-¡auch!- se dijo cuando el transporte en el que iba dio un salto tan grande que esta vez su cabeza se había goleado contra los barrotes de la parte de arriba de su jaula y al bajar sus dedos se habían atorado con los barrotes inferiores, gruñó adolorido y soplo a sus dedos lastimados para acto seguido sobar su cabeza, soltó un suspiro de cansancio y de pronto, así como había ido todo el viaje de rudo, se detuvo salvajemente, aun mas que antes
La jaula fue a parar hasta el límite de la cajuela y por lo mismo Sans no pudo soportar el ritmo, choco junto a su jaula y rodo en la misma, ahora, la almohada había terminado arriba de su estomago y este semi recostado en la misma, trago duro y abrió sus ojos grande
*sea quien sea que me está llevando me mataran antes de llegar a mi destino* pensó asustado volviendo a acomodar la almohada bajo sus piernas, después de todo era lo único que le ayudaba aguantar el dolor de los barrotes a los que ya tenía aberración, soltó un suspiro de desespero cuando noto que el auto no arrancaba con la misma velocidad, miro a todos lados pero no encontró nada que pareciera diferente, parpadeo y trato de estirarse, ya estaba muy entumecido por la forma en la que estaba, escucho a lo lejos pasos y un silencio extraño, la cajuela se abre sorpresivamente volviendo a cegarlo el tiempo suficiente para que una cobija blanca cubriera por completo la jaula y que él no pudiera ver nada
Puede notar como dedos se entierran en los huecos de la jaula, sabe que está siendo cargado, ahora solo puede ver el suelo lleno de pasto y prontamente un camino apedrado que se veía bastante lindo, traga duro mientras escucha un lugar boscoso tal vez, alcanza a percibir el aroma de flores, escucha que pasa a través de una fuente tal vez y luego ve tres escalones que son subidos por los pies que lo llevan, ahora que cae en cuenta, la persona que lo lleva tiene un pantalón negro de traje y zapatos negros lustrados, imagina que por la imagen seria un guardaespaldas o tal vez un matón, fuera como fuera, le dio miedo de todos modos
El camino apedrado y las escaleras se volvieron una losa brillante blanca con algunos diseños que lo hacían ver sofisticado y lindo, suspiro asustado, por lo menos parecía un lugar lujoso… un momento, lo compro alguien con dinero, claro que iba a ser lujoso el lugar que sería su prisión, se golpeo mentalmente por esto, noto que subieron escaleras arriba otra vez y siguieron así por varios pasillos mas hasta que finalmente fue dejado en un piso de madera lustrada café, ahora olía a libros, conocía bien el aroma, seguido se la pasaba en las bibliotecas, ¡claro que conocía ese aroma! Su cola se movió un poco, si por lo menso pudiera tener un tiempo para estar en la biblioteca y bajar su terror… tomo otra bocanada de aire mientras escuchaba su respiración quebrada por el miedo y entrecortada
Fue dejado en el suelo de aquel lugar y escucho pasos alejarse, una voz de una mujer demandante y luego la puerta ser cerrada, se removió entonces, busco abrir el candado sin excito alguno pero de todos modos, aun cuando podría quitar la tela blanca que le cubría la visión prefirió no hacerlo, no quería ver donde estaba, tan asustado se encontraba que no se dio cuenta que estaba abrazando con fuerza su almohada como si se tratara de un osito de felpa, asustado, miro a todos lados, busco escapar sin éxito no importando que tanto tratara de jalar el candado, escucho la puerta ser abierta y cerrada, sus orejas se pusieron altas, su cola se tenso al lado de sus caderas y casi rodeándolo, el se hizo lo más pequeño que pudo, aun aferrando la almohada contra su pecho, pego la barbilla a la almohada y esperó, con sus orejas como radares buscando el sonido
Tardo unos segundos después de que la puerta fuera cerrada, pero los pasos que sonaron tranquilos y algo livianos asustaron a Sans, se tenso en su lugar cuando noto que los pasos se detuvieron delante suyo, aferro sus manos a la almohada como su única salvación y cerro sus ojos cuando vio que lentamente la tela blanca iba siendo apartada de la jaula, su alma para estas alturas palpitaba con tanta fuerza que ya le estaba lastimado en su pecho, aun así cerro sus ojos aterrorizado cuando noto que de un movimiento mas brusco la tela fue apartada de la jaula
-wow…- después de un pronunciado silencio, Sans escucho esas palabras, trago con miedo y muy lentamente busco con la mirada los pies de la persona, mientras, por aparte, quien había mandado a pedir la mascota veía con sorpresa su paquete recién traído…
Decir que era hermoso se quedaba muy corto para su intento de expresarse… dentro de la jaula se podía apreciar un esqueleto echo ovillo por el miedo, orejas blancas con las puntas en un degradado azul, una larga cola de zorro blanca con la punta igual en degradado azul, aunque esta vez en la cola había unas rayas atigradas que formaban unos huesos igual de colores azules, el esqueleto tenía una chaqueta azul, por lo que podía ver una camisa blanca y unos bermudas negros con franja blanca, estaba descalzo por todo lo demás y aferraba tiernamente una almohada azul y negra entre sus brazos
Cuando la mirada de ambos colindo aquel que veía desde arriba a su mascota sintió que todo a su alrededor desaparecía, la mirada que podía ver de parte del que estaba dentro de la jaula era asombrosamente hermosa y llena de una extraña inocencia que no podía describir…
… … …
Muy por aparte, Sans ahora que por fin tenía el valor de ver a quien imaginaba que sería su dueño, se encontró con una persona bien vestida, un pantalón de traje negro, una camisa blanca con algunos holanes algo anticuado pero que le hacía ver realmente galante y por fin, lo que no había esperado… quien veía justo delante de sus ojos, viéndolo con sorpresa y con un gesto amable aunque anonadado… no era otro sino un esqueleto
Sans tardo su tiempo en poder moverse, en poder siquiera tomar otra bocanada de aire, tanto era su miedo en ese momento que incluso el pestañear seria obligatorio y forzado, temía que apenas se descuidara alguien fuera a atacarle, pero en su idea, fue cortado al ver que aquel otro esqueleto se ponía en cuclillas para verse más directamente aun siendo como separación los barrotes de la jaula, Sans retrocedió tratando de mantener una prolongada distancia a quien ahora le sonreía de un modo amable
-Huesitos, ¿verdad?- hablo gentilmente con tranquilidad, de un modo tan suave que de no ser por la situación, Sans de verdad se hubiera asustado, aun así, aun cuando quería negarse, no pudo decir nada, por su parte, el esqueleto que le veía noto en su cuello un collar con la forma de un pequeño corazón que anunciaba su nombre “Sans”, el otro esqueleto solo sonrió enternecido
-había estado esperando mucho para poder conocerte en persona Sans- menciono el esqueleto viéndolo directo a los ojos, Sans parpadeo y aun así, no pudo emitir palabra alguna, aunque su mente ya estaba ahogada en preguntas que no podía responder, aun cuando estas fueran lógicas, su mente estaba bloqueada por el miedo del memento
-mi nombre es Papyrus Windings y soy tu dueño- susurro para sorpresa de quien le veía… ¿Él era el que le había comprado y secuestrado de su hogar? Asustado negó un momento mientras seguía viendo fijamente a aquel ser
-ahora serás mío Sans- le sonrió amablemente y Sans, no soportando más la situación cerro sus ojos cayendo inconsciente en el lugar asustando a quien le había visto