Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Coma profundo por Fullbuster

[Reviews - 103]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Él me mira, no deja de hacerlo desde la encimera de la cocina donde está sentado. Nadie más puede verle, es el motivo por el que Mikoto sigue trabajando en la encimera, traspasando el cuerpo de Sasuke de vez en cuando al agarrar algún condimento para trocearlo.


- Relájate – pronuncian sus labios.


Mi pierna no se detiene. Sigo muy nervioso. Habían dicho que tardarían un par de semanas en dar las notas y sigo esperando la respuesta. Necesito saber que todo está bien, que puedo empezar a moverme y entregar documentos a la universidad a la que deseo inscribirme. Ya son dos semanas sosteniendo estos nervios que me hacen comer más.


- Suelta ese trozo de bizcocho – se queja Sasuke – vas a ponerte como una vaca si sigues comiendo a ese ritmo.


¡Lo suelto! Incluso siendo un fantasma y sabiendo que no puede hacerme nada, Sasuke me intimida demasiado. Aun así, mis ojos vuelven al trozo de bizcocho de almendras que he preparado esta mañana. ¡Tiene una pinta deliciosa! Y me muero por desayunar un trozo de él.


- Come algo si tienes hambre, Naruto – la dulce sonrisa de Mikoto siempre suaviza los latidos de mi corazón y me provocan una tonta sonrisa.


- No es que tenga demasiada hambre realmente – comento, fijándome en cómo sus manos cortan el puerro para preparar la sopa de miso – creo que son los nervios, siento como si tuviera que estar haciendo algo.


- Has estudiado mucho estos meses, ahora sólo debes relajarte.


- Pero…


- Las notas ya llegarán. No te preocupes tanto.


- Itachi no suele inmutarse por saber las notas.


- Itachi es un genio, como lo era… - se calla un segundo, recapacitando las palabras – como lo es Sasuke – rectifica – se les dan bien los estudios a los dos y no sé… supongo que tienen la seguridad que aprobarán. Es la primera vez que vivo esta clase de nervios por saber las notas, ellos no solían mostrar ese nerviosismo, aunque puede que lo tuvieran escondido en su interior. ¿No crees?


- Es muy posible – sonrío con algo de tristeza. Pensar en Sasuke y en cómo ha pronunciado ese “era” antes de rectificarlo, me hace sentir mal.


Sé que Sasuke ha sentido la misma puñalada, un pasado significa que están intentando asimilar que no volvería. ¡Casi medio año ha transcurrido! Y los médicos ya están empezando a perder la esperanza. Muchos dicen que Sasuke ya no volverá a despertar, pero yo mantengo fe en que lo hará. Es Sasuke Uchiha… él puede superar cualquier obstáculo, así lo veo yo.


El ruido de una moto me levanta de la silla a una velocidad que ni yo sabía que podía alcanzar. Mikoto me mira extrañada antes de sonreír, pero yo sólo escucho a Sasuke tras de mí, resoplando antes de bajar de la encimera y atravesando el muro de la cocina hacia el patio para seguirme.


Abro la puerta corredera de madera y tomo las zapatillas para intentar ponérmelas. Apenas puedo sostenerme, doy saltos desequilibrados a la pata coja intentando encajarla en mi pie mientras me sostengo con una mano en el marco de la puerta. Sasuke me mira desde el patio con asombro.


- Dios… siéntate y cálzate tranquilo. La carta no se va a mover del buzón – se queja Sasuke al ver mis piruetas por intentar mantener el equilibrio – realmente eres un fastidio.


- Cállate, idiota – me quejo. Para mí es realmente importante esa carta. Todas las mañanas le monto la misma escena, y todas las mañanas… sólo llega propaganda, revistas o facturas –. Venga… carta de notas, carta de notas – suplico al iniciar la carrera por el patio hacia la entrada principal.


El cartero sigue allí. Revisa el nombre de las cartas y las mete en los buzones. Y como todas las mañanas… él sonríe al verme aparecer. Tiene cartas en la mano, pero él sabe lo que estoy esperando.


- Por fin llega – el cartero me sonríe, entregándome un gran sobre con el sello de la universidad donde hice las pruebas – pasa un buen día y mucha suerte.


