Los dragones regresaron tan pronto como Quinn estuvo lo suficientemente lejos.
"¡Merlín!" dijo Sethos emocionado, "¡Adivina lo que vimos!"
Merlín suspiró, "¿Qué?"
"Vimos una cueva con muchos cristales y tenía mucha magia..."
Merlín levantó una mano, "Por favor dime que no entraron a esa cueva".
"No lo hicimos". Demon aseguró al hechicero, "Aunque Sethos quería hacerlo".
Merlín suspiró, "Ustedes dos vuelvan a casa. Díganle a Morgana que estamos a salvo".
Arthur asintió, "Ah, y diganle que programe una reunión con la mesa redonda en una semana". Miró a Merlín, "Eso nos da suficiente tiempo para juntar más información ¿verdad?" Merlín asintió.
Los dragones bajaron la cabeza hacia los dos antes de lanzarse al aire y volar hacia Camelot.
Merlín miró a Arthur, "Entonces, ¿Qué opinas acerca de mirar una cueva de cristales que muestran el futuro?"
Arthur frunció el ceño, "Supongo que eso sería útil. ¿Sabes dónde encontrar esta cueva?"
"Desafortunadamente." Merlín gruñó y desató su caballo. " Sígueme, te mostrare."
~
"Esto es hermoso." Arthur comentó.
Se abrieron camino más adentro de la cueva, Merlín guiando el camino hasta que la luz del exterior ya no era visible y la única luz provenía de la luz en la mano de Merlín y de los cristales que los rodeaban.
Se detuvo, "No mires a los Cristales Arthur".
El rey lo miró, "¿Por qué no?"
"Para empezar, son malas para las personas con magia. Para alguien sin ellas, podrían causar locura. Imagina que se te vierte parte del tiempo en la cabeza".
Arthur cerró los ojos, "Entonces, ¿dónde puedo mirar? Y ¿no podrías haberme dicho esto antes de seguirte aquí?"
Merlín suspiró y agarró a Arthur por los hombros, "Mantén tus ojos cerrados. O mírame. Simplemente no mires directamente a los Cristales".
Arthur fijó sus ojos en Merlín y el hechicero asintió antes de girar y continuar adentrándose en la cueva.
"¿Has estado aquí antes?" Arthur preguntó.
Merlín asintió, "Estábamos en la zona y conocí a un fantasma. Larga historia".
Arthur frunció el ceño en la parte posterior de la cabeza de Merlín, "No estoy seguro de querer saber ahora".
"Probablemente no." Merlín estuvo de acuerdo.
Se detuvo de repente haciendo que Arthur chocara contra su espalda, "¡Merlín!" gruñó e intentó dar un paso atrás, pero una de las manos de Merlín se agarró a su muñeca y se congeló en el lugar donde estaba parado. "¿Qué ocurre?" Merlín no respondió y Arthur apartó los ojos del cabello de Merlín para mirar su rostro, con cuidado de evitar mirar los cristales. Los ojos de Merlín eran del mismo color dorado que cuando usaba magia y parecía estar mirando algo. Arthur miró en la misma dirección y luego volvió a mirar a Merlín. Él había dicho que esos cristales permitían a aquellos que los miraban ver pequeños pedazos del futuro, pero Merlín ya había tenido una premonición ese día, entonces, ¿qué era? Merlín todavía estaba agarrando su brazo izquierdo, por lo que Arthur solo se levantó pacientemente y esperó.
Fue en ese silencio que finalmente lo escuchó.
Pequeños y casi inentendibles susurros a su alrededor. Cada uno le prometió conocimiento, poder, amistad... sacudió la cabeza y miró el cabello de Merlín con más fuerza tratando de bloquearlo.
Arthur
Su nombre era susurrado una y otra vez por diferentes voces, algunas de las personas que conocía y otras de personas que no. Cada uno parecía estar tirando de él hacia los cristales.
Podía escuchar la voz de su padre, la de Morgana, Lancelot, Gwen, Leon y muchas más personas en las que confiaba y amaba.
