-Bien me iré, si me necesitas solo llámame –suspiraba caminando a la puerta-
El menor desviaba la mirada apretando los puños sobre las mantas sintiendo como las lágrimas le hacían un gran nudo en la garganta, el mayor salió de la habitación cerrando la puerta caminando hacia las escaleras dando otro suspiro mientras pensaba “solo así, enserio Kamijo dejaras al amor de tu vida solo en esas condiciones debo estar loco“ cuando salió de sus pensamientos por un momento dándose cuenta de que ya estaba frente a la puerta principal, abrió la puerta un poco dudoso volteando la mirada hacia las escaleras pero al ver que no había señales del peliplata salió de la casa cerrando la puerta. Al escuchar la puerta cerrarse se levantó de la cama caminando a la puerta saliendo llegando a las escaleras bajando la mirada al ya no verle ahí.
-Se ha ido…. –levanta la vista hacia el techo suspirando- estoy solo de nuevo… te extraño San… No puedo vivir sin ti… -bajaba la mirada hacia el piso- Que… hare de ahora en adelante… Mi vida ya no tiene sentido… y-yo… Quiero irme contigo…
Sin darse cuenta había empezado a llorar de nuevo y con pesadez camino de vuelta a su habitación cerrando la puerta caminando hasta la cama acostándose nuevamente, después de unos minutos se limpió las lágrimas que corrían por su rostro y observo la charola con fruta y jugo que le había dejado el rubio escondió el rostro sobre la almohada que yacía bajo su cabeza.
El rubio caminaba por las calles alejándose de poco a poco de la casa del peliplata dando largos suspirossacando una caja con cigarrillos llevándose uno a los labios para después encenderlo miraba el camino sin poner mucha atención se detuvo por unos momentos volteando la vista hacia el camino que había dejado atrás mordiéndose un poco los labios pero volvió la vista hacia el frente y siguió caminando soltando el humo del cigarrillo lentamente por sus labios.
“Como puedo dejarlo así, el me necesita” pensaba mientras caminaba miraba al cielo dándose cuenta de que no había ni una sola estrella el cielo estaba oscuro “seguramente lloverá esta noche, espero que estés bien Teru” murmuraba para sí mismo volviendo la mirada al camino y siguió caminando hasta llegar a su departamento.
El peliplata sentía la brisa del viento alcanzarle hasta la cama donde se había quedado dormido después de tanto llorar al sentir el viento despertó y volteo el rostro hacia la ventana levantándose para cerrarla pero antes de hacerlo observaba detenidamente como la lluvia empezaba a caer ignorando el frio que sentía extendió la mano fuera de la ventana sintiendo aquellas gotas mojar su mano, de pronto se sorprendió un poco porque le dolía el estómago se había quedado dormido sin comer nada en todo el día así que cerro la ventana y volvió a la cama, suspiraba con aquella mirada triste que no podía borrar de su rostro miro la charola que le había dejado Kamijo y empezó a comer despacio sintiendo como sus ojos estaban hinchados después de un rato se terminó la fruta y el jugo, se levantó llendo al baño abriendo la llave del grifo lavándose el rostro tomo una toalla y se secó el agua que escurría por todo su rostro dio un bostezo y camino de vuelta a la cama recostándose ahí cubriéndose con aquellas sábanas blancas murmurando mientras cerraba los ojos “buenas noches amor” .
Y así paso la noche larga, fría y lluviosa donde dos amantes fueron separados por el trágico destino mientras aquel que se hacía pasar por su amigo estaba enamorado en secreto sintiéndose morir por dentro al ver a su amado de esa forma. Al llegar la mañana no había ni un solo rayo de luz el cielo estaba nublado el viento que corría a los alrededores era frio pero un poco más cálido que el de la noche anterior, el peliplata despertaba tallándose los ojos como de costumbre.
