La vida en la Tierra continuó tal cual como si nada de eso hubiera pasado.
Y a pesar de que Goten y Trunks tenían permiso de seguir visitando a los saiyan del planeta Vegita, ninguno de los dos se sentían capaz de regresar, no después de todo lo que había pasado.
Milk había decidido alejarse de todos y regresó a la montaña Frypan, donde aún vivía su padre. Ni siquiera se había despedido de sus hijos, ya había sido demasiado el daño que había causado. Simplemente en cuanto volvió a la vida se fue, arrepentida de todo, y agradecida con Goku por enmendar los errores de ella.
A pesar de que ambos hermanos extrañaban a su madre, ambos continuaron con su vida, pendientes, cada que tenían oportunidad, del ki de su madre, eso era lo mejor para todos, sobretodo para Gohan, quien a pesar de haberla perdonado prefería mantener su distancia.
Había hecho las pases con su padre pidiéndole perdón por todo, recibiendo una sonrisa de felicidad y un fuerte abrazo por parte de Goku. El que hubiera estado con él hasta el final había sido más que suficiente disculpa para él. Regresó a su casa con Videl y solucionó las cosas con su maestro, poniéndolo al tanto de todo.
Y como la casa en la montaña Paoz había sido destruida, Bulma le había regalado una casa/cápsula para que Goku y Goten no tuvieran que vivir a la interperie.
Pero a pesar de todo lo que había pasado, Goku y Vegeta no se habían vuelto a ver.
- papá, ¿por qué no vas a buscar al señor Vegeta? - preguntó Goten al ver cómo con el pasar de los días, su padre comenzaba a desesperarse.
- por qué... Por qué no sabría qué decirle - confesó el mayor mirando el techo de aquella casa, tirado en el suelo.
- yo iré a ver a Trunks en un par de minutos - comentó Goten - si vienes conmigo quizás podrás hablar con su papá.
- ¿es difícil? - preguntó Goku de repente y Goten frunció el ceño sin entender a qué se refería - Trunks y tu...
- pues veras... - el rostro del menor se iluminó al recordar al pelilila, sus ojos brillaron y una sonrisa se dibujo en su rostro, aquel gesto decía más que mil palabras.
- ya veo - contestó Goku sonriendo, esa genuina felicidad fue suficiente para saber que su hijo era feliz.
***
Vegeta soltó un pesado suspiro y con una pequeña pero potente esfera de ki, destruyó el último robot que daría por concluido su entrenamiento.
Últimamente pensaba mucho en el pelipalmera y eso no le sorprendía, aún tenía que aclarar muchas cosas con Goku.
Pero a pesar de haber sido él quien dio el primer paso aquel día en el que todo comenzó, este parecía evitarlo todo el tiempo.
Por eso le sorprendió cuando apareció frente a él.
El silencio ahogó la paz y tranquilidad de la cámara de gravedad, volviendo el ambiente algo incómodo.
- ¿Vienes a entrenar? - preguntó el peliflama arqueando una ceja al ver que el otro no se atrevía a hablar, solo lo miraba fijamente poniéndolo algo nervioso.
Los ojos de Goku estaban clavados en el otro mientras admiraba cada detalle que adornaba el rostro del peliflama, desde la más pequeña cicatriz hasta las gotas de sudor que se deslizaban por su frente. Su ceño fruncido era lo que le daba aquel aire de superioridad y sus labios... Parecían aspirar todo el aire que sus agitados pulmones, por el entrenamiento de hace poco, buscaba.
Tragó grueso, sintiendo como sus labios ansiaban los del otro, por que desde que probó su sabor no lograba quitarse esa idea de la cabeza.
Un fuerte golpe en la espalda por parte de Vegeta lo hizo volver, y intuitivamente regresó el ataque, comenzando de esa forma un entrenamiento improvisado que, esperaba, le ayudara a descubrir que era lo que Vegeta pensaba.
