***NOTA***
Esta historia no me pertenece, yo solo me encargue de su traduccion.
Autor original: low_key_13
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"Entonces, ¿Hay una habitación dentro de esa caja?" Preguntó Arthur mientras miraba dentro de la caja.
Merlín asintió, "Eso explica por qué está tan fuertemente reforzado. No puedes tener un hechizo como este y no reforzarlo".
"Entonces, ¿qué tan grande es?" Mordred se preguntó.
"Veamos." Merlín colocó los pies con cuidado sobre la escalera y bajó hasta que su cabeza quedó afuera de la caja. "Quédense aquí." Luego se dejó caer al piso. Todos lo miraron mientras se acercaba a los huevos de dragón y pasaba suavemente una mano sobre ellos. Miró algo que no estaba cerca y se alejó de la vista del rey y los demás.
"¡Merlín!" Arthur llamó.
Mordred le puso una mano en el hombro, "Está bien. Dijo algo sobre unos libros".
Lancelot puso los ojos en blanco, "Siempre son libros con él".
Luego escucharon la voz de Merlín "Es seguro, creo".
"Eso es realmente tranquilizador viniendo de ti, Merlín". Arthur gruñó pero bajó por la escalera primero seguido rápidamente por Mordred y luego Lancelot. Encontraron a Merlín mirando una mesa cubierta de papeles, libros y otros artículos diversos. Todo parecía estar bien conservado, como si no hubiera sido tocado durante un tiempo. Merlín estaba pasando los dedos por un texto que Arthur no podía leer. Cuando se reunieron a su alrededor, él levantó la vista, "Esto pertenecía a un señor dragón". Dijo en voz baja.
Lancelot comenzó "Pensé que no había habido otro señor dragón más que tú y tu padre desde hace mucho tiempo".
Merlín asintió con la cabeza, "No desde la purga. Fueron los primeros en ser perseguidos. Su mando de dragones era demasiado peligroso".
"¿Y los huevos de dragón?" Arthur preguntó. "¿Están bien?"
Merlín sonrió, "Deberían estar bien. Tengo que hablar con Kilgharrah y Aithusa antes de incubarlos. Dios sabe que no puedo cuidar a un bebé dragón mucho menos a los 13". Él recogió un amuleto en la mesa, "Esta caja sobrevivió a la purga. Hay tantas cosas que nunca pensé que vería".
Mordred recogió un amuleto, "Reconozco algo de magia druida en algo de esto".
Merlín asintió con la cabeza, "Creo que uno trae buena fortuna al usuario en sus viajes".
Arthur miró alrededor de la habitación, "Tal vez deberías guardar la mayoría de esto aquí. Y mantenerlo en tu habitación. No creo que debamos dejarlo".
Lancelot tomó una botella, "¿Qué es-"
"¡No toques eso!" Merlín soltó un grito y la botella salió volando del alcance de Lancelot. "Estaba a punto de llegar a eso. Algunas de estas cosas son muy peligrosas. Esto tiene un líquido que corroe las cosas. Tocarlo pudo haberlo roto y hubiera caído en tus manos."
Lancelot asintió, "Tal vez deberíamos dejar que revises todo esto".
"Pero de vuelta en el castillo". Arthur terminó.
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"¿Te diviertes Merlín?" Arthur preguntó desde la puerta.
Merlín estaba ordenando cosas de la caja. Estaba acomodando algunos libros de magia en los estantes, pero parecía irritado. Cuando el rey apareció en la puerta, saltó sorprendido.
"¡Arthur!" Suspiró, "Lo siento, estoy corriendo de un lado a otro trayendo algunas cosas sin dañar las cosas peligrosas y sinceramente está siendo un dolor de cabeza. Sin mencionar que necesito sacar los huevos de dragón, pero no quiero arriesgarme a romper uno accidentalmente. Tengo el hábito mi magia de levitación para traer las cosas, y es difícil porque no puedo ver claramente lo que estoy levitando".
Él desapareció de nuevo en la caja y Arthur fue al borde, "Pásamelos, los pondré en la cama".
