- ¡¿qué haces aqui Goku?! ¡¿vienes a matarme?! - preguntó tratando de no mostrarse asustada, logrando que su voz sonara tan mandona como siempre - ¡¡largo de mi casa!!
- ¿Goku? - preguntó aquella voz proveniente de la silueta del pelipalmera, el blanco de sus dientes que su sonrisa mostraba destacó en la penumbra de la noche.
Y Milk lo supo, ese no era Goku.
- tu no eres Goku... - murmuró la pelinegra frunciendo el entrecejo tratando de ver bien el rostro del saiyajin tan parecido a su ex-esposo.
- no, ¿que demonios es este lugar? - preguntó sacudiéndose de encima toda el agua que había quedado estancada en sus cabellos - ¿donde esta el planeta Vegita?
- ¿p-planeta Vegita? - preguntó la mujer confundida, agarrando con fuerza el maso de la sarten, preparada para utilizarla en cualquier momento.
- alguien viene acercándose - gruño Kakarotto cuando su rastreador emitió una señal, dejandolo sorprendido al ver las cifras que este marcaba - dime que sabes y de donde conoces a ese tal Goku - exigió saber con la voz atropellada, esa presencia lo había puesto algo nervioso.
- ese maldito es mi... fue mi esposo y este es el planeta Tierra, no el planeta del estúpido de Vegeta - respondió la mujer dando un paso atrás.
- con que estoy en el planeta Tierra, el lugar de donde es ese malnacido - murmuró asombrado mientras veía la palma de su mano donde tenía el dispositivo, en la otra tenía la esfera del dragón de cuatro estrellas - con que para esto sirves... ¿por qué dijiste que ese tipejo veía a matarte?
- por qué si - respondió la mujer con su voz altanera - ¡¿y tu de donde conoces a Goku?
- digamos que tuve la "fortuna" de conocerlo - comentó con sarcasmo - y gracias a esa fortuna es que quiero vengarme de él.
- eso es imposible, ese imbecil es capas de desaparecernos con una sola mano - refutó Milk un poco sorprendía. - ...no sabes como me gustaría desquitarme de él.
- lo sé, ese imbécil es demasiado poderoso, de ninguna manera tengo oportunidad con él - masculló cerrando la mano con la esfera del dragón con fuerza. - aunque si necesitas ayuda cuenta conmigo - respondió recordando algo que le sería de bastante utilidad.
A Kakarotto lo habían corrido de su planeta por, según lo que supo, haber engañado a su mujer.
Y algo le decía que la ex-esposa de su contra parte le tenía tanto odio o incluso hasta más de lo que él mismo le tenía a Goku.
La mirada de Milk se centró en la esfera, apenas reconociendola en la penumbra y una idea cruzo por su mente... Utilizar a aquel extraño para vengarse de Goku.
- hay una forma - respondió la mujer sonriendo sin apartar la vista de la bola. - Sheng Long.
- ¿que dijiste terrícola?
- la esfera que tienes en la mano, reuniendola con las otras seis son capaces de cumplir cualquier deseo.
- ¿esto? - preguntó levantando la esfera - interesante...
- te ayudaré solo si me aseguras que usarás las bolas del dragón para deshacerte de Goku.
- ¡ja! No necesito que una simple humana como tu me lo ordene, me vengaré de Goku de todas formas... - sonrió y la pelinegra le devolvió la sonrisa, pero esta se desvaneció en cuanto la lectura de su rastreador se volvió a activar - alguien está afuera.
- ¡¡¡Mamaaaá!! - se escuchó que llamaron a la mujer.
- ¿Gohan? - preguntó la pelinegra en susurro, cayendo en la cuenta de que fue su grito quien llamó la atención de su hijo.
- ¿lo conoces? - preguntó Kakarotto mirando a Milk, arqueando una ceja.
- es mi hijo... Esta es nuestra oportunidad para obtener las esferas del dragón - la sonrisa de la mujer creció aún más aunque no estaba segura de si podría manipular a Gohan... No después de que la hubieran desmentido.
- ¡¡¡Mamá!!! ¡Ohh por Kamisama! - exclamó Gohan espantado al ver las ruinas de su antigua casa - ¡¡¡MAMÁ!!!
Rápidamente, la mujer camino hasta el pelipalmera y se tiró al suelo, quedando de tal manera como si la hubieran doblegado.
- ¡G-Gohan! - exclamó la mujer de forma entrecortada y lastimosa.
- ¿pero que demonios estas haciendo? - preguntó el pelipalmera alejándose de la mujer haciendo una mueca de asco.
- ¡shh! Sigueme la corriente, el nos puede conseguir las esferas del dragón - lo silencio la pelinegra esperando a que el híbrido se hiciera presente en cualquier momento.
- ¡¡¡Mamá!!! ¡¡¿Me escuchas?!!
- a-ayúdame Gohan - masculló la mujer.
