Llovía. Podía ver desde la ventana de su casa como unas finas gotas descendían por el vidrio trazando un recorrido el cual de algún modo lo hipnotizaba. Ese día estaba especialmente frio, y los días de lluvia siempre le producían una sensación de nostalgia.
Recordaba con melancolía como era estar en esos días, encerrado en su habitación, jugando junto a su hermano a los dinosaurios. Esos días fríos a él le gustaba tomar chocolatada caliente junto al calefactor, estar con su hermano y ver televisión. Era en esos momentos que sentía que su vida valía la pena.
Pero también eran días tristes. Recordaba que luego de la muerte de sus padres y que su querido hermano desapareciera de su vida, en esos días era estar encerrado cosa que le producía tristeza. Era en ellos en los cuales el acariciaba la idea del suicidio, pensando que este quizá pueda apagar el terrible dolor que estaba sintiendo cada maldito día de su vida.
Aun cuando llovía a él no le importaba salir de su solitaria casa. Solía ir siempre al muelle, sentarse en este y mirar su reflejo en silencio, en soledad. Aunque siempre un insoportable mocoso rubio interrumpía su paz.
No sabía su nombre, pero siempre que pasaba por ahí se ponía a pelear con otros niños, ellos le pegaban e insultaban, pero el niño no se dejaba humillar, Sasuke no podía evitar sentir algo de curiosidad por él, como a pesar de eso él sonreía, él jugaba, y nunca se rendía.
Sasuke podía pasar un largo rato mirándolo, mirando sus hermosos ojos celestes, ojos que sin saber él porque le transmitían algo que no podía poner en palabras, una sensación de calidez, muy similar a la que sentía cuando recordaba a su querido hermano.
El mocoso insoportable, como él le puso, un día apareció con su rostro bañado en sangre, especialmente en sus mejillas, y con la mirada perdida, cosa que realmente sorprendió a Sasuke, pero no se atrevió a preguntar. Después de todo ni siquiera habían compartido una palabra.
Pero al otro día, con curitas en sus mejillas el seguía igual, riendo y luchando con la gente que lo molestaba. Y a Sasuke le gustaba eso.
Se preguntó por qué él no podía ser así. Mientras ese niño luchaba Sasuke solo se hundía más y más en sí mismo, solo caía en un profundo abismo. Sentía que vivir solo era una carga, un interminable dolor. No era fuerte. Todos pueden creer eso, pero no lo era, solo era un niño débil que lo único que lo ataba a la vida era el temor a la muerte, temor que poco a poco estaba superando.
Sin darse cuenta él ya había preparado su muerte, compro una soga, eligió el lugar donde morir, escribió una carta, y espero paciente el día que decidiera por fin terminar con su vida.
Pero fue entonces cuando por fin hablo con él.
Un día de lluvia decidió pasear por el parque, uno que quedaba cerca del muelle, lugar donde sin duda iría un rato más tarde. Y el mocoso insoportable, ese que se la pasaba gritando e interrumpiendo su paz, estaba sentado en una hamaca mirándolo fijamente.
- Tú eres el niño raro del muelle – Fue lo que dijo, Sasuke de inmediato pensó que su voz era incluso más insoportable de cerca
- Tú eres el mocoso insoportable de las peleas – Respondió con el ceño fruncido
- Me contaron sobre ti unas niñas, lo que paso con tu familia y lo que te hizo tu padre. - Sasuke lo miro entre molesto y sorprendido, era un fastidio que su historia pase en boca de todos. – Siempre te sientas a llorar en el muelle y quise hablarte
- No me interesa hablar con un mocoso insoportable y entrometido como tú
- Bueno… Al principio me dio algo de pena, pero luego lo entendí mejor. – Dijo como pensando en sí mismo – Yo igual estoy solo, y vez estas marcas – Dijo señalando sus mejillas esas líneas en forma de bigotes – No son marcas de nacimiento, quizá como estoy lejos nunca las viste. Estas me las hicieron unos hombres hace un tiempo, me atacaron y cortaron con unas navajas mi rostro. Bueno… Digamos que me paso lo mismo que a ti. – Los ojos de Sasuke se abrieron como platos, asombrado por la repentina confesión del mocoso insoportable, quien con una sonrisa en su rostro hablaba sombre un suceso como ese – No me molestan, ellas son la prueba que luche, y sobreviví, y eso me hizo más fuerte, son una medalla de que no moriré tan fácilmente - Sonrió brillante - No entendí como te sentías hasta que eso paso. Así que como ya supe lo que se sentía creí que sería bueno hablar contigo algún día.