-Buen… -no termino de hablar cuando miro a su lado y se dio cuenta de que estaba vacío- lo… olvide…
Se levantó con pesadez dirigiéndose al baño a tomar una ducha, mientras en el departamento del rubio se encontraba tomando un poco de café mirando a cada instante su teléfono móvil esperando recibir alguna señal del peliplata pero no había señal alguna tenia inmensas ganas de llamarme pero no quería hacer enojar de nuevo al peliplata así que solo siguió con su desayuno para terminar de alistarse. Después de un rato el peliplata ya había terminado de su ducha comenzó a vestirse con ropas negras que no eran muy usual en el pero esa mañana debía sepultar a aquel que le había entregado su corazón.
Después de varios minutos alguien tocaba la puerta de su casa por un momento pensó que podría ser Kamijo de nuevo pero al llegar a la puerta se dio cuenta de que no era quien esperaba.
-Buenos días Teru-kun –decía un joven de mediana estatura de cabellos largos rubios-
-Hizaki… Que haces aquí –abría más la puerta para que su amigo pasara-
-No pensaste que te dejaría solo el día hoy –negaba mientras entraba quitándose su abrigo negro- Además quería asegurarme de que estas bien –extendía su mano hacia el cabello del peliplata acariciándole- Lo lamento mucho Teru-kun
-Hiza… -murmuraba abrazándose a su amigo ocultando su rostro en su pecho mordiéndose los labios para contener las lágrimas-
-Oh Teru-Kun –le acariciaba la espalda – Sé que duele pero ya no podemos hacer nada
-y-yo… le extraño –murmuraba mientras sollozaba aferrándose más a la camisa del otro-
-Lo sé –le tomaba de las mejillas limpiándole las lágrimas con sus dedos- Sabes a él no le hubiera gustado verte así él te amaba mucho y daría lo que fuera por que no lloraras
-Quisiera… Irme con el… -bajaba la mirada mordiéndose los labios-
-No vuelvas a decir eso –le toma de los hombros mirándole- Eres como mi hermano como crees que me sentiré si te pierdo
-Pero… -le miraba con los ojos cristalinos por las lágrimas-
-Sé que es difícil esta situación pero debes continuar sin el –le toma de la mano llevándole a un sofá sentándole- Hay momentos en la vida en que debes dejar ir lo que más amas
-No quería que se fuera… -apretaba las manos sobre sus piernas negando-
-Eso lo sé –le da un beso en la frente- Te preparare un café quédate aquí
Mientras su amigo se iba a la cocina el peliplata tomaba su móvil mandándole un mensaje a Kamijo.
[Msj]: Kamijo hoy es el entierro de San, así que ojala puedas ir no vengas a mí casa me iré con Hizaki.
“Debo disculparme con él no se merecía que le hablara así” pensaba mientras miraba hacia la ventana sin mirar nada realmente.
-Teru-Kun… -le pasaba la mano frente a su mirada al notar que no había respuesta alguna por parte del peliplata empezó a picarle una mejilla-
-eh… -parpadeaba varias veces sintiendo algo extraño en su mejilla- q-que estás haciendo –se tocaba la mejilla haciendo ligeramente un puchero-
-Lo siento pero no me hacías caso –le entrega el café- Anda toma aunque sea café
El peliplata asentía tomando de a sorbos el café dando un que otro suspiro, su amigo tomo asiento en un sofá frente a él mirándole fijamente atraves de los lentes oscuros que llevaba sin decir palabra alguna.
Mientras tanto en el departamento del rubio después de haber recibido el mensaje del peliplata tomo sus llaves saliendo caminando hacia la calle hasta llegar a florería, entra observando las flores. Después de varios minutos se acercó al mostrador.
-Podría darme un ramo de aquellas flores blancas por favor –decía mientras se acomoda sus lentes oscuros-
Después de unos minutos pago el ramo y salió de la florería caminando hacia el cementerio.
El peliplata salía de su casa en compañía de su amigo ambos caminaban hacia la calle.