La voz de Merlín también estaba allí y de repente era como si estuviera escuchando una conversación entre él y Morgana,
"Encontré la fuente de poder de la caja".
"¿Qué es?"
"Una corona y un anillo".
Arthur quería desesperadamente mirar los cristales, lo único que lo mantenía firme era que Merlín estaba justo frente a él. Sacudió la cabeza en un esfuerzo por despejarse, pero las voces seguían girando a su alrededor. Enterró su rostro en el cuello de Merlín y envolvió sus brazos alrededor de su cintura. Trató de estabilizar su respiración, reducir el ritmo de su corazón, hacer cualquier cosa para evitar que la sensación de miedo y peligro se apoderara de su mente. Cada instinto le decía que huyera.
Era como si el lugar estuviera sacando cada pregunta de su subconsciente y tratando de responderla.
"La princesa probablemente esté demasiado ciega para ver lo que está justo frente a él". La voz de Gwaine hizo eco en su mente.
"Merlín también lo es". La voz de Lancelot respondió. "Si se tomaran el tiempo para detenerse y observar los hechos, es posible que vean justo lo que han estado buscando todo este tiempo".
Entonces las voces cambiaron de nuevo. Arthur hizo una mueca y encogió sus hombros tratando de bloquearlo.
"¡Me mentiste!" La propia voz de Arthur.
"¡Por favor, Arthur!" La voz de Merlín. "No quería hacerlo. La uso solo por ti". Merlín sonaba molesto y asustado, triste incluso.
"Déjame." La voz de Arthur sonó fría, distante y dura.
¿Eso era lo que podría haber pasado si Merlín no hubiera revelado su magia?
"¿Arturo?" La voz de Merlín, excepto que esta era mucho más física y presente. Arthur podía sentir las vibraciones en el delgado marco que sostenía en sus brazos.
"Merlín. Está en mi cabeza". Susurró, sin moverse de donde estaba. Sintió que Merlín se ponía rígido y luego agarraba uno de los brazos que Arthur tenía alrededor de su cintura.
"Confías en mí, ¿verdad?" Merlín preguntó.
Arthur asintió. Sintió el punto donde hormigueaba la mano de Merlín y de repente fue como si su sentido de la vista y el oído se hubieran ido. No podía ver, no podía oír todo lo que podía sentir era la tela de la túnica de Merlín bajo sus dedos y el brazo del joven sobre la suya, el mismo extraño olor de lo que sea que Merlín usara para limpiar sus ropas y el olor constante de las hierbas Arthur podía oler cada vez que el sirviente se acercaba demasiado.
Sígueme.
Merlín ordenó en su cabeza.
Arthur asintió con la cabeza y siguió a Merlín paso por paso mientras los sentía moverse. Sin poder ver, solo tuvo que seguir los movimientos de Merlín mientras regresaban a través de la cueva.
Aún podía sentir el impulso de mirar los cristales, pero ya no había manera de que pudiera hacerlo y ahora que no podía oír las voces que usaban, su influencia sobre él era casi cero. Sintió el cambio cuando salieron de la cueva. Hacía frío dentro, pero no era más que una pequeña brisa a comparación. Ahí afuera, el frío viento parecía romper todo y todos. Su vista volvió y luego su audición y suspiró aliviado al darse cuenta de que ya no podía oír las voces.
Soltó a Merlín y el hechicero se dio vuelta rápidamente, "¿Estás bien?" Preguntó con expresión asustado y preocupado, "¡Dios mío! No debería haberte llevado allí para empezar. Soy un idiota".
Parecía aterrorizado y estaba sujetando los hombros de Arthur con fuerza, como si temiera que el rey huyera.
"No obtendrás ningúna respuesta de mí parte en este momento". Arthur dijo con cansancio "Pensé que no afectaría a personas sin magia a menos que miraran los cristales, ¿Por qué podría oír ..." hizo un gesto vago hacia la cueva, "todo eso?"