- ¿Por qué me estás diciendo todo eso? – Sasuke lo miro confundido ¿Qué clase de conversación era esta?
- Ya te lo dije, yo igual estoy solo. – El niño le sonrió, mostrando esos brillantes dientes blancos, una sonrisa hermosa, casi hipnotizaste, una que sin duda a Sasuke le robo el corazón – Como sea, ¿Quieres ser mi amigo? – Sasuke quedo paralizado, sin comprender por qué un niño como ese le decía esas cosas, con sinceridad, sin pelos en la lengua, por decirlo metafóricamente.
- Yo…- Sasuke se sentía inquieto ¿Un amigo? ¿Alguien en su vida? Paso tanto tiempo solo, mirando fijamente la soga en su habitación, creyendo que quizá si tomaba valor algún día podría acabar con esta angustia, con esta profunda soledad– Si…- Susurró aun confundido diciéndolo más por instinto que por razonamiento lógico
- ¡Genial! Yo soy Naruto Uzumaki y seremos amigos – Naruto le sonrió, una sonrisa que para Sasuke sería su razón de vivir.
- Sasuke no creo que este bien lo que haces con Naruto… - Dijo Sakura una tarde mientras tomaban té. Eran amigos así que le conto todo lo que paso entre Naruto y él, la fiesta, la noche que pasaron juntos, todo. – Se terminarán confundiendo las cosas, y sabes que él siente algo por Neji – Sasuke suspiró, supuso que ella le diría algo así, pero necesitaba contarle a alguien – Te puedes terminar lastimando… - Sakura no era tonta, sabia lo mucho que significaba Naruto para Sasuke, y tenía miedo de que se confunda y termine lastimado
- Es… Complicado -
- Sé que lo quieres mucho. Pero también quiérete a ti – Los verdes ojos de Sakura lo miraban fijamente, de un modo casi maternal, eso lo puso nervioso – Quizá hasta puedas conseguir pareja, un lindo chico o una chica, lo que gustes, eres muy popular -
- Sabes que no estoy muy interesado en esas cosas. –
- Si sientes algo por Naruto, pienso que sería mejor que se lo digas en vez de hacer esas cosas. Es tu cuerpo, es tu integridad, deberías cuidarla. – Sasuke doblo la vista, sabía que Sakura tenía razón. No quería volver a ser la puta de la escuela, pero es que era Naruto… Solo por él haría esas cosas.
- Es mi amigo. – Aclaró, pero la idea de que algo más pasaba quedo en la cabeza de Sakura
- Está bien Sasuke. Veo que estas confundido y no te presionare a nada. Pero… ¿Qué harás con Neji? Sabes que él sí siente algo por ti.
- No es nada fijo Sakura, y si es así tiene que entender que solo lo veo como un amigo muy querido.
- Y quizá… También debas hablarlo con Naruto. Para evitar malentendidos y peleas. -
- No me animo a hacer eso. Creo que es mejor dejar las cosas como están. No pasara nada entre Neji y yo. – Ambos quedaron en silencio por un buen rato - ¿Me dirás porque desapareciste el otro día? – Ahora fue el turno de Sasuke de preguntar
- ¿Recuerdas que te hable de una chica a la que yo amaba? - Sasuke asintió – Me reuní con ella. En realidad, me cruce por accidente y comenzamos a hablar. Ella sugirió vernos, así que creí que sería una buena idea, como amigas. Ella jamás supo realmente que yo estaba enamorada de ella. Y luego de hablar con ella, me di cuenta que todavía la amaba, y me dolió ver su felicidad con alguien que no era yo. Di todo por ella. Pero perdí. Y no está necesariamente mal, uno jamás puede obligar a otro a quererlo de ese modo. – Sasuke se quedó por un momento tratando de pensar las palabras dichas por Sakura. Neji no podía obligarlo a amarlo, así como él no podía obligar a Naruto a mirarlo a él. – Me sentí devastada ese fin de semana así que por eso no respondí los mensajes, lo siento.