- Sííí – sonrío con entusiasmo, tomando el sobre en mis manos y dando brincos de alegría. La impaciencia me puede. Allí mismo, comienzo a romper el sobre intentando llegar al contenido.


- Con cuidado, imbécil, no vayas a romper las hojas de dentro – escucho nuevamente una queja de Sasuke.


Demasiado nervioso hasta para prestar atención a sus quejas e insultos. Sólo necesito abrir ese dichoso sobre. A trizas, consigo finalmente abrirlo y sacar las hojas de su interior. ¡Hay unas cuantas! La primera es basura, la lanzo al suelo al ver que simplemente… “agradecen mi asistencia”. La segunda hoja… más basura, la lanzo tras la primera comprobando que es el recordatorio de plazos de inscripción para las universidades. ¡Sasuke no deja de sonreír tras de mí!


- Maldita sea, ¿dónde están las notas?


- No te impacientes.


Sasuke se acerca hasta donde estoy y echa un vistazo conmigo. La tercera hoja es más basura y finalmente… la cuarta tiene mis resultados. Busco la nota final, necesito puntuar por encima del nueve para la universidad que quiero y entonces… la sonrisa se borra de mi rostro.


- ¿Qué ocurre?


- Es que… ¿Es ésta mi nota final? – pregunto.


- Sí. ¿Qué le ocurre?


La sonrisa vuelve con mayor ímpetu. Un nueve noventa y ocho me da pleno acceso a mi sueño, me da vía libre para poder ser cirujano en un futuro y sobre todo… me da esperanzas de ayudar a Sasuke.


- LO CONSEGUÍ – grito con fuerza antes de ver la sonrisa de Mikoto y cómo me saluda desde la ventana de la cocina – nunca había sacado más de un nueve… ni de un siete – susurro casi avergonzado.


- Deja de armar tanto revuelo, sólo es una nota – una nueva queja de Sasuke llega a mis oídos.


Se marcha. Este medio año a su lado me ha dado la oportunidad de conocerle mejor, tanto, como para saber que Sasuke en el fondo se alegra por mí. Dice que no soporta mis gritos, pero en el fondo, sé que le gusta la vitalidad que tengo, le he visto sonreír cuando cree que no le miro. Puede parecer un chico que no se fija en los demás, pero la verdad es… que siempre se da cuenta de todo y aunque intente disimular sus sentimientos, sé que está feliz.


- Gracias.


Aquellas palabras le detienen en seco. No se gira a mirarme y no lo hará aunque quiera. Seguramente me responderá con algún insulto o alguna frase hiriente, así es él, pero para mí, eso significa que mis palabras le han llegado y en el fondo, le gusta esa sensación.


- Evidentemente que lo agradeces, eres un zopenco en los estudios. No sé qué harías sin mí.


Sonrío… ¡Es tan fácil entenderle! Su frase… un intento por ser hiriente, a mí me saca sonrisas, porque en el fondo, sé que lo que ha querido decir es un “de nada” o “ha sido pan comido”.


***


Esa misma noche tengo la opción finalmente de salir de fiesta con mis antiguos compañeros. El instituto termina y una nueva etapa en la vida se abre ante mis ojos. Será la última noche, la última fiesta con mis compañeros, la mayoría no volveremos a coincidir. Quiero decir que quiero asistir y de hecho, así es, pero… ver a Sasuke junto a la ventana de su cuarto, mirando el exterior con esa melancolía propia en él, me detiene.


No quiero dejarle allí solo, pero intentar convencerle para que asista a la fiesta es misión imposible. Sasuke no se lleva bien con ninguno de ellos y aunque yo sí he conseguido entablar alguna ligera amistad, también es cierto que encontrarse con Suigetsu y su grupito no es algo que me apetezca demasiado.


- Sasuke… ¿Seguro que puedo ir? – pregunto al mismo tiempo que lanzo la camisa que quiero ponerme sobre la cama.


- ¿Qué soy ahora? ¿Tu padre? Haz lo que quieras.


- Vuelves a estar de mal humor y además… prometí no ir a fiestas, está en el contrato.


- No ir a fiestas en épocas de exámenes cuando tenemos que estudiar. Has terminado, empieza el verano… puedes hacer lo que quieras. ¿Qué solías hacer en verano?


