... Ya ha pasado una semana desde que acepte la propuesta de "Niño Bonito".
Esta es una de las muy pocas veces en las que agradezco que el tiempo, sea injusto y corra como quiera. Pues hoy, es el día de la tan esperada fiesta.
Durante los últimos tres días he escuchado a muchas personas, de todas las clases sociales hablar sobre este evento. Es bien sabido que la familia Marqués es una de las familias mas adineradas de la ciudad, por ende, es común que al evento asistan familias de la alta sociedad y uno que otro famoso del momento, por lo tanto ningún programa de chismes ha dejado pasar esa oportunidad para hacer polémica con la noticia.
Todos los empleados del lugar que estaban en el local se encontraba reunidos esperando las ordenes de los últimos preparativos del lugar, en cambio yo, me encontraba revisando el funcionamiento de los aparatos mezcladores, mi lacto, las conexiones, el sonido de cada corneta, la lista de reproducción para esta noche y la lista adicional de música variada que siempre tengo, mi "has, bajo la manga". Pues no me gustaría que me agarren desprevenida con alguna petición.
Me encontraba haciendo algunos ajustes a los niveles de sonido, para que todos no se sintieran tan aturdidos por la música o el sonido de los previos anuncios al comienzo de la fiesta. Por el rabillo del ojo pude distinguir a alguien.
Al girar mi vista me encontré con Saimon que se acercaba a mi, venia vestido con una camisa de cuadros color vinotinto manga corta, junto con pantalón negro y unos nike negros de zuelas blancas. Lleva su cabello inclinado al lado derecho dejando ver su cicatriz que le da un aire maduro. Debo admitir que es un hombre guapo sin duda alguna, cosa que el no va a saber nunca.
Al notar como lo detallo, sonríe de forma ladina mostrando lo engreído que suele ser siempre.
- Ya estas lista Sheyla? La fiesta empezara dentro de una hora aproximadamente una hora. - Dijo mirando su reloj.
- Si ya casi. Déjame ajustar un poco el sonido de algunas cornetas y después veré en que mas ayudo.
Volví la mirada a mi lacto un momento para verificar el buen funcionamiento y niveles de sonido de los equipos.
Llámenme loca si desean pero, desde pequeña he tenido... como decirlo? Mmm el don de saber o sentir cuando alguien me esta mirando y con que intenciones.
Y casualmente en estos momentos siento que me están mirando lascivamente.
- Que tanto miras? Se te ha perdido una igualita a mi o que? - Solté esas palabras de manera fría, cortante sin despegar la mirada del computador.
- Valla... Te he dicho lo guapa que te vez hoy? Cuando te vi no pensé que en verdad fueras tú. - Dijo con un drama, digno de un autentico Marqués.
Levante la mirada y lo vi con una expresión que solo yo se hacer. La que muchos temen y llaman "Piedra Caliza".
- Deja de molestar Saimon, si acepte este trabajo no fue para socializar contigo, con tu familia o con cualquier invitado, sino por el echo de que recibiré buena paga. - Dije de forma tangente y cortante.
No es que yo sea pobre ni nada de eso, de echo tengo suficiente dinero como para alquilar un departamento en alguna urbanización de la alta calumnia (Sociedad), sin embargo. Tengo todo ese dinero guardado en una cuenta de banco, mayormente lo uso para las medicinas y citas medicas de mi hermano, pagos de la casa y alguno que otro medicamento, gasas o vendas de mi parte.
- Vale vale, solo bromeaba no tienes por que ponerte así. - Dijo levantando ambas manos al aire. - Pero vamos, debes, no, tienes que admitir que te luciste hoy. Esa ropa te sienta muy bien, ese collar hace que resalten tus ojos, ese peinado hace que resalte tu rostro y con ese cuerpazo, tienes pinta de modelo. - Dijo mientras me señalaba con la mirada de arriba a abajo
Eso me sorprendió...
Digo se que soy bonita de cierta forma pero, que te lo digan así de frente y explosiva mente es algo... incomodo para mi.
Digo, siempre he sido alguien muy reservada poco sociable o por lo menos no mas de lo necesario, siempre estuve en las sombras. Nunca fui una persona que recibiera mucho cariño, la única persona que me daba cariño era mi... hermana... aunque, mas que una hermana, madre.