Cosa que también pensó Vegeta.
No pasó mucho tiempo para que aquel entrenamiento casual se convirtiera en una ardua pelea donde ambos comenzaban a molestarse por no conseguir nada.
De un momento a otro Goku usó su nueva transformación al sentirse acorralado por el mayor, alejandole lo suficiente para poder regresar a su estado base.
- y de nuevo me vuelves a superar por mucho - dijo Vegeta sin mostrar molestia alguna por ese evidente hecho, aterrizó en el suelo de la máquina y el también regresó a su estado base, mientras ajustaba la gravedad a la normalidad.
- por más que lo intento no logro saber que piensas - masculló Goku frunciendo el ceño mientras bajaba el rostro.
- ¿que dices? - preguntó Vegeta arqueando el rostro al no entender las palabras del pelipalmera.
Goku suspiró y miró de reojo al mayor, relajando su cuerpo al darse cuenta de que se había tensado.
Y cuando Vegeta menos se dio cuenta, se encontraba acorralado en el frío metal con el que estaba construida su máquina de gravedad, sintiendo un escalofrío recorrerlo por completo, mezcla de sentir frialdad en la espalda y estar tan cerca del otro.
Goku se inclinó solo un poco y con desesperación reclamó los labios del peliflama, tratando de borrar el recuerdo de aquellos besos que nunca consiguieron ponerlo de esa forma.
Vegeta enrollo sus manos en el cuello del menor para profundizar ese beso que comenzaba ponerse demasiado húmedo por la saliva que se iba acumulando en las lenguas de ambos, buscando escapar por la comisura de los labios de ambos.
Su rostro se había sonrojado y unas lágrimas involuntarias comenzaron a brotar de manera disimulada, podía sentir como la entrepierna del menor se clavaba en su pierna y como sus gemidos eran ahogados en sus bocas.
Las manos de Goku comenzaron a acariciar la piel sudada y caliente del mayor, retirando la ropa conforme sus manos pasaban por debajo de ella, deslizándolas por los tonificados músculos del peliflama.
Se separaron un poco viéndose fijamente a los ojos sintiendo la respiración agitada del contrario golpear sus rostros, el único hilo de saliva que aún los conectaba despareció cuando Vegeta comenzó deshacerse del gi naranja de Goku.
La tela estorbosa desapareció y sus pieles se tocaron directamente, sintiendo como quemaban con el contacto del otro.
Sus labios se volvieron a unir volviendose más brusco y salvaje que el anterior, los dientes del menor se clavaron en el labio del mayor hasta hacerlos sangrar, provocado que Vegeta soltara un leve quejido que pareció ser mezcla de la exitacion y la mordida inesperada que recibió.
La boca de Goku dejó los hinchados labios del peliflama y comenzó a marcarle con sus dientes el cuello, bajando por el hasta llegar a su pecho, donde sus mordidas fueron reemplazadas por lengüetasos y besos hasta que llegó a los pezones, turnandose para darle atención a ambos, chupandolos de manera desesperada hasta ponerlos duros,
La boca de Vegeta dejaba escapar aquellos sonidos tan vergonzosos que no podía callar, ¡¿por que Kakarotto lo estaba torturando de aquella manera tan deliciosa y placentera?!
La cola de Vegeta se deslizaba entre los abdomenes bien marcados y fieramente trabajados, deteniéndose cuando sin avisar, la de Goku se introdujo entre su trasero, frotándose mientras buscaba dilatar su entrada.
Sus mejillas se tiñeron de un potente color rojo cuando por fin la sintió dentro de él, moviéndose en círculos mientras su espalda se arqueaba a la vez que su propia cola se erizaba.
Estaba al límite y lo sabía, sus pezones seguían siendo atacados sin piedad, su entrada era penetrada velozmente y su respiración se volvió más rápida, sus jadeos eran capaces de ser escuchados en toda la máquina de gravedad.
