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La nota de mi corazón por Samy_DBS

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Naruto se levantó apoyando su codo en la almohada y su mejilla en la palma de su mano, mirando al hombre a su lado, pensando que hasta dormido era atractivo.

Sus pupilas añiles observaron el anillo de oro blanco en las manos de aquel varón. Estrechó sus cejas con repulsion a este objeto.

Tomó con cuidado la mano pálida y le dio un delicado beso, recordando como esas mismas manos que presumían de un anillo de bodas lo tocaban por todas partes haciendolo derretirse en el placer.

-No sabes lo incomodo que fue sentir ese frío metal. -murmuró deslizando el aro por el dedo. -Rozando mi piel, joder estaba frío. -y sin más se lo arrancó de las manos.

Sujetó el anillo entre sus dedos índice y pulgar analizandolo, sin duda era algo costoso. Y entonces vio un nombre grabado con letras doradas, "Sakura"

Se levantó de la cama que era todo un desastre, estaba todo desnudo caminando con lentitud hasta el baño.

Y dejó caer el anillo. -Que clase de hombre se acuesta con un desconocido estando casado.- sonrió con burla. -Todos son iguales. -

(...)

Sasuke despertó de golpe al escuchar que su telefono sonaba con insistencia. Con rapidez lo buscó y rapidamente atendió la llamada, se sorprendió por la hora ya era medio día y recíen despertaba.

-¿Bueno? -dijo somnoliento.

-¡Sasuke Uchiha! -la voz de su esposa lo puso alerta - Te he estado llamando desde hace horas, me tenías preocupada, ¿Donde estás? ¿Estás bien? ¿¡Te asaltaron!? -

Sasuke se sobaba la cabeza haciendo un gesto de disgusto debido a los gritos de su mujer, después de todo la cabeza le dolía debido a su agitada noche y el alcohol que había consumido.

-Calma, estoy bien. -la tranquilizó. -Estaba con unos amigos y se me pasaron los tragos, no quise llegar a casa en ese estado y me quedé en un hotel. Olvidé avisarte, lo siento. -

-Tú... me matarás de angustia algún día, está bien. -suspiró de alivio. -Debiste avisarme, le diré a Sarada que estás bien, nos vemos al rato. -Y colgó.

Sasuke suspiró dejando su móvil a un lado. Sus ojos negros se abrieron de par en par al escuchar una carcajada al otro lado de la habitación.

Encontró al doncel sentado de espaldas, estaba sentado arreglandose frente al tocador, pudo ver como delineaba sus ojos. Naruto se sujetaba el estomago debido a su risa estrepitosa, que a pesar de ser burlona no era desagradable.

-Joder, esa esposa tuya de verdad te creyó esa historia barata. -

Sasuke gruñó realmente se había enfadado. -Cierra la boca. -Naruto rapidamente cortó su carcajada, pero no porque el pelinegro se lo pidiera.

Naruto lo retó con la mirada. -No lo haré, bastardo. -la sonrisita coqueta y burlona dejó perplejo al mayor.

Sasuke iba a replicar pero por alguna razón terminó perdiendose en los labios de cereza. Había perdido la cabeza.

Naruto se dió cuenta del efecto causado y sin más sonrió con prepotencia mientras se giraba de nuevo al espejo a continuar con su arreglo personal.

Uchiha salió de su ensoñación y también comenzó a arreglarse. Y en menos de lo que esperaba se dio cuenta de su entorno.

Le había sido infiel a Sakura...

Esas palabras de alguna forma las recibió cual bofetada.

Salió a toda prisa del baño, con el cabello mojado y la ropa puesta al azar. Se encontró con su perdición rubia.

Estaba más encantador y hermoso de como lo recordaba. Este le dedicaba una sonrisa cruel y zorruna.

-Pero mírate...-se acercó al pelinegro. -Parece que te asaltaron. -

Comenzó a acomodarle el cuello de la camisa con algo de rudeza. -Deberías tapar esto de aquí. -se refirió al cardenal que tenía el mayor. -No queremos que tu querida Sakura se entere. -

Sasuke tragó duro al oír esas palabras. Tenían bastante peso en su conciencia.

-Naruto. -lo llamó. -Esto no deberá pasar nunca más. -le dijo con seriedad y hasta cierto punto frialdad.

-Oh, no...-gimió con dolor falso. -Estoy tan enamorado de tu verga, no soportaré tenerla lejos. -dijo búrlandose de nuevo.

Sasuke frunció el ceño. -¿Cómo es que puedes bromear con eso? -

-¿Cómo es que puedes engañar a tu esposa? -contraatacó.

El Uchiha demostró su disgusto soltando un "Tch" siendo un gesto muy singular de él.

El doncel miró con prepotencia al mayor y simplemente tomó su camisa blanca y se la puso, quedando totalmente fresco. -Bueno, Uchiha bastardo es hora de que me vaya. -

Sasuke lo miró con ojos asesinos. -Largo, dobe. -

Naruto le guiñó uno de sus salvajes ojos azules y sonrió abiertamente despidiendose con la mano.

Uchiha se quedó estatico mirando la puerta por la que salió el doncel rubio y sin poder evitarlo lo siguió a pasos rapidos.

-¡Ey, espera! -Naruto volteó desde la planta baja. -Maldición, esperame te llevaré en mi auto. -

Naruto se encogió de hombros mientras negaba y regresaba por las escaleras. -Que imbécil. -

Sasuke rabió al escucharlo pero prefirió apresurarse. Más tarde ya se encontraban transitando las calles sitadinas.