Era ella quien me ayudaba, la que secaba mis lagrimas, la que curaba mis heridas...
Ella era mi todo...
Pero... Cuando ella se marcho sin despedirse, sin decir nada, sin... llevarme con ella...
Me sentí... traicionada... humillada... engañada...
Estuve abatida durante meses... No quería comer, llegue a cometer intento de suicidio tantas veces de todas las formas que ni las puedo contar. Pero alguien siempre llamaba a los para médicos antes de que pudiera pisar el otro mundo.
Era mi madre... La señora que nunca en su miserable existencia le importe...
No es que sea malo el echo de que me "salvara la vida", no. Lo malo sucedió una tarde en el hospital cuando estuve hospitalizada después de mi ultimo intento de suicidio. Descaradamente frente al doctor, mi madre, me dijo que no podía dejarla sola porque nadie mas le daría dinero para consumir sus malditos vicios...
El reflejo de una mano frente a mis ojos capto mi atención sacando de lo profundo de mis pensamientos.
Cuando volví a la realidad enfoque mi vista hacia el frente encontrándome con la mirada de preocupación del "Niño Bonito", sacudí la cabeza para alejar aquellos recuerdos de mi mente.
- Lo siento me distraje. Decías algo? - Pregunte de manera desinteresada. Ese recuerdo me ha jodido la noche de alguna forma.
- Estas bien? Pusiste una expresión muy preocupante. - Dijo con un notorio tono de preocupación.
- A ver si entiendo... Tú, el gran reí de las estiradas esta preocupado por una plebeya como yo?? - Dije con el mejor tono dramático que poseo logrando que pusiera cara de incrédulo por lo que me reí con ganas sin intención de ocultarlo. - Jajajaja. Esto se cuenta y no se lo cree nadie.
No aguante la risa y me senté de golpe en la silla al lado de los artefactos y equipos de sonidos. Supuse que me miraba con indignación y alegría a la vez, porque entre la risa y las lagrimas en mis ojos no me permitieron ver bien la expresión en su rostro.
- No se trata de eso idiota, sino es por el echo de que no me pondrás a parir* por un DJ nuevo con solo cuarenta minutos antes de la apertura de la fiesta -.
Después de limpiarme las lagrimas y recuperar el aire que avía perdido durante el ataque de risa, pude notar su tipifica mirada de reproche, pero, para mi sorpresa tenia una sonrisa entre labios al culminar sus palabras.
- Y sí, que de malo hay con el hecho de que me halla preocupado por ti? - Ahora el de la sonrisa burlona era el. - O es acaso que nunca en tu vida recibiste cariño o la preocupación por parte de alguien más?? - Su sonrisa se agrando sobremanera después de lo que ha dicho.
Me quede callada de manera indefinida.
Siento como un balde de agua fría cae sobre mi con cubos de hielos incluidos y nuevamente vuelvo a quedar flotando en ese espacio tan negro como la noche en mitad de lo que parecía ser nada.
Este es igual y a la vez lo opuesto al limbo, lo que diferencia a ambos es que el limbo solo eres capaz de verlo una vez muerto o entre lineas, no sientes nada y todo refleja una paz absoluta donde vallas.
En cambio este mundo, mejor cocido por muchos como "El Abismo", donde solo eres capaz de verlo y sentir el dolor en todos los sentidos cuando estas en un estado critico mental o psicológico...
Reaccione y lo mire con una mirada mas fría que el hielo
- Eso no es asunto tuyo, así que te pido no te metas mas en mi vida personal Saimon Marqués. - Dije de manera fría me retire del lugar, y me dirigí hacia la barra a ayudar y así despejar mi mente. Es lo quemas necesito en estos momentos.
>>30 Minutos Despues<<
Todos estaban en sus respectivas posiciones en la espera de la señal del tío de Saimon lo cual me avisaría por el manos libre para así comenzar a reproducir la música lo cual vendría siendo la señal del personal del local.
Desde donde me encontraba todo se veía bien solo debía esperar la señal y la larga noche empezaría....
>>>CONTINUARA<<<