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Merlín y Arthur tuvieron problemas para dormir esa noche.
Cuando Merlín se despertó, varias horas antes de lo que él pensaba, no tenía nada que hacer y caminaba inquieto por su habitación, al final decidió dirigirse hacia la habitación de Arthur y ver si había algo que pudiera hacer para dejar de pensar en su viaje.
Encontró a Arthur despierto y sentado en su cama, mirando hacia el horizonte. El rey no parecía haber notado su presencia en absoluto hasta que el brujo se paro frente a él.
"¿Todo bien?" Preguntó.
La cabeza de Arthur se levantó y miró a Merlín con sorpresa antes de asentir lentamente.
Merlín miró hacia la ventana y luego regreso su mirada al rubio, "Deberías volver a dormir". Le dijo "Todavía falta para que amanezca".
Arthur tragó, "No puedo dormir". Contesto con voz ronca.
Merlín suspiró y busco con la mirada la jarra de agua que siempre había en la habitación del rey, al encontrarla se dirigió a ella y sirvió una taza antes de entregársela.
"Deberías al menos intentarlo." Le dijo al otro.
Arthur parecía cansado y Merlín estaba seguro de que no se veía mejor. Arthur lo miró antes de hablar finalmente.
"¿Puedes quédarte?"
Merlín asintió con la cabeza y Arturo volvió a arroparse y se acostó. Merlín se acostó a su lado, pero miró al techo en lugar de intentar volver a dormir.
Aproximadamente media hora después, Arthur cayo dormido y Merlín se quedó sin nada más que sus pensamientos. No estaba exactamente seguro de cuándo esto se había convertido en un hábito para los dos. Sin embargo, a ninguno de los dos parecía importarle y, aunque ninguno lo admitiría, ambos se sentían más seguros con el otro cerca.
Merlín cerró los ojos y respiró hondo. Necesitaba dormir aunque fuera un poco.
Sintió que Arthur se movía y dirigió su mirada hacia él para encontrar al rey acercándose más a él y rodó los ojos sin poder evitarlo.
"Haces las cosas demasiado difíciles, ¿sabes?" Susurró antes de darse vuelta, de manera que quedaba de espaldas al rubio y cerró los ojos. El sueño era importante y necesitaba estar listo para cualquier cosa.
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Merlín se despertó más tarde y por un momento no podía recordar dónde estaba. Se sentó y miró a su alrededor, totalmente desorientado ya que el sueño lo había alejado en una niebla de un día lejano en el futuro.
Miró a Arthur que no se había movido de donde había estado la última vez. En cambio ahora se estaba moviendo incómodamente, aparentemente por la pérdida de calor. Merlín suspiró y miró hacia la ventana. El horizonte empezaba a ponerse gris. Suspiró y volvió a recostarse, entrelazando los dedos detrás de su cabeza mientras lo hacía. Arthur dejó de moverse cuando lo hizo y se durmió.
Merlín miró al rey y suspiró antes de sacar una de sus manos de detrás de su cabeza para quitarle el cabello rubio de la cara y golpearlo suavemente, "Despierta".
Arthur gimió y se giró hacia el costado de Merlín.
"Déjame, Merlín". Murmuró, claramente solo medio consciente, y enterró la cara en las costillas de Merlín.
El brujo saltó ligeramente y frunció el ceño al rey. Él era cosquilludo, algo que no le gustaba admitir en realidad, y el rubio había logrado encontrar el lugar que lo hacía querer alejarse.
Merlín comenzó a jalar del cabello del rey.
"Si no te despierto ahora, te enojarás más tarde. Solo levántate".
Finalmente consiguió que Arthur abriera los ojos y procedió a sacudir la frente del rubio, "Eres un martirio". Le dijo al rey simplemente.
Arturo lo miró con ojos acuosos, "¿Merlín?"
Merlín sonrió, "Nunca serás una persona que se levante de buena gana por las mañanas".
Arthur sacudió la cabeza y luego la dejó caer de nuevo, "¿Por qué quieres que me levante?"
"Porque si no te despertara antes de prepararme para irme, probablemente me matarías". Merlín se rió. Se incorporó y pasó los dedos por la cabecera de la cama de Arthur, enderezando los nudos antes de moverse para levantarse de la cama.
Arthur lo atrapó por el codo, "¿Cuánto tiempo?"
Merlín miró hacia la ventana.
"Me iré dentro de dos horas".
Arturo suspiró y Merlín puso los ojos en blanco ante la expresión todavía medio dormida del rey, teñida de preocupación.
Le dio una palmadita en el hombro a Arthur y hablo nuevamente.
"Voy a volver. Lo prometo".
Arthur frunció el ceño y luego sacudió la cabeza como si intentara despejarla.
"Uuh. Sí, más te vale hacerlo. No quiero quedarme con George por el resto de mi vida, muchas gracias".
Merlín hizo una pausa y luego sonrió salvajemente
"Ese idiota no puede hacer nada bien".
"¡Exactamente!" Arthur dijo, enderezándose de la cama.
"Vamos. Tengo que vestirte". Dijo Merlín " Desayunar, reunirnos con los demás y preparar los caballos".
"Dos horas suenan bien para hacer todo eso". Contesto el otro con sarcasmo en la voz.
Veinte minutos más tarde, había ido por el desayuno y se habían sentado a comer en la habitación de Arthur. Merlín suspiró y bostezó.
"Cuando todo esto termine necesitaré unas vacaciones". Murmuró.
"Hmmmm". Arthur dijo a través de una salchicha, “Tal vez lo tome en cuenta".
"¿Entonces me darás un día libre?" Merlín preguntó sorprendido.
"Dos." Bromeaba Arthur.
Merlín se rió, "Es un milagro".
Arthur rió junto con él y luego terminó su comida. Cuando Merlín terminó, tomó su bolsa y se dirigieron a los establos. Merlín ensilló su caballo con habilidad debido a veces anteriores mientras los demás ensillaban a los suyos.
Mientras esperaban a los otros dos, Arthur tiró de Merlín hacia un lado con suavidad.
"Cuando vuelvas, hay algo de lo que quería hablarte", dijo lentamente.
Merlín frunció el ceño, "¿Por qué no me lo dices ahora?"
Arthur levantó una ceja, "Piensa en ello como una manera de asegurarme de que vuelvas con vida".
Merlín frunció el ceño pero asintió. Miró detrás de Arthur para ver a Percival y Mordred. Merlín asintió a ambos, "¿Listos?”
Ambos asintieron y Merlín le dio un abrazo a Arturo antes de montar sus caballos, los caballeros siguieron su ejemplo.
"Nos contactaremos regularmente para informarle lo que está sucediendo". Dijo Percival "Estén atentos mientras nos vamos. Merlín no podrá escuchar nada para detener alguna invasión esta vez”
Arthur asintió solemnemente, "Bien".
Les hizo un gesto con la mano mientras se dirigían hacia las puertas.
Arthur suspiró.
Será mejor que vuelva.
Todos ellos.
Pero sobre todo Merlín.
Quería decirle lo que quería, incluso si eso fuera Merlín mismo.
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