-¿Y se puede saber porque me hiciste esperarte? -

-No hubiera estado bien dejarte ir así, dime donde vives te llevaré. -le dijo con aparente seriedad. -Luego prefiero no volvernos a topar nunca. -

-Vaya, ahora eres un caballero. -resopló mirando por la ventana.

El semaforo estaba en rojo, por lo que el avance de los vehículos se detuvo. Sasuke miró de reojo al doncel, este miraba por la ventana, realmente era atractivo, se le viese por donde se le viese.

Uchiha llegaba a pensar en porque el rubio pondría tanto esfuerzo en maquillar sus ojos, se atrevía a decir que sin esa pintura se vería más bello.

Claro que ese no era el momento para pensar en eso. Nunca sería un buen momento.

El viaje siguió en un silencio total hasta que el de marcas en las mejillas dijo: -Gira a la derecha, frente a la casa azul. -

Sasuke asintió con simpleza siguiendo las indicaciones. Era una casa bastante grande que lucía agradable.

Naruto ni siquiera se detuvo un momento para decirle algo, simplemente abrió la puerta del lujoso coche azotandola con rudeza al cerrarla.

Ya fuera se dirigió a la puerta de la casa, tan solo volteó a ver un par de segundos al Uchiha y sonrió con prepotencia. -Hasta nunca, Sasuke. -

El pelinegro solo se quedó viendo como el rubio entraba a su casa y cuando estuvo seguro de que era hora se marchó con rumbo a su propia residencia.

. . .

Sasuke obviamente al ser hijo de un político tenía bastantes recursos, una clara señal de eso era su casa que era ridiculamente grande para solo tres personas.

Abrió la puerta, encontrandose con la terrible culpa que lo carcomía. Sakura no se merecía eso, nadie en el mundo debería ser traicionado de esa forma.

La pelirrosa lo miró profundamente con sus enormes ojos verdes. Estaba esperandolo en la cocina. Sasuke apenado la saludó sintiendose incomodo ante su mirada, sentía que ella ya lo sabía.

-Estaba preocupada -lo abrazó con cariño, rapidamente arrugó la nariz. -Por dios Sasuke, date un baño, apestas a alcohol. - El Uchiha supo que su ducha rápida no lo ayudó en nada-

Sasuke asintió mientras se servía un poco de café. -¿Dónde está Sarada? -preguntó a su mujer la cual sonrió.

-Ya está en la escuela. -

Sasuke se sintió aliviado. Y justo como su esposa le dijo se metió a bañar. Se sentía extraño, y lo peor era que esa extrañesa no era mala o incomda. Es más, se podía decir que sentía los hombros menos pesados, y el ceño más relajado.

Esa noche de sexo desenfrenado con Naruto lo había renovado y eso solo lo hacía sentir peor.

Claro estaba que su esposa y él mantenían relaciones de forma constante, realmente no es que estuviera pasando por una abstinencia que lo hubiese llevado a acostarse con el doncel.

Echó su cabello hacia atras sintiendo las gotas de la regadera en su rostro mientras conservaba cerrados los ojos.

Sonaba mal por completo pero... recordaba con detalle el cuerpo de aquel doncel, la textura de su piel. Se sintió bien devorar carne fresca.

Ignoró esos pensamientos y salió de la ducha, ya preparando algun obsequio para Sakura esto para calmar la culpa en su consiencia.

-Sólo pasó una vez, nunca más. -se dijo a sí mismo antes de salir de su habitación.

Esa tarde se la pasó en su casa tratando de recompensar a su esposa, a pesar de que esta no parecía reprocharle nada, le aliviaba y almismo tiempo dolía ver lo confiada que era.

. . .

Esa tarde Sarada llegó a casa con una radiante sonrisa. -¡Padre! -lo saludócon amor, este la aceptó de inmediato.

-Lamento no haber llegado anoche, te pido disculpas por haberte preocupado. -

La niña le sonrió. -No hay problema papá, solo no lo vuelvas a hacer. -

Sasuke sintió una punzada en el corazón. -Por favor, si hay algo con lo que pueda recompensarte pídelo. -

-Bueno... ¡Quiero ir a clases de canto! -le pidió emocionada.

-¿Solo eso? -le preguntó acariciando sus cabellos negros.

-Claro. -se acomodó sus lentes con elegancia. -Mi compañera de clase entró a una competencia musical, y canta precioso gracias a que va a clases particulares, mis amigas y yo queremos cantar con ella pero necesitamos practicar un poco y así poder ganar. -

-Me parece perfecto. -le dijo con una sonrisa.

-Mira. -decía la niña mirando a través de la pantalla de su celular. -él es un gran artista que da clases, muchos lo recomiendan tiene una voz hermosa... ¡Escucha! -

Rapidamente comenzó a esucharse el sonido acustico de las suavesnotas de una guitarra. Y la melodiosa voz que lo hizo erizarse por completo.

Debía ser una puta broma.

-Quiero ir  a sus cursos, empiezan en una semana. -

Sasuke checó el vídeo y simplemente se quedó mudo al reconocer a Naruto.

-Sarada, te llevaré a clases de canto pero será con otro maestro. -

-No, todas mis amigas irán con él, quiero ir junto a ellas. -hizo un puchero. -Dijiste que querías compensarme.

Sasuke se golpeó mentalmente por hablar sin pensar.

-Está bien. - Sarada sonrió arrogante como toda Uchiha.

-¡te quiero! -Sasuke no daría su brazo a torcer.

CONTINUARA...

 


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