No pasó mucho cuando, alumbrado por una esfera de ki, Gohan entró por el hueco de la destruida casa, pasando por encima de los escombros.
- ¡Mamá! - exclamó Gohan corriendo rápidamente hacia su madre pero antes de arrodillarse junto a ella se percató de la presencia que lo había atraído hasta allí - ¡¿Papá?!
- G-Gohan, e-el no es tu padre... Ayúdame... - suplicó la mujer entrecerrando los ojos cuando la luz de la bola de ki la encandiló.
Y para cuando Milk le dijo eso, Gohan ya se había percatado de ello.
La armadura saiyajin y el rastreador que portaba el pelipalmera delataba que aquel sujeto no era su padre.
- ¡aléjate de mi madre maldito! - exclamó Gohan pero la estridente risa que soltó el saiyajin le erizo la piel... No solo la armadura, incluso hasta la risa y las facciones más toscas de Kakarotto le decían que por más que se pareciera a Goku no debía de fiarse.
- a ver mocoso - se burló Kakarotto arrodilladose ante la mujer antes que el híbrido.
Lo gracioso de aquello era que Gohan solo era un par de años menor que él.
- ¡no la toques! - gritó Gohan al ver como una de las manos de Kakarotto se extendía hasta el rostro de la pelinegra.
- G-Gohan... E... él quiere las esferas del dragón - jadeó la pelinegra comenzando a llorar - p-por favor... No dejes que me m...maté...
- te mataré de cualquier forma si no las consigo - respondió Kakarotto tomando en una sola mano la esfera del dragón y la muñequera para viajar en el tiempo, teniendo así la otra libre para poder iluminarse el rostro a la mujer con una poderosa esfera de ki.
El rostros de Gohan se distorsionó al ver con más detalle el rostro de su madre, sus ojos abierto e inundados de terror, su rostro bañado en lágrimas llegando a mojar el suelo donde se encontraba tirada y su boca desencajada en un grito silencioso fue demasiado para el.
- ¡¡Gohan!! - gritó de forma desgarradora Milk.
- ¡¡no lo hagas!! ¡Mi madre no tiene nada que ver en esto! Yo... ¡Yo te daré las esferas del dragón! ¡Pero deja a mi madre! - gritó viendo como el tamaño de la esfera crecía cada vez más. - ¡¡¡no la mates!!!
- entonces en cuanto me las entregues yo te entregaré a esta terrícola - respondió Kakarotto sonriendo, sin poder creer lo rápido que habia cedido el híbrido - eres un saiyajin, ¿o me equivoco? Seguramente cuentas con la fuerza suficiente para conseguirlas.
- ¡Gohan! ¡Haz lo que te pide! - suplicó la mujer ignorando el verdadero sufrimiento que Gohan estaba viviendo.
- mamá, por f-favor, no te mueras - pidió casi como una suplica el menor, Kakarotto observo la esfera que traía y se la arrojó a Gohan, y este sin perder tiempo, atrapó y salió volando lo más rápido que podía, dejando atrás a la mujer que le dio la vida, esperando encontrarla con vida a su regreso.
-ojala que te mueras Goku - maldijo Milk por lo bajo, poniéndose en pie cuando su hijo se marchó, limpiado las improvisadas lágrimas que se deslizaban por sus mejillas - ¡por tu maldita culpa perdí a mi hijo! ¡te odio! ¡te odio Goku! ¡odio todo lo relacionado contigo y si pudiera te mataría con mis propias manos! ¡maldito desviado! ¡arruinaste a mi familia y ahora yo buscare la forma de arruinarte a ti! - el volumen de su voz aumentó tanto que si Gohan no hubiera estado ya demasiado lejos la hubiera escuchado.
- ¿necesitas ayuda para vengarte verdad? cuenta conmigo terrícola - respondió Kakarotto satisfecho, sin poderse creer lo fácil que hacía sido manipular al hijo de su contra parte y lo fácil que sería manipular a aquella mujer cargada de oído.
Por qué a pesar de todo, lo que más le había dolido a Milk era haber perdido la confianza de su hijo...
***
Milk entre abrió los ojos mientras unas genuinas lagrimas se delizaban por su rostro y desde donde se encotraba tirada pudo escuchar el deseo de Kakarotto y los gritos dirigidos hacia Trunks para evitar que le entregara las esferas.
Y claramente pudo ver como este desaparecia junto al príncipe que había chantajeado a su hijo menor para obtener lo que en un principio ambos querían...
- ¿p-por que? - murmuro sintiendo sus parpados pezados - ¿p-por que acabar con la vida de todo el planeta? G...G-Goku has algo...
El cielo comenzó a oscurecerse y antes de que la pelinegra quedara completamente incosiente, una sonrisa se dibujo en sus labios.
El planeta tierra había sido destruido pero antes de ello, Goku había alcanzado a usar la teletrasnportacion, llevándose consigo a Vegeta, Gohan, Bardock, Bulma, Goten y Trunks.
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