Merlín negó con la cabeza, "Todos tienen una conexión con la magia en cierto grado, Arthur. La tuya parece ser un poco más fuerte que la persona promedio, lo que sinceramente tiene sentido. Realmente no debería haberte traído allí, ¿Estás bien?"
"Estoy bien." Luego se detuvo. "Oye, ¿Merlín?" frunciendo el ceño al brujo.
"¿Qué?" Merlín preguntó aún preocupado.
"Tus ojos están brillando dorados".
Merlín parpadeó sorprendido y luego se tocó un lado de la cara como si se diera cuenta de lo que Arthur había dicho.
"¿De Verdad?" Arthur asintió.
Merlín se mordió el labio, "Vamos. Alejémonos de las cuevas. Tal vez mi magia se asiente una vez que estemos lo suficientemente lejos".
Arthur asintió y juntos se dirigieron a los caballos.
•••
"¿Ya tengo los ojos azules?" Preguntó Merlín mientras se detenían por la noche. Habían recorrido todo el camino hasta una pequeña ciudad cercana para poder hacer preguntas en una posada. Ahora, en las afueras de la ciudad, habían parado para disfrazarse.
"No." dijo Arthur. "Todavía son de color oro". Se encogió de hombros mientras tomaba su capa y la estudiaba.
Merlín gimió y murmuró algo en voz baja antes de mirar a Arthur, "¿Qué tal ahora?"
"Ahora son azules. ¿Cómo hiciste eso?"
"Es una ilusión. Mis ojos todavía son dorados, pero ahora no puedes verlo".
Arthur miró su capa, "¿Supongo que no podrías hacer algo así con mi capa, o si?"
Merlín frunció el ceño, "Eso es un poco más complicado. Sin embargo..." tomó la capa antes de sacar otra capa azul de la bolsa que había empacado para Arthur y la tendió, "Encontré esto antes de irnos". Guardo la capa de Camelot en su bolsa.
"Bien, la capa que me diste...". Dijo Arthur mientras se la ponía. " Olvidé devolvértela".
"Está bien." Merlín dijo y se dirigió hacia al rey, "Ahora, no seas tan idiota y tal vez realmente podamos llegar a algún lado con esto".
"No sé de lo que estás hablando". Arthur resopló, "Puedo hacer un guardia encubierto perfectamente".
Merlín puso los ojos en blanco, "Claro. Sigue diciéndote eso. Tal vez se haga realidad".
Entraron en la ciudad y encontraron una de las dos posadas, El elefante bailarín. De donde el dueño había obtenido ese nombre, nunca lo sabrían, cuando entraron descubrieron que era bastante pacífico, con personas sentadas juntas en las mesas y comiendo y bebiendo en el bar.
"¿Nos quedaremos a pasar la noche?" Merlín preguntó mientras miraba a su alrededor.
"Ese es el plan." Arthur estuvo de acuerdo.
"¿Quién te dejó idear el plan?" Merlín murmuró.
"Tú lo hiciste." Arthur respondió.
Vino el dueño, un hombre que parecía estar en la cincuentena, "¿Cómo puedo ayudarlos esta noche? Caballeros " Preguntó con una voz temblorosa.
"Nos gustaría una habitación y comida para pasar la noche si es posible. Hemos estado buscando información, así que si nos pueden brindar un poco de ella, estaríamos más que dispuestos a compensarlo por su servicios." Respondió Arthur con voz tranquila.
El hombre asintió con la cabeza, "Habitación, comida e información. Bien, estás de suerte. Tenemos una habitación abierta, aunque solo tiene una cama, se rentaron todas las dobles, serán 18 monedas de oro. En cuanto a comida e información una vez que te hayas acomodado, baja al bar y estoy seguro de que podrás mejorar un poco". Arthur asintió y Merlín agarró la billetera de Arthur de su bolso y contó el dinero antes de dárselo al hombre.
"Ahí está su oro".
El hombre cogió el dinero, se metió detrás de un escritorio y agarró una llave para ellos, "Segundo piso, habitación 7. Cuídese de los otros huéspedes, por favor, y no haga demasiado desastre si llega a tener una pelea con ellos".