-Teru-kun
-si…
-Quieres pasar a comprarle algunas flores
-Si… por favor…
-Hay una florería por aquí cerca, toma –le da unos lentes oscuros-
-a… Gracias… -suspiraba poniéndose los lentes- Olvide los míos…
-No es nada
Luego de varios minutos de caminata llegaron a la florería el peliplata se detuvo frente a aquel local observando las flores que estaban cerca de los cristales sintió como una mano se posaba sobre su hombro, dio un suspiro y entro ala florería apenas observando las flores sin decir nada solo señalándole a su amigo unas flores blancas, Hizaki asintió pidiendo las flores después de unos minutos les entregaron las flores y salieron de la florería.
-Teru-Kun quieres que me las lleve
-No yo puedo… -murmuraba abrazándose a las flores bajando la mirada-
Y así pasaron todo el resto del camino hasta llegar al cementerio en completo silencio caminaron hacia la que sería la tumba de aquel que amaba observando a algunas personas que no conocía pero seguramente eran conocidos de su pareja.
-Teru-Kun… -susurraba mirando a la gente-
-Si… -murmuraba observando el ataúd-
-Quienes son todos ellos… No los conozco
-No lo sé… -suspira- supongo que son amigos de San… -le daba las flores a su amigo acercándose al ataúd-
-ya veo… -recibía las flores mirándole-
El peliplata destapaba lentamente el ataúd mordiéndose los labios al ver el rostro de su amado con unas cuantas cortadas se llevó una mano a los labios sintiendo como algunas lágrimas mojaban sus dedos a lo cual no le tomo mucha importancia aparto su mano de sus labios y la bajo hasta tomar la mano de su amado entre las suyas sintiendo la piel fría que yacía en aquel cuerpo.
“No sé qué debería decirte…. Se… Que esta será la última vez que vea tu rostro… Pero no puedo no quieroquedarme solo… Tú me harás mucha falta… Jamás amare a nadie tanto como te amo a ti” Pensaba mientras bajaba la mirada.
Mientras el peliplata seguía ahí junto al ataúd en completo silencio el rubio de ojos azules iba llegando caminando directamente a donde se encontraba el amigo del peliplata.
-Buenos días Hizaki –susurraba acomodando sus lentes oscuros-
-Buenos días Kamijo… Aunque de buenos no tienen nada –murmuraba mirando al peliplata-
-Lo se… -daba un suspiro observando al peliplata-
-No se lo has dicho verdad –le miraba-
-eh… No sé de qué hablas –miraba hacia el frente evitando la mirada del otro-
-Acaso quieres que te diga en este momento de que hablo todos se dan cuenta menos el
-Así que lo sabes
-Aquel que tenga ojos se daría cuenta de la forma en que lo miras desde hace un tiempo, además no estarías aquí si él no te lo pidiera
-No es el momento Hizaki
-No te estoy diciendo que ahora
Mientras ellos dos conversaban el peliplata se limpiaba las lágrimas de sus mejillas.
“Quisiera darte algo para que no me olvides… Pero lo único que tengo es esto” pensaba llevando una mano al collar con un dije de una estrella de plata “Te lo regalo amor mío… Es mi collar favorito lo sabes verdad… Pero quiero que tú lo tengas” Se quitaba el collar poniéndoselo en el cuello.
-Te Amo San… -susurraba dándole un beso en los labios-
Al ver lo que hacía el peliplata ambos rubios se miraron sin poder creer lo que acaban de ver.
-No pensé que haría eso… Es su collar favorito
-A mí ni siquiera me dejaba tocarlo….
El peliplata volvía a bajar la tapa del ataúd regresando con sus amigos.
-Teru-kun –le acariciaba el cabello-
-Hizaki… puedes poner por mí las flores por favor…
-Claro iré a dejarlas –caminaba hacia el ataúd-
-Kamijo… -daba un suspiro bajando la mirada- Lo siento…
-No tienes por qué disculparte –le acaricia el cabello- Mira… Traje unas flores
-Gracias… -toma las flores llendo a dejarlas sobre el ataúd-
-Teru-Kun –le miraba- Es hora
-Si… -se acomodaba sus lentes abrazándose a su amigo- No… Quiero