- Estudiar – le aclaro – para las recuperaciones. Ya te dije que se me daban mal los estudios. Me pasaba los veranos en el orfanato, estudiando con las monjas y asistiendo a la escuela de verano. ¿Qué se supone que se hace en verano? ¿Qué hacías tú?


- No sé, Naruto… irme en bicicleta, ir a la playa, hacer excursiones con mi hermano por la montaña, irnos a jugar a algo… no sé… divertirnos.


Pienso en lo que ha dicho. Yo no tengo un hermano para hacer esas cosas, tampoco es que tenga demasiados amigos y los fines de semana sigo trabajando de madrugada en la panadería. Realmente no tengo mucha idea de cómo divertirme.


- Ve a esa fiesta – dice al final Sasuke.


- Pero es que… no es divertida sin ti.


- No voy a ir. No me he graduado ni tengo ganas de ver al resto de compañeros.


- Pero a mí me gustaría estar contigo en esa fiesta.


- Naruto… deja de discutir y arréglate para ir. Todos te están esperando.


Es cabezón. Jamás podré convencerle para que venga conmigo a una fiesta, sin embargo, pienso en otra cosa. Él ha dicho que hacía cosas con su hermano en verano. Itachi debe estar acabando los exámenes también si es que no lo ha hecho ya. Es tan reservado o incluso más que Sasuke, así que nunca me ha conversado al respecto de sus estudios. Con una única idea en mente, salgo del cuarto bajo la atenta mirada de Sasuke, quien no entiende lo que estoy haciendo.


- Ey… ¿Dónde vas? Ey…


No le hago caso. Quiero llegar al cuarto de Itachi y realmente no está lejos. No se escucha nada, es siempre muy silencioso.


- No toques a esa puerta, Naruto, no… - me avisa como si de un perro me tratase, creyendo que puede prohibirme algo. Yo sonrío y doy los primeros golpes a la puerta con mis nudillos.


Espero pacientemente. Sasuke, en cambio, se ha llevado la mano a los ojos como si no quisiera ver lo que va a suceder. Él siempre me dice cosas como “no molestes a mi hermano”, “está estudiando”, “quiere estar solo” y yo le hago caso pero hoy… hoy no. Hoy he decidido que todo va a cambiar.


- ¿Naruto?


La voz de Itachi es siempre profunda y un poco atemorizante, pero en el fondo, pese al gran respeto que le tengo, entiendo que necesita también salir de ese cuarto. Sufre por su hermano igual que sufre toda la familia. Intentan ocultármelo para que no me sienta mal, pero lo noto.


- He pensado que… bueno, no sé si has terminado ya el periodo de exámenes pero… Sasuke me dijo que solíais hacer cosas juntos en verano.


- Sí.


Ésa es su escueta respuesta. No es que me deje mucho margen para entablar una amena conversación y Sasuke no quiere apartar la mano de sus ojos creyendo que estoy molestándole.


- Yo me preguntaba… en realidad no me pregunto nada, quiero saber qué hacíais en verano.


- No sé… hacíamos muchas cosas.


- ¿Cuál es la que más recuerdas? – intento sonsacarle, porque el maldito es poco hablador, tengo que ir tirando de él para que me cuente cosas.


- El día que fuimos a jugar a tenis y luego a la piscina, fue divertido.


- Pues mañana no hagas planes, iremos a jugar a tenis y a la piscina – le sonrío aunque Sasuke se golpea nuevamente la frente con la mano.


- Va a negarse – escucho a Sasuke a mi espalda –. Eres realmente idiota, Naruto. No va a aceptar, apenas te conoce.


- Vale.


Para sorpresa de los dos, ¡acepta! ¡He quedado con mi cuñado a jugar al tenis! Y lo peor de todo… es que nunca antes he jugado. Tampoco me da tiempo a decir mucho más, Itachi da la conversación por zanjada y cierra la puerta, dejándome con cara de tonto al otro lado.


- ¿Y ahora en qué estás pensando? Tienes cara de empanado.


- Es que… no sé jugar al tenis.


- Realmente eres un bocazas – sonríe Sasuke antes de volver hacia nuestra habitación.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).