Sasuke y Sakura hablaron por un buen rato. Pero en la mente de Sasuke rondaba una y otra vez las palabras de Sakura, ese sentimiento devastador y desgarrador. Ella lo entendía, porque por más que quisiera negarlo una y otra vez, por más que le dijera al mundo y a sí mismo, con esas simples palabras de su mejor amiga, Sasuke entendió que él realmente amaba a Naruto.
Siempre se preguntó cómo hacia Sakura para desearle la felicidad a su ser amado con otra persona, para amar sin esperar nada a cambio. Y es que así era el verdadero amor. Y eso es lo que sentía él por Naruto. Quería que estuviera con Neji, porque sabía Neji era un buen chico y lo haría muy feliz. No esperaba su amor, no esperaba volver a besar sus labios, mirar su bello rostro, ni sentir su cálido cuerpo. Lo único que él realmente quería era mirar esa brillante sonrisa, y saber que era feliz.
Ahora comprendió a Sakura. Y no la vio ni tan fuerte ni tan idiota como en un principio. Simplemente la vio como alguien enamorada de verdad. Alguien que le seria fiel a su amor, a pesar de todo.
Quizá conocer a alguien más no sea mala idea. En el fondo él sabía que Sakura quería que sus amigos estén juntos, pero también quería su felicidad. Sasuke jamás intentaría volver a seducir a Naruto, jamás volvería a tratar de poseer algo que no era suyo. Y que tristemente sentía que jamás lo seria.
No dolía tanto como suena con palabras, se sentía una extraña sensación de calidez pensando que al fin podía saber por qué cada vez que miraba su maldita sonrisa sentía que el mundo se detenía. O como a sus ojos, los de Naruto, eran un pedazo de cielo que querría contemplar para siempre. Empero, había otras formas de verla, y el descubriría el modo.
Pero lo que ahora más le intrigaba y preocupaba era saber que paso con Naruto en todos estos años, que fue lo que realmente lo quebró. Sabía que al igual que él había sufrido una violación, empero él lo había superado. Entonces… ¿Qué fue lo que le hizo cambiar?
- Sakura. – Dijo - ¿Qué fue lo que hirió a Naruto? – Los ojos de ella se abrieron con sorpresa. Varias veces la había hecho, pero ella siempre se negaba a responder.
- Sabes que Naruto-
- Ahora somos mejores amigos ¿No? – Ella suspiró y asintió. No era una relación de extraños, el lazo entre Naruto y Sasuke era fuerte, quizá sería bueno que Sasuke comprendiera a Naruto.
- Él… Siempre fue muy revoltoso y energético. Pero tenía el mal habito de enamorarse o que le guste gente no muy conveniente. Incluso dijo que yo le gustaba hasta que le confesé que era lesbiana. Varias veces la gente de la que él se enamoraba lo humillaba, se reía de su amor, y eso poco a poco le fue afectando. Pero luego llego un chico… Hiroki. Quien fingió estar interesado en él. Simplemente estaba haciendo una apuesta, hacer que Naruto se enamore perdidamente de él. Y vaya que lo logro. Cuando decidió terminar con ella le dijo a Naruto la verdad, se rio de él, lo insulto como nadie nunca lo había hecho. Eso destruyo a Naruto. Yo quede suspendida por que no soporte eso y lo golpee hasta que me detuvieron en plena clase, el muy maricon comenzó a llorar luego de la paliza que le di. Pero Naruto ya no fue el mismo, se hundió en una profunda depresión de la cual poco a poco comenzó a salir. Conoció a Neji quien a diferencia de los demás si lo trataba bien y le hablaba amablemente. Hiroki se cambió de escuela después de que le dijera que si volvía a aparecer frente a Naruto lo mataba. Naruto jamás nombra a Hiroki.
