"¿Todos listos?" preguntó Arturo desde lo alto de su caballo.
Los otros caballeros montaron los suyos y juntos partieron en su viaje de caza. Merlín cabalgaba por la parte trasera junto a Lancelot.
"Entonces Lancelot, ¿Qué tal va la cosa con Gwen?" preguntó Gwaine mientras veía a Lancelot hacer una mueca.
"Oh, no dejaras de molestar con eso ¿verdad?" respondió el joven caballero.
"Estoy sorprendido de que la Princesa no se haya molestado por eso" contesto Gwaine mientras disminuía el paso para ir a la par con ellos, "Tal vez alguien más atrapó su atención".
Merlín se encogió de hombros, "Creo que Gwen siempre ha sido como una hermana para él. Sin embargo, de algo que estoy muy seguro es que ella es muy importante para él, pero no creo que tengas que preocuparte por eso" le dijo a Lancelot.
"Eso es un alivio." Lancelot murmuró y Gwaine rió.
"Sí. No hagas enojar a la princesa" dijo conteniendo una carcajada.
"¡Gwaine!" grito el rubio.
"¿Si señor?" respondió inocentemente el caballero.
"Pensé que te había dicho que dejaras de llamarme así". Arturo le devolvió la mirada.
"¿Lo hiciste, princesa? Lo siento, no creo que estuviera escuchando"
"¿Por qué nadie me escucha?" Arturo preguntó exasperado.
"Solo te escuchamos cuando es útil" Gwaine se rio.
"¡Soy el príncipe! Deberían estar escuchandome todo el tiempo".
"¿Por qué perderíamos nuestro tiempo así?"
Merlín escuchó a los dos hombres discutir y miró a Lancelot quien se encogió de hombros.
Eventualmente se separaron para cazar y Merlín terminó con Lancelot y Arturo. Lancelot solía mantenerse en silencio, no hablaba a menos que fuera necesario o para hacer pequeños chistes o charlas. Pero aparte de eso, era muy responsable y callado, así que pasaban la mayor parte del tiempo en silencio a menos que Merlín o Arthur murmuraran algo y comenzaran a discutir en voz baja.
La entrada del otoño trajo consigo una cantidad impresionante de presas. Merlín ayudó a preparar las tiendas que habían traído, luego comenzó a encender fuego y preparar la cena. Percival se echó a reír cuando Gwaine casi se encendió los calcetines, mientras León hacía un itinerario de lo que habían atrapado.
Elyan se sentó con él y tarareaba de una manera desentonada. Arturo y Lancelot se sentaron cerca de Merlín en silencio. Silencio que se alargó durante algunos 10 minutos más.
Finalmente Gwaine se hartó, "Está bien princesa, escúpelo". Dijo y todos los caballeros se acomodaron alrededor del fuego para poder mirar al príncipe.
"Lancelot siempre está callado, pero tú por otro lado nunca te callas. ¿Acaso estas tratando de llevarme la contra siempre?, ¿En qué estás pensando?" Arturo lo miró antes de suspirar, y comenzar a hablar con voz seria "Después de que volvimos de cerrar el velo, hablé con Merlín acerca de la magia en Camelot. Simplemente me hizo pensar sobre el tema".
Lancelot miró a Merlín, que negó con la cabeza en una ligera advertencia.
El caballero miró a Arturo, y pregunto con voz igual de seria "¿Acerca de que específicamente?"
"Bueno, le pedí su opinión al respecto. Y honestamente estoy de acuerdo con él. Dijo que la magia es como una espada. La espada en sí misma no es peligrosa y puede usarse tanto para ayudar como para lastimar. Llegamos a la conclusión de que realmente depende de la persona". Respondió mirando la fogata, el fuego iluminaba su rostro mostrando un gesto de seriedad.
Percival asintió con la cabeza, "Nunca comprendí el porqué de la purga. Parecía algo sin sentido para mí, pero una vez más, no crecí en Camelot, así que realmente no entendía la política de la magia aquí. Venía de un pueblo lejos de aquí y si alguien tenía magia, realmente no era peligroso”, respondió con calma.
Leon se inclinó hacia delante, "Eso puede ser cierto para algunos, pero también existen personas como Morgana y Morgouse que fácilmente podrían matarnos si tuviera la oportunidad".
Elyan se sentó, "Por otra parte, no creo que Morgana quisiera hacerlo si no tuviera miedo de que la mataran".
Gwaine frunció el ceño, "Es posible que muchos de los problemas con la magia ahora solo sean por el temor de las personas a ser asesinadas bajo las leyes de Camelot".
Merlín escuchaba todo atentamente mientras les pasaba los tazones de sopa a todos los caballeros. "Entonces, ¿dicen es que no desprecian la magia de la misma manera que Uther?" Les preguntó, sentándose al lado de Lancelot mientras le daba al caballero el último cuenco antes de recoger el suyo.
Gwaine frunció el ceño, "Si la magia es una herramienta, entonces debería usarse de la manera correcta. Claro que si vas por ahí matando o lastimando a la gente, entonces deberías ser castigado, pero aparte de eso no. Debes ser libre de vivir como quieras".
Arturo asintió, "Especialmente aquellos que nacen así. Me pregunto cuánto dolor y miedo tienen que pasar los druidas por culpa de mi padre".
Lancelot miró a Arturo y a los caballeros, "Entonces, si supieras que alguien que conoces tiene magia, ¿no estarías enojado?"
"Bueno, supongo que no. Puede que me moleste que me hayan mentido, pero yo no estaría enojado". Arturo frunció el ceño, "Después de todo, probablemente tendrían miedo de ser acusados".
"¿Pero lo exceptuarías?"Lancelot insistió.
"Si realmente confío en la persona. En algunas ocasiones solo quiero abandonar la prohibición de la magia y simplemente decirle a Morgana que regrese a casa y que detenga toda esta locura".
Merlín miró su cuenco, "¿Entonces por qué no?"
"Porque mientras mi padre esté vivo, él es el rey. No puedo cambiar una ley tan grande sin importar cómo me sienta". Respondió viéndolo a los ojos.
Merlín asintió lentamente. "Hay honor en eso".
Los otros asintieron con la cabeza. Terminaron su comida y se fueron a dormir, dejando a cargo de la primera guardia a Merlín, mientras que este no podía evitar pensar en el día en el que ya no tendría que preocuparse de ocultar su magia de su mejor amigo.