Como nunca antes estaban conscientes de la adrenalina y exitacion de la que ambos eran presas.
La cola de Goku salió cuando sintió como era apretada, obligandolo a soltar un gemido de placer, su abdomen se había manchado de ese liquido espeso y blancuzo que era la esencia del peliflama, siendo recogida parcialmente por su cola, introduciendose en su propia boca para probar el sabor del mayor.
De un rápido movimiento ambos acabaron en el suelo, con Goku arriba de Vegeta, levantandole una pierna para penetrarlo con su palpitante miembro, soltando un gruñido de placer, provocando que una nueva ereccion apareciera en la entre pierna del mayor.
Una estocada en un punto exacto dentro de Vegeta hizo que un genuino gemido escapara de sus labios, seguido de muchos otros que eran provocados por esa misma acción por parte del pelipalmera, y sintiendose incapaz de callar, enredo sus manos en los cabellos del menor y acercó su rostro para sellar sus labios, saboreando su propio sabor.
La pelvis de Goku chocaba con demasiada fuerza contra el trasero del príncipe, sintiendo su piel enrojecer por las estocadas que daba.
El aire se había vuelto demasiado pesado, era como si alguien hubiera encendido la gravedad de la máquina y la estuviera aumentado conforme iba aumentando el sonido de sus pieles sudadas chocar, incluso hasta el ruido de sus lenguas pelear entre su saliva se alcanzaba a escuchar, aumentando el lívido de ambos hasta llevarlos a la cima del clímax.
Sus colas se enroscaron y en perfecta sincronización ambos se liberaron, Goku llenado el interior del peliflama y este de nuevo entre sus abdomenes.
La respiración de ambos era acelerada y sus corazones agitados era el único sonido que quedó cuando el menor salió del mayor, quedando recostado encima de él.
No pasó mucho tiempo para que ambos cayeran dormidos, completamente exhaustos.
***
- ¡cállate! ¡Tu no sabes por todo lo que hemos pasado para tener este poder!
- ¡hajajajajajajaja! no me salgas con esas idioteces, eso del corazón puro no tiene nada que ver con el poder - el peliflama burló a mandíbula abierta - si tu mismo acabaste con todos los habitantes del planeta Arlia.
-¿Q-Qué? - preguntó el pelipalmera deteniendo sus forcejeos.
-todo por no dejar que el insecto de tu hermano y la sabandija del mio se ensuciaran las manos de sangre.
[...]
-¿que acaso no sientes nada por el? - le preguntó Goku sin poder creer lo despiadado que era Vegeta.
-¿sentir? ¿Así como sentimientos? ¡Jajajajajajajajaja! A nosotros los saiyajin nos une algo más fuerte que sentimientos innecesarios - su gesto se endureció - el sexo es solo una forma para liberar toda aquella exitacion y adrenalina que en cada momento nos embriaga a la hora del pelear.
-¡no te creo! ¡Yo nunca haría algo así!
- eres un saiyajin estúpido, ¿qué acaso nadie te ha dicho que esa es la razón por la estas vinculado a otro saiyajin?
Tu, Kakarotto, estas vinculado conmigo.
- Kakarotto...
- mentira... - masculló el pelipalmera mientras se movía demasiado.
- despierta Kakarotto - murmuró confundido Vegeta sacudiendo a Goku, ¿acaso estaba teniendo una pesadilla?
- ¡apártate! - grito cerrando los ojos con fuerza, abriéndolos segundos después - V-Vegeta - murmuró al sentarse de golpe, su propio gi cayó en sus piernas, al parecer había servido para tapar su desnudez mientras dormía.
Vegeta, ya vestido con sus propias ropas, observó todas las reacciones del pelipalmera, viendo como sus ojos desorbitados mostraban sus pupilas completamente dilatadas.
- ¿estas bien? - preguntó sin poder ocultar su preocupación por el menor.
- Vegeta... ¿Qué sientes por mi? - preguntó directamente sintiendose desesperado por saber la respuesta del peliflama.