Merlin parpadeó y luego asintió con la cabeza antes de recoger con cuidado el primer huevo, que era de un color plateado y lo sostuvo para Arthur. El rey lo tomó y fue a la cama para dejarlo. Cuando regresó, Merlín estaba listo con otro. Unos minutos más tarde, los dos vieron su trabajo.
Trece huevos.
Dos plateados, dos dorados, dos blancos, dos rojos, dos azules, dos verdes y uno negro.
Arthur señaló el huevo negro, "Ese es realmente lo extraño, ¿no?"
Merlín asintió, "Ni siquiera sabía que habían huevos negros " murmuró.
"¿Esto significa que finalmente puedo conocer a tus amigos dragones?" Arthur preguntó.
Merlín puso los ojos en blanco, "Sí". Dijo y abrió la boca para decir algo más, pero fue cortado por alguien que llamaba a su puerta.
"¿Quién es?" preguntó.
"Soy yo Merlín". La voz de Morgana se escuchó por la puerta. "Mordred dijo que necesitabas hablar conmigo"
"Si, entra".
Morgana abrió la puerta y se detuvo en estado de shock cuando vio lo que estaban mirando, "¿Qué son esos?" Ella se colocó al lado de ellos.
"Huevos de dragón". Merlín y Arturo dijeron al unísono.
Ella se veía tan feliz. "Pensé que Aithusa era el último huevo que quedaba. ¿Y por qué ese poder mágico está ahora en tu habitación?"
Merlín señala la caja, "Proviene de eso. Hay algo allí irradiando poder pero aún no lo he encontrado. Estaba planeando llevar estos fuera de Camelot y llamar a Kilgharrah y Aithusa, ¿te gustaría venir?"
Ella asintió con la cabeza y luego bajó la mirada hacia sus ropas, un elegante vestido no adecuado para montar a caballo.
"Solo déjame cambiarme".
Arthur asintió, "Necesitamos encontrar algo para sacar esto afuera de todos modos".
Ella ondeó la habitación en una ola de tela y Arthur frunció el ceño, "¿Cómo vamos a llevar esto a los caballos?"
"Con Magia." dijo Merlín, y agarró una bolsa, "Usaré mi ropa para cubrirlos y ponerlos aquí".
Arthur lo ayudó a colocar cuidadosamente todos los huevos en la bolsa. Una vez que terminaron, Merlín tomó la bolsa, usando su magia, hacia los establos. Estaba oscuro pero aún había luz suficiente para ver a Morgana acercarse a ellos.
Ensillaron sus caballos y se dirigieron hacia las puertas.
"¿Hasta dónde quieres ir?" Arthur preguntó.
"Hasta donde los ciudadanos no puedan ver a el dragón gigante que quemó casi la mitad de la ciudad en el suelo". Merlín dijo.
Arthur frunció el ceño, "Bien".
Morgana miró la bolsa que Merlín tenía delante de él sobre el caballo y estaba amortiguando con magia.
"No puedo creer que sean trece huevos".
Merlín sonrió, "Pronto tendremos como 15 dragones".
Se detuvieron en un claro en el bosque cerca de Camelot y ataron los caballos. Merlín les dejo un hechizo tranquilizador sabiendo que no les gustaban mucho los dragones antes de tomar una respiración profunda y llamar a Kilgharrah y Aithusa. Tanto Morgana como Arthur miraron al hechicero en estado de shock. Su voz había hecho eco con un poder que nunca antes se había escuchado de él y que ordenaba el respeto de quienes lo rodeaban.
Merlín miró al cielo y esperó. "No deberían ser tardar".
Esperaron un largo momento en silencio antes de que el aire pareciera vibrar y Kilgharrah apareció seguido en breve por Aithusa.
"Joven brujo. ¿Ocurre algo?" El gran dragón cuestionó mientras doblaba sus alas.
Merlín sonrió y negó con la cabeza, "Para nada. Tengo algo que quisiera mostrarte". Abrió la bolsa y sacó el primer huevo para mostrárselo a los dos dragones. Aithusa dio un sonido de sorpresa y se acercó a oler el huevo. La cabeza de Kilgharrah se acercó a Merlín mientras estudiaba el huevo.
"¿Dónde encontraste esto?"
