Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Coma profundo por Fullbuster

[Reviews - 103]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

¡Nervioso! Así es como me encuentro en mi primer día de universidad. El verano ha pasado demasiado rápido y lo único que he conseguido de él... es aprender a que la pelota de tenis pase la red, más o menos. Itachi se empeñó en enseñarme, pero es cierto que también he disfrutado mucho de la piscina y excursiones a la montaña. Sin embargo... de estos tres meses, lo que más alegría me ha dado, es ver cómo Itachi mejoraba sus dotes sociales con Deidara. ¡Hasta le llama por teléfono sin mi ayuda! Es un gran avance. Ahora los dos suelen quedar de continuo para hacer alguna cosa. Sólo necesitaba un pequeño empujón para ser él mismo.


- ¿Cómo van tus nervios? – me pregunta Itachi en cuanto entra por la cocina.


- Pues... así asá...


- No te preocupes demasiado, el primer día la gente ni siquiera suele conocerse. Todos los compañeros de instituto eligen sus carreras, casi todos se separan así que... tómalo como que es un inicio nuevo.


Para él es fácil decir algo así, lleva ya unos años siendo universitario, pero es mi primer día y evidentemente... no sé lo que voy a encontrarme. Eso me tensa. Sasuke, en cambio, parece muy relajado, siempre sentado sobre la encimera de la cocina, mirando a toda la familia y las conversaciones que tenemos.


Mikoto prepara un suculento bento para que me lleve a clase. ¡Me encanta su bento! Ella siempre cuida hasta los más mínimos detalles. El sabor es exquisito y algunas veces, me gusta quedarme en la cocina con ella y ver cómo prepara las cosas. La cocina es algo que siempre me ha gustado, así que intercambiamos recetas, aunque yo lo máximo que puedo ofrecerle... son de cómo hacer panes y algún que otro pastel.


Fugaku se ha ido temprano hoy al trabajo. Supongo que esperaba que me diera buena suerte para mi primer día, pero... asumo que no es un hombre muy propenso a decir cosas semejantes. Para él todo es algo normal en la vida pese a que yo nunca esperé llegar a la universidad.


- Te acercaré a la facultad de ciencias – me dice Itachi.


- No hace falta, puedo ir en moto.


- ¿Seguro? Mira que está de camino a la mía. No me importa acercarte en el coche.


- No importa, prefiero ir por mí mismo ya desde el principio. Pero muchas gracias por la oferta.


- De acuerdo, pues me voy yendo o llegaré tarde.


- Yo también me voy, gracias por el almuerzo – sonrío hacia Mikoto.


Me fijo en Sasuke, quien se incorpora y, de un salto, baja de la encimera para seguirme. No ha vuelto a pronunciar palabra respecto a su coma desde que hicimos aquel contrato, quizá por cómo me afectó a mí saber las consecuencias negativas que podría tener si algún día despertase.


Camino hacia el garaje y me preparo para subir en la moto. Sé dónde está la universidad, fui allí a hacer las pruebas de ingreso, pero aun así, estoy muy nervioso por el primer día. Sólo a mí se me podía ocurrir tomar una carrera de ciencias con lo mal que se me dan.


Me giro un segundo para ver alguna reacción en Sasuke, pero nada, no obtengo absolutamente nada porque él ha desaparecido. Suspiro. O se ha ido a la universidad o al hospital. Por las noches suele desaparecer del cuarto y me imagino que se queda solo en la habitación del hospital, viendo su cuerpo morirse lentamente.


No le doy muchas más vueltas y me subo a la moto para ir a la universidad. Allí me sorprendo de la variedad de gente. Hay de todas las edades, maestros, alumnos, un bullicio que me hace sonreír sin poder evitarlo. ¡Me encanta ese ambiente! Aunque Sasuke siempre es único para arruinarme el momento.


- No te hagas tantas ilusiones, has venido a estudiar – se queja.


- Pero mira eso... hay muchas cosas extraescolares.


- ¿Dan puntos extra para tu carrera?


- Pues... no lo sé.


- Si no te van a subir créditos, entonces olvídalo.


- Sasuke... vas a llamarme idiota pero... ¿Qué es eso de los créditos?