- ¿Q-que? - preguntó Vegeta al no esperarse aquello.
- ¿que sientes por mi? - repitió mirando fijamente los ojos de Vegeta.
- ¡¿que no es más que evidente?! - preguntó desviando el rostro mientras un leve sonrojo aparecía en sus mejillas.
- el otro Vegeta me dijo que los saiyajin no son capaces de sentir algo por nadie - confesó el menor esperado que el otro le respondiera - yo fui criado de una manera diferente a la tuya... No puedo saber si es verdad todo lo que dijo.
- ¿y acaso importa? - preguntó Vegeta viendo cómo la mirada del pelipalmera se clavada en el suelo - si yo no tuviera sentimientos créeme que no trataría de ser un buen padre para Trunks.
- lo sé - murmuró Goku decaído, insatisfecho por la respuesta del mayor - cuando te dije que me gustabas, que estaba enamorado de ti... No lo dije como un saiyajin, si no como un terrícola.
- lo se Kakarotto - respondió Vegeta soltando un suspiro - ahora ambos somos terrícolas.
- ¿entonces? - preguntó Goku.
- vístete Kakarotto, me distraes - ordenó y se dio la vuelta, caminado a la puerta de la máquina de gravedad, dejando solo a Goku, más confundido que antes. - además quiero ir a Namek, quiero pedir un deseo y tu teletransportacion será de utilidad
***
- gustar, enamorar y amar son tres cosas muy diferentes.
- ¡ya lo se! ¡Lo tengo bastante claro!
- pero eso no significa que en los tres no puedas sentir placer.
- ¡eso también lo sé! ¡Se claramente lo que siento! ¡Que ese idiota se haya perdido por días me dejo muy en claro lo que sentía!
- ¿entonces que harás Vegeta?
- no lo se Bulma, en estos momentos Kakarotto esta dentro de la máquina de gravedad, esta esperando una respuesta.
- lo que espera Goku es que no pienses ni como un saiyajin ni como un terrícola, seguramente espera que seas sincero.
***
- Trunks... ¿Qué se siente morir? - preguntó Goten sentado junto al pelilila en el techo de la Corporación Capsula, mirando el atardecer. Su piel se erizo al recordar ese momento, a pesar de que todo estaba bien entre ellos, ninguno se había atrevido a tocar ese tema.
- es la segunda vez que muero - murmuró el pelilila mirando hacia la nada - pero a diferencia de cuando morimos por culpa de Majin Buu, esta vez no estaba en un lugar en específico.
- ¿como? ¿No fuiste al paraíso? ¿Ni siquiera por cinco minutos? ¿Fuiste al infierno? ¡¿Por qué?! - preguntó confundido Goten mientras fruncia el ceño.
- era como si prácticamente estuviera en la nada o peor - un escalofrío lo recorrió por completo al recordar esa sensación de no pertenecer a nada - estaba todo oscuro y claramente podía escuchar como me llamabas... Como llorabas mi nombre.
- ¿Q-que?
- ni muerto me vas a dejar en paz - dijo y una sonrisa se dibujo en su rostro - estaré condenado eternamente al limbo por tu culpa.
- Trunks... No te vuelvas a morir - su mano buscó la del pelilila y su cabeza se apoyó en su hombro.
- Goten, te quiero - murmuró acariciando con su pulgar la mano del pelinegro, observando juntos como el sol se ocultaba lentamente en el horizonte.
***
Goku salió de la cámara de gravedad ya vestido y con la expresión seria, preguntándose donde estaría Goten y si no sería mal momento para irse, después de todo había llegado junto con Goten así que se irían juntos.
Además podría aventajar la búsqueda de las esferas del dragón de Namek, después de todo el también tenía que pedirles un deseo y no estaría en paz consigo mismo si hasta que no lo cumpliera.
- Kakarotto - llamó el peliflama al verlo salir.