Arthur dio las gracias y él y Merlín llevaron sus maletas al segundo piso donde encontraron la habitación 7. De hecho, solo tenía una cama, pero era lo suficientemente grande para los dos.
Arthur arrojó su mochila al suelo, "Será suficiente".
Merlín puso los ojos en blanco y dejó su bolso también. "¿Así que iremos por la cena y la información esta noche?" Preguntó mientras ayudaba al rey a quitarse la cota de malla y ponerse una túnica.
Arthur tiró de su cuello y asintió. "¿Cómo te sientes?"
Merlín se estrujó las manos a los costados como si tratara de sacudir algo de ellas. "La cueva parece haber... profundizado mi conexión con la magia por asi decirlo. Tomará un tiempo para asentarse pero no tengo ningún problema. Es más como si estuviera más conectado a todo y me está sacando de la profundidad".
Arthur consideró esto, "Mientras tu te sientas bien... Vamos".
Bajaron las escaleras y fueron al bar, deslizándose en taburetes uno al lado del otro. Estaba sorprendentemente lleno de gente en la posada para una ciudad tan pequeña. La gente se reía, hablaba y ordenaba comida.
El camarero se acercó, "Hola, ¿Qué puedo servirle?"
Arthur sonrió, "Estábamos hablando con el dueño antes y me dijo que viniera si queríamos comida e información".
El hombre sonrió abiertamente, "Puedo hacer las dos cosas. Comencemos con la comida ¿Galletas, salchichas y salsa están bien?"
Arthur asintió, "Perfecto. Los dos tomaremos algunos".
El hombre le gritó a alguien en la cocina antes de regresar a ellos. "En cuanto a la información, ¿qué están buscando los caballeros?"
"Escuchamos algo sobre un nuevo grupo reunido aquí". Merlín intervino, "Ellos están prometiendo poder a aquellos que los ayudan".
Arthur miró a Merlín, aparentemente había visto más de lo que había dejado en la cueva.
"¿Eres otro de los buscadores de poder?" El camarero se rio, "Hemos tenido algunos de ustedes viniendo aquí últimamente. Miren, no tengo nada en contra del rey o Camelot, últimamente las cosas se ven muy bien en esa lugar. Dicho esto, mi trabajo es tener la información asi que ¿que quieren saber de ellos?".
Merlín miró a Arthur y el rey asintió. Merlín se volvió hacia el hombre, "No tenemos ningún interés en unirnos a ellos, todo lo contrario realmente".
El hombre frunció el ceño, "Ya veo". Su comida fue sacada y él la colocó frente a él antes de apoyarse en el mostrador para continuar hablando "Hay un hombre con una gran cantidad de poder mágico liderando este grupo. Nadie sabe quién es ni de dónde vino, pero nadie se le escapa. Aparentemente planea robar el trono para él. El rumor es que le está enseñando magia a cualquier persona que se le una y los que tienen talento para ello se dejan de lado para entrenar mientras que los demás aprenden habilidades de espada y cosas por el estilo. Aunque cualquiera que esté dispuesto a robar y atacar por poder es una mala noticia para mi y para ese reino"
Merlín asintió. "¿Cuántas personas tiene con él?"
"Lo último que escuché fue de un hombre que se dirigía a Camelot. Dijeron que tenían un par de cientos en entrenamiento".
Arthur estaba igual que Merlín, "Eso no está bien. ¿Cómo es que estamos escuchando esto hasta ahora?"
"Porque lo mantendrían lo más lejos posible del reino. Tenemos suerte de haber encontrado algo". Respondió Merlín.
El cantinero les sonrió y Merlín sacó cinco monedas de oro de la billetera de Arthur, "Gracias por la ayuda".
El hombre tomó el oro con gratitud, "Supongo que ustedes dos están en problemas por esto ¿no es así? ¿Alguien que te importa se encuentra en Camelot?"
Se miraron el uno al otro antes de responder, "Algo así".
***