- ¿En serio, Naruto? ¿Entras a la universidad y ni siquiera has mirado cómo funciona? Los créditos son como la medida de dificultad de una asignatura, hay asignaturas que te piden, no sé... diez créditos para superarla, lo que da lugar a que necesites impartir un cierto número de horas. Un crédito equivale más o menos a diez horas de clase de esa asignatura. Digamos que hay algunas actividades extraescolares o cursos que te dan cierto número de créditos, cuando alcanzas los necesarios... puedes aprobar la asignatura.


- ¿Entonces por qué hago exámenes?


- Porque mediante un examen aprobarás la asignatura, digamos que aceptarán que has hecho esos créditos y los superas con los conocimientos necesarios.


- Qué rollo.


- Naruto... tú sólo déjame a mí, yo me ocuparé de la parte del estudio.


- Entonces sí puedo apuntarme a algo que me den créditos de esos y me guste, ¿no?


- Supongo... siempre y cuando te den créditos que te sirvan, si no, no te apuntes, es perder el tiempo que necesitarás para estudiar.


- Eres un aburrido.


Una profunda exhalación deja escapar Sasuke ante mis quejas. Sé que está en nuestro contrato, pero no puede pretender que vea todo este ambiente y no me emocione con todo lo que hay.


Naruto... sé que esto es un cambio importante y que te mueres por vivirlo todo, pero... la carrera que has elegido es muy complicada. Si quieres superar todas las asignaturas a curso por año, vamos a tener que estudiar muy duro. Los dos vamos a hacer sacrificios.


- Pero, Sasuke... - pongo un puchero de niño pequeño.


- Haremos una cosa, tú miras qué te gusta de optativas y yo te digo si puedes cursarlas o no.


- ¿Cursarlas? Yo no quiero nada más de estudios, quiero algo práctico... como deporte.


- Deporte... bueno... mira a ver cuáles te dan créditos extra.


- ¿Dan créditos por eso? – pregunto entusiasmado.


- Depende de cuáles, hay deportes de equipo que dan créditos porque consideran que el trabajo en equipo, etc... son algo positivo para la sociedad. Tú sólo mira a ver qué te gusta.


- Quiero un deporte así, elegante... como esgrima – me emociono, haciendo gestos con la mano como si blandiese una espada.


- ¡No! – rápidamente me quita las ilusiones.


- ¿Por qué no?


- ¿Para qué te va a servir la esgrima?


- No sé... por si alguna vez sufro un atraco – le digo a tono de burla por el atraco que sufrimos, pero a él no le hace gracia alguna.


- ¡No! Si eso es lo que te da miedo entonces apúntate, no sé... a kendo, o aikido, taekwondo...


- ¿Qué tienes contra la esgrima? – pregunto por curiosidad.


- Que no es un deporte japonés.


- Ohhhhh, ahora eres nacionalista.


- No, pero... ¿Por qué aprender esgrima que es más para competición cuando puedes aprender kendo y es más japonés y útil no sólo a nivel competitivo?


- Porque... - no tengo excusa para ello. La verdad es que me servía cualquier arte marcial y el kendo también me llama la atención. No puedo discutirle algo así – entonces quiero ir a kendo.


- ¡No!


- ¿Por qué no? Acabas de decir...


- He dicho simplemente que no es tan competitivo, no he dicho nada de que pudieras practicarlo.


- Pero...


- No da créditos suficientes extra.


- Pero... - intento nuevamente – por faaaaa.


- ¡Qué pesado eres!


Sasuke comienza a caminar, pero aun así, parece estar pensando la idea. Lo sé por cómo camina, esa forma suya tan característica, lenta, con la cabeza ligeramente levantada como si quisiera mirar al cielo pero sin llegar a levantarla tanto. ¡Empiezo a conocerle y eso hace que sonría! Vuelvo a mi seriedad en cuanto él se gira, no quiero que crea que me burlo o sospecho que lo piensa y me lo prohíba de verdad.


- Echaré un vistazo a lo del kendo, pero no te prometo nada. ¿De acuerdo?


- Vale. Me sirve con eso – susurro lo siguiente porque no estoy dispuesto a renunciar a practicar algún deporte – por ahora.