- Ya veo… - Neji le hacía bien a Naruto, y eso le dolía. Naruto salvo su vida, por ello creía que era hora de él también ayudarlo. Conquistar a Neji, haría que ellos puedan estar juntos, por más dolor que le produzca – Dime algo… ¿Por qué a pesar de todo sigues amando a esa chica? – Sakura lo miró algo confundía, no iba al grano de la conversación.
- Veras, ella era especial, ella me ayudo cuando nadie estaba y el amor que yo le tuve trascendió las palabras, no podría explicar por qué la ame tanto. Yo acepto que ella no me amara jamás ¿De qué me sirve lamentarme? Aceptare que ella amara a otra persona, y por respeto a mis sentimientos le seré fiel a ella, y velare por su felicidad. Realmente no espero nada, y es por eso que no le diré que la amo. Siempre que me necesite estaré, pero por ahora quiero mantener la distancia. Es muy doloroso para mí-
Sasuke pensó en ello, era exactamente lo que él sentía. Quería hacer feliz a Naruto, quería ver sus hermosos ojos celestes brillar. Aun cuando le parta el alma saber que jamás lo amaría como lo amaba él.
Ese día Sasuke descubrió sus verdaderos sentimientos. Ver a ese rubio hiperactivo cabeza hueca era sin duda el mejor momento del día. No le importo mucho, y por extraño que parezca tampoco lo hizo llorar o lamentarse. Era un hecho. Siempre y cuando el bello rostro de Naruto este bien, el sería muy feliz.
Miró nuevamente su pulsera, esa que hace ya muchos años Naruto le regalo. Es por eso que el día que llego a clases, miro esos hermosos ojos celestes supo que era él. Era su turno de salvarlo, de hacer que su herido corazón sane. Naruto salvo su vida, fue su razón de vivir por muchos años. Ahora él ya no era ese niño débil que lloraba y se lamentaba sin hacer nada, era grande y fuerte, es por eso que era su turno de luchar.
Recordó las palabas de Naruto, como más de una vez le mostro sus líneas en las mejillas, como símbolo de fuerza. Esos hombres cortaron su rostro, pero él las mostraba para decirle al mundo “estoy vivo, sobreviví”. Sasuke igual sobrevivió, y sonriendo, tan brillante como nunca sintió su pasado al fin tenía un cierre. El igual sobrevivió.
Ayudaría a Naruto. Ese era su primer plan. El segundo era encontrar a su hermano, quien hace años había desaparecido sin dejar rastro. Mirarlo a los ojos y decirle “lo siento, no te tengo miedo”.
Se sintió motivado, ya era hora de volver a nacer. Después de todo, él no había muerto.
Después de lo ocurrido con Sasuke por algún motivo no les costó a ninguno de los dos hablar y tratarse como siempre. Sabía que algo así no debía pasar más, no había que confundir las cosas.
Él amaba a Neji, en ese fue un momento de debilidad, pero sus sentimientos por el chico castaño eran reales, debía serle fiel a su amor.
Miró sus muñecas, llenas de cortaduras, Sasuke las había curado, pero las cicatrices le provocaban disgusto. No le gustaba hacerlo, inmediatamente después de que las veía se sentía terriblemente mal. Le daba vergüenza pensar que alguien podía verlas. Suficientes burlas tenía ya para sumar una más.
Su celular sonó, era un mensaje de Sasuke, lo sabía por qué había programado su celular para que el sonido de los mensajes de Sasuke fueran diferentes. El mensaje decía “Adivina quién te consiguió una semi-cita con Neji” Saltó de la cama y rápidamente respondió “¿Enserio? ¿Cómo?” Sasuke de inmediato respondió “Iremos al cine los tres y luego me surgirá algo, y me iré. A que soy el mejor.” Naruto respondió “Lo eres maldito bastardo, eres un genio” Del otro lado del teléfono Sasuke soltó una pequeña risa, podía jugar escuchar su molesta voz mientras leía.
Era una inmensa alegría, podría estar con el chico de sus sueños solo en el cine. No debía arruinarlo, era una oportunidad de oro. El maldito bastardo era el mejor.
Tanto Naruto como Sasuke sonrieron. Pero lo que ellos no sabían es el gran problema que tendrían ese día.