"Estaba en una caja con un hechizo de espacio. No se podía abrir y la habitación interior estaba llena de muchas herramientas mágicas, libros y escritos. Estos fueron algunos de ellos". Merlín explicó.
"¿Estos?" cuestionó el dragón. Merlín le entregó el huevo a Arthur antes de sacar otro huevo para entregarle a Morgana. Y luego otro.
"¡Hay trece!"
Kilgharrah levantó la cabeza hacia el cielo y rugió de triunfo. Los tres humanos miraron sorprendidos por un momento.
Morgana le sonrió al pequeño dragón, "Aithusa. No serás el último de tu tipo". Merlín y los demás pusieron todos los huevos y sonrieron a los dragones, "¿Listos?"
"Siempre que seas el señor de los dragones" Kilgharrah estuvo de acuerdo.
Merlín se dirigio al primer huevo, uno rojo, y habló en voz baja pero con la misma voz fuerte con la que solía llamar dragones "Aethon".
Pasó a un huevo color dorado, "Akylas".
Un azul, "Kallias".
Otro dorado, "Khryses".
Un verde, "Silas".
Otro azul, "Nomiki".
Uno plateado, "Doros".
"Ektor". Dijo después de una pausa sobre el segundo huevo verde.
Él había hechizado ya dos verdes, azules y dorados.
Mientras pronunciaba sus nombres, los huevos habían empezado a romperse y los dragones comenzaron a salir zumbando.
Se dirigió a los dos blancos, "Anezka. Asho". Se dirigio a uno plateado, "Ianos".
Solo quedaba un rojo y el negro a la izquierda. Tocó suavemente el rojo, "Demon".
Y finalmente el negro, "Sethos".
Finalmente todos los dragones estaban libres de sus huevos.
Aithusa estaba felizmente rodeando a muchos de los dragones mientras dos de los dragones bebé, Ektor y Doros, se habían unido a Morgana y estaban felizmente acariciándole el pelo.
Arthur estaba de pie, mirando con asombro cuando los últimos dragones, Sethos y Demon lo miraron antes de decidir que les gustaba y volaron para sentarse sobre sus hombros.
Merlín sonrió y Kilgharrah bajó la cabeza para que algunos de los dragones pudieran mirarlo a los ojos.
"Van a ser un problema" refutó.
Merlín reunió a todos los dragones y les dio las mismas instrucciones que les dio alguna vez a Kilgharrah y Aithusa.
"Manténgase fuera de la vista de los humanos a menos que yo les diga lo contrario. Coman solo animales salvajes en el bosque. Avísenme a mi o a uno de los otros dragones si llegan a tener un problema" Cuando terminó, les dijo que podían explorar.
Muchos volaron a excepción de los cuatro que se habían unido a los hermanos Pendragon.
Kilgharrah se rió, "Parece que ustedes dos acaban de hacer unos amigos muy peligrosos. Cuídenlos, especialmente a Sethos"
Merlín chasqueó los dedos, "El color significa algo ¿no?"
El dragón más viejo lo miró, "Por supuesto que sí. Cuanto más poderoso sea el resultado del dragón en el color de la escala. Y solo los dragones con la antigua sangre real pueden tener escamas negras". Él se rió entre dientes, "Diviértete con eso". Luego voló seguido de Aithusa.
Merlín estaba aturdido, "¿Sangre real? ¿Qué quieres decir? ¡Kilgharrah!" Suspiró antes de mirar a Arthur quien estaba rascándole la barbilla a Demon, Sethos estaba acurrucado en la cabeza del rey. "Realeza. Siempre tiene que haber nobles por aquí".
Morgana sonrió, "¿Así que se quedan estos cuatro?"
Merlín suspiró, "supongo".
Arthur sonrió, "Mientras no destruyan nada. Estoy bien con eso".
Merlín puso los ojos en blanco, "Por supuesto que sí. Mira, tienes dos pequeños dragones que podrían crecer y tomar el reino si quisieran. Pero te quieren, no sé por qué, eres un completo idiota".
"Soy una persona muy agradable". Arthur se quejó.
"Por supuesto." Morgana y Merlín dijeron al mismo tiempo y los dragones chirriaron de acuerdo.
"¡Oye!"