Seguramente lo que Sasuke está pensando en ese momento, es que no puede controlar absolutamente todo en mi vida, no puede pedirme que no saliera de fiesta, que sólo estudiase veinticuatro horas y no socializase, tiene que darme un poco de margen para relajarme y ahí podría encajar el deporte. Al menos es lo que yo creo que puede pensar por la cara que ha puesto.


- Vamos a clase.


- ¿Sabes qué aula es?


- Claro que sí – ¡Sasuke está susceptible! O quizá nervioso, para él también es la primera vez en la universidad, sea fantasma o no.


Caminos juntos, yo asombrado por todo lo que veo y él... bueno, él con su seriedad habitual. El resto de estudiantes, hay un poco de todo, algunos novatos como yo perdidos por la gran facultad, otros veteranos que saben perfectamente dónde ir y algunos que se quedan en la cafetería de la primera planta.


Sigo a Sasuke por los pasillos, él sí parece saber exactamente dónde va y me pregunto... si en sus escapadas nocturnas como fantasma, no habrá estado dando vueltas por estos pasillos para aprenderse el recorrido. Es posible por lo perfeccionista que es. Al llegar al aula, subo los peldaños buscando las últimas filas, pero me detiene con su voz.


- ¿Dónde vas?


- Pues...


- Al final no – se queja.


- Pero... no me gusta cerca del profesor, no pienso sentarme en primera línea.


- No he dicho en primera, pero al menos por el centro, ni primera ni última.


- Vale... está bien – me resigno, entrando a media altura más o menos -. ¿Qué te ocurre? ¿No escuchas bien en la última fila? – pregunto con toque bromista.


- No me gusta la última.


- Ya, ya... tú siempre quieres en la primera, eres el estudiante modelo.


- No es eso, Naruto, los profesores tienden a creer que los que se alejan tanto esconden algo.


- Y los que están demasiado cerca son unos listillos que sacan notas geniales – me quejo nuevamente.


- Intermedio está bien, Naruto, no tienes que preocuparte tanto.


- ¿Vas a quedarte aquí sentado conmigo? – le pregunto al ver cómo se sienta en la mesa de detrás de mí, apoyando sus pies en mi silla.


- ¿Por qué no?


- Creía que preferirías ir más cerca para enterarte mejor.


- ¿Y no poder vigilarte entonces? Ni hablar. No quiero que te quedes dormido en clase y el profesor tenga una mala impresión de ti.


- No voy a dormirme – me quejo.


- Ya, claro... porque te apasiona tanto la medicina que seguro no te entrará sueño – sonríe.


- Eso... es un golpe bajo.


- Por favor... mira a tu alrededor. Toda la gente que ves aquí son tus competidores, Naruto, todos ellos tienen pasión por la medicina, van a dar lo mejor de ellos y si quieres ser neurocirujano, necesitas destacar en notas para poder optar a una buena plaza en un hospital. Así que voy a quedarme muy cerca de ti y vigilar que no hagas tonterías.


La gente empieza a entrar en la clase. No es que antes no hubiera nadie, pero la verdad... éramos tan pocos que podría haberlos contado con los dedos de una mano, ahora la clase empieza realmente a llenarse. A mi lado, se sienta un chico pese a que cuando miro a groso modo, veo que abundan las chicas.


- Hola, Akasuna no Sasori – sonríe el chico a mi lado presentándose.


- Naruto Uzumaki – le devuelvo el saludo y la presentación.


- No te importa si me siento a tu lado, ¿no? – pregunta algo dubitativo.


- No, no, claro que no.


- Me alegro, la verdad es que todos aquí parecen demasiado serios.


- Sí, ¿verdad? – sonrío al darme cuenta de la tensión que tienen todos, supongo que por el motivo que dijo Sasuke que para ellos, es una competición por una buena plaza o porque como dijo Itachi, todos son nuevos y no conocen a nadie. Quizá tienen vergüenza a presentarse.


Lo que me sorprende es que Sasuke no se queje por cómo he empezado a interactuar con un nuevo compañero. O no le afecta demasiado o quizá entiende que no puedo estar siempre sin amigos y es bueno para mí relacionarme. En cualquier caso, sonrío al ver a Sasuke relajado, devolviéndome la sonrisa antes de que el profesor entre en el aula y empiecen las explicaciones.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).