- ¿que sucede Vegeta? - preguntó viéndolo de manera recelosa.
- ¿que es lo que sientes exactamente? Y no me refiero a nada de lo que pasó haya adentro - aclaró desviando el rostro a la vez que se cruzaba de brazos.
- eso fue lo que yo te pregunte a ti - respondió frunciendo el ceño - y aun no me has contestado.
- lo que pasó allá adentro tenía que pasar en algún momento y no te puedo asegurar que no se va a volver a repetir, ambos necesitamos eso - murmuró bajando el rostro avergonzado... De haber sabido que al final del cuentas iba terminar siendo penetrado por una cola no se hubiera portado tan reacio cuando su propia cola quiso entrar en el.
- lo se, algo de eso me explicó mi padre - respondió Goku murmurando - pero no me quejo, me sentí como nunca me había sentido con Milk.
- eres un estúpido, una sabandija, un insecto, un imbecil, un idiota, un cabeza de alcornoque y todo lo que tu quieras ser - respondió con voz burlesca viendo como el ceño de Goku se fruncia aún más - si estuviera enamorado de ti yo no vería todos tus defectos.
- ya me quedó claro - gruñó el pelipalmera sin verlo a los ojos - te llevas muy bien con Bulma, ¿no es así?
- si, es la madre de mi hijo y la dueña de la casa donde vivo - respondió Vegeta arqueando una ceja - pero eso no importa, estamos hablando de ti.
- ¿puedo sentarme en el suelo? - preguntó Goku con voz lúgubre - va a ser cansado estar de pie mientras sigues enlistando todas mis características.
- como gustes pero de cualquier forma ya termine, no estoy enamorado de ti - contestó descruzando los brazos, soltando un suspiro.
- no necesitas repetirlo, me quedó claro a la primera - su voz sonó tan decaída que casi no se escuchó - iré por Goten, es mejor que me vaya.
- el enamoramiento es no ver los defectos del otro, es idealizar a esa persona como la más perfecta del mundo, es como estar ciego - agregó Vegeta y Goku rápidamente volteo a verlo para que le explicara a donde quería llegar - tu no eres perfecto y yo no estoy ciego. Tus defectos son muy evidentes. Y aún así no quiero que te vuelvas a ir nunca más. Ni muerto ni vivo.
- V-Vegeta...
- amar es una palabra muy fuerte, ¿no lo crees?
Goku no dijo nada, aún seguía procesando todo lo había dicho Vegeta cuando fue jalado de los cabellos con brusquedad, soltando un pequeño jadeó de sorpresa que quedó silenciado cuando él peliflama estampó sus labios con los suyos,
A pesar de no haberlo oído estaba seguro de haber escuchado un te amo por parte de Vegeta.
Sus manos brazos rodearon su cintura y correspondió el beso de una manera suave y lenta, queriendo disfrutar de ese contacto como un terrícola.
Ese Vegeta si era su Vegeta.
No puedo negar mis instintos, sin importar cuanto me sienta orgulloso por pertenecer a la Tierra... por ser el saiyajin criado en Tierra, sigo siendo eso... Un saiyajin, nunca pensé que yo... Que yo pudiera estar de esa forma con Vegeta, cuando estuvimos juntos mi cuerpo se movió por sí solo, pero aún podía pensar... Pensaba en él como en estos momentos lo hago... Conozco todo de el, su lado bueno y su lado malo, su manera altanera y su manera orgullosa, su forma de asesinar sin piedad y su manera de arrepentirse, el como su ceño se frunce cuando logro superar su poder y el ángulo de sus sonrisa cuando me asegura que en cualquier momento el será el número uno, su manera tan despreocupada y odiosa de tratar a los demás pero también la forma en que demuestra que los suyos es lo más importante que tiene.
Y a pesar de eso es como si nada de eso me importara, siento lo mismo por él en cualquier momento por que es él, por qué yo amo a Vegeta.
Fin.